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viernes, 28 de enero de 2011

Capítulo 8: Bloody Mary


Capítulo 8: Bloody Mary

Sonrojada y febril lo empujé empleando todas mis infructíferas fuerzas contra Damien, quien no pudo evitar reírse de mí cuando reparó en que apenas se movió, me puso colérica no ser más fuerte.
–Si vuelves a besarme verás cómo te pongo las manos encima –le dije desafiantemente.
Una sonrisa pícara se escapaba de sus labios, sus brazos me estrujaron, encerrándome y sin dejarme escabullirme, apretó su cuerpo contra el mío, sentí mis costillas y mis pechos comprimidos.
–¿Me pondrás las manos encima? ¿Exactamente dónde? Eso no suena tan mal –espetó juguetonamente, movía su cabeza intentado pescar mis labios nuevamente desde cualquier ángulo, respiraba muy cerca de mí.
–Ja, ja –me reí con sarcasmo–. No eres gracioso.
–Puede que no te dé gracia –fanfarroneó con un tono presumido–. Pero esto no se quedará así, te voy a reconquistar aunque sea lo último que haga. Para que sepas, también muero por ponerte las manos encima, créeme.
Él lamió mi oreja, mordisqueó el lóbulo de ésta, llevándose mi arete a la boca. Un escalofrío general se apoderó de mi cuerpo, me sacudí luchando por zafarme de sus brazos.
–Damien, no hagas esto, voy a terminar más lastimada gracias a ti. De verdad, suéltame, no quiero seguir llorando, no quisiera tener que llorar nunca más.
El abrazo de Damien se aflojó, sus rasgos se ensombrecieron.
–Pero yo no quiero hacerte daño, nada más quiero que me quieras.
Le miré a los ojos.
–Ése es el problema, que te amo, si pudiste engañarme una vez lo seguirás haciendo, conozco a los de tu especie, tengo un hermano, recuérdalo. De todas formas, Ivonne estará ahí siempre para tentarte –pude salirme de sus brazos–. Lo mejor es que terminemos con esto, y aceptémoslo, no soy de esas chicas que nacieron para ser amadas. Tal vez nací para estar sola, no intentes cambiarme.
Le di la espalda para largarme con acelerados pasos de una vez por todas.
–Pero… –comenzó a objetar Damien.
Dejó de insistir y me permitió marcharme sin seguirme, yo sentía mi pecho oprimido y apisonado, doliendo tanto que no podía respirar. De camino a mi habitación noté que los pasillos se encontraban más oscuros de lo acostumbrado, probablemente Miranda había hecho apagar las luces a su paso. Sumida en mis pensamientos apenas era consciente de alguna otra cosa en torno a mí, el silencio inaudito que había entre las paredes era demoledor y mortífero.
–Hola –me saludó una voz femenina que surgió del silencio.
Atónita, sin reconocer la voz, me volví hacia la misma. Desde una puerta de madera naranja vi asomarse a una mujer, detenida contra el umbral en postura distinguida, su largo cabello era negro y sus ojos abismalmente verdes, su piel tenía una tez muy pálida y descolorida, su lápiz labial rojo carmesí estaba casi completamente borrado y manchaba finamente su barbilla. Ella se encontraba envuelta en una sábana escarlata de satén, sus hombros desnudos se mostraban a contraluz, su melena estaba apenas cepillada, pero poseía hermosas ondas salvajes.
–¿Tú quién eres? –le pregunté brindándole una escrupulosa mirada.
–Soy Dasha –masculló ella, su voz era apacible y afectuosa, su boca curvaba una sonrisa.
Me reí histéricamente, retrocediendo varios pasos.
–¡Qué curioso! Tu nombre es igual al de esa pantera de Eustace…
–Lo sé, curioso, ¿no? –convino ella con una cariñosa sonrisa.
Entre las sombras de la alcoba, tras ella, apareció una figura masculina, el hombre le rodeó la cintura desde de su espalda y besó el largo de su cuello apasionadamente. Los dos cerraron sus ojos regodeándose de placer.
Difícilmente reconocí a Eustace, no parecía él mismo, llevaba su torso desnudo, su piel era sutilmente más pálida en la zona de su fuerte pecho y definidos abdominales. No usaba nada de vestuario dramatizado o extravagante atuendo, únicamente unos pantalones caqui, su cabello parecía rebelde y despeinado, sus mejillas encendidas, sus ojos verdeazulados irradiaban fulgores cuando finalmente me dirigió una mirada. Él nunca se había visto tan joven y encantador. El muro que lo hacía parecer un tipo de mucha experiencia había desaparecido, en esas condiciones no se veía mucho mayor que mi hermano o Damien, su expresión era radiante, regocijada, saciada; su mirada resplandecía como la de un niño ilusionado. Advertí el modo en que sus manos rodeaban a la mujer, se aferraba a ella como si su vida dependiera de eso.
–¿No fuiste a ayudarnos con los vampiros porque estabas tan ocupado echándote a una mujer?
Eustace y la mujer se sonrojaron.
–No es así –replicó él, sonaba como cualquier joven adolescente.
–Sí lo es –gruñí cruzándome de brazos.
–Mira, no tengo que darte explicaciones, yo sólo soy tu profesor y tú mi alumna.
Sonreí sardónicamente.
–Lo mismo te diré cuando me salga con la mía. Podíamos haber muerto esta noche, tuvimos mucha suerte de haber salido con vida todos, pero estupideces como esa no te interesan, ¿no es así?
Eustace se vio culpable y arrepentido de pronto, supe en ese instante que quizás mis palabras le habían herido, y a ella también.
–Ignórenla, ella no sabe lo que dice –intervino otra voz que se avecinó por el pasillo. Era Ivonne, que venía con sus brazos cruzados y me avizoraba con acritud–. Niña, esa mujer es la esposa de Eustace, o sea Dasha, la pantera. Hace miles de años fue hechizada y convertida en animal, cada cien años ella puede volver a su forma humana el tercer día de noviembre a medianoche. Y ese momento es ahora, al amanecer Dasha volverá a ser una pantera, éste es el único instante que Eustace tiene para estar con su esposa. Eres una desconsiderada, porque siempre piensas solamente en ti.
Parpadeé estupefacta, no sabía qué era lo que me causaba más conmoción. Dasha era… Dasha. ¿En qué clase de mundo vivía? ¿Desde cuándo mi vida se había transformado en una parodia de Las Crónicas de Narnia o Harry Potter? ¿Ahora una mujer hechizada que se convertía en pantera? ¿Y Eustace tenía una esposa con la cual solamente podía estar una vez cada cien años? ¡Qué suerte que era inmortal! Aunque tal vez yo era un poco insensible. Pero… ¿Qué sabía Ivonne sobre mí? Ella no me conocía, no podía saber si yo sólo pensaba en mí misma.
–No lo sabía, no soy adivina o algo por el estilo –argumenté en mi defensa.
–Chicas, no peleen, por favor –terció Dasha autoritariamente–. Puede que Ania tenga razón, había cinco vidas en peligro esta noche, nosotros hemos sido irresponsables y negligentes –la mujer le dedicó una mirada dura a Eustace–. No me lo dijiste, Eustace Populonio.
Él pareció intimidado.
–Quería estar contigo, además, confío en mis chicos, sabía que saldrían con vida –rezongó Eustace como un niño soltando una excusa.
Los dos se adentraron nuevamente en el dormitorio iniciando una discusión y la puerta se cerró en mi cara. Sentí la siniestra y resentida mirada de Ivonne en mí, al observarla sus ojos me perforaban con odio.
–¿Y a ti qué? –comenté con petulancia.
Ella sacudió la cabeza.
–No sé cómo es que a Damien puede gustarle una egoísta como tú –ella dio pasos amenazantes mientras me rodeaba–. Sabes que no piensas en él, no te importa, vas a hacerle daño porque quieres. La relación que ustedes tienen es enfermiza, y también la manera en que él habla de ti tal como si pudiera morirse si tú lo dejas. ¿Por qué no acabas con tu jueguito antes de que él cometa una locura? No puedes jugar así con los sentimientos de una persona. Damien ha tenido un pasado oscuro, la única razón por la que se aferra a ti es porque piensa que tú lo amas, y él cree que nunca nadie lo ha amado. ¡Aléjate de él por su bien! Si es que acaso te importa un poco.
Fruncí el ceño encolerizada por su discurso nauseabundo.
–¿De qué estás hablando? No sabes nada, Ivonne, pero si lo que quieres es quedarte con él, adelante, es tuyo. La única cosa que debes saber es que estás muy equivocada con todo –contesté para después retirarme y dejarla revolcándose entre su propio veneno.
Ella estaba enferma, obsesionada con Damien, la manera en que había roto su propia muñeca para llamar su atención… estaba completamente loca. Tampoco había dicho nada coherente.
Había sido Damien el que había jugado con mis sentimientos, él me había engañado a mí, él me había hecho daño a mí, no yo a él. Era él a quien yo no le importaba nada.
Ojalá no pensara en Damien, y ojalá no me importara, porque si así fuese su traición no estuviera lastimándome tanto. Era irónico que la chica con la que me había engañado estuviese haciéndome reclamos. ¡Justo reclamándome a mí!
¿Y qué significaba aquello del pasado oscuro?
Sin ánimos de ir a mi habitación a llorar, me encaminé hacia el salón de clases para estudiar las próximas lecciones que Eustace evaluaría en las posteriores pruebas, quizás si distraía mi mente dejaría de pensar en Damien por un momento.
En el camino me detuve al escuchar algunas voces en una habitación cuyas enormes puertas dobles estaban abiertas manando una débil amarillenta. Me percaté de extraños sonidos metálicos, una imprecisa discusión y gemidos.
Como mi curiosidad era descomunal asomé mi cabeza furtivamente hasta divisar a Damien y a Cole. El salón era algo parecido a un gimnasio, era enorme, había una piscina en el centro, gradas, asientos, espacios amplios para hacer deportes y estiramiento, y una pared repleta de armas de batalla, toda clase de dagas, espadas, ballestas, flagelos y otras.
Damien y mi hermano se hallaban cerca de la piscina sosteniendo una espada cada uno mientras se atacaban el uno al otro a modo de práctica, sobre sus ropas llevaban una armadura metálica que cubría su pecho. Pude ver que Cole llevaba la delantera, hizo un movimiento hacia Damien atacándole con el filo de la espada, Damien tuvo que retroceder al instante de un salto.
–Bro, te noto… distraído –le dijo mi hermano a su amigo.
Los dos sudaban y jadeaban. Advertí el modo en que las sutiles gotas de sudor corrían por la dorada y perfecta piel de Damien, no pude contener el impulso de humedecer mis labios. Sus preciosos y definidos brazos bien formados se dilataban y contraían con cada movimiento. Las venas en su cuello y bíceps sobresalían, su piel brillaba con una ligera capa de sudor, los músculos que recubrían su deseable garganta estaban tensos y rígidos. Enrojecí, sintiendo el calor subiendo a mis mejillas, a todo mi cuerpo, a mi pecho y mi vientre. El deseo me hizo palpitar y sentirme muy pequeña y caliente por todas partes.
–Lo sé –corroboró Damien respirando con dificultad y esquivando un ataque de Cole–. Hoy quiero emborracharme un poco.
Mi hermano frunció el ceño ante su comentario.
–¿Por qué?
–¿Por qué otra cosa? Por Ania, tú hermana me vuelve loco.
Me pregunté el significado exacto de la frase “me vuelve loco”.
Cole se quedó callado ante eso, concentrado en una perfecta estocada para ganarle a Damien, oí nada más el chasquido del filo de las espadas al chocarse.
Mi hermano, molesto, se inclinó y golpeó el estómago de Damien con uno de sus hombros, su amigo se dobló cayendo al suelo instantáneamente, gimió, consiguiendo estar en esa posición, tendido con la vista hacia el techo, su mano sobre su abdomen, su pecho elevándose y cayendo, al tiempo que Colin, victorioso, situaba su pie sobre la armadura de Damien y lo apuntaba con la punta de su arma en el cuello marcado con colmillos.
–Llámame cuando estés dispuesto a no dejarme ganar, en serio, ¿qué es lo que te pasa hoy? Nunca has peleado tan mal –refunfuñó Colin con arrogancia, enfadado por la incompetencia de su contrincante. Él se sacó su armadura y cogió una de las cervezas que reposaban en el suelo, bebió un trago y abandonó a su amigo allí tumbado.
Salió de la habitación y se paró al encontrarme en la puerta vigilando, no hizo más que mirarme y despeinar mi cabello odiosa y cariñosamente para en seguida alejarse en silencio.
En el gimnasio Damien se levantó, su rostro estaba ruborizado, muy hermoso, dolía admirar tanta belleza en un solo hombre. Él se deshizo de la armadura arrojándola al tablado, se sentó recostado en la madera del piso y bebió varios tragos de su cerveza. Su mirada parecía distante cuando lanzó un suspiro melancólico.
Siempre había querido esto, vigilarlo en sus momentos de soledad, cuando estaba distante y pensativo, oyendo sus propios pensamientos. ¿Hablaría Damien consigo mismo también? ¿En quién estaría pensando?
Al terminar su bebida cogió su mochila que colgaba en la pared y empezó a… quitarse la ropa.
Mordí mi labio, imaginando que era la suave piel de Damien la que mordía cuando él cogió los bordes de su ajustada camisa gris de mangas cortas y se la quitó pasándola por encima de su cabeza. Debajo de ésta, una camiseta blanca y sin mangas ceñía su musculatura, contemplé enfebrecida cada ardiente músculo que se exhibía bajo la delgada tela de algodón casi transparente, sus brazos sólidos estaban íntegramente descubiertos, sus hombros musculosos se exponían iluminados con la leve luz del lugar.
Soltó una débil respiración alzando su mirada hacia el bombillo del techo al tiempo que limpiaba con el dorso de su brazo algunas gotas de sudor que se escurrían por sus cejas. La cacofonía de su respiración escasa me hacía recordar nuestras pocas noches que pasamos juntos, las imágenes de Damien lanzándome en la cama, colocándose entre mis piernas y empujando mi cuerpo con su peso regresaron a mí, abrumándome.
Damien secó su cara con la camisa que se había quitado, su cabello precioso se despeinó aún más, viéndose rebelde y dejando mechones levemente húmedos sobre su bella cara. Humedeció sus labios con rapidez, pasando su lengua sobre éstos, que se veían exquisitos y endemoniadamente apetitosos.
¡Oh Dios mío! Esto se ponía mejor, y más caliente.
Él abordó a subir su camiseta blanca, me deleité ante la apariencia de esos esculpidos abdominales, de su musculosa cintura y de su escultural torso, poco a poco mi corazón se fue avivando rebotando con exorbitante prisa en mi pecho al tiempo que su piel se desnudaba lentamente. Una punzada comprimió mi vientre.
¡Por el amor de Dios! Era casi frenética la manera en que lo deseaba.
Lo vi alzando sus fuertes brazos para sacar la prenda, sus bíceps y tríceps se tensaban de una manera que hacía que mi garganta se secara, colgó la prenda en una percha en la pared.
Llevé mi puño hacia mi boca dándole mordidas breves a mis nudillos, no podía soportar más la imagen de ese esbelto torso con suave piel bronceada, carente de vello y lisa; con hombros y ancha espalda y cada músculo bien definido. Aquella piel tan dorada como el sol poseía un reluciente brillo, que bien podía ser el sudor que lo cubría resplandeciendo con la luz.
Necesité con urgencia que me bañaran con un balde de agua fría, de repente hacía mucho calor en toda la sala.
De una patada él se sacó los zapatos y se inclinó para deshacerse de sus calcetines, los músculos en sus hombros se flexionaron de tal manera que deseaba morderlos como siempre hacía.
Completamente ida, oí el sonido ahogado del cierre de sus pantalones siendo deslizado hacia abajo, mi corazón latió tan fuerte que podía jurar que cualquiera podía oírlo palpitar a kilómetros de distancia. Miré hipnotizada el modo en que sus holgados vaqueros se deslizaban por sus piernas. Como si nunca hubiese visto esas piernas desnudas, era inexplicable el modo en que su cuerpo cada vez estaba mejor. Dejó rodar la tela del pantalón por su pierna izquierda, luego la derecha, y el vaquero cayó al suelo rodeando sus tobillos.
Llevaba bóxers ajustados pero no demasiado cortos, que se adherían a sus piernas y se sostenían de la parte más baja de sus caderas.
Alguien atrápeme, me voy a desmayar, pensé ruborizada y acalorada.
Me imaginé muchas cosas sucias, primeramente necesitaba tocarlo, quería sentir todo ese duro cuerpo bajo mis dedos, en contacto con mi piel, deseé que él me arrancara la ropa de un tirón como en mis fantasías más salvajes, imaginé que yo rodeaba ese cuerpo con mis piernas, la sensación de sus grandes y masculinas manos apretando mis pechos.
Estaba volviéndome loca este asunto. ¿Por qué era que lo deseaba tanto? ¿Por qué diablos tenía que ser tan sexy? Debería existir una regla que dictase que luego de terminar con un chico éstos se convirtieran en feos ogros para que una dejase de necesitarlos.
Sin embargo no sólo mis hormonas alocadas y mi cuerpo gritaban por él, también mi corazón, que se sentía aplastado y angustiado, necesitando de un suave te amo en el oído y de un confortante abrazo antes de dormir.
Damien no terminó de desvestirse, se movió para tomar una toalla blanca que colocó sobre sus hombros antes de irse a la sala de vestuarios con duchas. En el momento en que fue por su última prenda, los bóxers negros, me dio la espalda, logrando que me embelesara con una suculenta visión de su perfilada espalda fornida y su trasero apretado contra los bóxers.
¡Y vaya trasero!
Comenzó a bajar esta última prenda, mostrando cada vez más el largo de su espalda y descubriendo el inicio de su espalda baja para mi complacencia. Me sentía borracha de su cuerpo, adicta a éste.
–También puedes tocar lo que tengo si quieres –prorrumpió su voz coqueta que hizo eco entre las amplias paredes del gimnasio.
Oops.
Sentí mi rostro arder mientras enrojecía, Damien se giró y capturó directamente mis ojos con los suyos, los cuales lanzaban chispas azules de satisfacción. Con esa mirada me di cuenta de su juego, él siempre había estado al tanto de mi presencia, y todo esto había sido para tentarme.
Absolutamente avergonzada, di varios pasos hacia atrás, hacia los pasillos vacíos.
–Ven aquí, niña ruborizada –Damien se aproximó y me atrapó del brazo, sus dedos rodeando mi brazo enviaron descargas a mi cuerpo, me apretó contra su cuerpo desnudo e incandescente. Ágilmente alcanzó a cerrar las puertas detrás de mí, tomó mi mano entre la suya y la sitió sobre su pecho–. Me gusta sentir tus delicadas manos pequeñas sobre mi cuerpo, tú lo sabes.
–Damien… –empecé a refutar, en actitud renuente y refrenando los psicóticos deseos que tenía de acostarme con él ahí mismo en el piso.
–¿Por qué sigues negándote a esto? Sé que también te mueres por arrancarte la ropa, linda. Y seamos claros, acabo de hacer un striptease para ti –dijo él en mi oído, con un tono jovial e “inocente”–. Si decidieras quitarte la ropa también, no me molestaría en absoluto. Digo, para que estemos iguales, ¿no?
–¡Damien, compórtate, sácame tus manos de encima!
Forcejeé, aunque verdaderamente no quería que su cuerpo se apartara del mío jamás, me sentía tan mareada, mi cuerpo palpitaba, mi vientre se agitaba como nunca, había partes de mí que estaban experimentando el más desquiciado deseo.
Sus manos me sujetaron de la parte de atrás de mi cuello, su boca se acercó a la mía hasta casi rozarla, sentí su aliento abrasador en mis labios. Tuve que apretar mis dientes para lograr contener un gemido.
–Pero, Ania, te necesito, necesito sentir tu aliento en mi cuerpo, y tus piernas rodeándome, y tu cuerpo bajo el mío, y necesito tocarte, y ver tu rostro colmado de placer cuando dices mi nombre. Te necesito cerca diciéndome que me amas.
Me puse muy seria, traté de apagar las llamas que me chamuscaban, no podía dejarme vencer ante esto, no podía caer ante los encantadores ojos cándidos y angelicales de ese chico con sus súplicas que hacían que mi corazón se zarandeara.
–¡Es suficiente! ¿Cuándo entenderás que esto se acabó? Ya no existe tú y yo ni nosotros, deja de insistir de una vez por todas –vociferé alterada, tomando sus brazos y apartándolos de mi cuerpo.
Después de soltarme Damien envolvió sus caderas bajo la toalla blanca, cogió su mochila y se dirigió hacia el vestuario.
–¡Como quieras! Pero te recuerdo que eras tú quien estaba allí espiándome mientras me desvestía –dijo contrariado y presumido.
Encogiéndome de hombros salí del gimnasio, alejándome de su poderosa presencia para que mis rodillas dejaran de temblar.

Esa noche casi no pude dormir, por un lado estaban esos sueños acosadores en los que veía a Damien poseyendo mi cuerpo tantas veces como se era posible y haciéndome enteramente feliz. Debía sacarme a Damien Bathory de la cabeza, tenía que hacerlo, aunque me costara, debía encontrar otro novio, debía hacer algo para quitarlo de mis pensamientos, quizás empezar a salir con su primo, Adrien, o conocer gente nueva. Por ejemplo, ese chico, Dimitri, el mellizo rubio, él era bastante apuesto. ¿Había alguien más en la lista de los rubios?
En fin, también estaba el hecho de que la sensación de que algo me vigilaba durante las noches no había desaparecido acá en la academia, mucho menos después del encuentro con la fantasma del salón de clases y de la horripilante escena que se repetía en mi cabeza de aquella mujer del tren. Tuve varias pesadillas acerca de eso, y otras mil pesadillas que no me dejaban en paz acerca de mi madre.

***

Cole y Eustace se hallaban cavando profundamente en el patio de las lápidas, removiendo la tierra justo bajo la tumba de Charlotte E. Hammond. Me sobresalté por el hecho de que estuviesen desenterrando a mamá.
–¿Qué están haciendo? –les pregunté trastornada y ciertamente alarmada por alguna razón.
–¿No lo ves? Desenterramos a mamá. ¿No es eso lo que querías? Estar con ella –me contestó Colin de manera sombría.
–¿Están locos? ¿Qué haremos con la tumba de mi madre?
–Le haremos un segundo funeral, ponte una bonita ropa, niña –reveló Eustace de la misma manera hosca.
¿Un segundo funeral?
El segundo funeral de mamá no se practicó en una iglesia, éste era en un viejo templo tenebroso, donde las figuras y estatuas de criaturas aladas y dioses y demonios abundaban alrededor de nosotros. Había tanta gente desconocida sollozando por todas partes en las alargadas sillas de caoba, todos vestidos de negro, llorando desconsoladamente, personas que nunca conocí en mi vida. No estaba ninguno de los amigos de mi madre que yo había conocido, ni una cara familiar, ni siquiera papá estaba aquí. Damien, Miranda y Cole se encontraban más cerca del féretro, vistiendo de manera casual. Desorientada, reparé en mi ropa, un corto vestido negro combinado con mis botas de motorista y una chaqueta de cuero.
La gran multitud sobresalía del templo y se aglomeraban alrededor de su ataúd de madera, yo había llegado tarde, de modo que ni siquiera había visto a mamá, tampoco me había aproximado a la tumba ni mucho menos.
Todo esto era muy familiar, se parecía mucho al primer funeral de mi madre, con toda esa gente hipócrita y personas que se habían colado a la iglesia para mirar, salvo que antes papá sí había estado, bastante austero junto al ataúd de mi madre. Yo me preguntaba cómo era que mantenía el control, porque aquel día a mí me dolía el corazón como nunca antes, era más joven, nunca había presenciado la muerte de alguien y era trágico que la primera muerte de la que fuese testigo fuera la de mi propia madre. Mis ojos habían estado muy hinchados por llorar toda la noche, y aún lo hacía, no podía contener mi ira de que no me dejasen llegar hasta mamá, de que mi padre me hubiese ocultado la verdad de su muerte, de que toda esa gente falsa estuviese fingiendo que la quería, pero sobre todo de que ella ya no estaría más conmigo, todavía me parecía inadmisible que se hubiese esfumado para siempre.
Aquí, de vuelta al presente, estaban mis amigos para consolarme al pasar por segunda vez por esa terrible situación. Esta vez no estaba llorando, quizás había cumplido mi juramento de hacerme más fuerte, o quizás ya estaba empezando a olvidar a mi madre.
Me adentré entre la concurrencia de personas desconocidas por segunda vez, era mucho más fácil siendo más alta y más ruda. Empujé a muchos, lanzándoles miradas fulminantes si empezaban a quejarse. Al igual que la primera vez, deseaba gritarles a todos que eran unos malditos y que era mi madre la que estaba allí.
Llegué hasta donde se hallaba mi hermano con Eustace y los chicos, me encontraba dudosa y acongojada.
–Anda, ve a verla –me alentó mi hermano.
Tragué saliva, dando pasos hacia la alargada caja de madera que descansaba en los pilares. Un hombre adulto sollozaba sin parar junto a ésta, me pregunté quién demonios era.
Todos me observaban como una forastera cuando me aproximé y me ubiqué en una esquina vacía del ataúd que pude conseguir.
Mi rostro se cubrió en horror.
Había esperado encontrarme a mi madre tal como era antes, hermosa. ¡Como fui de ilusa! Los años habían pasado, mi madre no era… no era como antes.
Había un mugriento esqueleto dentro del ataúd abierto de mi madre, a pesar de los años que habían pasado la calavera aún tenía cabello y ella llevaba un vestido negro vaporoso. Era todo demasiado tétrico, horrible, como si alguien hubiera planeado todo esto para hacerme daño, como una broma bizarra de Halloween.
Espantada, quise alejarme, mis ojos comenzaban a llenarse de lágrimas.
–¿Qué maldito hizo esto? –grité desolada.
Antes de que pudiera continuar dando pasos hacia atrás sentí un forzado agarre punzante en mi cuello. Traté de gritar, pero los dedos huesudos apretaron mi garganta. Era el esqueleto de mamá, ¡y estaba estrangulándome!
Forcejeé, aterrorizada.
La cabeza del cadáver se volvió hacia mí, avisté fijamente las cavidades que sustituían sus ojos.
–Tú ni siquiera eres mi hija –me dijo ella.

***

Jadeando, me desperté. Sentí como si retornara a mi cuerpo en sí, mi corazón pulsó con demasiada diligencia en mi pecho.
Fue un sueño, solamente un sueño. Me dije en voz baja mientras intentaba atenuar mi respiración.
Nada de eso había ocurrido, la noche había acabado cuando había salido furiosa del gimnasio para luego acostarme a dormir después de una ducha caliente, ¿no?
Al examinar la habitación me di cuenta de que Miranda tampoco había dormido esta noche aquí, en la alfombra junto al sofá-cama rosa pude distinguir una gran bolsa negra llena de algo. No me detuve a pensar en las cosas que me sucedían por curiosa, salí de mis sábanas para inspeccionar aquello. Al abrir la bolsa de plástico un hedor putrefacto se desprendió, ocasionándome nauseas radicales.
Di un salto cuando un brazo de huesos ennegrecidos se asomó de la bolsa efectuando un débil movimiento y tratando de sujetarme, sin dilación, la escuálida mano descompuesta quedó floja colgando fuera de la bolsa, pude entrever una cabeza muerta con cabellos negros en el interior de la misma.
¡Mierda! Eso era un esqueleto humano, pero no cualquiera, traía el mismo vestido que los huesos de mi madre en mi sueño. ¡Y se había movido!
Me metí en mi cama, escondiendo mi cabeza bajo las sábanas. Tal vez si cerraba muy fuerte mis ojos y volvía abrirlos me daría cuenta de que era otra pesadilla y nada más.
Maldición, ahora estoy viendo cosas, pensé con sorna y miedo.
Oí como la puerta del cuarto se abría, no sabía si debía ver quién era o quedarme acurrucada en mi cama con los ojos cerrados. Esperándome lo peor, me deshice del edredón fucsia y abrí un ojo un poco, espantada de lo que pudiera venir hacia mí.
No era más que Miranda, que caminaba a hurtadillas sosteniendo su chaqueta en una mano y sus sandalias –que ocasionalmente utilizaba– en la otra. Ella me vio despierta y se ruborizó como si la hubiera sorprendido infraganti con las manos en la masa.
–¿Qué hace esa bolsa aquí? –fue lo primero que se me ocurrió preguntar al notar que la bolsa negra continuaba allí sobre el piso.
El rostro de Miranda retornó a su color normal y frunció el ceño hacia la bolsa.
–Es ropa vieja que voy a donar a organizaciones de niños pobres y personas necesitadas. ¿Por qué? –reveló Miranda.
Armándome de valor, volví a ponerme en pie y fui a registrar la bolsa.
Ok, era cierto, era solamente ropa de Miranda.
Solté una exhalación con frustración.
–Estoy volviéndome loca de remate –agregué desorientada y maldiciendo por lo bajo.
Miranda suspiró.
–Ania. ¿Qué tienes? Las últimas semanas estabas radiante con un aura extraordinariamente rosa y deslumbrante que nunca creí que podría ver en ti. Y desde ayer en la mañana tu aura se oscureció hasta casi el color negro.
Me encogí de hombros.
–Supongo que tuve un pésimo día. Y justo cuando quiero que se termine, las pesadillas no me dejan dormir.

Al amanecer tuve una clase especial sobre… vampiros. Dimitri y Charity también estaban ahí, riéndose de cada cosa disparatada que decía y hacía Eustace, el hombre tenía una mirada que hablaba muy mal de su buena condición mental. Pero ahora me parecía que todo era un montaje, tal vez fingía todo eso de parecer loco, después de haberlo visto con su esposa la noche anterior él no me parecía mayor o superior a Cole o a Damien. Seguramente hoy estaba muy deprimido porque su mujer volvía a ser una fiera. Aunque para la mayoría de los hombres sus esposas son unas fieras, para Eustace lo era en el sentido más literal de la palabra, aun así, al menos podía tener de su compañía como una mascota, eso era mejor que nada, ¿verdad?

–Básicamente… –Eustace se reclinó de mi escritorio con una mirada teatral hambrienta y desplegando sus dientes como si tuviera largos colmillos. La verdad sus caninos eran punzantes y filosos, aunque no tan grandes como los de un vampiro–, existen muchos tipos de vampiros, se clasifican según su poder, mientras más mayores son más poderosos, y no estoy hablando de su edad física, sino de su edad de vida, el tiempo que han vivido en esta tierra. Sus orígenes son variados, ellos son parte demonio, se dice que su principal creadora fue Lilith, la reina de los Succubus y perversa ninfómana, según los hebreos –Eustace se movió hacia su escritorio y hojeó un texto antiguo de más de cinco mil páginas–. Si ves a un vampiro niño puede que haya dos posibilidades: o se trata de un vampiro que fue trasformado muy joven, o de un vampiro mayor –el hombre cogió el pupitre de Charity y lo arrastró con todo y chica lejos de su hermano para que dejasen de hablar y reírse–. La primera posibilidad es muy poco probable, debido a que los niños la mayoría de las veces no sobreviven a una trasformación vampírica. Por otra parte, los vampiros mayores son un grupo de familias de la realeza vampírica a los cuales el dios Zephyr les otorgó poderes y habilidades especiales, es por eso que a los vampiros de mayor rango se les llama Zephyrs. Ellos son diferentes a los comunes vampiros civiles y jóvenes, sólo los Zephyrs pueden tener hijos, estos crecen alimentándose de sangre hasta la edad de dieciocho años, que es cuando sus poderes se desarrollan plenamente y su crecimiento se estanca, tal como les sucede a los Leives en su vigesimoprimer cumpleaños.
Charity protestó en voz baja, haciéndole reclamos a Dimitri sobre Eustace.
–Lo que quiero decir es que el noventa por ciento de los vampiros niños son Zephyrs, pero no son muy poderosos porque sus aptitudes no están completamente desarrolladas –continuó la clase de forma retórica–. A los humanos normales les toma al menos varias mordidas para transformarse. En cambio, los Leives como ustedes no tienen que preocuparse por la infección de la mordida, puesto que nuestra sangre la repele. Aún así es muy peligroso, los vampiros más viejos pueden ser bestias sedientas e incontrolables si se lo proponen, podrían dejarlos sin una gota de sangre. Deben recordar que hay muchos chismes e inventos, como que el sol les daña, es falso, aunque he escuchado que les molesta mucho. ¿Pero a quién no? Así como también conozco vampiros amantes de la salsa de ajo –empecé a sentirme somnolienta mientras lo escuchaba hablar, no es que él fuese aburrido, pero no había dormido mucho que se diga–. De todos modos, no olviden que los de mayor rango están más vampirizados, y los de menor rango son más humanos, a estos últimos puede latirle el corazón, en ocasiones sienten hambre de comida humana, incluso tienen alma, los Zephyrs no –afianzándose como un modelo de Calvin Klein a la pizarra verde, Eustace hojeó otro texto–. Volviendo a las leyendas…
–Eustace, me sé de memoria la clase de leyendas, por lo tanto me retiro –interrumpió Dimitri con un tono de voz excesivamente altivo–. Así que si me disculpas, tengo mejores cosas que hacer que estar pasando el rato contigo.
El muchacho alto y fuerte se levantó y tomó a su hermana del brazo para salir de la habitación mientras Eustace suspiraba.
–Bueno, continuaré contigo –me lanzó una miradilla por el rabillo del ojo–. Nunca duermas frente a un espejo, tu alma viajaría al otro lado y tu cuerpo quedaría vacío. Prosiguiendo con leyendas de espejos, estos se usan para invocaciones también, son muy enigmáticos. ¿Recuerdas la leyenda de Bloody Mary en el espejo? Esa que dice que si dices su nombre tres veces frente a un espejo ella aparecerá y te sacará los ojos. Bien, el asunto es que con los dioses también funciona de la misma manera, sin embargo, la mayoría de ellos te ignoran cuando los invocas, nada les parece importante. Por ejemplo, si llegas tarde a una clase y quisieras invocar a Satres, el dios del tiempo –escribió su nombre con tiza en la pizarra–, podrías llamarlo tres veces por su nombre sosteniendo la mirada en un espejo, si él quisiera te ayudaría, si no, estás jodida, niña. Se dice también, que si logras invocar a Tvath, la diosa de la resurrección y el amor por los muertos –también anotó su nombre–, ella te concederá traer un muerto a la vida, sólo uno.
Por unos instantes me quedé dormida.
–Los Leives son relacionados comúnmente con ángeles y los Vanthes con arpías, pero esto no se aleja demasiado de la realidad, porque, según las bases de nuestra mitología… –se oía la voz de Eustace a lo lejos.
Súbitamente algo golpeó la mesa de madera de mi escritorio haciendo que me despierte confusa. Se trababa de Eustace entregándome una prueba multigrafiada, la cual debía responder en cinco minutos.
Apenas recordaba la clase de la mañana, de modo que respondí al azar en dos minutos. Al entregar mi examen Eustace hizo muecas negando con la cabeza, con sus ojos en mis atroces respuestas.
–Ania, ¿qué te pasa? –me preguntó en tono mucho más joven, natural y menos idiosincrásico–. Sé que eres muy inteligente, puedes dar más que esto –él convirtió la prueba en una bola de papel y la arrojó a la basura–. Mira, el caos se desatará pronto y necesito de tus conocimientos sobre todo esto, de verdad es importante que estés preparada. ¿O es que quieres hacer lo mismo que Damien?
Me sentí avergonzada, no me gustaba la sensación de que se decepcionaran de mí.
–¿Y qué hizo Damien?
–Él nunca se graduó, reprobó todo intencionalmente para quedarse a vivir a aquí. Ahora ya no importa, él nunca se irá, lo convertí en mi protegido.
Suspiré.
–Lo siento… –me disculpé–. No pude dormir bien, se trata de mi madre, hay que algo está atormentándome sobre su muerte, el pasado regresa constantemente sin que yo quiera hacerlo volver.
No supe por qué le dije tal cosa a él, tal vez necesitaba de alguien mayor y sabio que pudiese aconsejarme.
Me echó un vistazo con recelo.
–El misterio de la muerte de tu madre… eso es algo que con el tiempo resolverás tú misma.
–¿Acaso tú sabes algo?
–Sal de aquí, vuelve con tus amigos –esquivando mi pregunta el hombre huyó traspasando una pared nuevamente, como si fuese una copia de Beetlejuice, el fantasma.
Con todas las ganas de asustarme y hacer una travesura, como en los viejos tiempos, saqué la sábana que recubría el espejo del salón. Ahora cuando ni siquiera necesitaba los recuerdos de la larga clase de Eustace estos volvían a mi cabeza riéndose en mi cara.
Me paré frente al espejo con mi corazón resonando muy alto en mi interior, igual que un breve tamborileo incesante, las palabras se negaban a salir de mi boca, hasta que lo logré.
–Bloody Mary, Bloody Mary, Bloody Mary –dije repetidamente, dirigiéndole una sonrisa a mi reflejo.
El silencio se extendió hasta consumirme, podía oír el más leve canto de los grillos y búhos de afuera, y la brisa colisionando contra las puertecillas avejentadas de las ventanas. Mi piel se erizó.
–¡Patrañas! –resoplé luego de treinta segundos en los que aguardé impaciente–. Lo sabía, nada pasó. O Eustace siempre me miente, o está rematadamente loco.
La tétrica canción de Panic! At the Disco tintineó en mis pantalones, por un momento me sobresalté y mi pecho vibró lleno de… bueno, pánico. Aliviada, me di cuenta de que era mi teléfono móvil. En la pantalla del Blackberry se mostró el aviso de “número oculto”, lo cual me hizo dudar, extrañada.
Contesté, y me quedé helada en el acto, cuando lo único que logré oír fue una tétrica respiración del otro lado.

23 comentarios:

Nicolita Jonatika Cullen dijo...

Wiiiiii priimeraaa..!! wao steph me encantO cada vez esta mas buena no puedo creer qke ya vallamos x el ocho es qke todo pasa tan rapiido amm bueno siiguela qke esta muii buuenaa..!

Anónimo dijo...

Wiiiiii....! esta incrieble steph continuualaa me encantaa y ya vamos por el cap.8 simplemente maravilloso..
att>Perla Cuevas

Anónimo dijo...

ME ENNCANNTAA!! Estuvo geniaal! Te admiroo! :D

Att. Marie Ann

PD: comente en Anónimo porque me dio fastidio abrir mi cuenta xD

PPD: Oye quisiera leer "Tú, Yo y Él" sera q tienes un Link o algo donde la pudiera leer? :D

Eres increible no lo olvides.

PPPD: Algo q me gustaria saber de ti es: de donde es tu Papá (se q te cae mal pero tu apellido no es comun en el pais) Me gustaria saber solo eso :)

Bsos =3

Anónimo dijo...

Hola, soy Vicky...otra vez jajaja

Estaba viendo combates de Tae-kwon-do porque me gusta mucho & una de las aque estaban en la tele (combatiendo) jaja Se apellida BATHORY es de Puebla, Mexico & me llamo la atencion preguntarte

'De donde sacas los nombres de los personajes?'

Anónimo dijo...

ALEJANDRA TREJO:
POR DIOS QUE TERROR BLODY MARY ESA LEYENDA ES ESCALOFRIANTE ESTE CAPITULO ESTUBO DE MIEDO Y HOT CON EL striptease DE DAMIEN YO TAMBIEN QUIERO UNO JAJAJAJAJAJAJAJAJA ADORO COMO ESCRIBES Y SACAS DE LA NADAA UN MUNDO INCREIBLE QUE EMOCION YA QUIERO SABER QUE VA A PASAR DIOS PORQUE HIZO ESO ANIA INVOCAR A BLODY MARY SIGUELA PRONTO STEPH SI NO ME MUERO DE IMPACIENCIA SOY ADICTA A TUS HISTORIAS PFFF!! QUIEN NO SI ERES UNA SUPER ESCRITORA Y ESPERO SIGAS MEJOR DE SALUD CUIDATE MUCHO BYE XOXO TKMMM

ashanti dijo...

uyy a ania se la va a chupar la bruja mary jajaja ,ey q sexy damien como no hay hombres asi jijiji yo creo q la madre de ania esta viva sii vddd yo tengo razon
genialisimo el capp
a y gracias por la recomendacion del libro ^^

Paula dijo...

Tu fondo del blog me recuerda a Tim Burton xD

AMO TU NOVELAAAA! Siguela, por favor *-*. Cuando leí eso de no dormir frente a los espejos recordé que a mi tambien me decían eso, pero me dijeron qe durante la noche mi alma se saldría de mi cuerpo y al ver su reflejo se alteraría xD

SUBE MÁS CAPITULOOOOOOOOOS(:! *o*

Anónimo dijo...

MUUY BUEN CAP STEPH , HAY ESA ANIA TAN CURIOSA SIEMPRE MM ! Y MAS CUANDO VIO A DAMIEN , FUE CASI LO QUE PASO EN SLEEPOVE , SOLO QUE ALEXA VEGA Y SEAN NO HABLARON JIJI , ME ENCANTO ENSERIO EL CAP MUY INTERESANTE LO DE LA MAMA DE ANIA , CADA VEZ MAS INTERESANTE Y CURIOSO EEH ! la del celular sera Bloody Mary ? MMM ! alomejor si :/, es como una historia de terror mas o menos famosa en mi , de que si dices veronica 9 veces en el espejo se te aparece una adolescente y te mata JAJAJA ! o que si dices el abecedario alreves , enfrente de un espejo con la luz apagada y una vela , aparece el diablo JAJAJAJAJAJA ! okey ya jaja :S ME QUEDE EN SHOCK CON LO DE DAMIEN , EN LA REGADERA O NO SE QUE ERA :| WOOOOW ENSERIO JAJA ANIA ME DIO MUCHA RISA TODA CALIENTE Y AVERGONZADA , NERVIOOSA :) , ME ENCANTO LA IMAGEN Y CANCION QUE PUSISTES , BRITNEY SPEARS ES GENIAL , CANTA MUUY BIIEN :D ! SIIGUELA STEPH Y YA QUIERO QUE ANIA Y DAMIEN SE RECONCILIEN :/ .. PERO YA :s ... TU NOMBRE ES COOL ! ENSERIO ES BONITO Y CON LO DEL MSN YA TE HABIA AGREGADO ANTES PERO NO ME HABIAS ACEPTADO Y CUANDO TE QUIERO VOLVER A AGREGAR NO PUEDO DICE , QUE YA TE TENGO :s MM QUE RARO Y OTRA PREGUNTITA COMO ES UN DIA DE STEPH UN DIA NORMAL JAJA , Y CUANTO TE TARDAS ESCRIBIENDO UN CAP Y SUBIRLO YYYYYY COOMO YA NO PODRAS SUBIR EN FEBRERO PODRIAS SUBIR 2 CAP , PARA QUE SE ACABE MAS RAPIDO JAJAJA ! :D

CUIDATE STPH GERALIT OWEN (RARO PERO BONITO)


Ilse:)

nce dijo...

Impresionantemente bueno y espeluznante!! Me a gustado muchoo, aunque quisiera que Ania y Damien volvieran a estar juuntoos!!
Siguela pronto pliis :D
Bss teq (:

Anónimo dijo...

wuuua steph muy interesantte el cap de hoii me ha facinaddo dmasiaddu n.n

lo Qe mas me encantto fue el striptess de Damien fue de lo mejiore la vdd, no imaGine Qe lo estuviera asiienddu intensionaddamentte para ania jojojo...

esperiop y vuelvan a estar juntosss nya ;3

una preGunta steph acerca de las leyendas del cap alGuna es cierta o tu las ideaste poer Qe la vdd yo nunca las habia escuchaddu :[

lamenttu no comentar el cap passado,esperu y este mejore de salud cuidatte

buneiop me voy estuvo super el cap esperuu y subas prontuo me boii bessitus y bassus atto:
Denissa Levou

micaღ dijo...

bloody mary esa leyenda me da miedo:s me encanto la ultima parte de la clase pero lo mejor del cap fue el striptease de damian haaai dios me derreti!! y la pesadilla de ania sobre el velatorio fue muy aterrdor...
hai steph amo esta novela te juro que es genial y una pergunta cuantos capitulos va a tene aprox??
porque ojala fuesen 1000 asi tenemos para rato..
seguila que me encanta besos!:)

micaღ dijo...

por sierto esa foto de damien esss..... dios genial

Lau Zenteno dijo...

wow wow wow quien sera del otro lado tengo una leve alterasion de mis sentidosme estava imaginand cada uno de los momentos de este cap sind uda mandaste a volar mi imaginacion te felicit casi nadie lo logra
en fin te pido mil disculpas por no comentar el cap pasado tuve varios problemas y solo tuve tiempo de leer pero no de comentar
te quiero felicitar me encanto pero cuentame

a ti te gustaria vivir una experiencia como la que vive a ania??? bueno se que es absurdo seguramente lo vives cada vez que lo sueñas y es genial pero que opinas de esa pregunta????


sigue asi

tkm



bye


=)

Anónimo dijo...

Stephh me encanta cada dia mas esta historia, me soprendio lo de la leyenda de Bloody Mary, realmente no la conocia, creo que ania va a durar poco tiempo enojada con damien, no entiendo como se pudo resistir, ahh y la foto del capitulo me encanta, le tengo envidia al vino jajaja.
Bianca

viko310 dijo...

POR DIOS TU NOVELA ME DEJA HELADA!!
ASU ANIA... QUE TORPE COMO PUDO DESIR ESO HASTA SENTI VERGUENZA AJENA XD PERO QUE SE VA HACER ESTA ENAMORADA.
...
SI LO ULTIMO ME PASARE TEN POR SEGURO QUE ME MORIRIA AHI MISMO Y BUENO NO HARIA ESO DEL ESPEJO, LLAMAR A ESE NOMBRE, NUNCA LO HARIA...
:S
PD: LO SIENTO MUCHO POR NO COMENTAR PERO ES QUE ME DEJEN UN TIEMMPO LIMITADO Y NO ME ALCANZA PARA COMENTA SOLO ENTRO PARA LEER LA NOVELA, SONO RARO XD
Bueno adios!
Cuidate
atte viko!

Anónimo dijo...

Me encanta el capitulo !! =)
Damien sabia que estba alli pero como ? jajaja lo mejor de todo es que me hizo un Striptase pero cuando dijo "También puedes tocar lo que tengo si quiere" me quede de piedraa!!
Dasha es la mujer de Eustace? No me lo puedo creer aunque me dio una muy buena impresion!
Me dejastes ... con el sueño que tuve del funeral de mama !
Tú ni siquiera eres mi hija –me dijo ella.
Como que no soy su hija?
acaso ella no es mi verdadera madre ?
Siguela Steph quiero saber quien esta al otro lado de la linea del telefono!!

Attentamente:jonatica_joe&nick

MaYa dijo...

OMG!! como vas a tentarme de solo imaginar a damien haciendo un striptease privado? DIos!!! por poco me doy por muerta! XD esta genial el cap!! síguela :D
gracias por recomendar mi nove!! y enserio me alegra mucho que la vallas a leer :) <3 AWWWWWWWWW XD
perdón por no comentar antes pero no pude!!
gracias igual!
CAP 9!!! waaa no quiero vivir mas en al tentación de ver a damien sin poder imaginarme besarlo (:
Bye!
cuidate peace!

Anónimo dijo...

Muy bueno el cap. Un Dios que trae a los muertos: seguramente Ania lo va a pedir para traer a su madre o lo que me parece mas posibloe para traer de vuelta a Damien, tal vez sea al fina, el va a morir en una batalla y Ania convocando al Dios va a pedir para que vuelva a la vida.
Quiero saber que pasa con Charlotte sinceramente en este momento me intriga mas saber sobre eso, que saber que va a pasar entre Ania y Damien.
Besos

MH

fioreline dijo...

woooow, woooow, woooooooow, omj, damien es todo un pillo, que tal capitulo, me mató, en serio, y me reí a carcajadas cuando le dijo a ania q podía tocar, jajajaja mi mamá pensó que estaba loca, pero genial....

tenia una pregunta, eso de repetir los nombres y esas cosas, es verdad?? es decir, es algun mito real o algo asi??? yo no e escuchado ninguno de esos, lo unico q si escuche es la de mery shoo, o algo asi, jajajaja x la peli de las marionetas, y la otra del hada de los dientes XD x otra peli de terror, de ai no se más.

bueno cdt mucho, ah y tu nombre es realmente hermoso, de verdad parece de una escritora, y oh sorpresa... es lo que eres :D. espero el capi 9 :D, y si e estado leyendo, solo que solo alknzaba a leer xq e stado disfrutando mis vacaciones en la calle, jajajaja, pero no me perdía ningun capitulo :D.

te leo prontooo, byeeees

AndyKrats dijo...

OMG! Bloody Mary al telefono?? xD
Pobre Ania Me deprimí bastante con este capitulo. Mas que nada por el sueño horrible u.u! Justo hoy soñé uno muy similar :S!
Sigo pensando que Ivonne es un zorra, lo único que quiere hacer es acostarse con Damian. Como si fuera a impórtale en verdad lo que el sintiera! Ash!
Me encantaría que allá un tercero. Me gustan los tríos intensos! Pero que sea un jodidamente sexy como lo es Damián , así sentiría que tiene una fuerte competencia! Tengo que admitir, que las descripción que hiciste cuando estaba en el gimnasio me puso caliente.! Y mas con la foto que pusiste, OMG Ardo en llamas (como era que se llamaba ese actor?).. Pensé que se venia lo hot en ese momento :D Pero no  JAJAJA… Como quiere provocar ese chico eh.
Hoy hiciste que mi intriga creciera mas de lo que estaba … siempre quise saber que es lo que sucedió exactamente con su madre! Me encantaría que invocara a Tvath!
Buena data dio Eustace Ahí!
Bueno no tengo mucho que decir, me cabeza no funciona son las 7 de la mañana todavía no dormí :/ y me estoy desmayando del sueño!
Gracias por contestar mis preguntas :) ¡ Por que no dedicas caps como antes? Yo primera JAJAJA!
Bueno steph, siguela! Obvio. Always with you :D
Suerte! Aandy

elianne dijo...

OHH POR DIOS !!! CASI ME MATAS MUJER DEL MIEDO, ACABO DE VER ORPHAN NO SE SI LA HAS VISTO...CASI ME MUERO AHHH TODOS ME DECIAN Q ERA BUENISIMA, PERO CUANDO ESTABA EN EL CINE NO LA PUDE VER :( BUENO PERO LA VI Y ME QUEDE OPA JAJAJAJA NUNCA PENSE Q SERIA ASI,DESPUES DE Q TERMINO QUEDE TENSA xD ME DUELEN LOS BRAZOS AHURITA JEJE, OHH LO DE LA LLAMADA ME HIZO ACUERDO A LA PELICULA "LLAMADA PERDIDA" JAJAJA POR SUERTE NO TIENE ESE SONIDITO TETRICO PORQ SALIA PICANDO DE AHI JEJEJE, LO DE DAMIEN OHH POR DIOS, Q HOMBRE ASI TODINGOS TIENEN Q SER, PERO NO SE PUEDE :( JAJAJA ESE CHICO ES MUY DESEABLE xD JAJAJA, BUENO T DEJO YA ME EMPEZO A DAR DOLOR DE CABEZA :S ASI Q ESPERO Q T RECUPERES PRONTO :D...
BESOS Y CUIDAT
BYEE

Dome Gonzalez :) dijo...

esta historia cada vez me sorprende mas y mas....y MAS LA AMO!! todas tus historias..damien me mata es tan hot :)....y owww yo amo a beetlejuice jejeje

Fernanda Jonas dijo...

woooww orale Damien tan sexi aaww y Ania tan caliente, seria lindo espiar a un chico hehe...
ammmm grasias por la respuesta hehe huum que mal crei que tenias miles de admiradores bueno talves si los tengas, pero tu ni cuenta te das...
aww la novela cada dia se pone mejor esta hermosa.
huuy Ania simpre de curiosa yo bueno si soy curiosa, pero nno tanto como ella heheh....
aaww Damien tan bello, no dejo de pensar en el uuuiii y en las escenas hots con Ania, ya me hiciste pervertida y morbosa hehe no, no es verdad ya lo era...
bueno siguee que me encanta...te quiero

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