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viernes, 3 de septiembre de 2010

Capitulo 11: Somersault.



Capitulo 11: Somersault.

Desde que las calles se han vuelto más peligrosas. –Reconoció Joseph mientras me arrebataba su arma de las manos–. Y dame eso, podrías lastimarte.
Joe se escabulló lejos de mí para huir por la banda izquierda y salir de la cocina. En un expeditivo movimiento igual que un soplo obstruí su camino, me había desplazado más rápido de lo que había imaginado, tanto que me sentí bruscamente mareada. Eso de la velocidad vampírica… bueno, era cierto. Tal vez finalmente después de un par de meses estaba empezando a aprender a manejar mis nuevas destrezas.
–No intentes escapar, Joseph Blade. –aludí avizorándolo con escrúpulo.
–Veo que has estado practicando. –dijo Joe con un imperceptible asombro reflejado en los ojos.
Lo que él no parecía entender es que ésta vez no se saldría con la suya, no lo iba dejar correr hacia la salida como solía hacer cuando se veía entre la espada y la pared.
–Qué es lo que me estás ocultando? Dímelo. –alcancé a decir en un gruñido.
Él se tensó, distinguí su mandíbula prensada, las venas de su cuello y sus brazos sobresaliendo por la presión en sus músculos. Su expresión no había cambiado en absoluto, su angulosa cara era la misma, pero yo pude leer algo ajeno y subyacentemente furtivo en su mirada, detrás de sus ojos estallaba algo invisible chispeando como el fuego.
–Apártate, Angelique. –su voz sí había cambiado, me habló con profundidad y una nota de lo que parecía ser odio. Mi cuerpo tembló, él nunca me había mirado de esa manera, tampoco me había hablado de esa manera. Aún así sabía que debía mantenerme estable.
–Alan tenía razón. –me di cuenta yo–. Estás cambiando, mírate.
Él tragó con dificultad.
–Te dije que te movieras! –repitió en voz alta y con furia.
–O si no qué? Me harás daño, cierto? –Mi corazón dio un doloroso latido en mi pecho cuando él guardó silencio–. Oh por Dios! Sí me harías daño, puedo verlo en tus ojos.
Joseph se sobresaltó dando un paso hacia atrás como si yo le hubiera ofendido.
–Qué estás diciendo? Cállate! –me gritó él.
Me dio miedo oírle gritándome.
–Qué estás escondiéndome? Algo está mal en ti, lo sé. –di un paso más hacia él, temerosa–. Por qué no quieres decirme la verdad? Donovan me habló de ti, dijo que tú…
Cerré los ojos cuando él me interrumpió asentando sus manos en mis hombros, agazapado fuerte y dolorosamente a mi cuerpo mientras me sacudía hacia adelante y atrás iracundo y adusto.
–Te dije que te callaras! Cállate, cállate! –dijo a gritos para luego empujarme lejos. Di un traspié intentando no caerme y posteriormente me sujeté de una pared para estabilizarme y no caer.
Vislumbré sus ojos llenos de horror cuando él me vio recuperar el aliento, apoyada de la pared y llena de pánico, casi podía decir que él tenía tanto miedo de él mismo como yo. Su mirada ahora estaba abarrotada de retractación, se llevó las manos al rostro, presionó sus ojos contra sus palmas y después cerró sus puños en su corto cabello y jaló de éste mientras oscilaba como si hubiera sido abofeteado.
–Aléjate de mí, Angelique, por favor. –Me dijo con la voz rasgada como el papel–. Aléjate de mí, algo está en mí, voy a hacerte daño, por favor aléjate.
Esa era su voz nuevamente, su tono herido que me enseñaba cuanto quería protegerme y que no era capaz de hacerme daño, que no me lastimaría, que me cuidaría. Y que necesitaba de mí.
–Dímelo, Joseph, qué es lo que pasa? –me acerqué a él. Él se apartó.
–No lo entiendes? Angelique, ya no soy el mismo, a veces sólo no soy yo, podría lastimarte. Por favor, vete. –la súplica en su voz hizo que se me cayera el alma a los pies.
–Pero… pero qué…? –balbuceé.
–Qué sucede aquí? –La voz de Nina quebró la mía como con un fustazo sobre un cristal–. Oímos sus gritos, pensamos en interrumpir antes pero creímos que no sería oportuno porque…
Difícilmente fui consciente de lo que dijo Nina, Jerry estaba allí junto a ella, observándome y cubriendo las cisuras que yo había hecho en su cuello con una de sus manos, su rubio cabello enredado y enmarañado, sus mejillas doradas sonrojadas, y su aspecto deshecho y aturdido. Tenía manchas de sangre aquí y allá, como si hubiera sido salpicado.
–Llama a los chicos, diles que me mantengan alejado de Angelique. –mi corazón se contrajo cuando escuché que Joe decía aquello.
No fue necesario un llamado, Adolph y Alan aparecieron allí en menos de un segundo, mirándonos atónitos y perplejos. Joseph aparentemente perturbado salió de la cocina enrojecido y maldiciendo.
–Qué ha sucedido? Una pelea? –inquirió Adolph.
Negué con la cabeza.
–Fue algo diferente. –dije–. Yo encontré un arma en el bolsillo de Joe, le pregunté sobre ello y él sólo se alteró, él estaba diferente, me gritó y me miró como si me odiara.
Hubo silencio en la habitación, todos mirábamos nuestros rostros expectantes.
–Trataré de hablar con él. –oí decir a Alan, que me miró con una mirada cómplice.
Me tomó unos segundos adivinar lo que significaba esa miradilla, él leería sus pensamientos y después vendría a contarme. Adolph y Nina se marcharon tras Alan, y Jerry se quedó allí, lavó su sangre en el lavabo antes de que yo tuviera otro arranque desesperado por beber de su cuello.
–Te sientes bien? –Pregunté para Jerry–. Digo, algo cambiado, ya sabes, sentidos agudizados, visión nocturna, más velocidad, algún síntoma?
Jerry se rió y se giró para mirarme mientras secaba sus manos y su cuello con una pequeña toalla de cocina.
–No estoy convirtiéndome en vampiro, nunca lograré convertirme en uno, de hecho. –farfulló Jerry con una truncada diversión. Todo el tiempo él empleaba esa pesada tonalidad divertida para todo, siempre sonreía ante todo y hacía bromas, casi como Joe, pero con menos de ese sarcasmo picante–. Escucha, te contaré algo, pero no debes decírselo a nadie.
Sin pensar asentí de manera precipitada. La intriga y yo nunca íbamos de las manos.
–Bien. –Jerry me miró a los ojos dando un paso más hacia mí para continuar dialogando–. No te preocupes, Angie. No me convertiré en vampiro jamás, aunque no lo creas yo he sido mordido más veces de las que puedes contar, y nunca he pasado por el cambio, nunca sucede nada. Por alguna razón soy diferente, mi sangre repele la infección vampírica, yo jamás seré un vampiro. Aunque sea eso lo que más deseo, sé que no puedo tenerlo. Por favor no digas nada, si alguien lo sabe puede que intenten aprovecharse de eso y me quieran utilizar como suplemento alimenticio diario, no puedo permitir eso.
La cercanía de ese mortal me estaba inquietando, podía escuchar los latidos de su corazón, su respiración inconstante, cada sonido que hacía al tragar, cada sonido humano zumbando en mis oídos. Las mordidas no le afectaban, podría morderlo una y otra vez, podría probar su sangre una vez más si deseaba, podría tenderlo en el suelo y reclamar su cuello para morderlo. Pero también podía matarlo en el intento. Eso me importaría? Es decir, Jerry me importaba?
–No diré nada. –le prometí–. Pero hay algo que no entiendo, Jerry. Por qué? Por qué deseas ser cómo nosotros? Deseas ser un asesino? Un monstruo?
Él no pensó su respuesta, la articuló tan rápido como si la hubiese pensado muchas veces con antelación, o como si la hubiera repetido unas mil veces anteriormente.
–Quiero ser joven e inmortal. Eso es lo que me interesa. –Mencionó Jerry–. Lo de alimentarse con sangre son sólo secuelas como parte del pago por verte bien el resto de la eternidad. Y además podría tener sobrenaturales poderes de vampiros. Nadie puede quejarse de ésta vida, mírate, eres eternamente hermosa y joven, vivirás al lado del tipo que amas hasta que el planeta deje de girar, tienes dinero y sales a divertirte cada noche.
Entendí su punto, yo nunca antes había deseado ser vampiro, pero era sólo porque para mí sólo no existían esas cosas, yo me había resignado tristemente a una vida jodidamente normal. Ir a la universidad, trabajar, casarme, hijos, nietos, y luego la muerte. La famosa muerte. Ese era el curso de la vida, de cualquier vida. Todos temerosos esperando ese encuentro con la calidez de una tumba bajo varios metros de tierra. Todos los humanos aterrados de morir, siempre horrorizados ante la idea de marcharse a ese cementerio. Y ahora yo era eso, simplemente eterna, lo que todo ser humano deseaba.
–Joven para siempre, eh? –dije. Y pensé en los humanos queriendo devolverse al pasado cuando envejecían, ansiando otra oportunidad para la juventud–. Yo jamás podré tener edad para beber alcohol, ni para entrar en un bar, ni siquiera para acostarme con Joe legalmente. Tener siempre diecisiete es una especie de desgracia o algo.
Jerry volvió a reír con regodeo, su agraciada sonrisa humana sin colmillos. Me agradaba volver a ver algo parecido a una auténtica sonrisa común y corriente.
–Aún así lo haces, de todas maneras bebes alcohol, te cuelas en los bares y clubes y te acuestas con Joe. Los vampiros siempre se salen con la suya. –admitió él.
El color subió a mi rostro causándome calor en las mejillas, inevitablemente una ola de cosquilleos se cernió en mi estómago. Era vergonzoso que alguien concretara con tanta certidumbre que un chico me llevaba a la cama, era como si todo el mundo lo supiera, como si no pudiera ir a ninguna parte sin que la gente pensara “Oh! Esa chica duerme con aquel chico”, como si de alguna forma lo tuviera escrito en la frente en letras muy grandes.
–Jerry, qué edad tienes tú?
Él se quedó callado un breve instante, vacilando.
–No lo sé. –me confesó. Ensanché mis ojos.
–Cómo que no lo sabes?
–Nunca tuve algo parecido a una fiesta de cumpleaños, no sé qué edad tengo. Hasta una corta edad fui criado por una anciana latina, ella falleció y desde entonces estuve solo, sirviendo a los vampiros. Supongo que soy joven pero ni siquiera tengo una identificación o un certificado de nacimiento, así que no, no lo sé. –sus respuestas siempre eran largas y extendidas, no era de los tipos que se limitaban a responder exactamente lo que preguntabas.
–Um, yo, pues… pareces un gran chico de quince años, ya sabes, de esos chicos que se han desarrollado mucho. –Atiné a decir, más bien había pensado en voz alta–. Ya sabes, porque eres alto, y grande, y fuerte, pero tu rostro es como el de un niño y tu voz bastante rozagante como la de un adolescente.
–Supongo. –Se encogió de hombros–. Ah! Se me olvidaba. Gracias.
Fruncí el ceño.
–Gracias? –repetí.
–Gracias a que me mordiste Adolph me dejará pasar otra noche aquí para observar si cambio o si adquiero efectos secundarios. Creo que se le llama hospitalidad vampírica. –Él se interrumpió con un corto espacio de silencio–. No tenía donde dormir.
El Joven Jerry tenía el rostro de un ángel y un cuerpo proporcionado, pero estaba camuflado, todo el rostro detrás de las gafas, los brazos hasta los topes de tatuajes que posiblemente también tapizaban su espalda.
Por alguna razón yo creía todo lo que él decía. Bueno, la mayoría de las veces yo creía casi todo lo que cualquier persona dijera, si lo hacía ver creíble yo podría creerlo.
–Voy a dormir, buenas noches. –corroboré y salí de la cocina.
Atravesé la casa cojeando, con el dolor en mi tobillo martillándome con punzadas fulminantes de dolor. Estaba al tanto de cada sonido que me asediaba, mis pies arrastrándose, bisbiseos en cada rincón y los fragores de la calle, autos, personas, todo lejano como una dimensión paralela, como un mundo al que por supuesto yo no pertenecía.
Cuando estuve delante de la puerta de mi habitación preparada para entrar una mano fría se situó sobre mi hombro, me sobresalté girándome velozmente.
Alan.
–Tengo que hablarte de algo. –dijo él.
Respiré profundamente y abrí la puerta del cuarto.
–Quieres entrar? –propuse señalando el interior de la habitación oscurecida.
Él negó.
–Será rápido. –Susurró y miró hacia todas partes, tal vez cuidándose de ser escuchado por alguien más–. Algo está bloqueando la mente de Joe, hace días que no puedo leer sus pensamientos, y no sé la razón, pero también yo siento que él está cambiando, de alguna forma hay algo diferente en él. Recuerdas cuando me golpeó? El día que vino mi padre con todo su rollo de la daga y el robo, y recuerdas que hace un rato dijiste que te miró de manera diferente, como si te odiara? Lo mismo pasó aquel día que reventó en celos y me apaleó, vi sus ojos llenos de una furia, yo nunca había reconocido un verdadero sentimiento de odio en él, pero ese día sucedió, como si por un momento fuera otra persona diferente, no es así?
–Sí, eso es exacto lo que pasó. –Asentí entre susurros–. Qué crees que está ocurriendo?
Alan volvió a negar.
–Simplemente no tengo idea, trataré de averiguarlo, te lo prometo. –dijo–. Por lo pronto mantente cautelosa con Joe, hay algo muy raro en todo esto. –él suspiró–. Me iré para que duermas, luces muy cansada.
Él se marchó a grandes zancadas, con sus manos en sus bolsillos de manera indiferente, posiblemente no había un chico más correcto y elegante que él, pensé mientras lo veía caminar como el gran hombre solitario.
Anonadada y fatigada fui a mi recámara, al verme en el espejo advertí las sombras que oscurecían la zona bajo mis ojos, necesitaba dormir, estaba hecha añicos. Después de la rutina ducha y pijama me preparé para relajarme sobre mi cama, cerré los ojos envuelta en un mar de sábanas y en el mismo momento comencé a auscultar repiqueteos como de madera golpeando cristal.
Me senté el colchón con los ojos abiertos de par en par, los estruendos continuaron como si las ventanas y las puertas estuvieran siendo azotadas, pero no lo estaban, la puerta estaba cerrada al igual que las ventanas. El ruido se hizo más audible, ahora parecía una ráfaga de truenos atravesando la estancia, todo crepitaba como si de pronto la casa estuviera desmoronándose, por un momento creí que techo se caería sobre mí y me aplastaría.
Con el corazón palpitando en mi pecho como el galope de un caballo me levanté de la cama arrojando las sábanas al suelo, mis pies descalzos tocaron la alfombra y corrí directo a la puerta; la intenté abrir pero no lo logré, estaba cerrada, trabada como si alguien estuviera detrás forzándola.
La atmósfera se volvió fría, tan fría que podía ver mi aliento en un celaje de vaho blanco, un escalofrío de pánico barrió mi cuerpo. Me encaminé hacia el ventanal cristalino, inverosímilmente también se encontraba sellado, era imposible correr los cristales.
No tengo a dónde correr, pensé.
Miré hacia todas partes suponiendo que encontraría alguna escapatoria o alguna explicación para los inconcebibles ruidos, sin embargo todo estaba inmóvil como una pintura, salvo por una bandada de sombras que se cernían en las paredes retozándose entre luces y siluetas en una escala de grises. Un perfume abrumó el aire, algo peculiar y picante como la canela y las rosas, el suelo tembló bajo mis pies y grité hasta que algo me inmovilizó, algo incorpóreo sujetó mis brazos de manera que no pudiera moverlos.
–Shh. –dijo algo o alguien detrás de mí y todo se detuvo. Las sombras dejaron de zarandearse sobre las paredes, el escándalo se silenció, el frío se disminuyó y el piso terminó de fluctuarse. Singularmente permaneció ese aroma de canela y rosas, y un aliento álgido habló contra la parte trasera de mi cuello produciéndome espasmos–. Sólo soy yo, Darius.
Jadeé tratando de sosegar mis latidos acelerados. Unos segundos más tarde, después de componer mi semblante puse mi cara fulminante y tétrica para mirar a Darius, me giré hacia él y me descompuse reiteradamente al verlo. Él parecía más bien algo transparente, como invisible y sin cuerpo, a duras penas podía ver el contorno de su cuerpo dibujado como entre destellos y una cortina de niebla azulada. Él siempre había sido un fantasma pero nunca antes había parecido uno, nunca como ahora.
Darius vestía con su típica ropa antigua y elegante de épocas pasadas, tal como si fuera a interpretar un rol en una obra de Shakespeare, su cabello siempre era marrón simple y revuelto, sus ojos de un azul más celeste que azul, su piel mortalmente pálida.
Mis ojos se abrieron más ampliamente y dejé escapar un grito ahogado de mis labios, él esbozó una sonrisa, una perspicua sonrisa traslúcida como el cristal de un espejo.
–Tú… eres… –balbuceé.
Su sonrisa se hizo más copiosa.
–Un fantasma? –dijo él–. Que novedad!
–Muy gracioso! –departí–. Quieres matarme de un infarto? Qué estás haciendo aquí? Y por qué eres tan… invisible? Y por qué has hecho todo éste teatro?
–Eres tan graciosa cuando te quejas como niña de diez años! –se burló–. No, no quiero matarte, tenía que llamar tu atención, cuando eres así de invisible la gente no te ve demasiado. –él se alejó dando pasos hacia atrás sobre sus pies aéreamente transparentes–. Pasé a saludarte y a charlar un rato contigo.
–Oh! Bueno, hola, D. –le saludé–. Dios! Me asustaste, y ahora pareces realmente alguien muerto. Sabes, has cambiado un poco desde la última vez que te vi, creo que recientemente estás mucho más pálido, deberías salir al sol. De verdad, qué te pasó?
A Darius no le causó gracia, permaneció serio.
–Yo no debería estar aquí. –Su rostro era hosco, su boca formó una línea recta–. Angelique, si soy esto… ya sabes… transparente, es porque éste no es el lugar en el que debería estar. Recuerdas que te dije que debía cumplir con la misión de cuidarte para irme y descansar en paz? Pues bueno, yo he completado esa misión hace mucho, si todavía sigo aquí es por ti, porque parece que tienes tendencias psicópatas suicidas y te metes en más problemas que un libro de matemáticas. Pobre de tú ángel de la guarda y de tú conciencia, porque parece que nunca la escuchas.
–El mismo discursito de Joe? –proclamé–. Además, para eso estás tú, tú eres como mi ángel de la guarda y mi conciencia.
–No por siempre. –Manifestó fríamente–. Algún día no estaré aquí.
–Qué bueno que estás aquí. –suspiré. Tomé asiento sobre mi cama, la silueta de Darius se movió más cerca de mí como una especie de proyección–. Tengo tantas preguntas que hacerte. Y por cierto, gracias por ayudarme a sacarme de encima a Donovan ésta noche.
Darius suspiró.
–De nada. –me dijo–. Y sé que tienes muchas cosas rondando en tu cabeza que probablemente quieres preguntar, para eso vine. Una vez más he venido a advertirte ya que no me dejan intervenir demasiado en la vida de los mortales, y menos ahora que ni siquiera tengo porqué hacerlo.
–Joe está… –comencé.
–Lo sé. –me interrumpió–. Sé que esto sonará raro, pero tienes que confiar en Joe, y apoyarlo, él jamás haría nada para lastimarte, puedes creerme cuando te lo digo. Joseph estará en una enredadera de problemas y tú no debes perder la fe en él, porque si lo haces él perderá la confianza en sí mismo. De ahora en adelante él te necesita mucho. Es todo lo que puedo decirte, no tengo permitido mencionar nada más. De todas formas ya te habrás dado cuenta de los cambios en Joe, tú creerás que te oculta cosas pero él te ha dicho todo lo que sabe, y lo que él sabe es que no debería estar aquí, no debería ser uno de los vivos, la gente normal no vuelve de la muerte como lo han hecho ustedes dos.
–Pero…
–No te diré nada más, no insistas. –me cortó él. Con Darius siempre era así, él no me dejaba hablar.
Asentí resignada.
–Y sobre Jerry… –cuestioné.
Darius sonrió, pero no sonrió para mí, sonrió involuntariamente curvando sus labios azulados y desvaídos.
–Él está bastante desquiciado, pero puede hacer reír a cualquiera. –aseguró él–. No digo que sea inofensivo, sin embargo no debes saber nada más. No has escuchado que algunas personas dicen que tu corazón sabrá en quién debes confiar y en quien no? Bien, tú lo sabrás. –Darius vaciló, puso uno de sus afilados dedos blancos sobre sus labios en gesto pensativo–. Y antes de que lo preguntes… Donovan será el menor de tus problemas ahora. Pobre chico.
Pobre chico? No estábamos hablando del mismo Donovan malvado que todos conocíamos?
–Hiciste un buen trabajo hablando tú solo. –Le felicité con sátira–. No has considerado hacer monólogos? Consigues utilizar a la perfección esa estrategia para que yo no te pregunte nada nunca.
El impalpable cuerpo de Darius se movía de un lado a otro con inquietud y nerviosismo, casi parecía que no escuchaba nada de lo que yo decía. El aire alrededor de él era glacial y frígido, manaba una especie de aura fría que flotaba con su cuerpo traslúcido.
–Ha sido todo por hoy, niña revoltosa. –Dijo deteniéndose en su sitio y mirándome de forma muy extraña con chipas azules radiando de su mirada como diminutas estrellas–. Adiós, espero que nos volvamos a ver.
–Espera! –alcé la voz tan rápido cómo pude para detenerlo, aunque fue demasiado tarde.
El fantasma de mi cabeza desapareció esfumándose en un periquete, con él se fue toda la luz de la habitación, todo pareció mucho más oscuro entonces, y el aire frío comenzó a disiparse con lentitud.

Al menos había logrado dormir unas cinco horas cuando el sol despuntaba desde el este del cielo segregando luz blanquecina desde las ventanas de mi dormitorio. Las pesadillas se habían hecho demasiado intensas para continuar sumergida en el aterrador sueño, de vez en cuando dormir se convertía en una acción infernal. Cada vez que despertaba agradecía con alivio que hubiese sido un sueño. A veces deseaba despertar de la vida real tan fácilmente.
Joe.
Su nombre volvía a mi cabeza y un dolor se extendía en mi pecho, lo echaba de menos, lo necesitaba de vuelta. Al Joe de siempre. Para cuando decidí tomar mi desayuno él ya no estaba en casa, cosa que me mantuvo en silencio mientras cavilaba y especulaba.
–Jerry se quedará aquí. –dijo Nina mientras servía desayuno a cada uno de nosotros. Yo no había estado demasiado enchufada en la conversación pero esa frase llamó mi atención, Nina le hablaba a Adolph, firmemente–. No quiero discutir contigo por eso, conocí a ese humano lo suficiente, no es peligroso.
Alan me miró de reojo, con una mirada que podía significar cualquier cosa.
Jerry también estaba allí, observando desde lejos lo que parecía ser una discusión de pareja más que una diputa grupal sobre la estadía de un mortal.
–Y me oíste bien, Jerry? Te quedarás aquí, aunque no quieras! –gritó Nina. No podía decir si su cólera era autentica o fingida, ella muy pocas veces perdía el control de sus emociones así de fácil, pero cuando quería parecer enojada, lo lograba con facilidad.
El humano con su cabello rubio corto sonrió y asintió.
–Demonios! Que chica tan dominante. Al menos puedo irme al trabajo? –indagó el mortal.
Nina gruñó y después sonrió.
–Lárgate ahora, niño. –le contestó ella.
–Tú trabajas? –intervine.
–Qué creías? Que me ganaba la vida como los chupasangre? Por supuesto que trabajo, soy empleado en Midtown Comic. –contestó.
Jerry se marchó con su mochila en sus hombros.
Tan solo un par de horas después Adolph tenía una amistosa discusión sobre las habilidades de Alan para leer mentes. Nina y yo estábamos en los sillones, ella intervenía casualmente en la conversación.
–No pienso jugar algún partido de póker con éste chico. –decía Adolph.
Alan se reía.
–Hemos hecho esto antes, me has ganado incluso. Ya te lo dije, no me complace leer mentes en un partido de póker, no tiene gracia alguna hacer ese tipo de trampas. –Rebatió Alan.
–No has considerado ir a Las Vegas? –le dije a Alan–. Podrías ganarte la vida así.
Antes de que comenzaran a hacer bromas sobre eso Jerry atravesó el umbral del salón en un abrir y cerrar de ojos, estaba jadeando, como si hubiera sido perseguido y hubiese corrido desde hacía varias calles. Su cara se hallaba pálida y emocionada igual que la de un niño. Los cuatro nos volvimos hacia él.
–Noticias… Tengo noticias. –él jadeó.
Adolph se levantó de su silla.
–Tu turno en tu trabajo acabó antes, mortal? –interrogó Adolph.
Jerry negó.
–Donovan… –empezó el humano–. El tipo fue asesinado ésta madrugada, estuve conversando con una chica de la antigua pandilla, creo que desistieron con la venganza de Deborah, ellos piensan que sin Donovan no conseguirán más que matarse a ellos mismos, después de todo han visto pelear a Joe, y creen que el resto de ustedes pueden ser igual de peligrosos…
–Está bien, lo entiendo. –lo silenció Adolph. Los cuatro estábamos atónitos y perplejos ante la noticia–. Cómo fue asesinado? Lo sabes?
–Balas de plata. –dijo Jerry.
El rostro de Adolph estaba lleno de dudas, sus ojos estrechos y recelosos.
–Dice la verdad. –asintió Alan.
Pero quién había asesinado a Donovan? Por alguna razón la noticia debía ser buena, pero no lo sentí así en absoluto, algo saltó en mi pecho como miedo o inseguridad. No era que me importara Donovan, pero cuando lo recordaba llorando sobre mi pecho como lo había hecho esa pasada noche encontraba sentimientos extraños en mi interior que no debería sentir, como la lástima o inclusive la pena.
Era Donovan Fox, no debía sentir eso, y él ya no estaba. Jamás volvería a molestarme.
“Donovan será el menor de tus problemas ahora. Pobre chico.” Había dicho Darius, y ahora lo entendía, él ya sabía de su muerte.
–Si no les importa me gustaría salir un rato con Angelique. –espetó Jerry mirando a Adolph.
Lo miré extrañada.
–Deberías preguntarle primero a ella, creo, y a Joe. –dijo Alan.
–Ahora que Donovan no está yo creo que está bien. –Habló Adolph–. Pero si tiene un solo rasguño cuando vuelva la pasarás muy mal. Lleven una de las motocicletas.
Jerry me enganchó de las manos y me sacó del sofá a toda velocidad.
–Espera, debo arreglarme, no puedo salir así. –me quejé.
Él se quedó de pie frente a mí y con esa linda sonrisa suya pasó las manos por mi cabello como si lo peinara, subió una de las tiras de mi camiseta que se había corrido por mi hombro y examinó mi rostro sujetándome de la barbilla.
–Estás hermosa, vamos. –dijo y me arrastró hacia la puerta, cogió mi abrigo que colgaba en el perchero y me lo colocó antes de salir a la luz radiante y ardiente del sol.
Me arrojó un casco y me subió a la moto, aunque allí habían otras dos motocicletas él se sentó detrás de mí, encendió el motor y aceleró. Él conducía con su manos encima de la mías en el manubrio, yo podía sentir el calor de su abdomen contra mi espalda incluso a través de la ropa, sus brazos me encarcelaban y su respiración golpeaba en mi nuca.
A dónde rayos me llevaba?
Él se detuvo en una calle vacía con comercios abandonados, aparcó la moto y me ayudó con el casco.
–Dónde estamos? –mascullé.
–Esperaba que pudiéramos hablar a solas, y también quería mostrarte algo verdaderamente interesante. Vamos. –respondió y señaló hacia una cabina telefónica que había al final de la calle.
Había algo muy raro en todo esto, no tenía la menor noción de donde estaba.
–Esto es New York? –dije mirando a mis alrededores, buscando algo reconocible.
Despreocupado Jerry me tomó de la mano y me hizo entrar en la cabina de llamadas con él, era un espacio pequeño para dos personas, era un paralelepípedo con cristales en las paredes y un teléfono bastante usado colgando en el centro.
–Conoces menos New York de lo que pensabas. Conoces menos el mundo de lo piensas, Angie. –a tientas él rebuscó en los bolsillos de sus pantalones deshilachados–. Tienes una moneda?
Frunció el ceño todavía buscando.
Busqué en mis bolsillos y negué, él sacó la mochila de su espalda y encontró una moneda, la introdujo en la ranura del teléfono y marcó un número que no me interesé en ver. Luego de unos segundos Jerry volvió a colocar el auricular en su lugar sin siquiera haber hablado con alguien.
Parpadeé varias veces incrédula, todo se volvió más oscuro, mis ojos tardaron en amoldarse a la repentina oscuridad, Jerry me miraba ensombrecido entre la lobreguez.
–Qué pasó? –pregunté.
Yo sentía como si repentinamente hubiesen apagado la luz del sol.
–Mira a tu alrededor. –me dijo él.
La misma cabina telefónica me rodeaba, pero él no se refería a eso. Fuera de aquellas paredes de cristal era de noche, como si en menos de un segundo uno de los astros se hubiera alzado para eclipsar el sol. Hacía unos minutos la calle había estado desierta, ahora se encontraba atestada de personas. Y ni siquiera se parecía al mismo callejón con comercios abandonados, ésta era una vía doble sin asfaltar con personas aterradoras transitando sin rumbo con satisfacción en sus caras.
Sorprendida lancé un gritillo ahogado.
–Qué diablos significa esto? –conseguí balbucear.
La sonrisa de Jerry se ensanchó, él irónicamente alzaba su sexy ceja del piercing.
–Los que sabemos de magia conocemos éste lugar. –Dijo él mientras abría la puertecilla de la cabina–. Bienvenido a la ciudad Subterránea, Angie. Debajo de New York está Somersault, un lugar para toda clase de criaturas.
Escudriñé mi entorno al tiempo que Jerry me conducía entre las vías de arena liviana. Había individuos estrambóticos deambulando en grupos y parejas, nadie parecía normal, algunos iban vestidos tan extravagantes y coloridos que parecía que llevaban disfraces, otros vestían abrigados y de color negro plenamente, otros del todo blanco, eran personas excéntricas, nadie estereotipado. Mi corazón estaba atropellado, incluso sentía miedo, esas personas no me miraban ni me prestaban atención pero su presencia era tan escalofriante que algo palpitaba en mis nervios.
La ciudad subterránea no parecía nada subterránea, todo estaba tenuemente iluminado en matices púrpuras y violetas, él cielo se abría sobre nosotros, completamente negro, nunca había visto un cielo tan oscuro. También vislumbré estrellas plateadas pequeñas resplandeciendo como diamantes, miles y miles de estrellas que en una gran ciudad obviamente serían imposibles de contemplar, aunque lo que había llamado mi atención era aquella luna violeta que flotaba en las alturas. Una luna llena y enorme como salida de un retrato.
–Éste es el único lugar en donde la luna brilla de color violeta. –Murmuró Jerry siguiendo mi mirada hacia el cielo negro–. Si eres un visitante pensarás que la luna es violeta, si conoces éste lugar lo suficiente sabrás las leyendas que corren por aquí. En éstas calles se han escuchado historias, eso no es la luna, se dice que es otro gran astro, una gran estrella de la que provienen grandes dioses mitológicos. Si miras a tu alrededor te encontrarás con cualquier criatura extraña, quizás veas vampiros, humanos, hechiceros, brujos, demonios, y puede que alguna vez te topes con algún dios. Somersault es uno de los pocos lugares en donde puedes convivir libremente con personas de cualquier clase y especie.
–Estás bromeando, cierto? Me estás tomando el pelo? –le dije.
–No. –Contestó sin el menor atisbo de sarcasmo en la voz–.Y sabes por qué es el mejor sitio para las fiestas salvajes? Porque siempre es de noche, nunca amanecerá mientras estés aquí, y también porque puedes mezclarte asequiblemente con cualquier criatura mítica.
–Eso que hiciste con el teléfono… –farfullé mirando hacia todas partes, había tantos olores en el aire que no podía distinguir alguno específico, por lo tanto no podía diferenciar si alguien era humano, o vampiro, o lo que sea que fuera.
–La cabina es un portal, hay varios en New York, los encuentras en las estaciones subterráneas de trenes, bosques, en algunos clubes, pero no mucha gente sabe de ellos. Como te dije, sólo los que tienen encuentros con la magia saben sobre esto. –Jerry tomó mi brazo al caminar–. No te separes de mí.
El terreno despejado comenzaba a tomar forma, ahora podía ver al final del camino un callejón estrecho rodeado de algo parecido a casas o clubes nocturnos.
–Cómo es que puede existir algo así? –diserté.
–No estoy muy seguro, pero se cree que algo sobrenatural e invisible rodea a los lugares como estos para ocultarlos de los seres humanos.
–Quieres decir que hay más de éstas ciudades sobrenaturales?
–Obvio, lindura. –dijo él–. Cualquier cosa que creas imposible es posible en nuestro universo, hay más de mil dimensiones abstractas a las que se puede viajar, hay más magia de lo que pudieras creer, existen más seres extraños de los que quizás has escuchado hablar. Me extraña que no puedas creerlo, tú eres un vampiro, Angelique! Un vampiro!
Observé la entrada del angosto callejón aproximarse hasta estar delante de nosotros cuando Jerry plantó sus pies en el suelo y jaló de mi brazo para evitar que pudiera seguir dando pasos.
–Y para qué me trajiste hasta aquí? –continué interrogando todavía sin poder creerlo.
–Porque quería que conocieras esto… y porque tengo que decirte algo. –me volví hacia Jerry para mirarlo, él estaba sereno e inexpresivo–. Cuando supe de la muerte de Donovan oí rumores, sobre quién lo asesinó, he oído que Joseph fue quien lo mató, quería decírtelo personalmente antes de comentárselo al resto de los chicos. –Jerry se adelantó unas zancadas, lo seguí, él me bloqueó el paso estirando uno de sus brazos–. Angie, a partir de aquí quiero que camines con los ojos cerrados, hazme caso, yo voy a guiarte. A ésta calle le llaman “La Calle de las Pesadillas”. Sólo no mires.
Jerry se situó detrás de mí, cerró sus puños en mis brazos y me empujó un poco.
–Cierra los ojos. –me ordenó.
–Pero… cómo que Joseph…?
–Que cierres los ojos! –alzó la voz y me empujó hacia la oscuridad del callejón.
La oscuridad nos tragó por completo, por un momento sólo sentí las manos de Jerry apretando mis brazos, escuchaba silencio y únicamente podía ver oscuridad, una negrura fatal e infinita. Y luego había gritos, como si cientos de personas clamaran desesperadas por sus vidas, también oí chillidos, algún tipo de chillido satánico repleto de maldad.
Espantada di un paso hacia atrás, el abdomen de Jerry se estrelló contra mi espalda, se sintió igual que si hubiera tropezado con una piedra. Él me sujetaba con fuerza embistiéndome hacia adelante.
Mi corazón dio un salto y perdí la respiración súbitamente al ver a Joe, se hallaba en un halo de luz blanca al final de la calle, sus colmillos expuestos manchados de sangre, sus ojos fulgurando en fuego. Él caminaba hacia mí como un depredador, dando pesados pasos en la arena. Las manos de Jerry me apretaron con más fuerza, grité y me giré hacia él.
El terror me golpeó una vez más, cuando me di la vuelta esperando encontrar a Jerry él no era quien estaba allí, era Joe, prendiendo mis hombros y penetrándome con una pérfida mirada. Esos ni siquiera eran sus ojos, ese Joe ni quiera olía como él mismo, ese Joe apenas se parecía al verdadero, no me sujetaba de la misma manera que Joseph lo hacía, no podía ser el mismo vampiro, no podía. Él alzó su mano derecha y algo brilló en su puño, parpadeé hasta que pude enfocarlo, una navaja.
Todavía con sus colmillos finos y punzantes goteando sangre llevó la navaja hacia mi pecho. Mi garganta se cerraba por el miedo, mis pies permanecían en el suelo, pesados como si alguien me hubiera enterrado en la arena. Abrí mi boca para gritar y la navaja se movió mandando un resplandor que cruzó velozmente el campo de mi visión. Un sonido metálico cortó el aire, Joe estaba inmóvil delante de mí, toqué mi pecho buscando la herida, pero no sentía dolor, no había ningún dolor físico.
Joe abrió la boca desesperado por decir algo, y no dijo nada, era como si su voz se negara a salir. Bajé la mirada hacia su pecho y descubrí la empuñadura de la navaja sobresaliendo de su caja torácica.
–JOE! –grité.
Y el suelo se abrió bajo mis pies, simplemente caí en un abismo negro apocalíptico.

23 comentarios:

Floppy dijo...

aiiii dios steph! tube q leer la ultima parte 2 veces xq no habia entendido muy bien! mori con este cap.! es lo mas! no puedo creer lo bien q escribes! eres impresionante! simplemente lo mas de lo mas! ajajja ya te lo dije muchoo pero te amo! ajajja gracias x dar a conocer esta novela tan fabulosa, si no fuera x ti y x tu nove seguramente estaria hipnotizada x facebook! aaajjja lamento mucho lo de tu sueño con chace ajaja q mala suerte! espero que arregles pronto el problema con tu computadora! un kisitoo
Floppy

aless dijo...

Steph!!! Soy Aless!! Denuevo, tu fan desde Yo tu y el<3 Amoo tu nove, y amo a Joe y a Jerry :3 Deber ser tan sexy su piercing ;D. Bueno, voy de pasada porque tengo algunas cosas que hacer, pero siempre tu nove es mi prioridad... Bueno, Bye!!

Janerkis JB dijo...

Mori
Juro qe mori con Angelique y Joe
Dios muero mori y morire
ok ya esta bueno de tanta muerte

Dios ame el capi.
Qe paso con Joe?
Osea qe debo esperar no se cuanto
para el otro capi?
Muero
La intriga me mata

Tienes qe seguirla.
Pobre Joe qiero saber qe le pasa
estoy mal por eso.

Siguela

Bueno qiera Dios y se arregle tu
compu rapido.

No comentare mucho hoy
pero ame el capi

Tienes qe seguirla
ciao cuidate
te qiero Steph

Cecy dijo...

Queee?? no puedo creerlo porfavor steph siguela, necesito ver el otro cap estoy tan nerviosa publica el proximo sii ?? bueno Bye

By: Cecy

Anónimo dijo...

ahhh dios mio steph!!! te passastee!!!! fueee aluciante!!! me encanbta como describs a jerry.. y ese final yo tambn lo tuve q leer 2 veces xq no caia.. pero wauuuu JOE q pasa contigo??? pliss seguilaaaa te amooo y amo tu nove!!!!
y ujna preguntita en q te basas pàra describir a joe asi?? asi es como t lo imaginas?? o es como te gusta?? kiss
tattyJb

Black light dijo...

hola!!! :O zper esta zper!!! qede re :O o por dios!!! cn lo de donovan y joe y el mundo ese!!! aaa esta zperrr interesante!!!! aaaaaaa me encnata!!!1 me encanto cuando adolf le dijo a jerry tu turno termino temprano, mortal? jjajajja noc xq! ya qiero q subas el sigiente cap!!! chaoo quidate

AndyKrats dijo...

OMG!!!!!!!!!!! Me quede :O ... Diios, que intriga que tengoo fuck!
Graaacias steph por dedicarme el cap.. justo este que est ESPECTACULAR! <3 aparte de que amo todo lo sobrenatural y este es perfecto justo a mi gusto :D sirvio de algo mi ecena de celos jajajaja!
Que miedoo che, este joe no era joe viste yo sabia.. xD me enamore de darius..! tenes que saber que todos los personajes para mi son muy importantes pero me enamoro de todos ellos, de verdad.. Joe es el primero obvio porque lo amo anticipadamente, pero alan es unico,es tan caballero fino lo adoro.. Adolph es misterioso o por los menos yo lo tomo haci.. aparte de que tiene una gran autoridad! ;) y Jerry simplemente me vuelve loca.. jajaja estoy media mal del coco encerio ! AME ESTE CAP DE VERDAD.. FUE MARAVILLOSO, Ahora se esta aclarando todo ... :D no puedo esperar para el otro!

Bueno steph.. sabes que sos la mejor.. MUCHA SUERTEE!

Te adoro

Andyy!

Anónimo dijo...

hello steph!! me matasteeeee, no puedo creerlo, que cap, que palabras que... WTF ¿que le pasa a joe? jeje yo creo que entendi el ultimo parrafo pero solo lo podre confirmar en el prox cap, es que hubieron unas palabras que me hicieron darme cuenta de algo pero no le dire jeje....

oye gracias por recomendarme la pag de los derechos de autor, lamentablemente creo que solo podre contar con ella para mi nove, ya que en mi pais no ha muchas asociaciones asi, soy de Rep.Dom. y tampoco creo que encuentre mucha ayuda con tan solo 15 años (los cumpli con joe wiii) asi que si sabes de alguna otra pag que me puedar ayudar te lo agradeceria mucho, por cierto le recomende tu nove a una amiga y ya va a empezar a leerla te aseguro que le encantara!! oye dato curioso !no sabia que tenias un padrastro¡ y que mala onda eso de despertarte en pleno hermoso y maravilloso sueño, creo que los padres aman hacer eso, mi madre me hizo lo mismo pero el sueño era con joe y no he vuelto a tener ese sueño en semanassss T_T!!

sigue con la nove eres genial!! ¿pregunta...? ¿debo primero crearme mi blog o primero los derechos de autor? att:perla (joejonas15)

Vanessa! dijo...

Eres CRUEL, MUY CRUEELL!!! como vas a dejar el capitulo asi tan....TRAUMANTE!!!
Noo Dios mio Steph eres increible enserio, creeme que si algun dia tus historias salen publicadas en un libro, me los compro TODITOS y los leo como 3249385468973432476973447038 veces hasta que muera xd hahhahaha

Bueno Steph de verdad muchas felicitaciones, escribes perfecto, como toda una profesional :) tienes una imaginacion increible, y te aseguro que si no te rindes NUNCA podras lograr todo lo que te propongas ;) escribir es lo tuyo sinceramente (Y)

Y bueno espero que arreglen tu pc pronto y puedas subir mas seguido ;)...te iba a hacer una pregunta acerca de la nove pero se me olvido O.o hahahaha
Cuidate mucho pss!
Byee, kisses <33

Viko310 dijo...

Woooo!totalmente increiblee!No sabes cuanto Me centro en tu historia! es simplemente fantastica...eespero que la sigas pronto!
;)
TereLu!:D
Una Fan!

Anónimo dijo...

hola!!!
amo tu forma de escribir en serio!!
te admiro
xke yo tambn escribo
y entiendo lo de tu pc!!!
a todos nos pasa!!
aunk creeme k es todabia peor cuando
ataca un virus y tu estas subiendo
un capitulo y no tienes respaldo
y se borra todo!!!!T-T
espero con ansias
el siguiente capitulo
eres muy pero muy talentosa
sigue asi!!!!!

FiRmA: K-o.N·a ^^

yess d jonas dijo...

ayyy !! dios no tengo palabras apara eso k acabo de leer !!

x dios estubo tan genial como siempre !! esk me encanta todoa esta historia ya no tengop palabras para expresate lo muxo k me impresionsa en serio!!

sigue asi ok nunk lo olvides k ers la mnejor escritora en serio!!!

soy tu fgfan muero x leer el siguiente capitulo eh!!!

ahhhhh!!! voy a morir x la espera !!!

yess d jonas dijo...

ayyy !! dios no tengo palabras apara eso k acabo de leer !!

x dios estubo tan genial como siempre !! esk me encanta todoa esta historia ya no tengop palabras para expresate lo muxo k me impresionsa en serio!!

sigue asi ok nunk lo olvides k ers la mnejor escritora en serio!!!

soy tu fgfan muero x leer el siguiente capitulo eh!!!

ahhhhh!!! voy a morir x la espera !!!

ashanti dijo...

waaaaa omg me quede con la curiosidad , tu compu tiene q componerse rapido!!
waaa q le pasara al pobre de joee??
pfff bueno te cuidas vale
:)

MaYa dijo...

OMMMMGGGG Awwwwwwwwwwwwwww hey!!! demore 1 semana entera leyendo toda tu saga!!1 Y TE JURO KE ES LA MEJOR NOVELA KE EH LEIDO EN MI VIDA :D TE FELICITO ENSERIO ERES UN EXELENTE ESCRITORA! ME GUSTARIA KE ME SIGUIERAS Y HABLARAMOS POR TWITTER http://twitter.com/MaYaaJoNaS y seria genial SI LEYERAS MI NOVELA Y MAS AUN SI LA RECOMIENDAS!! YO EH REMENDADO MUCHO LA TUYA ;)http://mayalove-life.blogspot.com/ THANK U SOOOO MUCH POR ESCIRBIR PALABRAS TAN MARAVILLOSAS!! ERES GENIAL ;)ME VOLVI FAN #1 DE LOS VAMPIROS XD
CUIDATE ;)
SALUDOS DESDE COLOMBIA

Hanny_liz dijo...

oh mi dios deverdad que tu novela me ah hecho sentir de todo xD en el buen sentido ovbio lei todos los caps en un dia fue algo pesado pero muy muyy divertido deveras que tenia ganas de leer la nove pero tuve demaciados problemas y me tuve que alejar de la tecnologia por un buen rato espero y no vuelva a pasar y dejame decirte que sin duda tu novela es la mejor que jamas aiga leido me encanta es simplemente hermosa muchas felisidades eres una escritora maravillosa y que lastima que no estudies literatura serias una gran escritora bueno ya lo eres !!!!


SIGUELA PORFAS ..... me muero por saver que pasara con joe anguelique y jerry jaja asi le dicen ami papa y mi sobrina se llama angy y le deigo anguelique jajaja siguela!!!

Anónimo dijo...

oLa bueno nna este capitulo estuve mega genial a mi si me gusto y bueno espero que puedas seguir subiendo capitulos como estos.
Bueno esto es una cosa que debia decirle a mi idola que mi novela, bueno, se termina en el capitulo 20, pues bueno creo que para es de la literatura no soy muy buena y creo que ahora vere que hacer con el blog.
Cuidate mucho
Adios

Anónimo dijo...

Siguelaaaaa ! esta buenisima la nove !!
En que trabajara Joe ?
y Jerry no e puede convertir en vampiro ? mmm Que Raro Bueno siguelaaa me encantaa ! =)

Janerkis JB dijo...

Hi Steph. See yo again por aqi.
Era para decirte una cosita qe
no pude el dia qe comente
porqe andaba rapido. Pero a lo qe vine

Sabes, cuando leia tu nove
casualmente escuchaba una cancion
de Camila qe se llama Alejate de mi
y casualmente es perfecta para este capi. Bueno aunqe ya no la podras
poner ni nada.
Pero si no la haz escuchado, escuchala y me dices a ver si no
es apta para este capi ajaja

Ya era para eso jaja

Siguela pronto Besitos

Fernanda Jonas dijo...

ola ola otra ves yoo, bueno que capitulo tan interesante me parece que algo anda mal en joe pobresito talves el ni siquiera sepa que, umm jerry me cae bien, pobre donovan era malo pero no merecia morir, no asi, ooh y joe no pudo averlo matado ya ni siquiera se habian visto...bueno sigue la nove sthep y cuidate muchooo espero se arregle tu compu, esperare el proximo cap...aah y la cancion que dice janerkis si queda creo yo..adios

elianne dijo...

AHHHHHHHHHHHHHHHHHHHH!!! ME MUERO ES LO UNICO Q PIENSO AHORA :C NO ME HAGAS ESTO AJAAJAJJA ESTA BELLISIMA :D ME ENCANTA :3
BESOS CUIDAT
BYEEE!

astrid dijo...

wow!! encerio tu eres la mejor escritora ya tenia mucho sin pasarme y lei el final de tentacion y los capitulos de seduccion y esta increible la nove encerio espero el proximo capitulo :) ya me uni a el club en el face

Bea dijo...

siento no haberte comentado en el otro capitulo pero casi no tengo tiempo para leer tu historia :( Cuando pueda te daré mi opinión de los dos capitulos ;)
Un beso y siento por no poder comentar tu historia que está genial y que sabes que la amo (LLLL)

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