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miércoles, 16 de febrero de 2011

Capítulo 13: La Noche de los Poetas Muertos


Capítulo 13: La Noche de los Poetas Muertos

Eustace soltó una carcajada ensordecedora.
–¿Estás haciéndome ojitos? –me dijo casi sin contener la risa–. Eres la niña más adorable que he conocido.
Él pellizcó mis mejillas.
Deshice el rostro simulado de súplica para parecer irritada entonces.
–Eustace, es La Noche de los Poetas Muertos en el club The Mirror, estoy invitada, además. Déjame ir, por favor –sacudí su brazo al hacerle mi súplica.
–Aún no se han cumplido las dos semanas de tu castigo, de modo que, no saldrás de aquí a menos que yo te lo ordene. ¿Te he ordenado salir de aquí? –imitó estar recordando, golpeó mórbidamente sus labios con su dedo índice–. ¡NO!
Le di una fulminante mirada.
–Está bien –hablé de manera neutral.
Eustace pareció estupefacto.
–¿Está bien? –su mirada me hizo sentir intimidada, por un instante temí que estuviese leyendo mi mente–. Si estás planeando algo, Evangeline, te mataré. No estoy bromeando.
No, no parecía estar bromeando, tal vez era capaz.
–Ok –asentí.
Ocultando una sonrisa de consecución, regresé a mi dormitorio, me vestí en unos shorts cortos de jean desgastado, una camiseta hasta la cintura de color negro y mangas cortas, una chaqueta y botas de cuero. Mis largas medias de rayas grises y blancas que llegaban hasta la altura de mi rodilla se asomaban ligeramente por encima de mis botas sin tacón. Abrí ampliamente la ventana. Había logrado escapar en el Hotel Nightmare, ¿por qué no ahora? Aunque Colin, Damien, Eustace y Miranda tendrían cara de perro rabioso cuando regresara.
Si es que regresaba…
Sabía que todo esto podía ser una trampa, y yo iba directo a ella tal como la mosca que vuela hacia la telaraña.
Después de escalar en descenso por el tejado y la pared, mis botas militares negras aterrizaron en el cenagoso césped, el aire era condensado y olía húmedo y mohoso, hacía frío, el viento sacudía las hojas secas naranjas y amarillas y éstas revoloteaban en el aire alrededor de mí.
Las lápidas de los alrededores me causaban escalofríos, decidí de inmediato que visitaría la tumba de mamá en cuanto regresara, aunque le había escrito algunas cartas que nunca leería, ansiaba suponer que ella me escuchaba en alguna parte del firmamento.
Al correr entre la hierba eché varios vistazos hacia atrás por encima de mi hombro, cuidando de que nadie me viera fugarme. Salvo que, había una silueta ensombrecida adherida a la ventana de la torre más alta de la mansión, se trataba de aquella fantasma del salón de clases, quien no me perdió de vista mientras huía, simplemente esperaba que ella no pudiese decirle a Eustace. Si tenía suerte llegaría poco después de la medianoche, entraría cautelosamente por la ventana y nadie sabría que me había marchado.
Pero ¿cuándo tenía yo esa clase de suerte? Desde luego me atraparían y estaría castigada varios meses más.
Entretanto, disfrutaría de la escasa libertad por tanto como corrieran mis pies.
La mansión volvió a hacerse invisible en cuanto traspasé la pared mágica que hacía pasar desapercibida a la academia. Sentí un raudal de alivio, me relajé, pero era solamente una ilusión, porque me hice a la idea de que si yo no veía la mansión, en la mansión tampoco me verían.
La verdad era que la calle desde la mansión sí se veía tal y como era. Quienes no podían ver la mansión eran los mortales que transitaban en las calles. La academia era sólo un terreno vacío para los ojos humanos.
Los árboles del terreno del frente se meneaban con la brisa, causando un estruendo como el de la lluvia cuando cae, las hojas que aún permanecían en ellos parecían azules con el reflejo de la luz de la luna y el cielo nocturno, que variaba en tonos púrpuras, azules y negros penumbrosos. Todo estaba en quietud y silencio, no podía oír algo más que los sonidos típicos de la noche. Búhos, viento y hojas volando.
El olor del aire era particularmente húmedo y áspero al mismo tiempo, era como cuando se acercaba el invierno, hacía tanto frío que temblé. Aunque no había pasado ningún invierno en New York, había visto nevadas en Colorado y pasado vacaciones en Canadá.
Al cruzar la esquina la ciudad volvía a tomar su forma viva, autos, luces, bocinas, humo, personas con abrigos que aún a estas horas caminaban entre la noche como si no fueran más de las ocho. Caminé entre algunos barrios suburbanos, temiendo que alguien estuviera siguiéndome o algo por el estilo, estaba muy inquieta por el hecho de caminar sola y entre la noche en una ciudad que escasamente conocía.
A medida que me adentraba más en los barrios residenciales la población iba disminuyendo, las vías se volvían lóbregas y desoladas. Contemplé los edificios de departamentos pequeños con escaleras de incendios que iban de ventana a ventana y de puerta a puerta, las pequeñas terrazas, los callejones con basura, pis de gato y ratas.
Alcé mi pecho, irguiéndome para tomar una postura rígida que pudiera atemorizar a alguien.
Tuve un impulso arrebatador de mirar hacia mis espaldas cada dos segundos, pero sabía por experiencia que si había alguien detrás de mí, ese alguien no se tomaría con gracia el hecho de que yo girara para comprobar si me estaba acosando.
Al final de la calle un hombre afroamericano se hallaba reclinado contra una pared, tenía los brazos cruzados sobre el pecho, las manos en los bolsillos de su abrigo y la mirada fija en el suelo. Traté de no ofenderlo, de modo que me alejé discretamente antes de poder llegar a esa esquina.
El hombre levantó la vista cuando pasé frente a él, su sonrisa tenía un amarillento diente de oro.
–¿Por qué no vamos a tomar un trago, dulzura? –me dijo el hombre en un inglés ordinario.
Desfundé un arma, una pistola de agua con apariencia de un verdadero revolver plateado.
–Inténtalo, ya que si te acercas voy a pulverizarte como al sucio de tus zapatos, dulzura –lo amenacé sin titubeos, muy segura de mi voz, casi me había creído la mentira de que algo le sucedería si le disparaba.
–Uy, pero que agria –respondió el hombre, sin insistir y acomodando su gorra de rapero de solapa plana de modo que le cubriera los ojos.
Las siguientes calles las caminé a toda prisa, finalmente pude oír la música del club desde los alrededores. La melodía esta noche era de un suave jazz, algo extraño.
La fila de personas en la entrada del club The Mirror era más corta que la última vez, había varios chicos agrupados vestidos en trajes góticos o utilizando disfraces de fantasmas o zombies, podía jurar que muchos eran corrientes humanos. También había otros, que al igual que el resto tenían vestuarios dramáticos, sin embargo poseían una especie de energía y rara belleza atrayente que me indicaba que no eran simples seres mortales.
–Nombre y especie –me pidió uno de los enormes guardias de la puerta cuando fue mi turno.
Yo los recordaba a ambos de la vez pasada, uno de ellos tenía la vista puesta como águila sobre una lista de nombres y el otro, que sí me miró, no pareció reconocerme de todas formas, debía haber visto tantas caras en el club que probablemente me habría olvidado.
–Ania Hammond, soy Leive –grité por encima de la música.
Sin ni siquiera echarle un vistazo a los nombres me dejaron entrar, el detector de metales volvió a sonar en la entrada y al cruzar al otro lado descubrí que el club de nuevo estaba lleno de criaturas, criaturas que únicamente debían de haber estado en noche de brujas.
Hoy era la noche de los poetas muertos, solamente deberían haber personas en disfraces de muertos.
Había una cantidad cuantiosa de personas coloridas y brillantes, de cabellos de colores con ojos refulgentes como el fuego. Igual a esos extraños personajes de animé de fantasía. Entre ellos, una mujer con cabello largo y azul pálido y alas rosadas de mariposa de treinta centímetros que sobresalían desde la parte de atrás de sus orejas, su vestuario era otra versión gótica de un vestido largo y su maquillaje constaba de un rostro muy pálido con lágrimas de sangre y los labios suturados.
Era como una especie de… ¿hada muerta?
¡Loco!
Mientras la suave melodía de jazz resonaba y una joven tartamudeaba un poema dramático sobre el escenario, pude observar a un chico precioso, su cabello era plateado, cubría su frente y contornaba un hermoso rostro de ojos del mismo tono plateado radiante, los ojos hacían una perfecta combinación con el matiz de su cabello, con las luces mandaban destellos violetas, y se resaltaban con el color tostado de su piel. Parecía ser bastante joven, al menos uno o dos años mayor que yo, se vestía de cuero de los pies a la cabeza y poseía una agraciada y pícara sonrisa que iba proyectada en la misma dirección que su mirada, dirigida hacia una chica, por supuesto.
Tal vez él también era otro ser sobrenatural, dada la sobrenaturalidad de su atractivo físico, debía serlo.
Una chica apresurada tropezó conmigo, su hombro golpeó el mío, ella me ofreció una disculpa en murmullo apresurado. Iba vestida igual que un chico, pero su rostro era tan femenino que no importaba la ropa que usara, era bastante bonita, de cabello castaño-rubio y no era mucho más alta que yo.
Aplausos y abucheos elogiaron y recriminaron respectivamente a la chica que estaba vestida de fantasma una vez terminó de balbucear su oscura poesía gótica en el micrófono.
Un hombre de apariencia hambrienta subió por los rellanos hasta las tablas del escenario chico. Cuando habló al micrófono aprecié el largo de sus colmillos angulosos igual que dagas, y eran colmillos reales, podía jurarlo.
–Bien, mortales e inmortales, hoy toca nuestra grandiosa banda invitada, Los T.R. Para los que se lo preguntan, significa Totalmente Rechazados –habló el vampiro para después salir de la plataforma a paso lento.
Cinco chicos que sostenían instrumentos musicales en sus manos se subieron al escenario.
Uno de ellos se paró detrás del teclado, su cabello corto era negro y teñido de verde en las puntas. Otros dos jóvenes tomaron su posición en sus respectivos instrumentos, eran muy similares, aparentemente más jóvenes que yo, no demasiado altos, con el cabello largo hasta sus hombros y suelto. Una chica bajita y flacucha de cabello castaño tomó el micrófono. Los cuatro vestían de estilo gótico o punk, salvo el quinto chico, que usaba ropa más al estilo casual.
El mencionado quinto chico colgó su guitarra eléctrica en uno de sus hombros, noté por la forma en que sostenía el instrumento que él era zurdo. Cuando alzó su cabeza hacia el público su mirada repasó a todos y cada uno de los seres del club, los estudió a cada uno de ellos rápidamente.
De repente su mirada se posó en mí. ¿En mí?
Me sentí como una chica que toca la mano de su artista favorito en la primera fila de un concierto. Igual que otra de esas obsesionadas fanáticas de los Jonas Brothers.
Entorné mis ojos y reconocí finalmente al muchacho.
¡Claro! Si yo lo conocía.
Advertí su rostro con anteojos de montura de pasta negra y cristales transparentes, el arete en su ceja, su cabello rubio, los tatuajes en sus brazos.
Se trataba del mismo chico amigo de Damien que nos había ayudado a escapar de los vampiros sensuales aquel día.
Jerry me guiñó un ojo, él y su banda comenzaron a tocar música.
Un poco de rock pesado avivó a la multitud, ellos gritaron al ritmo de sus estruendosos instrumentos, era el tipo de música que solía escuchar Rose.
Del bolsillo interior de mi chaqueta extraje el sobre de la extraña invitación, esperando que Destino Final me reconociera más fácilmente, aunque sinceramente no creía que estuviese teniendo problemas en reconocerme, me daba la impresión de que él o ella, me conocía muy bien.
La muchedumbre que daba saltos en torno a mí se mecía y casi me aplastaban, esas extrañas personas parecían poseídas al compás de la música y me daban palizas, golpeándome con sus hombros, pisando mis zapatos. Mientras eso sucedía yo me preguntaba para qué habría sido invitada a este lugar.
Entonces, una mano fría se posó sobre mi hombro, sentí sus álgidos de dedos incluso a través de mi gruesa chaqueta, sin soltarme tiró un poco de mí para que me diera la vuelta.
–Mieeerda… –exclamé cuando mis ojos reconocieron al joven chico detrás de mí.
Era... él era… ¿Carlo?
Carlo, vestido en una camiseta blanca, pantalones cortos, una chaqueta con una capucha que cubría su cabeza y un pañuelo rojo doblado pulcramente cubriendo sus ojos, sonrió.
¿Cómo olvidar al despiadado Vanthe que me había hecho creer que era bueno e indefenso?
–¡Pensé que te había matado! –vociferé.
Horrorizada, me cubrí la boca con una mano, avergonzada de haber dicho tal cosa en voz alta. Todos creerían que era una psicópata asesina. Para mi alivio, nadie me tomó en cuenta, salvo Carlo.
–Por algo llaman a esta celebración La Noche de los Poetas Muertos –agregó el muchacho con una sonrisa que le hacía parecer un ser bondadoso–. Soy un poeta, y al parecer estoy muerto –Carlo se rió con suavidad–. Como te habrás dado cuenta, se necesita mucho más para matar a un tipo como yo –bajó la cabeza al suelo–. Mira, quería decirte que… estoy arrepentido de haberte secuestrado y de todo lo demás.
Sin acobardarme, lo enfrenté. Carlo en su forma humana no era mucho más grande que yo, era delgado, y no parecía ser demasiado fuerte. Su aspecto humano no me hacía temerle ni un poco. Él, con su piel tostada y cuerpo delgado, aparentaba ser un buen tipo. Me situé cara a cara delante de él y solté una carcajada.
–Sí, bueno, debes ser un imbécil si realmente piensas que voy a creerte de nuevo. Entonces, ¿para qué me invitaste aquí, Destino Final? –dije.
–¿Qué te hace pensar que yo te invité?
–Estoy segura de que tú lo hiciste, al igual que eres responsable de la muerte de los estudiantes de la academia, ¿cierto? Corrígeme si me equivoco –espeté de manera presuntuosa y mordaz.
Metió sus manos en sus bolsillos y mantuvo una fresca sonrisa en su cara.
–Ok, no discutiré ese asunto contigo, pero te diré una cosa, tengo una agradable sorpresa para ti.
–¿Qué clase de sorpresa? –dije con duda.
–No te preocupes, yo creo que te encantará –Carlo me agarró del brazo y me acercó a él para hablarme más cerca del oído–. Escucha, como no estábamos seguros de si vendrías, nos tomamos ciertas precauciones, con esto quiero decir que tomamos algo tuyo, esperando que vinieras a buscarlo –su voz se convirtió en una amenaza, él comenzó a jalarme mientras se abría paso entre la multitud–. Si quieres saber de lo que estoy hablando, camina. Ven conmigo, sin gritar, sin forcejear, o te la verás muy mal.
Dominada por un impulso posesivo y curioso, hice lo que me pidió, lo seguí hasta un sótano donde había oscuras bodegas de licores. Todo se encontraba en silencio, la música de arriba se oía alejada, los caminos estaban atestados de telarañas y tan negros que apenas veía por donde iba. Carlo, quien no podía ver, me guió con experta naturalidad entre los pasillos subterráneos.
Todavía no entendía cómo es que los Vanthes podían hacer tal cosa. Era como si todos ellos en realidad pudiesen ver, a veces pensaba que solamente aparentaban ser ciegos, mas era el caso contrario.
El silencio se iba haciendo más descomunal, hasta que oí en la lejanía el leve sonido de ropa en movimiento, jadeos, una conversación, susurros, risas y el gorgoteo de agua siendo salpicada al suelo.
Al final de un corredor rodeado de repisas la luz se mostró sutilmente reflejada en el suelo y los sonidos se oyeron más claros. La sujeción de Carlo se hizo más apretada, nos detuvimos donde la luz caía, justo delante de la entrada a una especie de habitación con suelos, techo y paredes de madera.
Sentí como si algo pesado presionara mi pecho en cuanto reparé en lo que allí había.
Marcus estaba sentado en una silla, dos hombres con túnicas se hallaban de pie a su lado, eran los mismos Vanthes de aquel día, los que me habían raptado en el Hotel Nightmare. Sólo que esta vez los dos hombres estaban en su forma humana, ninguno de ellos era demasiado apuesto o especial para merecer una descripción concisa. Sus capuchas estaban colgando en su espalda, sus cortos cabellos ya no eran rojos, sino uno castaño y el otro negro.
Frente a Marcus había un gran barril de madera, del tipo utilizado para almacenar licores, y estaba lleno de agua. Los otros dos hombres vestidos igual que monjes sostenían una cuerda combinada con una polea en el techo.
Y de esa cuerda colgaba Damien de cabeza, atado de sus pies.
Sus condiciones: terribles.
Su cara estaba empapada, además sangraba, todo su cuerpo parecía haber sido azotado con látigos, tenía laceraciones, contusiones, moretones, graves heridas por todo el cuerpo, varias manchas de sangre teñían su camiseta, sus manos estaban esposadas tras su espalda y su cara estaba enrojecida por estar colgando de cabeza.
De súbito comprendí lo que ellos hacían.
Carlo cubrió mi boca y me sujetó con fuerza para que no me escapara ni corriera hacia Damien.
–Entonces… ¿aún sigues diciendo que no le temes a nada, Bathory? –decía Marcus al cuerpo que colgaba frente de él, es decir, el cuerpo torturado de Damien.
Damien tosió y escupió sangre.
–Puedes hacerme lo que quieras, perra. Hagas lo que hagas no te tendré miedo jamás. Lo sigo sosteniendo, nada me asusta, cabrón –largó Damien con arrogancia, me percaté del esfuerzo que hacía para no jadear.
Mi corazón se estremeció y dolió.
Los sirvientes de Marcus soltaron la cuerda un poco y la cabeza de Damien fue sumergida en el barril de agua.
Pasó un minuto, luego dos, después tres, y yo me desesperaba cada vez más en los brazos de Carlo, queriendo hacer algo por Damien.
Cuando finalmente elevaron a Damien y su cabeza estuvo fuera del agua, advertí el color azul que había tomado su cara por la falta de oxígeno, él estaba tosiendo, escupiendo agua, su cabello goteando, sus ojos cerrándose.
Marcus se veía satisfecho.
–Me cabrea que todavía quieras pretender que eres el mismo de antes, el que de verdad no le temía a nada. ¡Vamos! ¿Qué me dirías si te digo que en alguna parte de estas bodegas Ania también está siendo torturada de la misma manera que tú? –decía el Vanthe perversamente. Damien se quedó callado y tenso ante eso–. ¿No le tienes miedo a nada? Al parecer la palabra miedo ha tomado otro significado.
–No, al parecer la palabra nada ha tomado otro significado –le corrigió Damien con fingida diversión.
Los ojos de Marcus se oscurecieron.
–Joder. ¿Es que piensas ser toda tu vida un jodido sarcástico de mierda?
Damien se rió oscuramente.
–No, no toda mi vida, sólo hasta que muera.
Mis ojos ampliamente abiertos contemplaban con horror la escena, y Damien no ayudaba. ¿Es que quería que lo mataran?
–Ya que quieres divertirte… ¿Qué te parece otro chapuzón? –murmuró Marcus acercando su cara a la de Damien.
–¡Wohoo! No podría haber cosa más divertida –a pesar del tono altanero e irónico de Damien yo podía sentir la desesperación en sus ojos.
Traté de gritar, hice intentos de morder la mano de Carlo, él tiró de mi cabello como advertencia, de modo que lloriqueé de dolor.
Con el ruido, los ojos de Damien se detuvieron en mí, distinguí el horror que había en ellos, un fugaz brillo de miedo traspasó su mirada. Cuando parpadeó esa emoción fue ocultada, sus ojos volvieron a ser desapacibles e impenetrables.
–¡Mira quien ha llegado, es tu novio! –cantó Damien a Marcus al reconocer a Carlo.
Marcus giró la cabeza en diferentes direcciones, como si estuviese buscando la energía de Carlo, después olfateó el aire gustosamente, hilarante, como si todo oliera a frescas rosas.
–No eres el más indicado para hacer ese pésimo chiste –Marcus soltó una risotada–. Después de todo te acuestas con Ania, con su hermano, ¿también lo haces con su amiga? ¿O es que todos se van juntos a la cama? ¿Sabes? Pienso que eso no es una cosa sana, la juventud hoy en día está muy deteriorada. Pero no hablemos de eso, hablemos de qué haré contigo y con la pequeña niña que acaba de llegar.
Carlo me empujó hacia el centro de la habitación, mis ojos fueron hasta Damien con exigente angustia y preocupación.
–Demonios, no entiendo por qué tuviste que venir aquí –me dijo Damien, su voz casi decepcionada.
–Porque esperaba conocer a su admirador secreto, ¿no es así, pequeña Ania? –Marcus estableció sus ojos en mí, sentí que realmente me estaba viendo, sacudí mi cabeza, moví mis manos hacia la mano de Carlo, consumando un intento por retirarla de mi boca. Su otra mano sujetó mis dos manos, enredándolas en mi espalda. Marcus volvió sus ojos a Damien–. Ania está buscándote un remplazo.
Damien soltó una risita débil.
–¿De verdad lo crees? –resopló Damien–. Sí, hay algunas chicas que no pueden resistir tanta perfección en un solo ser, pero Ania está a la altura.
Me guiñó un ojo, después le vi aspirar aire hasta que sus mejillas se inflaron.
Los Vanthes dejaron caer el cuerpo de Damien hasta que el agua le cubrió la cabeza, me agité en los brazos de Carlo, gruñí.
Varios minutos pasaron de la misma manera, para mí fueron minutos eternos, tan solo imaginaba la agonía de Damien al no poder respirar. Impacientada, exasperada, le di un fuerte mordisco a la mano de Carlo, él no tuvo otra opción que soltar mi boca maldiciendo, en ese instante, le golpeé en las costillas con mi codo y me deslicé fuera de su agarre.
Damien se agitó, sus hombros se zarandearon, trataba de liberarse de un modo urgente.
Traté de correr hacia él, Marcus me atrapó, no había siquiera dado un parpadeo cuando sentí que esposó con mis manos delante de mi cuerpo. Unas esposas de oro quemaron mis muñecas tan pronto como hice fuerza contra ellas.
Por último, elevaron el cuerpo de Damien y mantuvieron su cabeza fuera del agua. Pero él ya estaba inconsciente, desmayado. Mi pecho se apretó y dolió.
–¡Salvajes, miren lo que han hecho! –grité.
Marcus se vio sobresaltado.
–¿Lo que hemos hecho? No he hecho nada, fue la gran boca de tu pedazo de novio arrogante. Déjame enseñarte algo, Ania, si estás calladita permaneces más tiempo en este mundo –me habló al oído de cierta manera exasperada.
Fui empujada, caí al suelo y de repente me vi rodeada por barras metálicas doradas.
Una jaula, me habían encerrado en una jaula. Marcus cerró la puertecilla de oro.
–Permanecerás ahí mientras torturamos al chico. No voy a liberarlos hasta que alguno de ustedes dos me diga el paradero de Charlotte –continuó Marcus.
–Estoy harto de esto. ¿Cuándo podré matarlos? –se quejó Carlo.
Marcus le dirigió una mirada asesina.
Los hombres con trajes de monjes bajaron a Damien y tendieron su cuerpo en el suelo. Me incliné hacia las barras de acero dorado de la jaula, en cuanto mis dedos tocaron el metal recibí una potente descarga eléctrica.
Grité, mientras mi cuerpo se sacudía y mis músculos se estremecían con la energía eléctrica que chamuscaba mi cuerpo desde las puntas de mis dedos hasta mis hombros y se iba extendiendo hasta mi pecho.
Pude liberarme de la corriente eléctrica, sollocé, mis músculos palpitaban adoloridos, me sentía incapaz de mover mis manos adormecidas.
–Oh, debiste advertirle, Marcus –dijo Carlo entre risas, después volvió su cara hacia mí–. Si tocas la jaula, recibirás una severa descarga eléctrica, pero ya lo notaste, ¿no?
En el suelo, avisté a Damien, moviéndose, tosiendo y expulsando agua por la boca, su nariz sangraba, él gimió cuando pudo respirar, buscó aire con desesperación, su pecho se elevaba y descendía a un ritmo interrumpido. Movió la mirada a través de la habitación y se acuclilló sobre sus rodillas al descubrirme encarcelada.
–El chico despertó. ¿Qué nueva arma de tortura utilizaremos? –preguntó Marcus.
Mareado, tambaleándose, Damien se levantó, sus manos continuaban esposadas tras su espalda.
–Chúpamela, infeliz, y suelta a Ania, o voy a romperte la bolas, lo juro por Tinia –amenazó Damien. Los cuatro hombres se movieron hacia Damien, rodeándolo, listos para atraparlo–. Siempre me dijeron que los verdaderos hombres no atacan a personas que no pueden defenderse. ¿Por qué no liberas mis manos y peleamos un poco?
Carlo y Marcus soltaron risas.
–Los hombres nobles son los que hacen eso, en cambio, los que tienen el mal en la sangre, matan sin piedad alguna, ¿cierto?
Mientras la discusión se desarrollaba yo introducía mis manos en mis bolsillos.
–¡Damien! –vociferé para llamar su atención.
Todos se giraron hacia mí, deslicé un cuchillo a través del suelo para que lo tomara, pero Marcus lo atrapó bajo su pie.
–¿Qué tal esto? La chica quiere matarte –le habló Carlo a Damien.
–Marcus, estoy aquí, me querías a mí, ¿no? ¡Se suponía que liberarías a Damien! –protesté.
–¡Qué dulce! ¡Qué valiente! La chica defiende al chico, el chico a la chica. ¿Cómo le llaman a eso? ¿Amor? –se burlaron Marcus y Carlo.
Damien empujó con su cuerpo a Marcus, quien se tambaleó. Damien saltó, elevó una pierna para tomar impulso, luego alzó la otra pierna y le pateó en la cara al Vanthe, inmediatamente cayó de pie dándole la espalda a Marcus. Acababa de hacer un ataque puramente limpio y perfecto.
La boca de Marcus sangró.
–No debí descolgarte, malnacido –gruñó.
–Exacto, no debiste –concordó Damien.
Los Vanthes se abalanzaron sobre Damien, él trató de eludirlos, los pateó como pudo, pero no podía hacer demasiado, estaba bastante herido, sus manos esposadas, y ellos eran más. Yo estaba atrapada, sin poder hacer nada al respecto, mis ojos se oscurecieron con consternación y pánico, observé la maraña de puñetazos y golpes que le propinaron, oí sus jadeos, gruñidos y juramentos.
Enmudecí, mi rostro ardía de furia, quería poder hacer algo, quería salir de allí, pero nada más podía quedarme quieta mientras Damien era apaleado. Mis dedos se cerraron en puños, podía sentir el ardor de mis uñas penetrando en mis palmas, el veneno que despedía mi mirada, el leve temblor de mis hombros.
Damien parecía enfurecido, nunca había visto sus ojos despidiendo tanto fuego, esquivó un golpe que iba directo a su cara, se reclinó contra una pared, aturdido, aletargado, jadeando. Esos demonios lo acorralaron, él los pateó frenéticamente, ellos salían disparados por los aires, pero no tardaban en volver a ponerse en pie como si apenas le afectaran los golpes. Me di cuenta del cansancio en el cuerpo de Damien, del sudor frío que cubría su frente, del esfuerzo que hacía por continuar moviéndose.
Desde la oscuridad, Carlo tomó el cuchillo que yo había arrojado para Damien.
–Vaya, un cuchillo. ¿Me matarás tan pronto? Creí que querían torturarme un rato –siguió Damien en tono punzante, con una diversión en la voz que no se reflejaba en sus ojos.
–¿Por qué querrías vivir, Bathory? –dijo Carlo de manera aviesa.
–Porque me gustaría ver tu cara cuando te asesine, es una buena razón para vivir, ¿no crees? –jadeó Damien.
Carlo hizo un sonido de satisfacción.
–Tienes mucha razón, ver morir a la gente es una buena razón para vivir –guardó el cuchillo.
Empuñé mi cuchillo titán con inseguridad, ocultándolo entre las mangas largas de mi chaqueta. Este cuchillo era capaz de matar a cualquiera con una pequeña cortada, pero solamente a una persona, luego su magia se esfumaría.
Los cuatro asesinos empezaron azotar a Damien con puñetazos, él se defendía, hasta que no pudo seguir haciéndolo.
Cerré los ojos, incapaz de verlo tendido en el suelo, siendo pateado, revolcándose entre gemidos de dolor.
¿Qué debía hacer? El cuchillo titánico era la única arma que tenía, si la arrojaba hacia ellos tendría la posibilidad de matar a uno de ellos. ¿Y luego qué? ¿Qué pasaría con los otros tres?
Escuché los pasos alejándose, el silencio dispersándose por la habitación, la respiración agitada de Damien. Abrí mis ojos, un último hombre encapuchado todavía estaba en la estancia oscura, pateó sus costillas, Damien se encogió, doblándose en el suelo, sus ojos cerrándose. Contemplé su cuerpo lleno de sangre preguntándome cómo era que unos simples golpes podían haberle causado tanto daño.
El hombre vestido de monje se despojó de un guante negro que recubría su mano, éste cayó al suelo y pude ver de dónde provenía toda esa sangre.
El guante estaba equipado con púas metálicas en la zona de los nudillos, púas gruesas, de cinco a diez centímetros de largo, que cortaban la carne tan pronto como se hundían en la piel, probablemente todos ellos poseían los mismos guantes. La camiseta de Damien estaba agujereada, él apenas se podía mover, apenas respiraba, su rostro se curvaba con muecas de profundo dolor que trataba de no mostrar.
El Vanthe simuló echarme un vistazo antes de retirarse.
–Se… señor… –lo llamé en un susurro–. Si deja que Damien se vaya le… le daré cualquier cosa que me pida, cualquiera, lo juro. ¡Por favor déjelo ir!
Mi voz se convirtió en una nota rasgada de súplica.
–Ania, no… –refutaba Damien desde el suelo–. Cállate, cállate, ¿quieres?
–Pero…
Con interés, el tipo de la túnica se aproximó a la jaula. Pude distinguir claramente su rostro, cabello castaño, ojos verdes sin pupilas, ojos totalmente ciegos.
–Siempre he querido… –extendió una mano hacia mí, su voz era joven–. Siempre quise una chica, ya sabes, una amante, una que me quisiera –resistió el impulso de tocarme–. ¿Puede usted darme una?
Atónita, tragué saliva.
–¡No! –Damien forzó su voz a que sonara firme–. No me iré de aquí, Ania no puede conseguirte nada. Corre con Marcus, bastardo, porque si pones uno de tus dedos en ella será lo último que puedas volver a sentir.
Lentamente, en silencio, él se levantó y se fue.
–Damien… –susurré yo–. ¿Cómo demonios te dejaste atrapar? Eres un idiota.
–¿Por qué viniste aquí? –me dijo con ensañamiento–. Si te pasara algo yo… yo me muero.
Mi respiración estaba empezando a fallar, Damien se arrastró sobre sus rodillas y estómago hasta la jaula.
–Nunca te habría visto si no hubiera venido. ¿En qué momento, cuándo te atraparon?
Sin apartar la ira de su voz, me contestó.
–Esta mañana, luego de que tuve esa discusión contigo y Eustace, quise venir a beber un trago. Marcus y su séquito ya estaban aquí… –Damien se detuvo para respirar, apretó sus dientes para contener un sonido de dolor–. No importa, ¿sí? Te sacaré de aquí, no me importa cómo.
Intentó ponerse de rodillas, de inmediato sus ojos se cerraron y él siseó, conteniendo un grito.
–¿Estás bien, Damien? ¿Por qué no te levantas?
–Mis piernas, ellos las quebraron, también mis brazos –Damien, con sus manos atadas en su espalda, señaló hacia un muro de madera.
Seguí la dirección que apuntaba su dedo, el muro estaba cubierto de instrumentos de tortura, grandes esferas negras de puro acero con púas y cadenas reposaban en el suelo, látigos ensangrentados estaban en la pared, también dos baldes, uno de pesadas rocas, con el que probablemente había sido apedreado, y el otro lleno de sal, la cual seguramente habían puesto en sus heridas para que ellas ardieran más. Cerca del barril de agua y la soga, en una esquina, había también una cama de tortura, con sierras y otras cosas en la cercanía, y entre las sombras pude distinguir una de esas maquinarias que se utilizaban en los siglos anteriores para decapitar personas.
–¿Utilizaron todas esas cosas en ti? –solté conteniendo la respiración.
–La mayoría –admitió él, viniendo hacia mí a través el suelo.
Tuve ganas de llorar.
–¡Oh Dios, esto es mi culpa, es mi culpa! –abrí mis ojos de par en par cuando Damien se acercó lo suficiente a la jaula como para tocarla–. ¡No! ¡Damien, no la toques!
Abatido, se derrumbó en el suelo, sin poder moverse ni un poco más, sus párpados parecieron pesarle, parecía luchar por mantenerlos abiertos, sus ojos estaban irritados, como si estuviese mirando fijamente a la luz.
–Ya no puedo… –luchó por terminar la frase–, seguir despierto.
Sus ojos se cerraron.

24 comentarios:

Nicolita Jonatika Cullen dijo...

aww Sorry steph me eh Perdiido sTos Diias nO Habiia LeiidO los Caps, nii cOmenTADo X SUPUESTO, es qke eh stadO Muii abrumada cOn DemasiidOs TrabajOs en el Cole PerO BuenO iia stamOs akii.. Me puse al Diiia de Una vez.. ii nO PuedO eviiTar deciirte qke esTas INCREIIBLE los Caps me has dejadO siin aliienTo sOn lOs mejOres me asusute MuchO cuandO pasO el sue;O de aniia Muerta ii tmbn Mir.. enseriiO me Puse Muii Triistee ahii ii Damiien nO me iimagiinaba Su Caraa.. ahii DiiOs qke SufriimiienTo... amm SiientO MuchO lO del Lunes ii te cOmprendO amiiga, Tmpoko fue el Diia Mas Feliiz d Mii viida tmbn la Pase sOla..ii lO del TrbajO entiiendO qke lO Odiies perO sii es Una necesiidad ii ObliigaciiOn ahi qke acerlO nO?? bueno no qkiiero kiitarte Mas tiiempo ii iiO tengOq ke leer esTe Cap Suerteeee..! ii Grax x Todoo

Nicolita Jonatika Cullen dijo...

x ciiertO Priiimeraaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaa Waiiiiiiiiiiiiiiiiiiiiiiiiiiiii..!!! hehehehhe Ok ya me Boii

Noelia dijo...

DIOOSS!! NOOO!!! PERO COMO LA DEJAS AHII! TE ENCANTA DEJARNOS TODAS INTRIGADAS... AHORA 3 DIAS DE AGONIA Y SUSPENSE!! PORFA SUBELA PRONTO!!! BESOS!=)

Anónimo dijo...

aaahhh!!! estuvo muy bueno el capi!!!
siento no haber comentado los anteriores no he estado en mi ksa d verdad lo lamento mucho!
con respecto a este capi me encanto es o mejor ss una gran escritora!! espero q te valla muy bnen tu trabajo y en la uni!!

micaღ dijo...

nnnnnnnooooooooooooo no no no damien no el no se puede morir no el no!! aahhi dios te odio..(nah mentira) pero como podes hacer estoo dios ahora hay que esperar tres insufribles dias de agonia noo es imposible me voy a morir de desesperacion por saber lo que va a pasar y todas esas armas de tortura que usaron en el no lo puedo creer pobresitooo dios los odio a marcus y carlo son dos tarados de mierda el es tan lindo y hermoso y ahora simplemente le pasa esto porque a el!? no no puedo creerlo te juro steph nesesito el proximo capituloo ya quiero que sea sabado yaaaaaaaaa

no aguantoo mass..como te gusta dejarnos asi de intrigadas que mala que sos!!!!
ahh y yo tambien pase el dia de los enamorados completamente sola pero no tuve que trabajar por suerte debes haber tenido un dia pesimo...ahh y porfa conta eso de las tecnicas de seduccion xq se me iso muy interesante che es sierto lo que dicen nosotras podemos controlar a los hobre hahaha besos cuidate y subi pronto porfaaa..

Fernanda Jonas dijo...

aaawwww no, no que desgrasia, aaah pobresito Damien, no lo dejes dormir Annia no lo dejes....aaaaww esta interesantissima, no la dejes asi, huuum siguela porfa lo mas pronto que puedas....ese maldito Carlo puto como jode, y Marcus otro puto, valen mierda....
estoi tan enojada todos quieren hacerle la vida imposibe a Ania, no es justo...

perdon x no comentar en el otro cap esque no tuve tiempo, pero ya comente, aaaah siguela porfa me dejas pasmada...uuuuh que emocion, ahora no podre dormir de estar pensando en lo que le pasara a Damien....
te quieroooo muchoo, feliz dia de san Valentin atrasado, tkm amiga eres super....
que mal plan pasarte ese dia sola, pero humm ya nimodo...
pobre deves terminar agotadisima, echale ganas...
adioos tkm

María dijo...

Que horror!!
Como pueden hacerle algo asi a Damien?
Como siempre el cap estubo de 10.
También puedes quedarte tranquila porque yo tambien pase el día de San Valentin SOLA.
Si quieres puedes pasate por mi blog, si quieres. No es la gran cosa pero me esfuerzo para que sea lo mejor. Este es el lynk: www.una-loca-historia-de-amor.blogspot.com
Besos ♥ ...Y espero esos consejos de seducción ;)

Anónimo dijo...

DianaYazielJonas dijo:

hahaha steeph jejeje zoorri x ya no coomentartee proo ezqe al abriir thuu pag se mee trava un xoro la compuuu apenas si puedo leer los caps ii eso xqe tiiene qe pazar cmo 1 hora en abriir la pagiina jejeje pro amee este capii diiios damiien mii damiien si xqe ahora zoii suu fan jajaja bno de seean amoo a ese hombre, bno ¿morira? xqe sii muuere iiop muuero no puede no puuedeeeee tiiene qe vivir xqe cuuando ania muera jajaja iiop zere suu noviia jajaja amee el cap esa aniia es una busca problemas iii lo peoor de todo ez qe siiempre jala a los qee qiiiere ptm! bnooo oojala no muuera oiie ¿habra un tercer libro? espero qee siii bno ii zii puedes siiigue another jonas brothers story zta geeneal me voii cuuidate muucho ii bno jajaj me e vuelto una fan de SEAN FARIS e encontrado una infinidad de fotos dee ell jajaja loo amo es condenadamente seeexii tambiien ya vi variias peliculas dee el jajaja cuiidate steph nos vemos biie!!


see you !!!


#DianaYazielJonas =)

Anónimo dijo...

hahaha steeph xqe jaja tendremos qe esperar 3 grandes diias en agoonia espeerandoo la noove xqee nos dejas en la intriga en lo bno jajaja, iii bno ntp iiop tambiien tengo qe trabajar con mi mamá en la mñana ii la noche ya qe voii a la escuuela en la tarde mii mama vende coomiida ii la tengo qe ayuudar jajajaja ii qe bno qe ya estes en la uuunii eso hablaa muuii bn de tiii qe bno qe consiigas tooodo lo qe te propones ii bno respecto a lo del 14 de febrero no fuuiste la uniica resulta qe iiop me la pase soola bno no realmente xqee estuvo mii famiilia & amiigas pro aii un xiico de mii salon Miguel asi se llama qe me guusta ii pz.. es mi mejor amiigas ii aveces piienso qe el tambiien qiiere conmigo pro no se jaja ii tengo miiedo de decirle lo qe siiento x el xqee podria terminar nuestra amiistad jaja asi qe = me la pase soolaaaa bno jejeje ya te eztoi ablando de mii viida =( qee es muii aburrida jaja ii bno qe xiido qe tuuviera un veciino jaja qe su cuuerto estuviiera "casi" pegado al tuuiio esos es geeneal ii qe lo hayas besado 2 veeces jajajaja esoo ez muiii sepxii jejejeje iii no tardes en deciirnos thuus tecnicas de seduccion jajaja ia qiiero sabeerlas bno me voii jajaja xqe tee volvia dejar ootroo coooment noos vemoos cuuidaate biie!!


#DianaYazielJonas =)

Anónimo dijo...

ALEJANDRA TREJO:
HOLAAAA STEPH EL CAPITULO ESTUBO INCREIBLE PERO POBRE DAMIEN COMO LO TORTURARON HASTA YO SENTI DOLOR JAJA Y BUENO NO PIENSES QUE FUISTE LA UNICA QUE PASO DEPRE EL DIA DE SAN VALENTIN YO TAMBIEN,PERO YA NOS PASARA JAJA YO POR ESO TOMO ESE DIA COMO CUALQUIER OTRO Y ESTA VEZ TE DEJARE UN PEQUEÑO COMENTARIO POR QUE YA ESTOY MURIENDO DEL SUEÑO ODIO IR AL COLEGIO Y HACER TAREAS YA HABIA LEIDO EL CAPITULO PERO NO ME HABIA QUEDADO TIEMPO PARA COMENTAR SIGUELA LOS DIAS QUE FALTAN SON AGONIA PARA MI QUE LE VA A PASAR A DAMIEN Y A ANIA ESE IDIOTA DE MARCUS BUENO ESPERO Y TE VAYA BIEN EN LOS PROXIMOS DIAS TE DESEO BENDICIONES Y QUE SIGAS ADELANTE PORQUE CUANDO LOGRES TU OBJETIVO SOLO QUEDARAN LOS MALOS MOMENTOS PARA REIRSE DE ELLOS BYE XOXOXO TKM

Betty dijo...

Hola Sthep!! Soy nueva lectora, baa.... hace mucho que leo tu nove pero no comentaba porque creí que no lo leías. Amo tu nove, es muy buena, tiene de todo, encima que escribes sensacional. Aii, pobre Damien, se esta por morir y Annie no puedo hacer nada.
Subí cuando puedas y lo mas pronto.
besos ♥

nce dijo...

aaah!! Como lo dejas aiii, pobre Damieeen T____T que no le pase nada x dioos D:!! Me a encantado, sigue pronto pliis. Bss teeq :D

Anónimo dijo...

Steph oh mi dios, me has hecho llorar con este capitulo, Pobre Damien! Oh no! Que tortura! Sin duda amo tu novela, & estoy esperando ansiosa los consejos de seducción que dijiste que nos darías ¡Por favor! tamb, visité el enlace para descargar "life as we know it" pero me sale solo en español como hago para descargarlo en inglés?
-Ivo.

P.S: Ivo, nombre de mujer, en realidad es Ivone, pero como aqui es una @#~€# no quiero nada que ver con ella (: Por eso coloqué Ivo.

Viko310 dijo...

Hay dios! No sabes las emociones que me hicistes sentir con este capitulo, es asombroso, me encanto leer que aparecio jerry ^^ pero lo demas se fue tornando totalmente distinto, los dos estan heridos, en algo similar s encontrban Angelique y Joe; pero quien los podria salvar jerry quien sabe xP

Gracias por el esfuerzo de subir tus capitulos y darte el tiempo

Saludos!
:D

Vane dijo...

Ok este capitulo si que me dejo en suspenso. Me rei demasiado en la parte que Damien le dice a Marcus: "¡Mira quien ha llegado, es tu novio!" HAHAHAHAAHHAAHAHAHAHAHAHAHAHAHAHHAHAHAA, Damien es una shit, pero es sexy hahahahaha(6)....
Pero luego, con todo lo que le hicieron a Damien casi se me salen las lagrimas D: pobre Damien! Y NOOOO el no puede morirse y se que no va a morirse, si el se muere Ania va a caer en un estado de shock y depresion tan fuerte que va a terminar muriendose tambien y nonoono u.u

Bueno, sigo diciendo y no me cansare de decir que tus novelas SON LAS MEJORES, no tienes derecho a desconfiar NUNCA de ti, porque todo lo que escribes es fantastico Steph enserio :)

Y aqui estoy comentando hahahaha, enserio que no se como haces para leer todos los comentarios, pense que no los leias todos porque aparte tienes que escribir los capitulos y con la universidad y el trabajo, y woow siento que es mucho, no se como haces de verdad yo no podria xD tienes el tiempo bien organizado ;)

Oh no te preocupes Steph, mi dia del amor y la amistad tambien fue patetico, estuve enferma -.-' deberiamos de crear un club para las que pasaron un deprimente dia del amor y la amistad hahaaaahaha

Ahh y yo soy de Caracas :)
Cuidate mucho y suerte en la Uni <3

Yeroska dijo...

TE Entiendo esta año San Valentin Fue San diablenti Y.Y fue demasiado patetico! aaw definitivamente amo como escribes, yo tambiien lo hago pero lo mio delante de lo tuyo son bobadas!... lo que mas adoro siempre en mi tiempo libre es leer!.. es una bna forma de olvidarme de todo :D Yo tengo entendido que eres de venezuela.. Estudias aki(venezuela)?? Me Mato el capitulo! Uffs demasiiado Ania si es nojo xDD Pobre damien ojala Despierte D:
siiguela esta mui bna!
Exxcelente (:
Te QuiierÖ

Anónimo dijo...

Steph no he terminado de leer el capitulo pero lo que he leido es genial continuala no puedo terminarlo porque tengo prisa!!
Siguela me encanta!! =)

Attentamente:jonatica_joe&nick

Paula dijo...

NOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOO DAAAAMIEN DESPIERTA MIJO ME TIENES CON UN PARO CARDIACO >,<

u.u Steph Siguela por faaavor ♥

elianne dijo...

OHHH POR DIOS VOY A LLORAR!!!
ESTA SUPER INTERESANTE..!!
SEGUILAAAA
CUIDAT BESOS

Fernanda Jonas dijo...

woola yo de nuevo, olvide hacerte una pregunta importante...
lo de las sombras es cierto, eso de que las mandaron a otro mundo y todo eso???????
suena muy verdadero, huui a veces me das miedo haha no es verdad, sabes mucho, nadamas...
aaaw este cap me encanto, aunque esta en suspenso si le pasa algo a Damien no se que haria, ojala jerry nos ayude, amo a ese chico...
uuuui ya tengo blog espero subir una novela pronto...aaaaawww que emocion despues de varios intentos fallidos al fin pude crear uno..
te quiero, cuidate muchooote...suerte...adioz

Fernanda Jonas dijo...

woola yo de nuevo, olvide hacerte una pregunta importante...
lo de las sombras es cierto, eso de que las mandaron a otro mundo y todo eso???????
suena muy verdadero, huui a veces me das miedo haha no es verdad, sabes mucho, nadamas...
aaaw este cap me encanto, aunque esta en suspenso si le pasa algo a Damien no se que haria, ojala jerry nos ayude, amo a ese chico...
uuuui ya tengo blog espero subir una novela pronto...aaaaawww que emocion despues de varios intentos fallidos al fin pude crear uno..
te quiero, cuidate muchooote...suerte...adioz

Fernanda Jonas dijo...

huupzz otra vez comente muchoo...hahah....no es mi culpa si no de la compu, espero y no te molestes

Anónimo dijo...

NOOO DAMIEN!!! DAMIEN!! NO TE VAYAS!!
ME MUERO SI LE PASA ALGO A DAMIEN!! ESOS VATHES HORRIBLES, LOS ODIO!
PERO AL FIN, QUIEN ES DESTINO FIMAL? SI ES EN DEFINITIVA LOS VATHES?....
ESTA GENIAL!!! ME ENCANTO EL CAP!!
"Igual que otra de esas obsesionadas fanáticas de los Jonas Brothers", ME ENCANTO ESA PARTE HAHAHAHAH =D
STEPH Y POR QUE NO LE DICES A TUS PAPAS QUE TE QUEDA MUY PESADO CON LA U Y EL TRABAJO, QUE DESPUES DE UN TIEMPO VULVES A TRABAJAR, AL MENOS MIENTRAS TE ORGANISAS MEJOR, O QUE TE REDUSCAN LAS HORAS DE TRABAJO? OOHHH STEPH ESPERO QUE SE MEJORE TU SITUACION EN ESE ASPECTO...
SSIIII PLISSS LAS TECNICAS DE SEDUCCION ENTRE MAS PRONTO MEJOR xD

XOXOXO
ATT: MCAMICC

Anónimo dijo...

Steph, más adelante lograremos saber cuál es la especie de Eustace e Isabelle? No me gusta el hecho de no saberlo, me mantiene en constante preocupación & alerta. Marcus es un miserable! -Ivo.

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