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miércoles, 25 de agosto de 2010

Capitulo 9: Malas Juntas.


Capitulo 9: Malas Juntas.

Me gusta cómo suena eso. –dijo Joe cambiando su expresión de hilarante a salvaje.
Eludió mis brazos y me despidió contra la pared. Mi espalda se estrelló contra la superficie plana y dura haciendo un ruido sordo. Sus manos vagaron impetuosamente las sinuosidades de mis curvas retozando con mi indumentaria, él intentaba rasgar mi camiseta. Yo estaba claramente alterada, mis sentidos y hormonas enloquecieron como un estallido de lujuria en mi interior.
–No! –lo frené con severidad.
Sus ojos se estrecharon al mirarme con vacilación y se detuvo para observarme jadear después de un estimulante y enloquecedor beso. Me apreté contra su cuerpo y sin soltar sus labios lo conduje hacia mi dormitorio, empujándolo constantemente con mi cuerpo y tocando los contornos de sus músculos con pasión.
Mi habitación estaba oscura, cerré la puerta detrás de mí y mordisqueé la piel del cuello de Joe. Había decidido que él no iba hacerme perder el juicio, estaba dispuesta a hacerle el amor hasta que no pudiera moverse y a tener todo el control sobre su cuerpo.
–Déjame guiarte, déjame seducirte. –le susurré–. Déjate llevar, Joe.
Instalé mis manos en su pecho y lo aventé a mi cama, que había estado muy abandonada los últimos días. Él se dejó caer en las sábanas, su cuerpo grande, musculoso y contraído se hallaba extendido en mis mantas de satén y mis almohadas de plumas. En sus labios se asomaba una doblegada sonrisa picante, tenía las mejillas ligeramente ruborizadas. Parecía acalorado. Miré todo su cuerpo, advirtiendo el modo en que la tela de su ropa se adhería a su piel y su tensa musculatura se vislumbraba para mi deleite.
Me moví a lentas zancadas hacia las ventanas y desplegué las cortinas, permitiendo que la luz de la noche se filtrara a través del cristal de los ventanales. Volví mi mirada hacia Joe, su negro cabello se veía destellando matices de luz blanquecina y plateada, haciendo contraste con el dorado de su piel. Evitar sonreír era un caso perdido. Él me miró con interrogantes en sus fastos ojos grises bañados en un brillo vigorizante. De forma provocativa me aproximé hacia la cama, Joseph estaba inclinado contra los almohadones apoyándose de sus codos para mirarme. Gateé sobre el colchón de manera sensual trepándome por su cuerpo como una pantera.
Capturé sus labios con voracidad, hambrienta de su sabor. Él abrió mi boca con la suya, los movimientos de sus labios eran firmes, furiosos y desesperados. Gimió dentro de mi boca regocijándose, sus manos se posaron en la parte de atrás de mi cuello, me atrajo hacia sí más cerca, de manera que era imposible hacer el beso más penetrante.
Dimos en vueltas en la cama, él rodó sobre mí y luego yo giré nuevamente arremolinándome encima de su apetitoso cuerpo. No permitiría que él tuviera el dominio sobre esto, yo quería que él alucinara deseándome y se regodeara en mis brazos, aunque su orgullo masculino estuviera en contra. Él se satisfacía dándome placer, saciando mis necesidades. Pero ésta vez sería diferente, porque lo haría necesitarme con premura.
Percibí el cálido aroma en su ropa, una dulce fragancia a sándalo y cuero; aspiré audiblemente su olor. Las manos de él acariciaron mis muslos, delicadamente, apretándome, tentándome y causándome cosquilleos en cada parte de mi espíritu.
Respiré de manera entrecortada, demasiado conmocionada y excitada.
No! Pensé, yo tendré el control.
–Recuéstate, Joseph. Sé que puedes ser más dócil. –murmuré en su oído, sabiendo que mi aliento en ese lugar le hacía blandirse con escalofríos.
Él sacudió la cabeza.
–No, no puedo. –exhortó él.

Levantó el borde de mi camisa y ahuecó sus manos en mis pechos. El calor en mi interior era insufrible, estaba quemándome y picándome en todas partes. Su aliento sobre mi cuello. Ah! Esa era una sensación cercana al paraíso, tan arrebatadora y placentera.
Debía ser más fuerte que eso, ahora yo estaba delirando, sintiendo el pecado en mis venas y el infierno tan cercano que escuchaba los susurros del mal y sentía el fuego de las tinieblas.
Le obligué a quedarse tumbado debajo de mí, sujeté sus manos, le acaricié lentamente el pecho, los brazos, el cuello, el rostro, el cabello, las orejas. Pasé mis dedos por sus labios sugestivamente, él gimió una vez más. Le dediqué una sonrisa, besé y lamí su cuello, descendí mis besos hacia su pecho, tocando con mis labios la superficie de algodón de su camiseta.
–No, no puedo más. –se impacientó él. Su tono de voz sonaba en un ronquido grave.
Puso sus manos a cada lado de mis caderas y me apegó a su cuerpo, deslizó con suavidad los tirantes de mi camisa a través de mis desnudos hombros. Antes de que pudiera continuar yo le levanté la camisa, él se la quitó en segundos y la arrojó al suelo. Ansié besar sus abdominales desnudos tan pronto como los vi. Joe se sentó al borde de la cama para descalzarse y quitarse los jeans.
Me puse de rodillas detrás de Joe mientras él desanudaba los cordones de sus zapatos. Vislumbré su espalda repleta de músculos, resplandeciendo con la intensidad de la mortecina luz. Lo toqué, la piel en su espalda era suave pero él estaba tenso. Me quedé atónita en el acto.
–Joe, tu espalda… –espeté impresionada. Tenía la piel tan suave y…–. Cómo ha sanado tan rápido?
No había ninguna marca, ninguna herida, ni rastros de la tortura. Inclusive Alan todavía estaba cicatrizando sus heridas, pero Joe no tenía nada. El día anterior yo había visto las horribles heridas abiertas y ahora no había nada.
Él aclaró su garganta y se paralizó.
–Y esto? –pregunté pasando mis dedos por encima de su omóplato. Allí tenía un símbolo grabado con tinta negra, como un tatuaje o algo parecido. Parecía una especie de signo como una runa, verdaderamente extraño, similar a dos círculos entrelazados con algo igual a un ojo en su interior. La piel alrededor estaba enrojecida, tal como si el tatuaje hubiese sido hecho hace algunas horas. Yo podía jurar que él no tenía eso antes.
Recorrí su clavícula con las puntas de mis dedos y después fui hasta la base de su cuello, donde colgaba el pequeño medallón plateado de Joseph. Sujeté el trozo metálico, circular y frio en mi mano examinándolo. Y lo descubrí, el colgante de Joe tenía el mismo símbolo que se había tatuado en la espalda. Qué era lo que eso significaba?
Cuando Joe notó que yo estaba estudiando su collar apartó mis manos de su cuerpo casi de forma brusca.
–Vas a ponerte dramática porque me hice un tatuaje? –replicó él.
Desconcertada me retiré.
–Pero, tus cicatrices, Joe, no tienes nada. Y qué es lo que significa ese símbolo? –inquirí en un suspiro.
Él pareció repentinamente molesto, frotó sus sienes con las yemas de sus dedos y suspiró.
–Olvida eso, sí? –me pidió él–. No estábamos en medio de algo?
Sí, recordé. No obstante, mi mente estaba haciéndose tantas preguntas que era difícil concentrarse en algo. No era demasiado importante, o sí? Un tatuaje, un símbolo.

La figura escultural del maravilloso cuerpo de Joseph me distrajo por completo. Lo único que podía divisar era cuan perfecto estaba su lujurioso y esbelto cuerpo, y sólo pensaba en lo mucho que ambicionaba tenerlo más cerca. Así que me quité la camisa y el sujetador fugazmente, de manera que ambos estuviéramos en las mismas condiciones de desnudes.
Todavía de rodillas me adosé más a su cuerpo, adhiriendo mi abdomen a su espalda caliente. Él se puso rígido al sentir mis pechos en su piel.
–Hey. –proferí–. No es porque sea un vampiro, pero tengo muchas ganas de morderte.
Comencé a mordisquear sus hombros, luego su cuello, ascendiendo poco a poco para conservar su sabor en mi lengua. Sentí como Joe se estremecía de arriba abajo y noté la forma en que apretó los puños cuando pasé mi lengua por el lóbulo de su oreja. Su pecho se movió ascendiendo y descendiendo de forma agitada.
Mi cuerpo demandaba el suyo, mis colmillos se dilataron y de forma inapelable lo mordí en el hombro, cerca de la raíz de cuello. Mis dientes hundiéndose en la suave piel, su sangre corriendo por mi boca, un espectacular choque de todas las emociones de Joe fluyendo a través de mí. Fue impactante, como si pudiera entrar en sus pensamientos. Él estaba emocionado, conmocionado, sobreexcitado, me amaba. Jadeó inclinando su cabeza hacia atrás y arqueándose.
En cuanto cesé de morderlo una línea roja de sangre corrió por su pecho.
Más salvajemente él se dio la vuelta y me aprisionó contra el colchón. Todo mi cuerpo tembló y se debilitó al sentir su boca explorando mi pecho. Ansiaba dolorosamente más de él. Ahora era yo quien se encontraba en deplorablemente necesitada. Mi corazón se agitó golpeando mis costillas exigentemente.
Estábamos batallando por el control. Era una persistente lucha por no dejarnos llevar. Una pelea de besos y caricias. Subí a sus caderas para llevar la delantera, limpié con mi lengua los residuos de sangre que manchaban su pecho, le di besos en el abdomen, acaricié cada uno de sus músculos con mi lengua, probé ese ameno sabor de su cuerpo.
Se quedó inmóvil, supe en ese momento que yo tenía la ventaja.
–No te detengas, por favor. –gimió él.
Sonreí satisfecha. Me deshice de sus pantalones y él me despojó de los míos. Con urgencia él me poseyó, me tomó y me marcó. Yo sabía él era de mi propiedad, y yo también le pertenecía hace mucho. Era solo suya, nunca de nadie más, nunca de otro. Alcancé el borde del éxtasis más deseado, apenas respiraba, sólo me meneaba al compás de sus envites bravíos.
–Muérdeme, Joe. Hazlo! –le ordené. Lo necesitaba, requería de la sensación dolorosa y placentera de sus colmillos en hundidos en mi piel.
Él cerró los ojos y sacudió la cabeza para negar.
–Podría lastimarte. Tengo miedo de hacerte daño. –dijo jadeando.
Estaba asustado por la situación de hacía días, cuando había bebido de mí hasta dejarme completamente débil y mareada. Pero yo confiaba en él, sabía que no me haría daño.
Acerqué su boca para besarlo furiosa y vivazmente. Atrapada en un enloquecedor juego de lenguas en movimiento, después jugué con su corto cabello entre mis dedos y le obligué a hundir su nariz en el valle de mi cuello en el que caía mi cabello castaño claro. Justo cuando me olfateó mostró sus colmillos y los hundió en mi garganta. Grité, de placer, de dolor, de ardor. Quería que él siguiera bebiendo de mi sangre pero se detuvo a sí mismo bruscamente en menos de tres segundos.

Toda la noche hicimos el amor una y otra, y otra, y otra vez. Sin descanso hasta el amanecer, hasta estar sudorosos, exhaustos y doloridos.
Me acosté encima de él, nos cubrimos con las sábanas, sus brazos me rodeaban la cintura, su aliento se sentía en mi cuello.
–Te extrañé. –le susurré cerca del oído y le acaricié cariñosamente el rostro y el cuello con mi nariz.
Él sonrió al tiempo que acariciaba y besaba mi pelo.
–Sólo me ausenté algunas horas.
–No hablo de eso. –manifesté–. Hablo de tenerte así. Junto a mí, desnudo en mi cama.
Hablaba de su calor dentro de mi cuerpo, de sopesar su peso, de su piel quemando la mía, de sus abrazos, su sabor, su amor.
–Yo también te he extrañado de esa manera. –Dijo después de besar mis labios–. Me dejaste agotado, nena. Ahora no puedo moverme, pero sí, valió la pena.
Definitivamente. Inclusive mis dedos estaban entumecidos, agarrotados y adormecidos por haber estado toda la noche aferrada a Joe con tanta fuerza, pero había valido la pena.
Perdida mirando su hermoso y perfecto rostro tracé el contorno de su cara, bajé hasta su cuello, toqué la sexy protuberancia que sobresalía en su cuello y lo hacía ver más masculino. Su manzana de Adán. Tuve escalofríos y sujeté con cuidado el medallón de Joe. Ésta vez él simplemente me dejó mirarlo con un poco de tención en su semblante.
–Qué es lo que significa? –insistí refiriéndome a ese colgante y al signo de su nuevo tatuaje.
Joe suspiró y se quedó en silencio, muchos minutos en silencio. Acomodé mi cabeza entre su pecho y cuello, deleitándome con su fascinante aroma atractivo y masculino. Él apartó mi cabello de mi rostro con una mano, la otra descansaba en la parte más baja de mi espalda desnuda; después me besó en los labios de forma tan dulce, tierna y romántica que estaba segura de que me amaba tanto como yo a él. Sus húmedos labios hinchados se sentían tan bien sobre los míos, tan blandos y abrasadores.
–Tenemos que hablar. –masculló.
Lo miré a la cara.
–Huh! Eso suena aterrador.
–Bueno. Lo es. –me respondió él.
Me separé de su cuerpo tumbándome en el colchón a su lado, él me abrazó pasando su pierna alrededor de mis caderas. Yo trataba de prepararme para lo siguiente que venía. Qué era eso tan aterrador de lo que tenía que hablarme?
–No te preocupes por esto. –Me dijo él señalando el colgante de su collar–. Es parte de mi nuevo empleo.
Yo bostecé, estaba verdaderamente cansada y somnolienta, sobre todo después de haber permanecido toda la noche despierta y en movimiento. Él continuó viéndome con una sonrisa seductora que pronto se apaciguó. Miró hacia el techo.
–Hice algo muy mal. –me dijo. Fruncí el ceño al mirarlo pero él no me vio, estaba concentrado en el techo–. He hecho algo terrible para volver aquí. Yo tendría que estar muerto ahora mismo. Yo no quiero hacerte daño, Angelique. Pero estoy seguro de que alguien vendrá pronto a buscarme.
Parpadeé sobrecogida y perpleja.
–Qué me estás diciendo, Joe? Qué quieres decir? –mi voz sonaba claramente alterada.
–Cálmate. –Él sujetó mi cara entre sus manos–. Es sólo un presentimiento, creo que tal vez alguien vendrá a arrastrarme de nuevo al infierno. Por eso quiero decirte que entiendo si tú quisieras alejarte de mí, porque quizás yo no esté aquí para siempre.
–Joseph, estás loco? De qué hablas cuando dices que has hecho algo “muy mal”? No entiendo de lo que hablas, por favor explícamelo.
Rápidamente él se sentó en la cama, le echó un vistazo al reloj en la pared y rebuscó su ropa en el suelo.
–Lo siento, linda. Tengo que irme a trabajar. –se subió los pantalones y cogió su camiseta.
–Pero… –protesté–. … Es demasiado temprano, y ni siquiera has dormido nada. Cómo demonios piensas irte? Joe, habla conmigo primero!
Ya se había colocado la camisa y se dirigía a la puerta para marcharse.
–Hablaremos luego de esto, chiquita. –dijo Joe.
–Joseph Blade! –vociferé–. Ven aquí ahora mismo!
Envolví mi cuerpo en las sábanas, me levanté para seguirlo.
–Volveré en unas horas, Angelique. Estaré bien. –anunció y se fue dando un portazo.
Suspiré consternada, seguidamente vi la billetera de Joe lanzada en suelo. Se le había caído del pantalón, supuse. La tomé y vino esa tentación a mi cabeza. Sí, debía revisar esa billetera. Se me revolvió el estómago al pensar que me estaba volviendo paranoica, celosa y obsesiva. Y de todas maneras le eché una ojeada, estaba vacía, salvo por mil trescientos dólares en efectivo que llenaban y abultaban ese trozo de cuero. De acuerdo, Joe estaba forrado.
Salí de la habitación envuelta en las mantas para entregarle la billetera a Joe. Pero cuando llegué al recibidor y me asomé por la ventana él estaba alejándose en una de las motos.
De camino de vuelta a mi habitación contemplé a Jerry jugando con la chimenea de fuego artificial del corredor, él estaba utilizando el control de mando a distancia para cambiar el color del fuego en diferentes matices. La chimenea era moderna, se asimilaba más a una vidriera cristalina que se alzaba hacia el techo.
Jerry llevaba su mochila negra en su espalda, tenía puesto unos pantalones khaki y una camiseta veraniega, me escuchó dar pasos detrás de él.
–Deberías ver esto. –me dijo sin mirarme, su tonalidad era de asombro. Oprimió botones en el control y el fuego artificial pasó a ser de un matiz verdoso a otro púrpura, dándole a toda la estancia una iluminación en tonos morados.
Una guitarra eléctrica descasaba a los pies de Jerry, pero él no le prestaba atención, estaba más interesado en el fuego cambiante y brillante. Entonces se giró a mirarme, alzó esa bonita ceja rubia con el piercing y curvó la comisura de su boca. Miré hacia abajo, le eché una ojeada a mi propio cuerpo para asegurarme de que la sábana que me envolvía estuviera cubriéndome lo suficiente.
Sí, todo estaba bien. La sábana caía hasta mis pies enfundando casi todo mi cuerpo como una toga. Únicamente mis hombros y brazos estaban desnudos.
–Qué haces? –le pregunté. Él lanzó el control a una silla acolchada y levantó la guitarra del suelo.
–Espero a Nina. –me respondió–. Adolph no está y la llevaré a ver como toca mi banda en el garaje. Quieres venir, dulzura?
Le di una severa mirada de reproche.
–Qué tan difícil puede ser llamarme por mi nombre? –le increpé.
–Perdón, Angie! –se excusó–. Hey, Angelique es un nombre verdaderamente largo. Nueve letras? En qué pensaban tus padres? Yo te llamaré Angie. Y? Vienes con nosotros?
Salir? Quería recostarme a dormir, aún mi cuerpo se sentía dolorido, acalambrado y entumecido y no había tenido tiempo de dormir esa noche.
Suspiré.
–Lo siento, no tengo ganas de ir. No he dormido nada en toda la noche.
–Sí. Me imagino. –dijo mirándome de pies a cabeza con sagacidad. Me sonrojé–. Bueno, si cambias de opinión todavía estaré aquí esperando. No creo que Nina se apresure demasiado, creo que lleva horas arreglándose.
Lo medité, quería ir. Quería conocer un poco más a fondo a Jerry. Era músico? Tenía una banda? La idea me entusiasmaba. Su banda era de humanos o vampiros? Pensé un poco al respecto mientras vislumbrara el brillo púrpura reflejado en los anteojos de Jerry y en las zonas de su piel descubierta.
–Bien, me daré un baño y volveré. Espérame unos minutos. –cedí.
Darme una ducha profunda me relajó y ablandó la mis músculos ateridos, aunque borró de mi cuerpo el aroma de Joe y las marcas de sus caricias. Conseguí en mi armario unos viejos jeans andrajosos, remendados y desteñidos, una camiseta y un jersey gris. Cuando volví con Jerry abrí los ojos de par en par al ver a Nina. Ella tenía pantalones de cuero con cadenas que colgaban en sus caderas, llevaba botas negras de terciopelo deshilachado, una camiseta negra de maya prácticamente transparente que dejaba ver su sujetador negro, y encima de la camisa una chaqueta abierta también negra, también de cuero. Su cabello era de todos los colores corto con tiras y mechones de distintos tonos: negro, púrpura, plateado, amarillo, rosado y verde. Su maquillaje era blanco y negro. Ella era toda una estrella de rock.
–Vaya! –Asentí con la cabeza y le hablé a Jerry–. Se tomó muy enserio lo de ver a tu banda, no?
Jerry también asintió sonriendo. El mismo segundo que salimos de casa mi piel empezó a chamuscarse dolorosamente con los fulgentes rayos del sol. Maldije en voz baja, el sol era molesto, muy molesto. Sentía comezón en cada parte de mi piel expuesta y estaba cegada con toda esa luz. Nina se colocó unos lentes oscuros y cada quién subió a una motocicleta. Adolph se había llevado el Impala y Joe la otra moto.
Todavía sentía miedo al subirme a esa máquina, simplemente sentí como mi corazón se aceleraba con fuerza, me coloqué el casco y los tres avanzamos por las calles de Brooklyn. Nina y yo sólo seguíamos al humano entre las avenidas y a través un vecindario corriente hasta que escuchamos un sonido. Metal, heavy, instrumentos eléctricos y ruido estrepitoso. Nos detuvimos frente a la casa de la que provenía el sonido, una casa común, pequeña y acogedora. Una casa familiar. Deshice rápidamente los recuerdos de mi familia que invadían mi cabeza. Cielos! Debía pensar en otra cosa. Odiaba recordar lo que había perdido.
El amplio garaje estaba abierto para cualquiera que quisiera entrar, sin embargo allí sólo estaba la banda. Había un viejo auto al final del cobertizo, algunos sofás polvorientos más adelante, una pila de instrumentos musicales, dos chicos derrumbados en los divanes bebiendo Coca Cola y comiendo M&Ms; y una chica con otro chico afinando guitarras y componiendo solos.
–Traje a unas amigas. –dijo Jerry una vez que fuimos con el resto de sus amigos músicos.
Jerry colocó su mochila y la funda de su guitarra en un sofá, éste soltó una nube de polvo gris y telarañas. Sentí un desabrido picor en la nariz por el polvo. Los dos chicos que bebían Coca Cola se levantaron a saludarnos tan rápidamente que me sorprendió. Ellos debían tener quince y dieciséis años respectivamente, eran bajos, bien parecidos y con el cabello largo. La única chica del grupo nos ignoró por completo mientras se concentraba en su teclado y hacía sonidos mezclados, ella era menuda, castaña y delgada. Vestía del mismo estilo que el resto de la banda. Y el otro muchacho junto al teclado tenía el cabello corto de color negro y en las puntas teñido de verde, aparentaba tener diecinueve años. Él naturalmente alzó la vista y nos miró sin interés.
Los chicos más jóvenes se aproximaron y nos saludaron afectuosamente como si llevaran mucho tiempo conociéndonos. Eran humanos, todos ellos, y su sangre era meramente provocativa.
–Trajiste vampiros aquí? –Le dijo el muchacho con el cabello verde a Jerry–. Estás loco? Esas dos chicas son vampiros.
Jerry se encogió de hombros con aburrimiento.
–Tú también eres vampiro. Qué tiene de malo? –la voz de Jerry sonó fastidiada.
Y lo noté, también era un vampiro. Por eso era bastante pálido y su boca tenía colmillos.
–Pero yo no voy a beber de ustedes, ellas son jóvenes, puedo olerlo. Tal vez no puedan controlarse y les drenen la sangre. Me quedaré sin banda si eso sucede. –gruñó el vampiro.
Finalmente la chica volvió su mirada hacia Nina y hacia mí. Nos examinó con cuidado.
–No le hagan caso. Él cree que es un vampiro y dice que tiene más de cien años. –dijo la muchacha. Ella era más joven que el resto.
–Los tengo. –se defendió el vampiro.
–Qué extraño! –Terció Nina–. Yo podría haberle calculado unos noventa.
Los demás rieron, yo sonreí remisamente.
Jerry se acercó a un refrigerador pequeño que había en un rincón y buscó dos latas de Coca Cola para Nina y para mí. Él se movía con gracia y su rostro parecía tan joven a la luz del sol.
–No sé a ustedes, pero a mí realmente me agradan tus amigas, Jerry. De dónde sacaste a éstas bellezas? –dijo uno de los chicos de cabello largo.
–Las compré en un catalogo. –Bromeó Jerry–. Son inofensivas.
Nina sonrió perversamente, no supe si era porque la habían llamado belleza o por la ironía de la palabra “inofensivas”.
–Eso crees. –pensé en voz alta. Luego abrí mis ojos por la sorpresa de escucharme a mí misma diciendo aquello.
Los demás lo tomaron como una broma y se rieron, salvo el vampiro, que con recelo dijo:
–Vamos a ensayar o qué?
–O que. –respondió Jerry haciéndose el gracioso.
Ellos se acomodaron tras los instrumentos y comenzaron a tocar, la chica era la voz principal. Todos eran increíbles haciendo esos sonidos de rock & roll y música punk. Eran una estupenda banda. Cuando la música acabó y Jerry sospechó que sonaron excelente él se acercó a la chica vocalista y la besó a toda velocidad en los labios. Ella lo empujó quejándose y gruñendo.
–Odio cuando te pones emocionado. –rumió ella sacándoselo de encima.
Ella no era su novia, lo noté. Claramente era cierto que Jerry besaba a cualquiera que estuviera cerca cuando estaba emocionado.
Después de unas horas de escuchar práctica musical nos tumbamos en los sofás a comer una pizza. Ellos estaban haciendo bromas sobre el cabello verde del vampiro.
–Creo que es la pareja perfecta para Nina. –decía Jerry entre risas.
Me reí de eso y asombrosamente Nina estaba sonrojada. Cuando ellos se rieron del cabello colorido de Nina ella fingió enojarse mucho.
–Beberé de tu sangre la próxima vez que insultes mi genial cabello. –dijo ella con falso enojo.
–Estoy seguro de que lo harás. –dijo el otro vampiro.
Nina lo aniquiló con la mirada.
Creí que si comía suficiente comida humana podría amortiguar mi sed de sangre, pero sólo conseguí que la banda hiciera bromas sobre mi apetito de lobo. Lo que luego pasó a ser una conversación sobre las habilidades de los hombres lobos y los vampiros y quién ganaría una batalla. Ellos no creían en nada de eso, y no sabían que realmente estaban en una habitación con tres vampiros.
–Hmm… –dije saboreando el pepperoni y el queso de la pizza–. Si los hombres lobos existieran, claro. –balbuceé engullendo mi comida.
Conversamos entre música y comida chatarra hasta el anochecer, nos despedimos de la banda haciendo bromas sobre ir a cazar a la luna llena y que nos transformaríamos en murciélagos, los muchachos nos dieron un abrazo para despedirse y dejé de respirar por enésima vez al observar sus apetitosos cuellos.
–No te ofendas, pero hueles como chico. –me dijo el último chico que me abrazó.
Me sonrojé, Nina y Jerry rieron.
–Ya era hora de que alguien te lo dijera. –Se burló Nina–. Ese perfume costoso de Joe parece estar adherido a tu piel. Y siempre hueles como él, literalmente a perfume de hombre.
Olfateé un mechón de mi cabello.
Dios! Sí, era cierto.
–Cómo puedes conducir con todo el cabello en la cara, Angie? –me preguntó Jerry mientras nos subíamos nuevamente a las motocicletas.
Me enfurecí al recordarme de mis padres. Jerry me llamaba como mis padres lo hacían, y ahora se quejaba de mi cabello suelto como mis padres lo hacían?
–Nunca me verás con el cabello recogido, nunca. –dije secamente–. Mi cabello siempre está suelto, y así se quedará.
–Te ves muy bonita así, pero tu rostro también es hermoso. No ganas nada cubriéndolo con todo ese pelo –rebatió él.
Ya me habían dicho eso, un montón de veces en mi vida humana. Y siempre me molestaba por alguna razón.
Antes de ir casa nos detuvimos en un Starbucks, mi cuerpo necesitaba cafeína. No había dormido en mucho tiempo y eso me estaba causando dolor de cabeza.
–Oye, eres muy musculoso. Qué haces para mantenerte en forma? –le decía Nina a Jerry entre risas. Los dos estaban rematadamente locos.
–Oh! Esto? –Jerry le mostró su musculoso brazo tatuado.
–Deberían advertir en alguna parte que salir con ustedes dos juntos es dañino para la salud mental. –regateé.
Estaba bebiendo mi café caliente y dulce entre conversaciones sin sentido cuando las luces se apagaron en el establecimiento. Un apagón. Las personas gritaron y se apresuraron a salir corriendo del lugar.
–Un robo? –pregunté con tranquilidad.
Esa clase de cosas sucedían cuando alguien arremetía contra el local para robar la caja registradora o la caja fuerte y esas cosas.
Jerry me sujetó del brazo para que me levantase de la silla.
–No es un robo, es tu novio. –sonó la voz de Jerry en la oscuridad.
–Joe? –interrogué.
–No Joe, el otro. –espetó Jerry mientras los tres nos dirigíamos hacía la puerta de salida.
Me llevó minutos saber de que estaba hablando. Donovan.
–Cómo sabes que es Donovan? –le dijo Nina a Jerry.
–Míralo tú misma.
Salimos de la tienda y observé la calle iluminada y atestada de gente horrorizada por el apagón. Advertí que el apagón había sido de toda la calle, todo se encontraba oscuro, la única luz que había provenía de los autos y los teléfonos móviles de los humanos. Y ahí estaba él, Donovan con su perfecto cabello desordenado cayéndole en la frente. Él y sus otros amigos vampiros se encontraban encima de sus monstruosas motocicletas entre la multitud de personas que caminaban en la calle.
–Corran a las motocicletas. –dijo Jerry en voz alta.
Nina me tomó de la mano y me arrastró hasta el sitio donde estaban aparcadas nuestras motos. Di un traspié hacia adelante antes de llegar al vehículo. Antes de subir a la maquina Jerry se interrumpió con demasiada tranquilidad. Me sonrió y señaló con picardía el casco que sostenía en sus manos.
–No querrás romperte la cabeza. –dijo él con una voz tan divertida que cualquiera dudaría en creer que estaba a punto de abordar una persecución.
Cuando encendí la moto me precipité a sumirme a través del amasijo de personas y vehículos que circulaban en las calles a esa hora de la noche. Nina y Jerry iban detrás de mí transitando las apenas tangibles avenidas atiborradas de humo, y basura. Traspasé a toda velocidad charcos de agua mugrienta mirando constantemente hacia atrás para no perder a los chicos. Jerry se adelantó e hizo señas para que nos frenáramos, Nina y yo lo hicimos. Nina se sentiría muy inferior al seguir órdenes de un humano, su alimento.
–No miren, pero nos vienen siguiendo. –susurró el humano como si no quisiera ser escuchado por alguien más. Nina y yo giramos. Más atrás entre el tráfico Donovan y su séquito esquivaban los automóviles con sus motocicletas, persiguiéndonos muy discretamente. Sólo parecían un grupo de motorizados aterradores y hermosos, no como esos tipos rudos, fornidos, con la cabeza rapada y bigotes, sino más bien todos esbeltos, apuestos y sanguinarios–. Les dije que no miraran.
Nina parecía momentáneamente aburrida.
–Alguna sugerencia, saco de sangre andante? –masculló ella.
–Iremos por allá. –Jerry señaló con su barbilla la oscuridad de un callejón que parecía no tener fondo–. Muévanse, bellezas!
Moví el manubrio para acelerar y perseguí a mis dos amigos hacia las calles inhóspitas de Manhattan a una velocidad tan enormemente atropellada que mis ojos se humedecían, mi rostro golpeaba con el aire y mis labios se secaban. Oyendo los murmullos lejanos de los familiares sonidos de la ciudad, como las bocinas, las personas hablando, los perros ladrando, las sirenas de las patrullas encendidas, la música asolapada con toda la algarabía de la contaminación sónica, que para mí era más dañina que para los mortales, considerando el hecho de que todo se escuchaba tres veces más fuerte.
El ronroneo de las motos de pronto se hizo diez veces más ruidoso, en menos tiempo del que pude parpadear Donovan estaba a mi lado corriendo para alcanzarme en su moto de color plateado. Lo miré de soslayo tratando forzadamente de acelerar más, su cabello castaño claro volaba hacia atrás y él no estaba mirándome, era como si no estuviera persiguiéndome, y sus amigos motoristas venían también detrás de mí.
Nina me gritó que acelerara, yo sabía que si lo hacía no solamente me pondrían una multa por exceso de velocidad sino que probablemente me mataría y perdería el control del volante.
Donovan se aproximó hacia mí, casi nos rozábamos. Mi garganta estaba seca y mi vista puesta en las calles umbrosas mientras intentaba seguir el paso de mis dos amigos, ellos giraron a la izquierda en la esquina, iba a hacer lo mismo hasta que sentí que alguien aferraba mi brazo. Donovan estaba sujetándome desde su motocicleta, luché para mantener controlado el trémulo vehículo, pero entonces había perdido de vista a Nina y a Jerry.
Con mi corazón acelerado me desprendí del aferre de Donovan, continué conduciendo apretando el paso para dejarlo atrás y perderlo. Las vías se quedaban atrás demasiado rápido, todo a mi alrededor parecían difusas manchas que se alejaban con rapidez mortal, los contornos de las aceras y edificaciones eran líneas borrosas al igual que las luces de los postes.
Di vuelta hacia la izquierda y luego hacia la derecha al final de cada calle, Donovan y su pandilla me pisaban los talones.
Mierda! De verdad yo era un imán de problemas!
Cada vez Donovan se acercaba más, lo escuchaba justo detrás de mí, los espejos retrovisores mostraban a Donovan y al resto de los vampiros con su aspecto tremebundo. La noche cada vez era más fría mientras yo aceleraba sobre esas dos ruedas. Cuando quise cruzar en la siguiente esquina me sumergí en un enorme charco de agua sucia que salió salpicada en todas las direcciones, las ruedas de caucho resbalaron sobre el asfalto salí disparada por el aire para luego aterrizar en un montón de basureros y bolsas negras con olor putrefacto, tuve nauseas por el terrible hedor.
Mi cuerpo estaba tendido allí entre la basura del callejón, podía oír las motocicletas aproximándose, mi pecho subía y bajaba con mi respiración alterada, el cielo frente a mí era de un azul profundo con estrellas ocultas por las propias luces de la ciudad y los letreros de neón, me hallaba demasiado conmocionada para moverme, pero tragué saliva y me puse de pie ilesa.
Donovan reapareció nuevamente salpicando más agua mugrienta cuando frenó en su moto. Miré hacia todas partes, si corría me alcanzaría, si me devolvía a buscar mi moto también me atraparía, debía buscar vía de escape, pero lo único que veía era basura, ratas y oscuridad. Hasta que descubrí una escalera de mano en esa edificación de ladrillos, escaleras exteriores que conducían a los pisos superiores.
La mirada de Donovan se encontró con la mía, él se encontraba silencioso y calmado esperando a que yo realizara cualquier movimiento. Y lo hice, salté hacia las escaleras metálicas, oxidadas y húmedas de aquel muro de ladrillos. Resbalaba en cada peldaño que subía y mis manos se estaban rasgando por el metal punzante que sobresalía. Eran como cuatro pisos que se alzaban frente a mí, estaba segura de que no sabría qué hacer después de llegar al tejado, pero ya pensaría en algo.
Sentí que sujetaron mis tobillos y solté un grito ahogado, entonces resbalé y me sujeté de los estribos mojados y mohosos. Donovan estaba unos escalones más abajo sujetándome de un tobillo y halándome con fuerza hacia él, traté de sacudir mi pie, aunque él era mucho más fuerte y nada sucedió. Nada más grité nuevamente y él me arrastró hacia abajo y me arrojó en el pavimento grasiento y sucio.
–Ahora sí me tienes miedo? –me dijo con una tonalidad jactanciosa y amenazante.
Aclaré mi garganta al tiempo que temblaba un poco y me alzaba sobre mis rodillas para ponerme de pie.
–Qué quieres, imbécil? –respingué.
Él frotó su barbilla con astucia y malicia fingiendo pensar su respuesta.
–Sólo quiero hablar, no tienes porqué huir. –me informó–. He escuchado que tu precioso Joseph ha vuelto. Es eso cierto?
Me levanté, sacudí mi cabello, abrí mi boca para responderle pero más tarde me arrepentí y cerré la boca.
–Qué te importa si está vivo o muerto? Vete a la mierda! –mi voz era arrogante y apreté mis puños.
Donovan se rió.
–Pero qué vocabulario! Eso es lo que has aprendido con tus malas juntas. –Soltó entre risas–. Y sí me importa la vida de tu amante, porque si está vivo me temo que tendré que matarlo.

19 comentarios:

Janerkis JB dijo...

Primera en comentar y pondre esto primero `para qe no me ganen haha

Anónimo dijo...

sin palabras!! increible el cap enteroooooo!!! amo tu nove!!!! seguilaaaaaa plissssss

Janerkis JB dijo...

Ahora si

Hi Steph de mi vida ya sabes qe amo
tu nove pero con cada capi haces
qe la ame mas.

Dios qe noche la de Angelique con
Joe. Yo desearia una noche asi.
Sabes describes todo lo qe le qiero
hacerle al Joseph.

Jerry me causa gracia con todo lo qe dice. Se parecio a mi porqe yo un dia dije: Le dire Angie porqe su nombre es muy largo jaja

Nina jaja me gustaria conocer a una persona como ella.
En qien te inspiraste para hacerlo?
me identifico con ella.
Su sentido del humor y todo eso
jaja

Joe me da mala espina tu tatuaje, tu colar y trabajo. En qe andas cosita hermosa?

No qiero qe se vaya? y menos para el infierno
aunqe si qiere qe se lleva a Angie y de camino a mi tambien. :P

Dios muero con esta nove.

Steph te dire lo qe me dicen de tu
talento en donde subo aunqe no me
dijiste qe te dijera pero buehh
qiero qe sepas.

Una chica me dijo qe pensaba qe
la saga Crepusculo era buena pero
al leer esta dice qe le da empate.

Otras qe qieren hacerla mundialmente famosas. Y yo bueno
como le haras pero no ha contestado
pero le dije qe antes de hacer
cualqier cosa me diga y yo te digo
jaja no qiero qe tu maravillosa
nove ande por ahi

Otra qe qiere qe la ponga en la nove pero qe sabe qe no puedo
modificarla jaja

y qe eres la mejor, y qe compraran tus libros y de todo bueno jaja

Nah Steph sabes qe eres la mejor
asi qe morire de aqi a qe subas
el domingo o el lunes.

Bye cuidate te qiero

Lau Zenteno dijo...

hola nena wow
primero que nada
agradesco que te tomes el teinpo de escribir los caps para nosotras tus fans
segundo wow que fantastico redactas las noches entre joe y angi en verdad es genial cada detalla lo colocas como si fueran piesas de rompecabesas y al final el rompecabesas queda armado


en verdad que risa me da nina jiji no se cuelga el bad de bisbol porque enserio jijij en quien te inpiras para sacar a este personaje tan divertido y fantastico??


oie una duda alguna vez te has inspirado en alguna amiga o en alguna de sus cualidades para hacr algun personaje??


bueno nena me encanto el cap pero devo irme tengo poco time


tkm


me tengo que ir



bye



=)

Alejandra Bravo dijo...

aaaaahh no estupido donovan de la mierda! tendra que pasar encima de mi para poder matar a joe! es que quien se cree? un chico malo? me burlo en su cara le escupiria en todo su estupida cara, acaso ese chico es atolondrado? acaso es rtrasado? ENTIENDE ANGELIQUE AMA A JOE NO A TI ESTUPIDO! porque? porque joe es mas caliente, mas perfecto, mas sexy, mas hermoso, mas encantador....joe es todo lo que tu nunca seras!

steph el cap super! me encanto como pasaste de la pasion a la accion! :D sigue asi!!!!

nadja dijo...

wou en q anda joee
por q nunca le dise nada a
angelique me molesta pfff
haha

como odio a donovan!!
el q se va a ir al infierno es
el y no joe!

u.u q mal q joe anda con ashley g.
ella esta muy grande es una asaltacunas xD

jeje n o puedo esperar para el siguiente cap eaea q tenngas una linda semana!!

AndyKrats dijo...

Steph :) Gracias por promocionar el Club De Fan :D soy administradora xD lo hiso una amiga mia y me puso como adm :D <3

Diioss ame el cap, denovan es un sadico, y joe me parece tan misterioso , me altera jajaja xD
Siempre dudo, de si es el.. que hciste con el verdadero joe ??? :O ;)

Bueno esta vez te voy a hacer unas preguntas..
-Como se te ocurrio escribir esta novela? que te inspiro? Ademas de joseph obvio xD,y tambien, vos como la concideras? la mayoria de la gente la considera HOT, Pero tal vez vos de otra forma.
Ahh Como siempre, un placer lerla... Se me reboltija el estomago!
La amo la ame y la amare por siempre!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!

Suerte :)

Andy!

Kariina&Marian♥ dijo...

Holaa Steph!
Ok comenzaré con mi testamento xD


WOAH! Tienes talento chica! mucho, mucho talento.. Definitivamente da la impresión de que estubiece leyendo las paginas de un libro! Soy amante a los vampiros he leido muchiisimos libros y realmente ese tema me llama muchoo la atencion! Y el simple hecho de mezclar su perfeccion con la de los Jonas Brothers es tan emocionante!
Asi que te podras imaginar que leí toda la novela en fracciones de segundos!
Te felicito!

Ahora..
NOOO! Donovan no puede acercarse a Joe ¬¬ Y si se acerca que esta vez sea El el que le haga daño!
Ese tipo me da asco! Nunca se cansa? hahahaha
Espero el capitulo 10 con ansias :)
Ya tienes una nueva lectora!


-Karii

Anónimo dijo...

STEPH!! waooo fue, waooo, es que no se como explicarlo!!
eres una escritora genial, eres capaz de transmitir sentimientos y reacciones tan reales como si la situacion se estuviera desenvolviendo frente a nuestros propios ojos, la forma en la que escribes transporta a otro mundo lleno de accion, romance, fantasia y oscuridad...no muchos tienen el talento o mejor dicho el don de escribir asi, se que vas a llegar muy lejos si te lo propones ya que tu talento es inigualable y espectacular!! aquel que te dija lo contrario necesita ir urgente a un cirugano para que le operen el cerebro!!
se que algun dia estare en una libreria comprando tus libros o yendo al cine a ver algunas de las peliculas basadas en tus historias!!
tal vez no me creas pero has sido una gran inspiracion para mi, me has demostrado que no existe edad para expresar los deseos y sentimientos humanos en la escritura, no nesesariamente ahi que vivir las experiencias para contarlas, tan solo basta con abrir la imaginacion y tener una gran talento "como tu" para poder formar una bella pero entretenida historia!! disculpa si el comentario fue muy largo pero queria decirte eso!!

gracias por escribir estas maravillosas historias!! eres la mejor y te lo dijo de corazon!! por cierto te tengo una pregunta ¿que opinan tus padres de tus noves tentacion y seduccion? bueno,cuidate!! att: perla (joejonas15)

Anónimo dijo...

jeje si soy yo de nuevo!!
se me olvido decirte que amo esa cancion!!! gracias a ti descubri a Panic at the disco y sus hermosas canciones como: new perspective, but it´s better if you do, I write sins not tragedies y la que pusiste!! jeje a mi hermana menor no le gusta dice que son muy ruidosos XD. y yo de maldad subo la musica mas alto jajajjaj.

antes que se me olvide, hace varios caps que estoy sospechando de joseph, ¿en que esta metido mi bello diablillo? jum, espero que no sea nada malo, bueno muy tarde el acaba de decir que es muyy malo, y donovan argggg enserio si lo encuentro me vuelvo mucho mas agresiva que angelique y lo mato!!
no puedo esperar a leer el cap 10!! me gustaria saber si me podrias dedicar el cap 15, es que me encanta ese numero y es la fecha de mi cumple(junto con joe)si podes me avisas sino ok. :)
att:perla(joejonas15)

elianne dijo...

AHHHHHHHHHHHHHHHH!!! MUY EMOCIONANTE, LO AME TU CAPITULO JAJAJA SEGUI ASI Y CUIDAT MUCHO
BESOS :D:D:D

Bea dijo...

Me ha encantado :)Me has dejado sin palabras para describir este capitulo.
Al igual que a ti en Cazadores de sombras, Jace es el personaje que más me gusta. Estoy esperando el próximo libro con ansias. Saldrá una escena entre Jace y Clary que se parece un poco a tu novela en cuanto la pasión. :P

Vuelvo con tu novela. Espero que Joe no se haya metido en algo demasiado malo. Ese Donovan me pone de los nervios y le odio. ¿Cómo que tiene que matar a Joe? Bueno esperare el proximo capitulo con intriga. =)

¡Un beso y cuidate!

IsabellaBreakingDawn dijo...

Graciias Steph Por Promocionar la Pagina...:D Se que te Gustara Muchisimo..Andy y Yo Somos las Administradoras..La Hicimos con muchisimo Cariño..por que Amamos MUCHO la Nove..Y nos consideramos unas Grandes FANATICAS..Y Tambien te Amamos xD Hahaha eres una IDOLA..:D
Woow!WTF? DONOVAN Del Demoniio xD loo ODIO :@! Woow PERO QUE NOCHE *-* La de Joe y Angelique Woow! PERFECTA hahaha SUper PerverxDD!
y Esoo del Tatuaje de Joe, y el Collar mmmmm tengo una mal presentimiento! :S Y Otra cosa..ME Obceeesiiione con la nove xD! cmoo siempre te digo tienes una GRAN futuro por delante :D Camina hacia el fturo :D
Y Espero te guste la pagiina..cualquier Sugerencia por favor DINOS...Cualquier cosas que le quieres agregar a la pagina dime..recuerda que es para tii :D´
Besitos
Valentina..Tu fiel lectora y Gran Fan :D

Fernanda Jonas dijo...

olaa sthep, woow te pasas ehh que capitulo tan candente, encerio que que daria yo por tener una noche asi con joe, y ahora que quiere donovan buu jeje bueno que capitulo tan lindo como todos los demas estuvo super..esperare con ansias el siguiente... recuerda que aqui tienes una fiel lectora y felicidades encerio escribes muy bonito creo que serias una muy buena escritora echale muchas ganas...cuidate muchoo ok bye bye tkm niña...

yess d jonas dijo...

ayy dios estuvo muy genial estubo este capi ya tina k no havia tanta accion!
jejejje
oye pero esta muy misterioso el trbajo de joe eh? espero k no ande en nada malo !
bueno como siempre muy muy genial este capitulo eh!

SABES AMI TANPOKO ME GUSTA " LA RELACION" DE JOE Y ASHLEY ELLA NO ES UNA BUNA CHICA PARA JOE !

x eso me ces bien eres super sigue asi !!

estoy en suspenso kiero leer el otro capi!

besits

Alejandra Bravo dijo...

ahi steph espero que me perdones :( el nombre: una noche con el diablo me fascino ese nombre y como le sale tanto a mi nove lo tome :s pero si te molesta que mi nove se llame asi ay mismo lo quito y lo eliminooo

espero que no estes molestas conmigo! y si te molesto mis mas sinceras disculpas :_(

Jsolsi dijo...

hola steph!!!
me encanto el capitulo.... me tiene intrigada el tatuaje de joe.... presiento q no sera nada bueno lo q le tenga q decir a angelique! mmm me muero si es q se llevan a joe al infierno o si es q tiene q morir x algun trato q hizoooo
siguelaaaaa
me fascino el cappp!!!
me muero por leer el siguente capitulo :D
bye cdt

Floppy dijo...

aiiiii q buen capp! morii! perdon x cometar tarde es q me fui de vacaciones yy no podia leer la novee! casi me muero! aiii ya espero el prox. capp! steph perdonamee! te prometo q sere la primera en comentar el siguiente cap. lo espero co ansias!
beshitos Floppy!

Diana D' Jonas dijo...

si como ya lo habia mencionado me gusta mas como escribes tu ke estephani meyer porke las tuyas tienen mas accion mas pelas y mas emocion porke nunca ke se pelearon jacob y edward y joe y donovan si!!! bueno el cap. estubo genial solo ke saves una cosa m e gustaria saber como era la vida de adolph antes de ke lo convirtieran! bueno solo eso



bye



Diana D' Jonas

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