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viernes, 7 de enero de 2011

Capítulo 2: Académie Le Mystère


Capítulo 2: Académie Le Mystère

Iré a donde sea que vayas, sabes que siempre lo he hecho, Cole –intervino Miranda tímidamente.
Eustace sonrió, una eufórica sonrisa.
–Parece que todo se pone a mi favor, ¿no? –murmuró con la boca curvada en una mueca de triunfo–. Como sabrán no vine por mucho tiempo, será mejor que hagan una maleta y vengan conmigo.
–¡Pero mis hijos acaban de llegar! ¡Y no sabes si quieren irse! –protestó mi padre, luego nos miró. Colin mantuvo su expresión indiferente de aburrimiento–. Debo hablar con mis niños.
Papá nos condujo a ambos a la cocina, fui la primera que obtuvo su mirada de reprobación.
–Ania, estás metida en problemas, nunca te dejaré salir de aquí, nunca –me riñó mi padre y se volvió hacia Colin–. En cuanto a ti, tú puedes irte si quieres.
–¡Pero papá! ¡Yo quiero ir! –me escuché alterada.
La mirada de papá fue dura y escrupulosa.
–Pero claro, es por ese muchacho, él vive allí –adivinó él–. No, no te irás.
Casi lloriqueé.
–¡Ya soy grande, puedo decidir si quiero irme! –grité.
–No, tú eres una niña.
–¡No lo soy! El único que puede ver eso es Damien. ¡Papá, tengo dieciséis! ¿Sabes qué? ¡Tengo un tatuaje en un lugar muy sexy, me he drogado con xerrys y ni siquiera soy virgen!
Sí, viéndolo de ese modo parecía demasiado lo que había perdido en el Hotel Nightmare.
Cerré los ojos y mejilla ardió con la bofetada que recibí de mi padre, cuando abrí los ojos nuevamente estos estaban empañados de lágrimas que no dejé salir, no era que me hubiese dolido demasiado la bofetada, era la rabia que me consumía.
Sentía ira hacia mi padre, por no comprender que ya había crecido, porque me había golpeado y nunca antes lo había hecho, por…
–¡Me pegaste! –grité ubicando mi mano en mi mejilla–. Si mamá estuviera aquí todo sería diferente, ella me entendería.
Colin me abrazó contra su pecho para consolarme, incluso él parecía perplejo.
–Escucha, papá, las cosas no fueron así –me defendió mi hermano–. Ania supo alejarse de las drogas, solamente las probó, como todos, y estoy seguro de que se cuidó con el sexo, ella no es tonta. Con respecto al tatuaje, yo le permití hacérselo.
Parpadeé, levanté la cabeza para mirar a Colin, hacía mucho tiempo que él no se culpaba por los desastres que yo había causado, por un momento cuando lo vi a los ojos recordé al Colin de nueve años que me arrojaba basura de sacapuntas en el cabello en la primaria, pero que sin embargo me defendía como un gran perro guardián si alguien me quería hacer daño.
Mi padre tenía el semblante ensombrecido, expresión reservada, rígida. Exhaló aire y me apartó de Colin para abrazarme.
–Perdóname, mi niña –se disculpó él sin dejar de apretujarme entre sus brazos–. No volveré a pegarte, nunca más. Me cuesta… me cuesta creer que ya eres… más grande, yo siempre te veré como una chiquilla. Debo… debo dejarte ir. Anda, vete con Eustace antes de que me arrepienta –me liberó y le adjudicó una dura mirada a Colin–. Cuida de ella. Recuerda que Ania es lo más parecido a tu madre que tenemos.
–Sí, papá –mi hermano curvó levemente las comisuras de su labios en una sonrisita que enseñaba a regañadientes.
Me sentí mejor, pero no dejé de estar ruborizada e irascible, corrí azorada a la sala de estar, Miranda y Eustace se hallaban sentados en el sofá. Damien se había levantado y se encontraba observando la noche por la ventana, de espaldas a mí.
Se dio la vuelta, me observó, salí despedida a echarme en sus brazos y él me atrapó con un abrazo.
–Nos vamos –le dije en un gruñido, como una orden.
Él casi se rió.
Eustace en cambio iluminó la habitación con su sonrisa.
–Eres una niñita valiente –me dijo el individuo.
Colin y papá regresaron a la habitación, salí de los brazos de Damien, presentía que mi padre le iba a golpear si nos veía juntos.
Una limusina púrpura nos esperaba aparcada en frente, las ruedas estaban pintadas de color amarillo flamante, los cristales de las ventanillas eran verdes, incluso el del parabrisas, los faros mandaban luces rojas al asfalto.
–Cielos, una limo que parece un caramelo gigante. Casi nadie nos mirará –dije casualmente.
–Lo sé, Eustace es un poco estrafalario –me dijo Damien.
–¿Se conocen? –curioseé.
–Solo un poco –intervino Eustace.
Mi padre se despidió de mí después de abrazarme unas cien veces, darme vergonzosas advertencias sobre quedar embarazada y darle amenazas de muerte a Damien. Sólo escuchaba: “Si algo le pasa a Ania…” “Si le haces algo a Ania…” “Si tocas a Ania…” “Si le haces daño a Ania…” “Si le rompes el corazón a mi hija…” “Si la haces llorar…” “Si te aprovechas de ella…”. Y todas terminaban con un sólido: “…me encargaré de matarte, muchacho”. Damien trataba de balbucear que él me cuidaría, pero papá no le dejaba responder demasiadas palabras.
Con mi mochila sobre mi hombro fui escoltada al interior de la limusina, Eustace abrió la puerta, se inclinó en una reverencia y tomó mi mano para ayudarme, su cortesía era encantadora a veces.
–Aprendí a ser servicial con las mujeres, un hombre debe ser encantador para ser un noble –espetó él, parecía haber leído mi mente.
Le ofreció su mano a Damien también.
–Creí que eras encantador solo con las mujeres –rezongó Damien.
–Oh, cierto, eres chico. Deberías probar un corte de cabello.
Damien le dedicó una mirada desdeñosa mientras se acomodaba en el asiento a mi lado.
El interior del carruaje estaba todo tapizado en terciopelo rojo, tenía una gran cantidad de luces fluorescentes y dispensadores de caramelos de menta, de esos blancos con espirales rojas.
–Esto es un parque de diversiones andante –exclamé.
–Iba a traer el trineo halado por renos, pero decidí guardarlo para navidad. Y hablando de autos, me encargaré de que alguien lleve esa cosa que usan como auto a la academia. Ah, Damien, encontramos tu vieja Harley, la que te robaron durante el invierno, está esperando por ti –dijo Eustace.
–Adiós tabla de skate –profirió Damien.
Eustace condujo dejando las calles atrás muy rápidamente, luego se detuvo en un callejón con un mural pintado al fondo sobre una pared de ladrillos, era otra pintura de colores radiantes de alguna calle urbana muy bien pintada.
La limusina avanzó hacia la pared, en lugar de chocar con ésta la punta del vehículo fue tragada por el muro como si lo traspasara milagrosamente, como si se tratara de una ilusión óptica.
De un momento a otro habíamos atravesado el mural, acoplándonos al mismo, examiné minuciosamente las calles solo para darme cuenta de que nos encontrábamos en Brooklyn – New York.
Era impresionante.
–Necesitaba ahorrar tiempo –explicó Eustace.
–Hay algo que necesitas saber sobre los portales –me comentó Damien–. Puedes hacerlos tú misma, los Vanthes y los Leives podemos hacerlos, incluso en nuestro estado humano, incluso sin haber pasado por nuestra primera transición. Ellos sirven para entrar al sitio que quieras, sólo para entrar, no podrías devolverte si quisieras, desaparecen luego de haberlos utilizado. Están disponibles para la mayoría de los lugares, salvo sitios prohibidos u otras dimensiones, como Somersault, por ejemplo, la ciudad tiene protecciones que evitan a los forasteros, se suponía que los Vanthes tampoco podían entrar allí –Damien agitó su mochila, algo metálico se escuchó dentro de ésta–. ¿Por qué crees que siempre llevo conmigo pintura en spray? Aunque los portales no funcionan para escapar en situaciones de peligro, se pierde mucho tiempo dibujándolos, debes ilustrar con precisión los detalles del lugar al que quieres viajar.
–Deberían pagarte por darle clases a mi hermanita –agregó Colin.
–No todo lo que él me enseña es bueno –dije maliciosamente, lanzándole una mirada de arriba abajo a Damien.
–Créeme, eso lo sé –asintió mi hermano.
–Claro, porque te lo enseña todo –intervino Mir.
Los tres la miramos.
–¿Qué? –ella se encogió de hombros–. Nada doble sentido, de verdad, estaba hablando en serio.
–Bien, banda de pervertidos, hemos llegado –cantó Eustace.
Aparcamos en un terreno vacío, era una gran extensión de césped en medio de la nada.
–¿Dónde rayos estamos? ¿Qué clase de academia es ésta? –solté mientras saltábamos de la limusina.
Nadie me respondió, en lugar de eso las manos de Damien se situaron en mis brazos y me propulsaron algunos pasos hacia adelante. Sentí que era engullida por una ráfaga de aire, sentí que caminaba entre algo espeso que penetraba mi cuerpo, como si me estuviese moviendo dentro de un tazón de gelatina gigante y trasparente, como si la presión de aire hubiese aumentado.
De pronto, una gran mansión apareció en el terreno, era como una versión más colorida del Hotel Nightmare. Las paredes tenían un tono púrpura desgastado, los marcos de las ventanas eran de diferentes colores, algunos verdes, otros amarillos, otros naranja. La estructura parecía igual de envejecida y anticuada que la del hotel, incluso todo parecía igual de espeluznante, árboles sin hojas, por el otoño, un porche de madera avejentada, flores muertas, inclusive las lápidas y enredaderas. La diferencia era que no había un colosal lago en la parte trasera de la edificación, y que el jardín delantero estaba irónicamente decorado de Halloween, como si no fuese lo suficientemente aterrador por sí solo.
Recordé la fecha, estábamos a finales de octubre, treinta de octubre para ser exactos. Faltaba un día para noche de brujas.
–Un momento –salí de mi estado temporal de shock.
Retrocedí varios pasos, una vez más sentí la ráfaga de aire, la sensación de estar atrapada en una superficie condensada, el mundo pareció distorsionarse y nuevamente la academia se desvaneció junto con los chicos. El área estaba desierta, sin rastros de vida.
El aire se arremolinó, torciendo la perfecta imagen del paisaje, las manos Colin emergieron desde algún lugar y me atraparon, atrayéndome nuevamente hacia ese lugar en el que se encontraba la residencia embrujada.
Era sencillo, daba dos pasos atrás y la academia se disipaba junto con mis amigos, como si se tratara de un manto que recubría el lugar para ocultarlo, alguna ilusión, un espejismo.
Extendí mis brazos hacia el vacío, donde supuse que se encontraba la invisible entrada, presté atención a la forma en que mis manos desaparecían, después mis brazos lentamente, y cuando hacía retroceder mis brazos éstos volvían a ser visibles.
–Wow, esto es lo más alucinante que he visto –musité impresionada y atónita.
–Debemos mantenernos en la clandestinidad, eso evita que los simples mortales descubran nuestro refugio. No es una ilusión, es magia –añadió Cole.
–Deja de jugar, niña –Eustace tiró de mí. Mientras cruzábamos el patio pateé algunos esqueletos falsos que formaban parte de la decoración–. Eh, cuidado, son esqueletos reales, no querrás molestar a su espíritu.
Palidecí un poco, hasta tuve náuseas.
Al alzar la vista hacia lo alto del cielo vislumbré una ventana de la que salía luz en el último piso, sobre la torre más alta, y una figura ensombrecida estaba adherida al cristal, una silueta femenina asomada, acechándonos.
–¡Bienvenidos a la Académie Le Mystère! –expresó en voz alta Eustace cuando la puerta principal se abrió mostrando luces cegadoras desde el interior de la mansión.
–¡Qué original! Francés para La Academia Misterio –prorrumpió Miranda.
Mis amigos me empujaron hacia dentro, debido a que yo estaba petrificada y deslumbrada con la luminiscencia de la luces. A diferencia del Hotel Nightmare, aquí todo era colorido y rutilante, un gran salón era el vestíbulo principal, repleto con hileras de bombillos grandes que cruzaban el techo y las paredes con luz blanca y amarilla. Había dos sofás verdes que hacían juego con un par de sillones de cuero de un amarillo nítido. Las paredes estaban tapizadas en rojo y los suelos cubiertos de una alfombra púrpura de cabellos largos. No pude evitar permanecer observando mis pies enterrados la marañosa y felpuda alfombra.
–No pude evitarlo, me gusta mucho el púrpura –dijo Eustace.
–Y el amarillo, y el verde, y, oh, también el rojo. ¿Hay algún color que no te guste? –bufó Damien, con una confianza particular hacia el hombre.
–De hecho, sí, el blanco alguna veces quiero destruirlo, es tan… –Eustace golpeó su labio con su dedo simulando pensar–, tan carente de color, y el marrón, es muy difícil de combinar, a menos que signifique chocolate, entonces el marrón es encantador.
–¿Por casualidad eres algún primo segundo de Willy Wonka? –le interrogó Mir a Eustace.
–Lo conocí en Suiza, no es mal tipo, está tan loco como yo, pero no es mi familiar –respondió. Luego llamó a alguien en un grito–. ¡Dasha! ¿Dónde diablos estás metida, cariño?
Miranda largó un grito, me sobresalté y me volví hacia ella.
Una gran sombra negra y feroz se encontraba frente a ella.
Oh, no, no era una sombra, era una bestia con sobresalientes colmillos, era una pantera gigantesca.
El animal parado en cuatro patas casi superaba mi estatura y se encontraba olfateando a Miranda. Damien se movió y le acarició la cabeza.
–Dasha, amor, lo sé, es una simple niña humana –Eustace le habló a la pantera, refiriéndose a Miranda–. Pero ella ya sabía sobre nosotros y viene con el chico, era la única forma de traerlo, y a su hermanita.
La pantera se desplazó elegantemente a un paso sigiloso y felino y nos olfateó a Colin y a mí con sospecha. Tragué saliva sintiendo la húmeda respiración del animal en mi cara y su hocico con colmillos rozando mi piel, su cabeza era más grande que la mía.
La pantera ronroneó con amabilidad y se echó a los pies de Eustace para que él le acariciara las orejas.
De improviso unas puertas corredizas se abrieron.
Un ascensor.
Una mujer muy joven se presentó, ella era alta, su cabello marrón y abundante caía hasta la mitad de su espalda, sus ojos eran de color miel y llevaba puestos cortos shorts de jean, una camiseta sin mangas y botas vaqueras de cuero. Caminó contoneándose con aires de autosuficiencia y superioridad, su sonrisa iba dirigida hacia Damien. Los dos compartieron una larga mirada hasta que ella abrió sus brazos y se lanzó sobre él colgándose en su cuello.
Mi rostro enrojeció. ¿Por qué me sentía tan… furiosa? Tan incómoda y apretada, con mi pecho punzando un dolor extraño e insoportable.
–¡Damien! Has regresado. Los días parecían una eternidad sin ti aquí –clamó ella, sin soltarlo. Él también estaba correspondiendo a su abrazo con sus manos sobre la espalda de ella.
Sin darme cuenta fruncí el ceño.
–¿Tú vivías aquí? –le pregunté a Damien para llamar su atención, él asintió con la cabeza, sin dejar de mirarla. Como ella era alta ambos se miraban a los ojos con facilidad, no como yo, que tenía que pararme de puntitas para alcanzar sus labios.
Me sentí herida.
De una vez por todas él aisló a la chica de sus brazos.
–Ivonne, ella es Ania –me señaló.
Esperaba que dijera “Es Ania, mi novia”. Pero eso nunca sucedió.
Ivonne me observó de pies a cabeza, estudiándome con crueldad impresa en sus ojos, me sentí intimidada, pequeña, insegura, mi autoestima cayó a los suelos, deseé escupirla. La chica no me ofreció su mano, simplemente siguió avistándome con su ceja alzada. Deseaba que Damien se acercara a besarme o siquiera me abrazara. Tampoco pasó.
Consumida como una llama por la furia rodeé la cintura de él con mis brazos, temerosa de que de pronto me rechazara.
El alivio me inundó cuando él me envolvió los hombros con su brazo, a pesar de todo no se sentía suficiente para mí, él debía demostrarle a esa zorra que las cosas habían cambiado, que él ahora tenía una novia, y ésa era yo, nadie más que yo.
–¿Recuerdas que te dije que era huérfano? –me preguntó Damien, asentí con la cabeza con aprensión–. A los dieciséis fui trasladado de un orfanato normal a este lugar, y los conozco a todos. Aquí conocí a Cole, él no vino a estudiar en la universidad, vino a formarse como Leive en la academia, sin embargo sí asistimos a la universidad, una o dos clases, no nos gustó. Ivonne es una amiga.
–Una cercana –soltó ella.
Miranda rodeó a Damien del otro lado, lanzándole una sucia mirada de advertencia a Ivonne.
–Ania es más que eso, Ania es su novia –habló Miranda. Me sentí orgullosa de mi amiga.
Eustace se aproximó a cada uno de nosotros, excepto a Damien, y nos entregó una llave de la que colgaba un número. Eran las llaves de nuestros dormitorios.
Ivonne utilizaba un collar de oro del que colgaba una llave, ella se lo quitó y le entregó la llave a Damien.
–Te guardé la llave como me pediste, nunca dejé de utilizarla –siguió ella, con voz coqueta y seductora.
¡Ella le coqueteaba a mi chico!
Y yo estaba… ¡estaba tan celosa! Sí, demonios, celosa.
Quizás Damien no estaba contento de que yo estuviese aquí, tal vez él solamente había estado esperando impacientemente a que me marchara para reencontrarse con esa chica, probablemente yo había sido su romance de verano con el que pasaba el rato esperando por su mujer en casa.
Por eso él no había insistido siquiera en que me quedara con él, o en venir conmigo a Los Ángeles. Estaba muy claro, “Tienes que regresar a tu vida, Ania. Iré a visitarte cada verano”, así podría pasar todo el año con ella y utilizarme durante las vacaciones.
No supe por qué lo hice, pero me dirigí con apresuradas zancadas hacia el elevador, apreté el botón, las puertas se abrieron de inmediato y entré en él.
–Ania, ¿a dónde vas? –Damien me siguió, las puertas se cerraron antes de que él pudiese entrar.
Para ser una mansión de tres pisos el ascensor tenía demasiados botones, eran más de cien, ni siquiera eran números, bueno, solo algunos, otros era símbolos, letras de alfabetos extraños, palabras en otro idioma, y en el nuestro.
Presioné el número dos.
La máquina se movió produciendo ruidos y comenzó a emitir un melodioso sonido como el de una tétrica melodía de carrusel. Me comí las uñas hasta que las puertas volvieron a abrirse. Di un paso al frente, resplandores y reflejos cayeron en mis ojos bruscamente, ofuscándome. Caminé a través de un pasillo alfombrado en el que las paredes se hallaban colmadas de espejos de todos los tamaños y formas posibles. Creí ver curiosas figuras en lugar de mi reflejo cada vez que me atrevía a echarle una ojeada a los cristales. Pestañeé varias veces mientras mis ojos se amoldaban a la luz y los centelleos.
Algo duro y macizo se interpuso en mi camino, tropecé con ello, alcé la vista y me percaté de que era Damien con sus brazos cruzados en su pecho, lo que hacía parecer a sus bíceps y tríceps más dilatados y fuertes. Él sonreía de manera coqueta. Me pregunté cómo me había alcanzado tan rápido.
–¿Qué sucedió? ¿Qué estás haciendo? –masculló.
–Estoy buscado mi habitación –largué una excusa.
–Mi linda mentirosa, ¿te puse un poco celosa? –su sonrisa le hizo ver atractivo como el infierno y su seductora voz me causó calor.
Cada vez que él se aproximaba a mí las sensaciones eran nuevas e inquietantes, tal como si fuese la primera vez que lo veía, se sentía imposible poder acostumbrarse a algo tan mágico y fascinante. Costumbre era igual a aburrimiento, por lo tanto debía ser bueno sentirse nerviosa y diferente cada vez que sus ojos azules tocaban mi cuerpo.
Él me envolvió en sus brazos, mandando electricidad por mi cuerpo.
–¿Celosa? ¿Yo? ¿Por qué? ¿De quién? –me excusé con nerviosismo.
–No lo sé, dímelo tú –susurró él inclinándose hacia mis labios.
Le empujé.
–Déjame –refunfuñé, recordando repentinamente la horrenda presión en mi pecho que causaban los obstinados y ridículos celos.
Me alejé de él, obviamente desorientada y perdida.
–Pero ¿qué hice? –se quejó Damien. Tomó mi brazo, le esquivé, él me aprisionó contra una pared, un frío espejo colisionó con mi espalda, ocasionando un rumor sordo de cristal–. No me dejes así, dime qué fue lo que te hice.
No quería, me daba vergüenza admitir que estaba tan celosa que dolía, contuve un lloriqueo y traté de no concentrarme demasiado en la cercanía de los labios de Damien, en los músculos de su grueso y fuerte cuello, en su aliento que rozaba mi cara, en el olor de su piel. Bajé la mirada a su pecho, eso tampoco funcionaba demasiado.
–¿Tú querías que yo viniera? –interpelé por lo bajo, casi susurrando.
Él pareció confundido.
–Claro que sí. ¿Por qué no iba a querer que estuvieses aquí conmigo?
–Porque quizás tú estabas esperando para regresar aquí con Ivonne –mencioné su nombre con desprecio.
–Ania, ¿esto es en serio? Mírame –levantó mi barbilla con sus dedos, capturé sus ojos–. Tú eres la única chica con la que yo quiero estar en este momento, en todo el mundo, de todas las chicas, te elijo a ti. ¿Me entiendes? Yo te amo.
Las emociones y sentimientos dentro de mí colisionaron, volviéndose un mar de confusión y miedo, y amor.
–No me dijiste que tuvieras una novia que dejaste en casa –repuse.
–Ivonne no es mi novia, nunca lo fue. No te mentiré, solíamos coquetearnos en el pasado, y una vez, quizás dos, estábamos borrachos y terminamos en la cama. Pero ella no significa nada ni nadie para mí, y si tuve algo con ella fue porque no te conocía –se quedó callado mirando mi rostro–. Eres tan hermosa cuando te enojas, y tan ardiente estando celosa.
Su cuerpo encerró el mío aún más.
–Mira –me enseñó su llave, me quitó mi collar de tosco cuero y la colgó de mi cuello–. Ahora tú tienes mi llave, ¿quieres conocer mi habitación?
Sonreí con picardía.
–¿Hay alguna insinuación secundaria en esa propuesta? –dije.
Él se rió.
–Para nada, salvo que… bueno, hay una regla para entrar a mi dormitorio.
–¿Cuál es? –alcé una ceja.
–Si eres una chica, una muy sensual, como tú, debes quitarte toda la ropa antes de entrar.
–¿Y esa regla la aplicas con cualquier chica sensual?
–Básicamente… sí, la aplicaba. Pero ellas no sabían que existía esa regla cuando se quitaban la ropa, solo no podían evitarlo después de mirarme.
–Idiota –salí de sus brazos juguetonamente.
–Hey, espera –me atrapó desde atrás, rodeándome la cintura, capturando mi cuello con un beso suave–. Ése es mi cuarto.
Señaló hacia una puerta al final del pasillo, una puerta solitaria y alejada de las demás que tenía varios letreros de “No entrar” o “No molestar” colgando de la madera o pegados con stickers de automóviles costosos. Damien no me soltó, nos encaminamos abrazados hacia su puerta, abrimos con la llave y al entrar todo estaba realmente oscuro, negro. Parecía el rincón menos iluminado de la mansión.
–La pequeña Ania no debería estar jugando a oscuras con el lobo malo –susurró Damien en mi oreja, causándome cosquillas con las ondas vibratorias de su voz y su aliento.
Escuché que la puerta se cerraba tras nosotros.
–Oh, lástima, soy una pequeña niña mala, ¿no, lobo feroz? –imité una voz de niña pervertida.
–¿Qué haces todavía vestida? Te advertí sobre las reglas del juego.
Él me presionó contra su pecho, sentí sus músculos prensándose contra mi pecho, sus labios rozando los míos. Mi piel empezó a picar y arder.
–No tan rápido, chico malo, quiero conocer tu habitación –busqué con mis dedos el botón de la luz.
Él sujetó mi muñeca, deteniéndome.
–¿Estás segura? –inquirió.
–¿Por qué no lo estaría?
–Sólo… creo que podría incomodarte un poco.
Me zafé de su agarre, encontré a tientas el botón de encendido del bombillo y lo presioné. Mis ojos ardieron con la explosión de luz. Entre parpadeos estudié su inquieta sonrisa. ¿A qué era lo que le temía?
Recorrí la habitación con mis ojos, era el dormitorio de cualquier chico de dieciocho años, igual al de mi hermano, realmente, estaba muy acostumbrada a ello. Una cama individual con sábanas azules desordenadas, un ordenador portátil sobre un escritorio, algunos jeans lanzados en el suelo, un ligero desorden característico de los adolescentes, ni un solo libro, pero sí revistas y comics, un televisor plasma colgado en la pared conectado a una consola de PlayStation 3, cuyos mandos inalámbricos se hallaban tumbados en el suelo. También posters en las paredes, los tradicionales, más autos, clásicos, deportivos, modernos. Y… comprendí lo que factiblemente le avergonzaba: afiches de chicas en bikini. Tan típico de los hombres.
Me crucé de brazos.
–No quiero a esas chicas acá –le gruñí traviesamente.
–Adelante, tienes la libertad de echarlas.
–¿También tienes revistas Playboy? Sólo espero que no tengas una colección de DVD’s porno en el armario.
–No entremos en detalles –dijo entre risitas.
Ambos descolgamos la mayoría de los posters y calendarios calientes y los guardamos en el armario al mismo tiempo que le hacía bromas sobre engañarme con alguna de ellas. Que tuviera chicas en sus paredes era normal. Hasta yo tenía calendarios de chicos ardientes, posters de Sean Faris con muy poca ropa y solía mirar fotografías de Kevin Zegers en internet.
–Listo –exclamé luego de terminar el trabajo–. No quiero que estén mirándome y me recuerden lo poco que me parezco a ellas.
–¿Por qué? Si tú eres mucho mejor –Damien se aproximó hasta acorralarme contra el armario.
–No trates de ser encantador –dije riéndome.
–Estoy diciéndote la verdad. ¿Quieres que te recuerde lo sexy que estás?
Damien me apretó entre su cuerpo y el closet, tomó los bordes de mi camisa y me la quitó con un veloz movimiento experto cuando alcé los brazos.
Se apoderó de mis labios en un beso, por fin, los suyos se movieron apasionados, desesperados, urgentes. Sus raudas manos no se contuvieron de tocar mis pechos, dejé escapar un gemido mientras yo tocaba cada perfecto músculo que ondeaba su cuerpo endurecido y tenso de excitación. Moví mis manos hacia sus hombros y deslicé hacia atrás su chaqueta.
Mientras se la quitaba la puerta se abrió de un golpe.
Vaya. ¡Genial! Pensé con sarcasmo.
Damien me cubrió con su abrigo y con su cuerpo.
–¡Eustace! ¡Qué buen momento para aparecer e irrumpir nuestra privacidad! –dijo, dedicándole una hostil mirada al hombre.
Eustace sostenía esbozada una perversa sonrisa abierta.
–Oh, ¿la niñita se perdió buscando su habitación? –canturreó el tipo–. Mira, di mi palabra al padre de Evangeline de que los chicos no se le acercarían. Y tú eres uno, ¿no? La palabra de un hombre es muy importante, en el pasado te llevarían a la horca por incumplir tu palabra.
–Nunca trates con un antiguo rey que no puede aceptar que los siglos han pasado –resopló Damien.
–Evangeline, he acondicionado un bonito cuarto para ti, sería una ofensa para mí que prefieras estar en esta mugrienta madriguera que tiene tu novio por dormitorio –me dijo Eustace–. Tú puerta está al otro lado del pasillo, lejos de ésta –cogí mi camisa del suelo, deslicé el cierre del abrigo de Damien hacia arriba para cerrarlo y el tipo me empujó fuera del umbral de la puerta–. Ah, y ten cuidado, a Manía le gusta jugar con chicas como tú.
Manía, quizás era otra pantera, o un león, o zorro, o un enorme lobo.
–¿Quién es Manía? –interrogué dudosa.
–Es la diosa que ha estado atormentándolos dejando salir a sus fantasmas y espíritus de la noche –me contestó, expulsándome hacia el pasillo y cerrando la puerta conmigo fuera y ellos dentro.
Miles de reflejos de mí se mostraron en los espejos de las paredes, reflejos aterradores, pequeños, grandes, distorsionados y de diferentes aumentos. Caminé hacia adelante, sin rumbo ni dirección, ni destino alguno, buscando entre las luces y las paredes atiborradas de cuadros, espejos, adornos, ornatos.
Había figuras y esculturas de yeso y piedra en filas a lo largo del corredor, eran efigies de dioses y demonios de la poco conocida mitología etrusca, eran algunas criaturas aladas desnudas o semidesnudas, con cuernos, sin ellos, con colmillos, sin ellos; todos fuertes, majestuosos y tremebundos.
Las estatuas parecían observarme mientras circulaba por el pasillo, yo me sentía atraída a tocarlas, pero me daba algo de miedo y sospecha. Sentía que cientos de ojos estaban puestos en mí, en los espejos, en cada escultura, en cada pintura colgada en el tapiz.
Aquí no había polvo o penumbra, solo colores y luces como reflectores en un escenario lóbrego, igual que el interior de una carpa de circo, de hecho, en las pinturas de los cuadros no había retratos familiares, o paisajes como solía haberlos en el hotel. Eran retratos, sí, pero de payasos tétricos con bocetos muy caricaturescos, sonrisas diabólicas sobre sus caras, ojos sarcásticos y rostros blancos con maquillaje rojo que parecía sangre escurrida. Los colores se encontraban ensombrecidos por la vejes de las antigüedades.
Atraída e hipnotizada por los ojos del payaso, elevé mis manos para tocarlo, mis dedos rozaron la superficie plana de la pintura y se mancharon con polvo colorido, como si la misma hubiese sido pintada con tiza. Al retirar mis manos el marco de madera se movió accidentalmente, ladeándose ligeramente.
Soplé mis manos, las sacudí contra mi ropa, devolví el marco del cuadro a su lugar y… el suelo se abrió bajo mis pies.
Caí en una profunda oscuridad hacia lo desconocido, fui halada por la fuerza de gravedad varios metros hacia abajo entre la negrura y fui atrapada por un par de brazos.
–La tengo –dijo una voz joven masculina.
Respiré una bruma de polvo que me hizo estornudar repetidamente, sentí animales caminando encima de mí, pequeñas patas de insectos como arañas y cucarachas. Evité gritar y sacudí mi cuerpo que estaba invadido de escalofríos.
Los brazos que me sostenían me arrojaron al suelo, entre la negrura a penas alcancé a ver algunas sombras pasando rápidamente delante de mí.
Al menos varios pares de manos me sujetaron con increíble fuerza, no podía moverme, inmovilizaron mis manos y pies y sin demora sentí que me ataban pasando gruesas tiras de cuero alrededor de mis muñecas y tobillos.
–Hey, ¿qué están haciendo? Suéltenme –grité entre estornudos que hacían más vergonzoso este momento.
Se oyeron risitas entre el silencio.
–Creo que está teniendo un ataque de estornudos –soltó una voz femenina, también joven y melodiosa, con un tono perverso y teatral.
Más risas divertidas sonaron.
–No es muy ruidosa, no le cubriré la boca –murmuró la misma voz masculina de antes.
Contuve el picor de mi nariz.
–Eso es bueno, así podré insultarlos. ¿Qué quieren hacerme, psicópatas?
Unas manos fuertes, de un chico probablemente, apartaron el cabello de mi cara. No alcancé a distinguirlo claramente, pero sabía que su rostro estaba en la cercanía estudiando el mío, y entonces algo plateado brilló justo delante de mi cara.
Un cuchillo.

21 comentarios:

Anónimo dijo...

primera en comentar creo , LA PRIMERA VEZ JAJA ! MEEE ENCANTO EL CAP STEPH PERO SE ME HISO UN POCO CORTO XD .. ACADEMIA LE MYSTERE =) , WOOOW, PARECIDA AL HOTEL , QUIERO SABER QUE PASARAAAAA ! ESTOY DESESPERADA Y OTROS 3 DIAS :P Y HABLANDO DE QUE SI QUIERES QUE LA SIGAS , PORSUPUESTO QUE CALRO QUE YES ! ... NO LA DEJEEEES , ME ENCANTA LA NOVE ENSERIO :| .. SIGUELA , JAJAJA !


JAJA, Y QUE PASARIA SI SUPIERAN , TE REGAÑARIA POR ESCRIBBIR ESAS COSAS JAJAJA ! .. STB STEPH, TODO ESTO SE LES HACE SOSPECHOSOS JAJA !

ME ESTA CAYENDO MAL IVONNE Y QUIENES SERAN LOS MUCHACHOS QUE ATRAPARON A ANIA , MARCUS ? .. MMM ! CREO QUE TODO ESTO SE SALDRA DE CONTROL , JAJA REI DMC , CON EL CUARTO DE DAMIEN , JAJAJA ! ESPERO QUE ANIA NO SE META EN MAS POBLEMAS (: .. BUSCARE LA NOVE DE TU,YO Y EL ;) DESEAME SUERTE XD . .

CUIDATE STEPH Y SIGUELA (=

Ilse:)

Anónimo dijo...

escribi mal algunas cosas :S .. ! te daras cuenta cuando lo leeas :Ñ ! perdon ..

Ilse:)

Black light dijo...

hola!! :D me encato el capitulo e igualmente el nombre (amo el frances) xD ame cuando ania dijo tengo posters de sean faris en mi curato :D ajja woo la academia toda colorida ♥ y un pco loca! ajaja ayyy 3 dias para saber que paso con ania! jeje ...sii obio siguela! !♥♥ easa calabera del fondo esta genial! bye (:

Hanny_liz dijo...

Hola !! Dios me encanto este cap. BUENISIMO!! simplemente maravilloso :D oyes , oyes la novela de Tu yo y El aun la puedes encontrar en el foro donde estaba orginalmente y sii muchas chicas han suvido esa nove a varias pagina de hecho en Jb total ( en el foro ) esta la novela como Tu el y yo algo asi no re cuerdo bien pero es IGUAL completamnete igual hasta las mismas imagines :/ bueno la vdd creo k eso si es un poco incomodo por que solo dicen no es mia pero no dan creditos al verdadero autor bueno , bueno si a ti no te molesta ps bueno ...... Oyes ya a la Uni ? Woww!! mucha suerte Chica Grande :P yo aun soy una nna comparada contigo :P no mentiraas ( bueno poquito) pero bueno tengo edad para leer tus novelas jaja bueno me encanto tu novela la ame !! y sabes soñe con algo raro que unias esta novela con la continuacion de Seduccion aww seria hermoso !!! me arias la chica mas feliz del mundo jaja Ok es tu novela no me meto en tus ideas pero en verdad siguela me encanto !!

Hanny_liz dijo...

y sii al fin wii soy de las primeras 5 ,, bueno aunque en caps. pasados eh sido la ´primera no importa el caso es que amo leer tus novelas y no hay dia que no lea capitulos de todas tus novelas

Noelia dijo...

que pregunta ... como no vas a seguirla!!!!!! si es lo mejor que e leido en mi vida!1 me tiene super enganchada!! buenisimo el capitulo enserio!

Anónimo dijo...

Me encanto Steph! =)
Como amo a mi hermano mayor que me defendio de mi padre por fin algo bueno tenia que hacer despues de todo ese rollo de hermano sobreprotector!

Aagg otra Susan o qué?? Yo No voy a darle una ostia pero como se pase de "cariñosa" con MI novio no le doy una le doy dos !! ¬¬
Me has dejado alucinando con las cosas tan extrañas ( Alucinantes) que escribes como lo de el portal o " entradas invisibles" ... La verdad tienes una gran imaginacion , Chica!
Hasta yo tenía calendarios de chicos ardientes, posters de Sean Faris con muy poca ropa ...
Postes de Sean Faris? jajaja que ironico !! xD

Steph como se te ocurre hacer esa estupida pregunta todavia! : La sigo? Pues por supuestisimo que Sí ! =)
Quiero saber como continua...

Attentamente:jonatica_joe&nick

Anónimo dijo...

Akiii!! xD
Me encanto el capitulo!
lastima q interrumpieron a Ania y Damien -.-' xD
Ivonne-Bitch!!! acaba de aparecer y no la soportoo!
Y esa pregunta q hiciste q si la sigues? POR DIOS! obviamente SII! te amamos chika! xD
me gustaria saber cuales son tus libros favoritos? me gustaria leer alguno ^^

Waiting Chapter! ^^

Anónimo dijo...

Att:AnyJB (comment sin nombre arriba)) siempre olvido colocar el nombre xD

Anónimo dijo...

Primero que nada respondiendo a tu pregunta SI SEGUILAA!!
Segundo: El cap genial como todos, como siempre, mato la parte en que esutace interrumpio jajaja fue re como WTF? :| jajaj
Y quienes seran estos tipos? supongo que chicos de la academia que les gusta hacer bromas, mas a los nuevos i guess, vanthes no creo porque no tendria sentido que esten ahi.
Tercero: ¿Que tipo de libros lees?¿Te gusta la literatura inglesa del siglo XIX?(es mi fav) ¿Leiste los libros de Austen y de las hermanas Brontë? si no lo hiciste leetelos porque e sun delito no leerlos (? me fui al joraca jaja
segui escribiendo porque sos una genia y lo haces espectacularmente :)

Besos

MH

Paula dijo...

ayayay.. no me dejes con la intriga :O hahaha siguela! Amo como escribes!!

Saludos

Cecy dijo...

Steph! me encanto el cap...enserio lo ame... amm una pregunta tal vez sea como "hay que niña tan mas estupida es muy obvio" creo xD pero yo no le hayo... porqe se llama "The Charlotte's Bones" ? ... esqe no le hayo sentido.. no se... pero bueno me encanta tu nove haha mis padres no saben qe escribo igual xD ... bueno tengo una nove pero "x" esa si la publico... la que no publico es mas "peligros" jaja mas misteriosa pero aun no la quiero publicar xD bueno un beso cuidate Bye (:

Anónimo dijo...

Diana Yaziel Jonas dijo:

haha steph me encanto el cap
hjeje uuuy qe hots jeje
ania & damien jeje ii eso
de los posters de sean faris & kevin zegers es geeneal jeje amo a kevin lo has visto en el video THE BIG BANG donde zale con Miley cyrus? woow lo amoo es tan tan guuapo jeje bno me encanto zale cdtm nos vemos biiie!!

Anónimo dijo...

¿Qué clase de pregunta es esa? Por supuesto que la tienes que continuar! Es asombrosa!

Venga Steph, nos parecemos en algo yo nací en Venezuela :D Pero por cuestiones de trabajo de papá me mudaba mucho, ahora que si por la facultad nos asentamos en Argentina (: Que coincidencia que colocaras una canción de Soda Estéreo ¡me gustan mucho!
También siempre tomo como punto de enfoque a USA especialmente Manhattan en localidad en mis novelas, porque he ido mucho & simplemente me encanta, aparte de Italia, es mi país favorito. & si, me di cuenta que tu tipo de escritura es muy al estilo americano ¡por eso pregunté!
¡Si! Gracias me di cuenta, mi pregunta surge como ya habías colocado dos veces (creo) que había un prólogo inédito de el Hotel Nightmare entonces decía "¿pero dónde está? ¡quiero leerlo!" Jajaja.
Atinaste perfecto, realmente Sean Faris tiene tantos adjetivos a su favor que es difícil nombrarlos todos, ¡también es mi tipo de hombre!, tengo su foto de Wallpaper de mi blackb., de screen saver, de fondo de pantalla en mi laptop ¡en todos lados! Sencillamente, me encanta.

¿Has visto Sleepover? Hay una parte en la que él sale quitándose la ropa y es como "Dios ¡hace calor1"

Me dio risa cuando sale que Ania tiene pósters de Sean Faris y mirar fotos de Kevin Zegers que en serio, no está mal, todo lo contrario.
¡El capítulo me encantó! Aunque la interrupción & la aparición de Ivonne no tanto -.- Aunque me gustó la actitud de Mirada (yn)

P.S Te dejo este video de Sean Faris, es una entrevista para cosmo girl, ¡me encanta como habla! http://www.youtube.com/watch?v=_pyZDC36AJU No sé si la hayas visto antes, pero a mí me fascina.

¡Hay que aprovechar las pocas cosas que hay de él! :'(

Love. Celeste.

Anónimo dijo...

ALEJANDRA TREJO:
ME ENCANTO EL CAPITULO STEPH SIGUELLAAAAAA COMO CREES QUE NO LA SEGUIRAS YA QUIERES QUE ME MUERAAAAA}? :) Y ME DISCULPO POR TAN CORTO COMENTRIO PERO ES QUE ME ACABAN DE ROMPER EL CORAZON Y NO ME SIENTO BIEN Y NO QUIERO QUE MI COMENTARIO SEA TONTO O TRISTTE HACI QUE GRACIAS POR SUBIRME UN POCO EL ANIMO CON EL CAPITULO ES LO UNICO QUE ME SACA DE MI MUNDO :) GRACIAS Y SIGUELA QUE A MI ME ENCANTA COMO ESCRIBES HASTA PRONTO XOXO TKMMMMMM :p

MaYa dijo...

BUEN DÍA!, O TARDES, NOCHES LO QUE SEA XD :$
AME TU NUEVA HISTORIA! Y SOBRETODO SI TENGO A "SEAN FARIS " CRUZANDO EL PASILLO XD ;)
VOLVÍ A LEER TU NOVE " TENTACIÓN" AL MISMO TIEMPO QUE EMPIEZO A VER VAMPIRE DIARIES Y EH NOTADO... QUE LO VEÍAS NO? XD COMO NO VERLO ES GENIAL ESA SERIE! ( me inspiro en un nuevo proyecto de escritura que me encantaría que leyeras) AWWWW DIOS AME EL CAP SOBRETODO " CONOCER EL CUARTO DE DAMIEN" DEBERÍA IR MAS SEGUIDO NO CREES? XD
HEY! ANOCHE VEÍA UN DOCUMENTAL DE CINE Y ESO, Y PENSÉ si ALGUNA VEZ SE TE AH OCURRIDO DEJAR LA ESCRITURA PARA NO SE, SER CAPAZ DE DIRIGIR UNA PELÍCULA O ALGO ASÍ? TE QUEDARÍA GENIAL EL PAPEL DE DIRECTORA ;D
nota: mi mejor amigo cree que soy una pornográfica por el vídeo que me enviaste por twitter de sean faris! XD pero no lo negue! ESTOY CONVENCIDA QUE ES EL SEGUNDO PADRE DE MIS HIJOS ( PRIMERO JJ) XD
CUÍDATE!
QUIERO SABER MAS DE ESA GENIAL ACADEMIA ;D SE VE GENIAL COMO LA DESCRIBES!
BYE (: --PEACE--

nce dijo...

Me encanta, y como siempre Ania metiendose en líos nada mas llegar xDD
Siguela *-*
Bss teq :D

Anónimo dijo...

SUPER BUENOOOO!
tengo una pregunta para ti Steph.. Te molestaria q alguien pusiera alguna de tus noves en algun foro o pagina aun dandote todoss los creditos?

Anónimo dijo...

STEPH LEEI TU NOVE DE SEDUCCION Y TENTACION COMO 5 VECES ENSERIO :| .. SABES DE OTRAS NOVES , QUE SE PARESCAN A LAS TUYAS O QUE TRATEN DE UN TEMA ASI ? Y SI FUERA ASI ME DARIAS SUS BLOG PORFAVOR =) TE LO AGRADECERIAS MUCHO Y ME EQUIVOQUE CON LO DE MARCUS PORQUE EL ES UN VANTHE Y PUES QUE HARIA UN VANTHE EN UNA ACADEMIA DE PUROS LEIVES ES OVIO XD !


Ilse:)

micaღ dijo...

que carajo..
ya la secuestraron o que? todo le pasa a ania che y esa ivonne no me gusta nada quien es para meterse entre damien y ania...
aaii quiero saber que pasa yaaaa

Fernanda Jonas dijo...

oraleee que loco es ee tal Eustace pero me cae bien...
por el contrario esa Ivonne aaw las zorras como ella me caen mal, espero y no se meta con Damien...
aaaww la primera noche ahi y Ania ya quiere portarse mal hehehe...
y ahora que onda con esos chavos ehhh...
siguela tkm... me encanta...

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