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viernes, 24 de septiembre de 2010

Capitulo 15: Imprudencia.




Capitulo 15: Imprudencia.

Por qué? –cuestioné sobresaltada y sin respiración.
Sus ojos se oscurecieron, atrapados en una penumbra tan fuliginosa que su mirada se perdía en fugaces momentos. Lo supe, ya no era él. Inmovilizó mi cara con su vasta mano obligándome a mirarlo, estaba aferrándose a mi mandíbula con tanta solidez que me lastimaba.
–Siempre tienes que preguntar, verdad? –Murmuró entre dientes–. Luego lloriqueas cuando rompen tu corazón. No debes beber mi sangre porque no quiero que lo hagas, entiendes?
Comprimiendo la mandíbula gruñí un poco. Era cierto, había algo siniestro ocupando el cuerpo de Joe, tenía tanto odio e ira en sus ojos, estaba embebido en sentimientos funestos que nunca antes había reconocido en él. Ese no era el mismo Joe al que yo amaba.
–Estás lastimándome, Joe. –mi voz se escuchó ronca pero mi tonalidad era totalmente retraída, displicente y estragada.
–Ah, sí? –Dubitativo frunció el ceño–. No me di cuenta. –Pero sí se había dado cuenta, de hecho, ni siquiera me soltó–. Ven a la cama conmigo, mujer.
Hice una mueca de enfado, tenía miedo y pánico de ese ser sanguinario que se estaba apoderando de mi Joseph.
–No iré a ningún lado si no eres Joe. –mascullé por lo bajo con los dientes apretados.
Él se movió velozmente y cerró sus puños en mis delgadas y huesudas muñecas desnudas, desnudó sus colmillos de manera provocadora, su mirada pintada con una máscara de acrimonia y sevicia. Enrojeció y maldijo en voz alta.
–Anduviste en las ramas seduciéndome, ahora dame lo que quiero, Angelique. –me exigió.
Muy dentro de ese monstruo yo oía a Joe llamándome, el verdadero Joe. Una especie de alarma se activó en mi interior. Algo que me pedía a gritos que me alejara de él, experimenté una oleada de espanto y terror.
Corre, vete, sálvate. Esas palabras se reproducían una y otra vez en mi cabeza. Los rígidos brazos de Joe me rodearon, todo su cuerpo era duro por sus músculos perfectamente formados, me aprisionó contra su tórax con formidable fuerza y presión. No podía respirar con mi cara metida en su pecho y sus largos brazos estrujando mi cuerpo pequeño en contraste con en el suyo.
–Estuve seduciendo a Joe, no a la bestia salvaje. –salió mi voz ahogada. Sabía casi con seguridad que me haría daño. Mis huesos dolieron cuando él me estrangulaba como una boa envuelta en todo mi cuerpo–. No… puedo… respirar. –jadeé–. Me haces daño, suéltame.
–Te lo advertí, linda. –Acarició mi cabello con rudeza–. Te dije que te alejaras de mí, que debíamos romper, que yo no era yo mismo. Te lo dije de mil maneras y no lo entendiste. ¡No lo entendiste! –me gritó.
Su voz desapacible rasgó el aire y las vibraciones del sonido me causaron escalofríos. Él rodeó mi cuello y emprendió a ahorcarme, en pocos segundos comencé a toser y los huesos en mi garganta me dolieron, se flexionaron tanto con su agarre que juré que se quebrarían igual que trozos de delgado vidrio.
–Ahora es demasiado tarde para ambos! –continuó él a gritos.
Busqué sus ojos con los míos, que estaban iluminados con lágrimas de miedo. Debía encontrar a Joe en esa mirada plateada.
“Tienes que confiar en Joe, y apoyarlo, él jamás haría nada para lastimarte, puedes creerme cuando te lo digo. Joseph estará en una enredadera de problemas y tú no debes perder la fe en él, porque si lo haces él perderá la confianza en sí mismo. De ahora en adelante él te necesita mucho.”
La voz de Darius rebotó dentro de las paredes de mis pensamientos, pero estaba segura de si era él o sólo su recuerdo.
–Joe, regresa. –musité en un hilo de voz quebrada. Lo miré a los ojos. Él soltó mi cuello, después de toser agregué–. Sé que éste no eres tú, el verdadero Joe no me lastimaría.
Tomé su rostro entre mis manos, su piel se sentía caliente contra mi palma, estaba lleno de furia y con las mejillas coloreadas en un matiz escarlata.
–¿Por qué no me escuchaste? ¡¿Por qué no me oíste cuando te dije que debíamos mantener distancia?! –siguió–. Maldita sea! Por qué demonios no me obedeciste!
–Mírame, Joe. –Le forcé manteniendo su cara entre mis manos–. Tranquilízate, yo estoy bien, no me has hecho daño aún. Sólo vuelve, por favor.
Sus ojos brillaron al mirarme, de repente estaban tersos, vidriosos y salpicados en miedo. Había vuelto, era él mismo. Ocultó el desconcierto que sintió al reconocerme, pude advertir que se sentía confundido, aturdido, ofuscado y desorientado. Y lo abracé aferrándome a su espalda y hombros, hundí mi rostro entre sus pectorales. Él me apartó con delicadeza y se puso de rodillas delante de mí, desde el suelo abrazó mis caderas y presionó su mejilla contra mi pelvis. Le acaricié el cabello.
–Mi amor. –Dijo Joe con agonía–. Necesito… –su voz se quebró–. Debes prometerme que no me permitirás hacerte daño. Te lo ruego.
Le hice levantarse del suelo.
–Tú me necesitas. –susurré–. Yo también te necesito, vamos a salir de esto, pero tengo que saberlo todo, necesito saber lo que te pasó, quiero ayudarte.
Él acarició mi rostro, el sufrimiento en su mirada hizo que el alma se me cayera a los pies.
–Nada va a sacarme de esto. –Dijo con seguridad–. No podremos estar más juntos, eso es todo lo que pasará.
Mi corazón se encogió, con dolor y cólera fruncí los labios.
Él se marchó por el pasillo, quería seguirlo pero algo en la forma que caminaba me decía que no debía acercarme. Tragué saliva cuando lo escuché dar un grito de furia y lo observé golpear la pared con su puño.
Toqué mi cuello que todavía me dolía por el aferre de Joe. Él no quería hacerme daño, pero algo se estaba apoderando de él y lo dominaba, o tal vez yo quería creer eso. Sea como fuera no pensaba dejarlo solo cuando él me necesitaba.
Me mantuve allí sola minutos y más minutos sin saber qué hacer, pensando en alguien que pudiera ayudarme con Joseph, alguien tenía que saber qué le sucedía y como revertirlo.
Con el ceño fruncido Adolph vino desde otra habitación y me miró severamente.
–Te pasa algo, pequeña? –me interrogó.
Negué.
–Adolph, tienes que ayudarme. –propuse–. Llévame a ver a Jonathan Ravenwood.
–Perdón?
–Ayúdame, con Joe. –continué–. Algo le está pasando, no quiere decirme nada, Jonathan tiene que saber algo, porque él me ofreció el alma de Joe luego de que murió, él debe saber algo.
–Joe acaba de hablarme. –Contestó Adolph–. Me dijo con un ataque de rabia que lo echara de la casa porque te haría daño y a todos nosotros, pero tú sabes que yo no puedo hacerle una cosa así a él.
–Llévame con ese demonio. –espeté–. Algo le está pasando a Joe, necesito saber que es.
–No. –él negó–. No voy a llevarte con ese vampiro cuando sabes perfectamente que no confío en él.
–Iré yo misma de todos modos si no quieres llevarme.
–Angelique! –se quejó.
Entrecerré los ojos para mirarlo duramente. Sí, yo era una chiquilla caprichosa, pero nadie competía contra mí. Me crucé de brazos.
–Adolph! –contradije en voz alta.
Él resopló, también cruzó los brazos en su pecho.
–Demonios! A veces eres tan insoportable. –protestó.

Me subí al Impala y me puse el cinturón de seguridad con una sonrisa de victoria esbozada en mis labios.
–Siempre ganas, eh? –masculló Adolph sentado frente al volante.
Me encogí de hombros mientras veía por las ventanillas el modo en que la noche caía triunfalmente y una luna eclipsada y plateada aparecía sobre mi cabeza y nos seguía todo el camino. Adolph no era muy conversador, se limitaba a mirar hacia el frente, elevó el volumen de la radio con canciones de los Beatles y U2.
Nos detuvimos frente a la gran mansión Ravenwood. Vislumbré el enorme jardín con fuentes y césped rodeando el sendero de asfalto que conducía hacia el enorme aparcamiento y las monumentales puertas dobles del frente. Una verja de enrejado negro cercaba el jardín. Adolph bajó las ventanillas del Chevy para llamar al intercomunicador, el aparato lanzó un zumbido cuando una voz femenina atendió al otro lado.
–Soy Crowley. Adolph Crowley. –dijo Adolph.
La voz femenina respondió como enredados garabatos en el altavoz del intercomunicador, escuché con atención y curiosidad. Adolph asintió, las puertas eléctricas se abrieron para dar paso al anticuado Impala y aparcamos junto a un par de mordernos vehículos ostentosos.
–Espérame aquí. –Dijo Adolph tendiéndome un teléfono celular–. Yo iré a preguntar por Jonathan, si algo te pasa marca asterisco y el número dos. Estaré a atento, si no puedes llamar por alguna circunstancia, grita.
Asentí un poco ruborizada.
–No me agrada la idea de esperar aquí, pero ya he discutido mucho esta noche, así que vete antes de que me arrepienta. –le anuncié.
Él me dirigió una sonrisa juvenil y sus ojos verdes brillaron ligeramente, como si fuera un pequeño niño. Se fue dando pasos desgarbados y desapareció luego de atravesar el amplio pórtico de caoba. Pasaron minutos, primero cinco, luego diez, luego quince, y yo me retorcía en el asiento queriendo estirar las piernas, salir de ese vehículo, hacer algo, cualquier cosa. Odiaba tener que esperar, odiaba la intriga, la incertidumbre, las sorpresas. Cada vez que alguna criada atravesaba el umbral de la entrada yo ansiaba que fuera Adolph con noticias y salvación. Recorrí todas las estaciones de radio existentes una y otra vez en segundos, fisgoneé entre los CDs de que guardaba Adolph bajo el asiento y cambié un par de veces la música sin poder decidirme por algo, estaba ansiosa por marcarle a Adolph y preguntarle por qué se tardaba tanto, sin embargo me contuve porque él podría preocuparse.
Inquieta abrí la guantera, revisé todo ociosamente, había algunas cosas allí, pañuelos, servilletas, un pasaporte, de Adolph. Le eché un vistazo a la pequeña fotografía envejecida. Adolph con el mismo rostro, los mismos risos encantadores castaños, aquellos ojos verdes. Pero la fecha, 1969. Santos Cielos! Ese año había nacido mi padre, pero mi padre tenía más de cuarenta años en la actualidad, y en esa fotografía Adolph se veía exactamente igual que ahora, como si el tiempo jamás hubiera pasado. Todavía curiosa encontré algunas cosas que cualquier humano podría tener en su guantera, cupones de dos por uno para combos de hamburguesas, hilo dental, caramelos, y… preservativos? Me sonrojé al darme cuenta de que estaba sosteniendo en mis manos una pequeña bolsita cuadrada de preservativos masculinos. Un cosquilleo recorrió mi estómago. Quién necesitaba condones? Éramos vampiros. ¡Vampiros! No nos infectaríamos nunca con alguna enfermedad y no había riesgo de que alguien quedara embarazado. Dejé allí mismo la bolsita.
Entre algunos papeles conseguí un pequeño libro, polvoriento y pequeño, la cubierta estaba forrada en terciopelo verde oscuro, y únicamente tenía escrito al borde inferior el nombre de Adolph Peter Crowley en letras cursivas y doradas. Cuando lo abrí noté que era un cuaderno, un diario. Me sentí invadida por un nerviosismo profuso, pasé las páginas amarillentas rápidamente intentando no leer demasiado, los bordes de cada página estaban gastados, deteriorados y manchados en color marrón, la letra de Adolph era extravagante, hermosa, cursiva y en algunos párrafos temblorosa, en otros firme y gruesa. Podía notar manchas de vejes, tinta de bolígrafo corrida, y hasta lágrimas de emoción en cada hoja. Por más que intenté, las letras llamaban mi atención y estuve tentada a leer, comencé leyendo entre líneas cuando ciertas palabras captaban mi interés. Él mencionó su fecha de nacimiento, 1936. Oh Dios! El diario empezó a ser escrito desde el 1952, advertí. Había aventuras plasmadas en cada línea, llenas de emoción, pasión, guerra. Todo escrito en un inglés muy anticuado, diplomático y literario. Adolph escribía con pasión sobre como batallaba en guerras y viajaba por el mundo, había estado en la segunda guerra mundial, describía crudamente las muertes que había presenciado y las personas que había asesinado para proteger su país, describía con voracidad y detalle el poder que sentía un hombre al estar detrás de sus armas de fuego y su deseo de morir luchando. Y había sido convertido en vampiro por una traición y por el mero poder de la seducción. Una mujer sensual lo había enamorado, lo metió a la cama y él había despertado varios días después siendo un chupasangre y sediento de sangre. Mencionó las apasionadas noches que había tenido con cientos de mujeres alrededor de su vida. Había sido un guerrero, había estado en la cárcel, había luchado día y noche para defender a su familia amada. Casi lloré al leer las temblorosas letras en las que describía la muerte de sus familiares, sus hermanos murieron en guerra, su madre y sus hermanas habían envejecido y muerto también.
Secándome los ojos descubrí una división en el diario. “Mi vida después de Nina.” Se titulaba la segunda parte de sus escritos. Todo narrado con intensidad hacia la mujer que amaba.
“Yo no era más que un muerto en vida hasta el momento en el que la conocí a ella, Nina le Boursier. La vi danzando sensualmente para un público de borrachos y adictos al sexo. Como era posible? Era sólo una niña! Todavía había inocencia en sus ojos oscurecidos en sufrimiento. Le pagué a su padre por una noche con esa inocente y pequeña chica de quince años, jamás me hubiera atrevido a tocarla, no era más que una joven adolescente. Esa noche la recosté en la cama, le acaricié el cabello, y en el momento en que ella empezó a desnudarse con la cara llena de pánico yo la detuve, diciéndole que no debía hacer eso para mí. Los ojos de ella saltaron de alegría, ella me contó entre sollozos sobre la explotación de su padre, sobre la dolorosa muerte de su madre y sobre toda la humillación por la que había pasado. Nina confió en mí en el momento en que le dije que yo no le pondría un dedo encima. Desde entonces cada noche me dirigía al prostíbulo y pagaba por noches enteras para que nadie tuviera que poseerla nunca más. Pasamos noches enteras conversando hasta el amanecer y yo gastaba todo mi dinero para verla quedarse dormida a mi lado. Poco a poco la vi convertirse en mujer, sus pechos crecieron, su cuerpo se volvió voluptuoso y escultural, y cada vez era más difícil contenerse a tocarla. Cuando ella apoyaba su cabeza en mi pecho y yo olfateaba su aroma femenino, cuando se quedaba dormida tan cerca que su respiración me calentaba el alma, cada vez que me tocaba yo me quedaba sin respiración. Pero con ella también creció su deseo. Me percaté de que yo no era el único que estaba enloquecido de deseo, ella también me deseaba”
Adelanté algunas páginas con entusiasmo.
“Aquella fue la primera noche que me atreví a probar sus labios,” leí impacientemente. “Mi deseo de ella había estado reprimido tantos años, no pudimos evitar tocarnos, desnudarnos, hacernos el amor.”
Aquellos párrafos retrataban un profundo amor, él decía con copiosa intensidad cuanto la amaba. A mí se me atragantaba la garganta al leerlo, yo nunca creí que un hombre pudiera amar de esa manera, igual que una mujer, entregándose completamente a alguien, jamás había creído que un hombre podía quedarse pensando el resto de sus días y noches en la mujer que creía que era la única para él.
La Nina que él describía resultaba muy diferente a la que yo conocía, ésta chica era frágil y estaba llena de sufrimientos, y Adolph la consolaba constantemente.
“Después de tantas noches juntos yo no podía seguir resistiéndome a morder su cuello, recuerdo su cara de terror, de miedo, de agonía, al verse ensangrentada, al ver mis colmillos. Ella estaba sollozando con la cara llena de cristalinas y saladas lágrimas. Nunca me perdonaría haberle hecho ese daño, ella me gritó que me alejara de su vida, que yo era un monstruo, y yo sabía dolorosamente que todo era cierto. Sin embargo, yo no podía vivir sin ella, y no podía permitir que otros hombres la tuvieran, ella era mía. Cuando Nina se dio cuenta de que también me necesitaba ella me aceptó. Nuestras noches se hicieron cada vez más apasionadas, pero una noche en especial en la que mordí su cuello por enésima vez, se transformó en lo que yo era. Me aterroricé.”
Continué adelantando páginas, sedienta de lectura.
“La noche que nos casamos ella estaba tan hermosa, sensual, sensible. Con lágrimas iluminando sus ojos verdes, yo le había pedido que llevara su cabello rubio, que era el que más me gustaba, su cabello liso y rubio natural que hacía una feroz combinación con sus felinos ojos verdes. Mis manos temblaban cuando le coloqué el anillo y sostuve su delicada mano dentro de la mía; mi voz se quebraba al pronunciar los votos. Cómo amaba a esa mujer. Pero nuestra noche de bodas había ido fatal, ni siquiera recuerdo la razón por la que empezamos a pelear, pero sé que después de eso ella estaba llorando, había cosas rotas lanzadas por todas partes, ella destruyó su vestido de novia con sus propias manos, yo estaba furioso y me odiaba a mi mismo.”
Lamentablemente ésta historia no tenía un final feliz, mientras leía me daba cuenta de que su relación se había debilitado y se tambaleaba en una balanza con sus peleas y agresiones. Adolph comentaba con furia y pesar el sufrimiento que le causaba que ellos estuvieran envueltos en ese drama y que ella tuviera que sufrir igualmente por su culpa. Los dos eran temperamentales, posesivos, celosos y orgullos.
Los relatos más recientes eran de hacía un año, dónde la letra temblorosa y las manchas de gotas de agua que corrían la tinta me hacían imaginarme a un Adolph furibundo sollozando sobre un escritorio mientras escribía cómo Alan le había arrebatado a la única mujer que él amaba. Él había querido odiar a ese niño desde el primer día que coqueteó con su esposa, pero Alan era demasiado joven y sensato y se habían hecho amigos, porque todo ese tiempo Adolph y Nina le habían ocultado su relación.
–Qué estás haciendo? –percibí a Adolph hablarme desde la cercanía.
Salté y casi dejo caer el cuaderno, mi corazón latió apresurado en mi pecho cuando lo vi abriendo la puerta del automóvil y sentándose a mi lado. Me atrapó en flagrante delito.
–Adolph, yo… –me moví nerviosamente en mi asiento. Él dio un portazo y me arrancó el cuaderno de las manos. Bajé la cabeza para disculparme–. Lo siento, no quise…
–No importa. –refunfuñó–. Es mi culpa, no debí dejar mis cosas tan visiblemente si no quería que no fueran vistas.
–Y Jonathan? –pregunté al ver que Adolph encendía el motor del auto.
–No está en casa.
–Cómo? –Mi voz fue casi un chillido–. No podrías llamarlo a su teléfono celular? Yo de verdad necesito sacar a Joe de esto. No puedo permitir que…
–Angelique. –Me interrumpió él mientras salíamos de la mansión–. Jonathan es demasiado vetusto para tener un teléfono móvil. Pero no te preocupes, intentaré localizarlo mañana, te prometo que te voy a ayudar con esto, yo también aprecio mucho a Joseph, siento que algo va muy mal en él.
–Oh, maldición! –Exhalé con ira–. Joder! Maldita sea! Quería ayudar a Joe y ese bastardo hijo de…
–Hey! –Adolph me cortó–. Yo no te enseñé esas malas palabras, y no conoces a la madre de Jonathan, así que no debería insultarla.
Él estaba sonriéndome, yo me reí ante su tono fingido de padre.
–Cualquier mujer que haya dado a luz a ese tipo no puede ser demasiado buena. –repuse.
–Él no es mal tipo. –Aseguró Adolph con seriedad, nada de sarcasmo–. No tiene la culpa de ser un demonio.
Le dirigí una dura mirada, él sonreía aún.
–Bueno, qué tanto leíste? –me preguntó enseñándome su diario.
De nuevo me puse nerviosa.
–No tanto. –mentí–. Amas mucho a Nina, no?
Él devolvió el diario a la guantera y luego apretó sus puños en el volante.
–Pongámoslo así, si ella no estuviera, yo me quitaría la vida. –Tragué con dificultad al advertir la nota de sinceridad y sentimiento de su voz–. Aunque tú no lo quieras creer Joe también te ama de esa manera. Pero hay personas que lamentablemente no conocen la forma correcta de amar, y quién lo hace? El amor es muy complicado, no obstante, es la fuerza más poderosa del universo. Nunca olvides eso.
Cuando volvimos a casa Adolph me dejó en la entrada y se marchó en su vehículo sin decirme adonde.
La casa estaba desierta, me encaminé a tocar a la puerta de Nina, de Alan, de Jerry, y hasta busqué en la habitación de Joe, pero no encontré a ninguno. Luego de haberle dado la vuelta a todas las habitaciones se me ocurrió pasar a la sala de entretenimiento, donde había un sofá-cama, varías mesas de billar, toda clase de consolas de videojuegos nuevos, football de mesa, karaoke, y una maquina de ejercicios en la que Joe estaba recostado sosteniendo con las dos manos la barra metálica de una colosal pesa de plomo. Yo perdí el aliento de un tirón, me calenté y me paralicé.
Joe no tenía camisa puesta, ni zapatos, ni pantalones. Únicamente una toalla azul que rodeaba sus caderas. Mi garganta se secó y mi sangre empezó a escocerme por dentro!
Jesús! Esos músculos! Mientras ese sexy vampiro me ignoraba yo le miraba contar en voz baja, acercando la barra metálica a su pecho y luego elevándola con los brazos extendidos, una y otra vez en un perfecto ciclo, sus brazos se estiraban y se flexionaban, sus músculos cubiertos por el sudor del ejercicio se contraían y se relajaban, las venas en sus brazos sobresalían, sus abdominales se endurecían mientras él trabajaba cada bien formado músculo. Mordí mi labio inferior para contener un gemido de delectación, me regocijé por la satisfacción que me causaba mirar su cabello humedecido con un embozo de sudor, su carne desnuda brillante contra la pálida luz de la bombilla. Necesitaba morder un poco de eso, de ese cuello dilatado que albergaba unas cuantas capas de musculatura, un poco de sus abdominales que formaban una telaraña de dotados cuadrantes de carnosidad endurecida.
No podía respirar, mi vientre se alborotaba con agitaciones y cosquilleos, abaniqué mi rostro con una de mis manos, escuché a Joe contar en susurros las repeticiones de la acción. Él murmuraba por lo bajo… Quinientos dos… gemía… quinientos tres… y otro gemido por el esfuerzo salía de su garganta, mordí mi labio con más fuerza y todo mi cuerpo se tornó tenso y caliente, mis latidos estaban desbocados al oír ese sonido satisfactorio de su gemido. Quinientos cuatro…
–Nueve mil doscientos cincuenta. –gimió Joseph en voz alta para que yo escuchara.
Sonriendo se sentó en la máquina, dejó la barra metálica pesada en su soporte y me sonrió. Mi rostro enrojeció como si fuera una tonta niña y ese fuera el primer chico que me sonreía.
¿Por qué él podía hacer que mis rodillas se desestabilizaran con tanta facilidad? Qué tenía ese espécimen masculino que me hacía ponerme tan nerviosa y temblar como si siempre fuera mi primera vez?
–No sabes contar. –le dije. Escuché su sicalíptica y erótica risa, él se levantó y cogió una botella de agua que descansaba en el piso–. Por favor no empieces a derramarte agua en el cuerpo.
Volvió a reírse.
–Por qué? –murmuró con fingida inocencia y bebió un sorbo de agua.
Porque me vas a provocar un ataque al corazón, respondí en un pensamiento.
Incluso el movimiento que hacía su garganta cuando tragaba agua me estimulaba. No le respondí.
–Me alcanzarías aquella toalla? –me pidió amablemente y señaló hacia detrás de mi hombro.
Me giré, observé la toalla en el espaldar de una silla, la tomé y me acerqué a Joe para entregársela. Deseaba muy urgentemente su tacto, sus caricias, el roce de su cuerpo y sus indomables manos idóneas, y me decepcioné cuando él tomó la toalla sin tocarme, ni siquiera un poco.
–Dónde están todos? –le pregunté.
–Nina, Alan y Jerry? –interpeló–. Dos cosas, o los dos vampiros acordaron llevarse al humano para chuparle la sangre, o los tres decidieron meterse en una cama y hacer un trío.
Hice una mueca de desagrado.
–Espero que estés equivocado. Ahora enserio, dónde están?
–No lo sé, pero sea lo que sea me molestaré con ellos por no invitarme. –me contestó y bebió otro trago de agua.
–Bueno, y por qué estás desnudo?
Experimenté un escalofrío erizando la piel de mi espalda al decirlo.
–No vas a creer esto, un grupo de siniestras mujeres entraron por la ventana, me desnudaron y se robaron toda mi ropa. –departió con un tono serio, pero sus ojos brillaban.
–Si no te conociera tan bien creería que dices la verdad. –Entrecerré los ojos–. Nunca dices nada enserio? Eres perverso y diabólico.
Todavía su piel brillaba con su sudor y su torso desnudo estaba llamándome, me susurraba sensualmente que lo tocara. La toalla en la parte baja de su cadera censuraba parte de su cuerpo.
La censura conduce al deseo, y yo lo deseaba.
–Sí, lo sé, soy un chico tan malvado. –me dirigió una pícara mirada caliente–. La verdad es que pensé que estaba solo en casa.
–Para qué estás haciendo ejercicios? Seguramente quieres ponerte en forma y guapo para conquistar a un tropel de mujeres.
–Hmm, puede ser. –Gruñó con picardía–. Qué piensas? Crees que funcionará?
Él apretó los músculos de su pecho y abdomen y flexionó sus brazos fornidos para mostrarme el buen trabajo que hizo moldeando su esbelta y sobrehumana figura.
Conmigo funciona, pensé.
–Seguramente, grandullón. –le di un puñetazo suave en el abdomen.
Él me sonrió, tomó la botella de agua, me dio un suave beso en la frente y me rodeó con un brazo para abrir la puerta detrás de mí que yo estaba bloqueando, por un momento su pecho desnudo tocó el mío y mi respiración se hizo agitada. Me dejó sola en la pequeña sala de estar, froté mi frente con mi mano, todavía sentía un hormigueo allí donde me había besado.
Los siguientes días fueron tranquilos, pasaba los días en casa bromeando con los chicos y durmiendo sola, sin Joe. Él desaparecía durante el día, la tarde, la noche, y la madrugada. Si algunas veces nos encontrábamos en el desayuno o transitando por ahí él bromeaba un poco conmigo, coqueteándome un poco, pero estaba distante y se apartaba de mí a toda velocidad, desaparecía con frecuencia y me evadía. A veces sentía que era el mismo Joe de siempre, sin embargo otras veces era aislado y estaba cubierto con una armadura. Eso estaba lastimándome, deseaba poder hablar con él pero a penas lo veía, quería que me abrazara como antes y nunca lo hacía.
También estuve atormentando a Adolph un poco, todos los días le recordaba que pasara a visitar al despiadado Zephyr y demonio Jonathan Ravenwood y le hablara sobre Joseph. Adolph se encogía de hombros, besaba mi cabello cariñosamente y siempre oía lo mismo: “hoy tampoco estaba en casa.”

Me encontraba sentada en el borde de la piscina, con las puntas de los pies sumergidas en el agua fría, mirando la noche solitaria y muerta. Cómo extrañaba a mi amante vampiro, cómo lo necesitaba! Tenía un nudo atragantado en la garganta, pero no permití que las lágrimas me consumieran, no iba a llorar, él estaba bien, también yo.
Era mejor si estábamos alejados, era mejor si nos odiábamos.
Sí, seguro, sigue engañándote. Decía la voz sarcástica de mi cabeza.
Puede alguien callar a esa estúpida voz?
Alcé la vista al cielo en el momento en que escuché el viento escindirse y una bandada de alas agitándose en alguna parte. Me pareció ver que el cielo se abría en un agujero negro sobre mi cabeza, parpadeé varias veces antes de comprender lo que era. Cientos de aves arremolinándose en las alturas y cayendo en picada directo hacia mí. Grité, saqué mis pies del agua en un segundo, apoyé mis manos en el suelo detrás de mí y me impulsé hacia atrás para levantarme. Antes de que pudiera concluir mi acción decenas de cuervos hicieron un torbellino a alrededor de mí. De dónde habían salido?
Cubrí mi rostro entre mis brazos, sentí garras y picos rasguñar mis antebrazos, di alaridos y jadeé intentando bloquear los ataques de los cuervos, me arrastré por el suelo y mis gritos se ahogaban con el sonido sobreabundante de los chillidos de las aves y el estampido de sus alas en movimiento que suscitaban una bruma de fragoso viento helado. Tenía mis ojos cerrados con fuerza y el cuerpo me ardía por todas partes.
Sacudí mis manos forzosamente hacia diferentes direcciones para sacudirme a la manada de animales, el terror colmó mis sentidos por completo, podía sentir mis nervios palpitando.
De repente se detuvieron, la calma reinó de un segundo a otro como si los cuervos nunca hubiesen estado ahí. Me pregunté si estaba alucinado, me pregunté si era Darius con otro de sus aterradores juegos.
Abrí los ojos, no había nada en ese lugar, estaba todo vacío, sin aves, ni viento, ni chillidos, ni picos, ni alas, ni garras, pero mis brazos estaban rasguñados y sangraban. Respiré con agitación, parpadeé pasmada y perpleja. Qué había sido todo eso? Tragué pero mi garganta estaba seca, sentí como si tragaba astillas y polvo.
En el momento en que puse en pie descubrí a un solo cuervo estático sobre el tejado haciendo equilibrio con sus patas.
–Qué diablos…? –dije hecha un ovillo.
El cuervo extendió sus alas, que de pronto se asemejaban a unas descomunales alas negras de demonio, me llené de pavor y escalofríos.
Mierda!
Las enormes alas se sacudieron y ventilaron ráfagas de viento que conseguían elevar todo del suelo, las sillas volaron por los aires, el agua de la piscina formó un remolino pequeño por las corrientes de aire, mi cabello daba latigazos en mi rostro y mi cuello cuando volaba por ahí desfachatadamente, entrecerré los ojos y alcé una mano frente a mi cara en gesto de protección.
La feroz fuerza del viento me empujaba hacia atrás, lo que antes era un pequeño cuervo ahora se había convertido en un pájaro negro tan gigantesco y endemoniado que me recordaba a un vil pterodáctilo maligno o algo parecido.
Entre la deletérea oscuridad lo único que se distinguía claramente eran los ojos amarillos y brillantes del animal. Esos ojos… yo conocía aquella mirada amarilla.
La bestia rugió y se transformó en una gran sombra que abarcaba todo el espacio, la negrura se apoderó de mi visión, la figura se movió de aquí a allá danzando como un espectro oscuro.
Súbitamente la silueta se desplomó en el suelo convirtiéndose en un montón de polvo negruzco a mis pies. No me moví, me encontraba anonadada y patidifusa. Las cenizas oscuras a mis pies comenzaron a cernirse sobre mí, alzándose para tomar la forma de un contorno humano, como el esbozo de una sombra. Los déspotas ojos áureos comenzaron a tomar vida, todo ese ser oscuro emprendió a cobrar vida y Jonathan Ravenwood se materializó delante de mí.
No sabía si sentir alivio o más terror, sólo estaba consciente de que mis piernas trepidaban y mi garganta se cerraba al igual que mi pecho.
–Siento haberte asustado. –Sonó su sanguinaria voz–. Escuché que habías estado buscándome.
Di varios pasos hacia atrás al tiempo que le miraba con incredulidad y espanto.
–No… yo no… no creí que aparecerías en mi casa con todo ese espectáculo. –tartamudeé.
Él se rió de manera siniestra.
–Uh huh. –balbuceó–. Disfruto de tu cara cada vez que descubres que puedo tomar forma animal. Y créeme, han sido más veces de las que recuerdas. –Él se acercó y tomó mi brazo–. Ahora necesito hablar con algún mayor, niñita. Hay alguien responsable en casa?
Jaló de mi brazo bruscamente y me hizo caminar hacia el gran salón de juegos, allí los chicos estaban reunidos haciendo bromas. Sus rostros empalidecieron en cuanto me vieron entrar con Jonathan, Adolph que estaba sentado en el suelo se levantó a la velocidad de un rayo y abrió ampliamente los ojos al verme junto con aquel demonio. Como era costumbre, Joe no estaba allí.
–Vaya recibimiento. –se quejó Ravenwood irónicamente–. Ni siquiera un “hola.” Las nuevas generaciones cada vez están más estropeadas.
Adolph tragó saliva antes de contestar.
–No esperábamos tu agradable visita. –No supe jamás si Adolph hablaba enserio con lo de “agradable visita,” pues su voz realmente no sonaba nada sardónica–. Podrías soltar a Angelique?
Jonathan observó su mano que rodeaba mi brazo y mantuvo su sonrisa.
–Sí, lo siento. –Me soltó y sacudió su vestuario como si le quitara el polvo–. Crowley, que gusto el verte de nuevo, debes saber que uno de tus niños está fuera de control. Vine a informarte algo que podría interesarte. La cuestión es que hace días mi mansión fue invadida, hubo un atentado de robo, quisieron robar La Daga de Fuego, pero por suerte no lo han logrado.
Después de un corto silencio Adolph frunció el ceño con interrogantes en su semblante.
–Y eso qué tiene que ver conmigo? –dijo.
–Aún no lo sabes? –contra preguntó Jonathan–. Realmente eres peor líder de lo que pensé, al menos creí que podrías imaginar lo que trato de decirte. Pues el delito lo ha cometido uno de los tuyos.
Por un momento la habitación se abarrotó de tensión hasta los topes, las miradas se hicieron inquietantes. Cerré los ojos deseando que no fuera lo que yo me imaginaba.
–Joe? Joe ha intentado robar La Daga de Fuego? –Articuló Adolph–. Es eso lo que intentas decirme?
–Lo has pillado. –Jonathan asintió. Los rostros de asombro y alarma saturaron la habitación–. Me gustaría que tuvieran la mínima idea de todo lo que está sucediendo, pero ya veo que tendré que explicárselos todo. –suspiró mortificado–. Ustedes no tienen protección como les hice creer a los Black, él único que está protegido es Blade, y yo no le di esa protección, ha sido alguien más, un demonio, el demonio que lo trajo a la vida. –él se volvió hacia Adolph– Crowley, tú sabes que sólo hay dos formas de traer a la vida a alguien. La primera es un pacto, así es como la señorita Moore está hoy con nosotros. Y la segunda, un ritual con La Daga de Sangre, y así es como Blade está con vida. –Ravenwood aguardó unos segundos esperando una respuesta, y como nadie dijo nada continuó–. La Daga de Sangre, que supuestamente estaba desaparecida, desde hace mil años ha estado escondida en el infierno, en manos del gran demonio Sam, éste demonio hizo vivir a Joseph y ahora lo ha hecho trabajar para él, por alguna razón el tipo está en busca de nuestras dagas. Cuando el Sr. Black convocó a Alan a un juicio lo hizo porque una vez más La Daga de Cristal ha sido robada, en la actualidad. Él no hablaba de la vez que Alan robó la daga cuando era un niño, él hablaba de un nuevo robo, y se le ocurrió culpar a su hijo de eso. Pero Alan seguía hablando de los hechos del pasado, por eso es que iban a torturarte, niño. –concluyó mirando a Alan.
Oh por Dios! Por qué Joe?
En esos instantes yo me encontraba consternada y en shock, asimilar tanta información era difícil, y más aún si trataba del hombre que yo más amaba.
–Eso quiere decir que el verdadero ladrón de La Daga de Cristal ha sido Joe, e intenta conseguir La Daga de Fuego también? –interrogó Adolph, su rostro estaba pálido y se veía confundido.
–Sí, lo más probable es que Blade tenga esté involucrado con el robo de La Daga de Cristal. –La mirada de Jonathan se hizo más dura. Él miente, pensé, tiene que estar mintiendo–. Joe está siendo influenciado por fuerzas demoniacas, todos sabemos que el ritual con La Daga de Sangre consiste en poner sangre de demonio en el cuerpo fallecido para darle vida nuevamente, de otra manera no podría vivir. Y si Angelique ha bebido de Joseph seguramente también estará infectada con su sangre.

23 comentarios:

Black light dijo...

aaa primera jajaja! aaaaaaaaaaaaaa x dios tu nove es super!! la amo! eres una muyyy buena escritora! me encantan todoos los capitulos!y en todos uno queda :O aa omj! ajajjja ya quiero leer lo que dijiste de joe en la otra nove y ps las noves que publicaras en el futuro :D chaooooo

Hanny_liz dijo...

Nooo es justo ¬¬ yoo fui la primera en ver la pagina waaa k mal plan todo por culpa de mi mama ¬¬ jajaja ok ok ya ya pues que te digo me eh quedado en show me encanto la vdd muyyy muyyyy buena exelente :D siguela plis deveras que espero con muchas ancias tu novela y :O OmJ angelique tambien estara infectada waaa no se pero ya lo kiero saber jajaja yy deverdad todas las canciones que has suvido tienen k ver xD me gusto mas el capitulo de invisible y la cancion de joe aww me encanata :D siguela plis !!!!

Lau Zenteno dijo...

impresionante
ame el cap me encanto no podia para de leerla cabo de recibir un regaño de mi mamà por no bajar a comer a tiempo pero eso no importo de hecho aun no bajo pero en fin decidi terminar de leer el cap, que porcierto lo ame.

hay nena me encanta de verdad como escribes esque parece que escribes como si estuvieras ahi en ese momento es genial la manera en que me haces meterme tanto en la historia me has hecho llorar reir y muchas otras cosas.Me encanto la parte de hoy cuando Angi esta leyendo el diario de Adolph es lo mas impresionante del mundo me facina,cada vez que leia Angi las paginas del diario estava yo anciosa de seguir leyendo.

Esque escribes con tal presicion que me matas jiji en verdad que genial cap. tienes una supermegaexecelnte calificasion wow

Bueno nena devo irme cuidate chao


=)

Anónimo dijo...

Wow.. esto se esta poniendo cada vez mas BUENO! Jaja
AMO esta novela, es la mejor que he leido, sigui asi!

Un beso♥

Anónimo dijo...

Siguela!!! tu noves siempre seran las mejores :)
kuidatte

Floppy! dijo...

aiiiiiiii nooooooo! yo me muero aqui y ahora y tu seras la unica culpable! no lo puedo creer! joee?? ladron de la daga de cristal? nononono! no lo puedo creer! joee? mi joe? nonono se habran equvocado! nonono! ajjajajja no lo puedo creer, me encanto el cap.! realmente me gusto demaciado y la verdad q todavia no lo creo: tus sueños son tus historias? vete a dormir entonces! jajaj te amo steph y eso ya lo sabes pero nunca me cansare de decirlo! amo tu nove y realmente haria cualquier cosa x leerla hasta el final! YA espero el proximo cap.! un besitoo
Floppy!

ashanti dijo...

waa steph me hiciste llorar mucho! al principio del cap u.u pobre joe y pobre angelique pfff pero estuvo genial me quede asi :O ya kiero saber que pasa y viva tu imaginacion!! si k si t cuidas mucho

Cecy dijo...

:O :O OMG! no puedo creerlo enserio siguela me encanta :D

IsabellaBreakingDawn dijo...

:O OH MI DIOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOS! Llore! Como Siempre xD Hahaha! Adolph Es La Cosa mas Tierna! Todo lo que escribio...Casi me muero! QUE AMOR ! Es Hermooso *--*
y M A T A M E! Joe es el Ladron de las DAGAS ? :O Y Wow! El Ritual de la daga de sangre :S QUE HORROR! Nooo! Dios MIO! JOE TIENE QUE VOLVEEEEER :´( Bueno Steph Como Siempre te digo! Eres MI IDOLA! Eres la mejor escritora!
MUCHO EXITO STEPH! Siempre estaremos para apoyarte! FUERZA!
Y Espero que el club te guste..TE ADORO Nena! Y Me Atrevo a decirte! eres mi escritora favoritaa <3
aww yo tambien quiero que me dediques un capitulo :D
Besos!

Anónimo dijo...

Fue impresionante!!
WOW ocsea JOe robo ambas agas , que mal esta es chico , pero confesare algo ,el siple hecho de escuchar el nombre de Joe me hace sentir calosfrios y la forma en la que lo describes me hace sentir no se como si deverdad lo estuviera viendo....Oye una pregunta como hiciste para hacer u copyrigth, bueno supongo que debes ir a algun lugar para sacarlo, ya se que no eres de mexico me gustaria sacar el mio y no tengo ni idea como hacerlo asi que plis espero me digas como le hciste, pues soy compositora y m gustari subir mis canciones a mk blog.
Perdon , me sali del tema, este capitulo fue increiblemente inceibl, fue algo que no esperaba y que espero el siuiente capitulo sea mejor, me impresiona la manera en la que sacas los capitulos y solo la mera en como te acuerdad de toso tus sueños, bueno cuidate y espero con ansias el capitulo

elianne dijo...

AHHHHHHHHHHHHHHHHHHHHHHHHHHHHHHHHHHHHHHHHHHHHHHHHHHHHHHHHHHHHHHHHHHHHHHHHHHHHHHHHHHHHHHHHHHHHHHHHHHHHHHHHHHH!!!VOI A MORIR!!! COMO ES ESO QUE MI JOE ROBO ESA DAGAAA?? PORQ TANTA INTRIGAAA??...PERDON POR NO PUBLICAR EN EL OTRO CAPI, ESQ NO HE ENTRAADO EN ESTOS DIAS POR FALTA DE TIEMPO :D PERO YA PLUBIQUEEE!!! ASI Q SEGUILAAA ESTA BUENISIMAAA!!!!

Anónimo dijo...

DianaYazielJonas:

OMG!! steph me dejaste
con el jesus en la boca jajajaja
enseriio mii joe a robado
la daga xq nooo jajaja es un xiico
muii malo ntk bno espero
qe subas noove lo mas
pronto posiible heheheheh enseriio
ii qe pazoo sii leiiste mi
anteriior coment jajaj bno me
voii zale cdtm ii no tardes en suubir noove xfa

Anónimo dijo...

waiiiiiiiiiii steph te adoro!!!
muchas muchas gracias por dedicarme el cap!! es un gran honor para mi!!

wao vaya cap me toco "imprudencia" me encanto...lo ame, mi 2do cap favorito!! me mataste cuando describiste a joseph haciendo ejercicios!! y la foto que pusiste, te juro que empece a echarme aire con las manos cuando lei esa parte!!

adolph es tan...tierno, on por dios senti escalosfrios en las escenas del diario "angie es muy curiosita" ahahahha!! ¿como que joe es ladron? ok que sea bello, sanguinario, seductor, diabolicamente perfecto, arrogante, sexy, sexy y mas sexy.. pero ladron!! eso no lo puedo creer!!

tengo que decirte que tenemos algo en comun jeje yo tambien sueño lo que escribo o mejor dicho escribo lo que sueño!! la imaginacion es algo fasinante y siempre he pensado que cada mente es un mundo diferente, y como los sueños son un tenue reflejo de nuestros deseos es mucho mas fecil inspirarse de esa manera, aunque lo unico malo es que no podemos controlar los sueños y no todo es como uno quisiera "estupidas pesadillas" aunque como dicen los de panic at the disco "la vida no es divertida sin un buen susto" espero con ansias el proximo cap!! y me gustaria mucho que subieras el final de mas alla de la atraccion narrado por joseph!!

PD:le recomende tu nove a una amiga y ya leyo la 1ra temporada completa, esta vuelta loca, y ya esta leyendo la 2da, creeme cuando te dijo que le ha fascinado!! eres la mejor, sigue asi!! quisiera saber si has leido una pelicula de freddy krueger se llama "pesadilla en la calle Elm" es muy buena y cuando lei el cap de "la calle de las pesadillas" me acorde de esa peli att:perla(joejonas15)

Anónimo dijo...

ahahhaha estoy tan loca que puse si habias leido "pesadilla en la calle Elm" sorry quise decir si la habias visto!! oh cielos mi loquera ya no tiene remedio!! att:perla(joejonas15)

Anónimo dijo...

O O O O O O O O O O O O O O O O O O
(es mi boca como quedo abierta y mis ojos :s )
wow angie eres la mejor escritora enserio que sii :D me encanto el capituloo .. JAJA me mori de la risa cuando dijo angi Jesus Y cuando joseph dijo nueve mil doscientos cincuenta JAJAJAJAJA , fue lo mejor PERO NO ENTENDI ESTA PARTE osea que le pusieron sangre de domonio a angie para que sobreviviera no lo entendi toda esa parte :S jsjs espero perdones mi no entendimiento ha eso JAJA : ) bueno y lo del epilogoo ME ENCANTARIIIAAAA ! : )
bueno stehp espero el prox . capitulo ..

BESOS ..

Ilsevzla =)

PD:me ayudaria a encontrar un nick para postearte en la nove , jajaja no se me ocurre ninguno pero seguiria poniendo anonimo xd : ) espero tu respuesta ; )

Kat dijo...

o.O Asi me dejaste, no mmes Steph T.T Mataree a Joseph! Ay no primero lo violo y despues le pego jajajaja!

OMG! Esque es muy fueret Steph cada vez qe leo esta novela me kedo de piedra o me tengo que duchar con agua helada y eso qe akii esta haciendo frio jajaja!

Ay no ¬¬ Como le gusta al Jonathan asustar a Ange no? Jaaja!

O.O NO ESPERA ESPERA ESPERAAA! Entonces...¿¡JOE ES UN DEMONIO?! NO? no, no es eso ciertto? =O

Porq sii no me mato weeh! Jajaja ay dios miio si mi pasara lo qe a tii, soñaar las novez qe hacees? WOW haha seeh nena tu vas para escritora jaja! AY perdon no por no comentar en el capi anterior pero esq estoy a full con la tarea y apenas empeze ¬¬ jajaja! Y solo me dejan coger el portatil los viernes, sabados&domingos buuh! Jajaja te amo Steph ereees la mejor nena! =)

Jajaja siguee asii! Ay y avizame cuando pongas tu proxiima novee eh! =D Por sii yo no stoy qe me pase despues el link la pendeja de mii Geme jajaja! Hablando de ella, qe raro qe no esta hablando loqueras por acaa! Jajaja

Te adoro, Steph! =)

¡SIGUEEEELAAA O ME ROBO A JOE! (? Muajaja! *-*

Att: Katita! ;)

Janerkis JB dijo...

Pendeja tu subconciente Geme ¬¬ y
no estaba por aqi todavia porqe
tambien estudio y estoy un poco
enferma jum

Steph ves como me ofende??
y despues dice qe qiere a uno

bueno olvidemos a la loka y concentremonos en la nove :P

OMG Qede asi O.O Y asi *o*
Como haces para escribir asi???
amo esta nove. Odio a Joe de demonio
porqe por eso no pasa nada con Angie
y el menso hace daño y maltrata
a la gente buena.

Jonathan es un salvaje. Como se
aparece asi?? y le hace eso a Angie??

Bueno como qe Joe hizo todo eso?
se esta volviendo un sexy criminal
demonio o.O

Jajaja mori con la parte qe Joe
dijo
qe Nina, Alan y Jerry tal vez
se fueron hacer un trio.
Joe es medio loco.

Steph siguela cuando puedas.
Qiero mas capis.
Ponlo a tiempo siempre jaja
qe mandona soy

Nah mentira siguela cuando puedas

Te adoro

att: Jane JB :P

PD: Benja hola qe bueno qe te gusta
la nove jaja ya hay solo 4 chicos
anonimos. Vamos no sean timidos
a qe con las chicas no son asi jaja
me pase mejor me voy antes de qe
me meta en problemas jaja

yess d jonas dijo...

woooo!!
me gusto muxo este capitulo! en serio pero me saca de onda las cosas malinas de joe ?¿
y k su amor nosea como antes espero k las cosas mejores con ellos !!

y wuao!! leer el diariao de Adolph fue muy lindo su vida esta muy interesante !!

entonces joe se va ser malo?¿
mmmm k mal espero k pueda salir de eso y k seas el joe k conocimos al principio!!

oye una pregunta tines otro blog donde publicas noves xk yo solo se de este dime para k te siga en el otro va!!

cuidate y gracias x el capitulo estuvo super esperare el otro ok!!

Anónimo dijo...

Diossss mio compltamnt sin palabras.. me fascinoooo q joe ?? la dagaa?? wauuuu
el proximo cap dedicamelo plisssss

tattyJb...

a si yo quiero el epilogo.. pliss subillooooo besosss

Alejandra Bravo dijo...

aah no puedo creerlo :/ ame el diario de adolph es tan lindo! (L) y joseph es tan tan caliente :p mi pobre vampiroo esta en problemas :@
steph como siempre te digo ame el cap como todos los caps que has publicado hasta hoy

tengo unas preguntitas xD

1. de donde salio el nombre somersault?
2. cuales son tus 5 grupos musicales favoritos?
3. te viste camp rock 2. y si es asi te gusto?
4: cuales son tus blogs favoritos?

perdon por tantas preguntas es q soy un poco curiosa xD espero q no sea molestia, si te molesta no vuelvo a preguntar en mi vida, lo prometo bye

elba montes dijo...

Hola Stephhhhhhhh!!!!!!!! primero que nada, ame el capitulo pero que mala eres por que la dejaste ahi, acaso ¿estara Angelique infectada por beber la sangre de Joe?

Me encanto conocer un poco mas al lider de esta banda de sexie´s vampiros, supimos cosas de el y de Nina, que nunca nos imaginamos que ellos tendran una linda historia de amor y mira que Adolph si es lindo y tierno.

Muero de ganas por leer el siguiente, definitivamente eres la mejor escritora del mundo, espero algun dia escribir como tu, (lo cual lo dudo) no tengo tanta inaginacion como tu, me encanta amo tu nove definitivamente la AMO, es buenisima hasta aq¿yer me puse al corriente con todos los caps que me faltaban leer y WOW esta genial, me muero por saber que pasa en el siguiente cap.


bueno te dejo nena, bye

Benja sarabia dijo...

me gusto lo del trio de Nina , Alan y Jerry XD espero que Joe se convierta en un demonio como en Mas alla de la atraccion y que tenga alas negras XP

Benja sarabia dijo...

se me olvidaba saludos a las lectoras de la nove y que no no le vaya a dar un infarto por la espera del proximo cpaitulo XP

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