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sábado, 26 de noviembre de 2011

Capítulo 8: La Casa Azul


 

Capítulo 8: La Casa Azul




–¿Tratas de aprovecharte de mi nena? –disertó mi madre mientras sus dedos se cerraban en torno al cuello de mi novio.
Haciendo un mohín de disgusto, Damien liberó un suspiro que sonaba en parte a alivio, en parte a frustración.
–No es verdad –él alegó en su defensa.
–Evangeline es sólo una niña.
Oh mierda, gruñí para mis adentros. ¿Entonces mamá también tenía esa estúpida tendencia a confundirme con una niña de cinco años?
Me aproximé a mi madre y alcancé sus hombros en mi intento de hacerla girar hacia mí.
–¡Madre! Suelta a Damien –le di una orden–. Mamá, por favor, mírame. No soy más una niña, ya dejé de tener once, ¿recuerdas?
Sentí el modo en que los músculos en los hombros de mamá se relajaban tan solo un poco.
–No es cierto, tú eres mi pequeña –negó con renuencia.
–Mamá, mírame bien, tengo dieciséis años, soy una mujer. Han pasado años, he crecido y te lo has perdido.
La obligué a girarse con mi agarre, ella dejó a Damien libre y me echó vistazo de arriba a abajo.
–Supongo que... has crecido un poco –mamá ubicó sus manos sobre mi cara–, y tienes razón, no estuve ahí para verte hacerte grande. No estuve cuando te desarrollaste, no estuve para darte consejos cuando me necesitaste, ni para advertirte sobre las drogas, los chicos o los métodos anticonceptivos. Supongo que ahora eres una niña grande, te gusta salir a diario con tus amigos, comprar ropa linda, dormir fuera de casa, ir a fiestas hasta el amanecer, conducir, tener citas y esas cosas.
Sonreí ante la ironía.
–No tienes idea –dije, sin dejar saber con mi tono de voz si lo decía en serio o no–. Pero no me ha ido tan mal, papá y Cole han sido grandiosos. No soy drogadicta, ni consumidora, mi hermano se encargó de que nunca bebiera alcohol, mi padre se encargó de odiar a mi novio, el cual por cierto es el único que he tenido, y lo amo más que a nadie; nunca he estado en rehabilitación, no fumo, no he estado embarazada, ni en prisión, y bueno, quizá tengo un tatuaje, pero podría ser peor –el hilo de mi voz se quebró ligeramente–. No sabes cuánto te echaba de menos, quería que estuvieras ahí.
–Lo siento tanto. Yo no quería dejarlos, tú... Debes saber la verdad, hija –hizo una pausa–. No has sido la culpable de la muerte de tu hermano Colin, tú no lo has matado. Él siempre estuvo muerto.
Sus palabras me congelaron, mi boca se abrió ligeramente. ¿Qué era lo que eso significaba?
–¿De qué hablas?
–Para él ya había llegado el momento de partir, los dioses solamente te han elegido para enviarlo a donde pertenece.
Divisé a Damien y Miranda en un vistazo rápido, haciéndoles saber que me sentía afligida y perturbadoramente confundida.
–No entiendo nada, madre.
–Escucha, mi niña, yo he cometido muchos errores –ella esperó a que yo asimilara la frase, pero aún no lo terminaba de entender cuando continuó–. Antes de tu padre existió otro hombre, el padre de Marcus, tu medio hermano. Supe lo que tú le has hecho a mi primer hijo.
Tragué saliva.
–Él me hizo sufrir mucho...
–Lo sé, no tienes que explicarlo. Sé quien era Marcus. En el pasado yo solía tener una familia feliz: mi hijo, mi esposo y yo, pero durante una batalla ellos fueron transformados en Vanthes y desde ese mismo segundo dejaron de ser ellos mismos, sus ansias por matar eran mayores que el amor que podían haberme tenido. Tuve que matar al padre de Marcus debido a que él había intentado quitarme la vida primero. Tu hermano presenció el asesinato de su padre y utilizó ese pretexto para justificar un falso rencor, para excusarse de querer asesinarme. Él ahora era un Vanthe, y a pesar de todo yo quería protegerlo, debía ocultarlo de los Leives para que no fuese cazado, de modo que ingenié una forma para que pudiese entrar a Somersault, sabiendo que ese sería el último lugar en el que buscarían a un Vanthe, puesto que esta ciudad tiene límites y prohibiciones en contra de esta especie.
–Oculté a Marcus durante años en las solitarias cavernas. Me dolía haberlo hecho pasar esos duros días en soledad, oscuridad y demencia, pero no podía dejar que saliera o me mataría y además de ello sería cazado por Leives con facilidad. Solo quería proteger a mi hijo.
–Tiempo después volví a contraer matrimonio, y estaba felizmente embarazada cuando Marcus logró escapar de su encierro –la mirada de mamá era distante y tremebunda de alguna forma, sus manos estaban sobre mis hombros, sus uñas clavándose ligeramente en mi carne–. Él me reprochó todo el daño que le hice entre llanto, recuerdo sus palabras exactas, el sufrimiento fingido en su voz.
Jadeé, un poco alarmada por el modo en que mamá mencionaba sus palabras.
–Cuando descubrió que ahora yo tenía un nuevo esposo pareció enloquecer de ira. Yo sólo rogaba para que su ceguera no le permitiera percatarse de que yo estaba embarazada.
De un modo que no lograba entender, el flashback de mi madre llegó hasta mi cabeza como si se tratase de mi propio recuerdo. En mi mente pude ver a Marcus con el rostro teñido en odio y los ojos llenos de lágrimas, al igual que los de mi madre, quien se encontraba alejada a dos metros de él, su vientre estaba abultado.
Has matado a mi padre frente a mis ojos, me has olvidado todos estos años, he permanecido solo en el encierro absoluto, sin ver la luz siquiera –decía Marcus con pesadumbre– ¿Por qué? ¿Qué te hice para que me abandonaras de esa manera? Apuesto a que sí amas a tu nuevo amante –él caminó hacia adelante, acorralando a mi madre–. ¿Y qué hay de tu nuevo hijo? ¿A él vas a encerrarlo también? –los ojos de mamá se agrandaron de miedo–. Nah, seguramente vas a quererlo porque no es un monstruo como yo. ¿Cómo pudiste hacerme esto? Yo he nacido primero, me has querido primero. Y ahora solo quieres a mi hermanito, ¿no?
Marcus descansó su mano sobre el vientre de mi madre, ella se veía completamente acongojada, su cara estaba húmeda por tanto sollozar.
Hijo, por favor, no es así –replicaba ella–. Te juro que yo te amo, lo único que he intentado es protegerte, es mantenerte vivo. Te quiero igual que a este niño.
Mi medio hermano movió su mano por encima del estómago de mi madre, sus dedos trepidaban, su boca también, apretaba los labios para contener la vibración producida por la furia.
No le hagas daño –mamá dijo de forma quebradiza, refiriéndose a su bebé–. Por favor, cálmate, hijo –situó sus manos sobre su cara.
No le haré daño, mami. ¿Acaso no confías en mí? –arguyó él suavemente, como un niño–. Es mi hermanito, nunca le lastimaría, lo sabes.
Charlotte trató de retroceder de todas formas, no obstante, Marcus fue más rápido, desenfundó una daga y la hundió en su abdomen abultado. El flashback concluyó, noté que mis ojos se habían cerrado y volví a abrirlos para darme cuenta que mi madre estaba mirándome de manera arraigada. ¿Cómo sus recuerdos habían llegado hasta mí?
Charlotte asintió con la cabeza.
–Así es, Ania. Estaba embarazada de Cole cuando eso sucedió. Colin nació muerto a los siete meses de gestación.
–No... –balbuceé–. ¿Cómo es eso posible?
–Yo era tan testaruda como tú lo eres. No pude aceptar su muerte, por lo tanto decidí hacer un trato con un dios. Conseguí que se le fuesen adjudicados solamente diecinueve años de vida y es por eso que él ahora debía irse. Él ya había sobrepasado sus diecinueve años. Tu hermano sabía esto desde muy joven, fue él quien te eligió para que lo asesinaras, quería que fueras tú y no cualquiera.
–Eso no es justo –me quejé yo–. Yo no quería ser la que lo enviara al infierno. Yo no quería que él se fuera.
–Recuerda que no ha sido tu culpa. Ni la muerte de Colin ni la de Marcus. Tú solo has hecho lo correcto.
Sujeté con fuerza los brazos de mamá.
–¿Qué debo hacer, mami? Extraño mucho a Colin, quiero a mi hermanito de vuelta.
–Nada, pequeña. Tú no debes hacer nada.
Ella me apretó a su pecho, me abrazó, me condujo hasta una fuente de agua cristalina en donde los caballos bebían y lavó mi cara manchada de pintura con un gesto netamente maternal.
–Debo marcharme –me avisó, besando mi cabeza.
–¿A dónde? –sequé mi cara utilizando las mangas de mi sweater.
–No te preocupes, voy a volver –quiso calmarme–. Por favor, no hagas locuras, por favor. Necesito que me prometas que no harás nada que pueda hacerte daño.
–Quiero ir contigo.
–No puedes, Ania. Por favor, hazme la promesa.
Resignada, prensé mis labios y después respondí.
–Lo prometo.
Mamá soltó las cadenas de oro que mantenían aprehendido a uno de los colosales caballos alados y montó a la bestia, que se paró sobre dos patas y rechinó justo antes de caminar hacia la salida del establo con aires de una criatura superior.
–Adiós, bella señorita –se despidió Damien de mi madre al tiempo que le sonreía.
El cabello de mi madre volaba detrás de ella, agitándose con el viento, haciéndola ver como una gran heroína en su caballo que descendió desde El Olimpo.
–No intentes ser encantador, muchacho. Aún pienso que eres un patán que se aprovecha de mi niña –ella se volvió a mirarme–. Cuídate de él, hija. Tenemos una conversación pendiente.
¡Oh padres! ¿Siempre eran tan difíciles de convencer?
Pronto mi madre ascendió a los cielos en su hermoso corcel alado, tal como las diosas de las películas.
–Ya la oíste, no hagas locuras y cuídate de mí –Damien cortó el silencio.
–¿Le temías más a mi padre de lo que le temes a mi madre? –curioseé.
–Al contrario, tú madre es más de armas tomar –él sonrió coquetamente–, pero pienso que puedo galantearla hasta que me deje pedirle tu mano –me guiñó un ojo.
–¿Qué? –tosí, mi rostro cambió de color.
Se rió.
–Sólo estoy bromeando.
Él se avecinó hacia la fuente para lavar su cara y sus manos de los restos de pintura. Mi garganta se secó cuando advertí las gotas de agua corriendo desde su cara hasta su cuello y pecho desnudo. Se veía condenadamente deseable mientras el líquido corría a través de sus prensados, voluminosos músculos.
Ania, deja a un lado los pensamientos salvajes, decía la parte aburrida de mí.
–La leyenda dice que los unicornios solo permiten ser tocados por bellas doncellas nobles –decía Damien mientras, lamentablemente, devolvía su camiseta a su torso húmedo y se colocaba su chaqueta–. Estaba pensando que quizás una de ustedes logre...
Miranda interrumpió carcajeándose en voz alta.
–¿Qué? ¿Hablas de una doncella pura y de sangre noble? No jodas, D, yo no soy eso, deja que Ania lo intente.
Fruncí mis labios.
–Cuando las personas dicen doncella se refieren a vírgenes, ¿correcto? –me reí de forma burlona y mordaz.
–De acuerdo, si alguno de nosotros es una doncella ése no soy yo –protestaba D–. Muevan sus grandes...
–¡Damien! –lo corté, imaginando lo que seguía.
–Pies –concluyó él–, muevan sus grandes pies.
Se aproximó hacia mí desde atrás, aglutinó su pecho a mi espalda, recorrió mi brazo con su mano hasta alcanzar a entrelazar nuestros dedos juntos. Me empujó levemente con su cuerpo hacia uno de los unicornios.
–No tengas miedo, solamente debes tocar su cuerno –sonó su voz sensualmente baja cerca de mi oreja, provocando que mi piel se erizara por completo.
–¿Ese animal me llevará con mi hermano?
–No –susurró en mi oreja, sus labios rozaron mis mejillas cuando él negó con la cabeza–. No le llames animal, es un ser mágico. Superior a los humanos, superior a ti y a mí, su poder es comparable al de los dioses.
El contacto con el cuerpo de Damien ocasionaba que demasiadas partes de mi cuerpo se calentaran hasta arder. Mis torpes pies continuaron dando zancadas hasta el enorme ser mágico, cuyo cuerno destellaba en miles de colores que mis ojos acababan de conocer.
El corcel retrocedió, se apretujó en una esquina, como si deseara alejarse de mí, sus patas atadas forzaban las cadenas tanto como era posible, él se sacudió, emitiendo un sonido rechinante lúgubre, sacudiendo su cabeza. Tuve miedo, me hice hacia atrás, estrellándome contra los pectorales esculturales de mi novio.
–Tranquila, debes acercarte muy cautelosamente.
Volví a intentarlo, di un paso hacia adelante, solamente una corta pisada nerviosa, y difícilmente tuve el tiempo suficiente para darme cuenta de que el unicornio estaba dirigiéndose hacia mí a una velocidad inefable, como la luz. Su cabeza estaba agachada, de modo que su brillante cuerno en espiral apuntaba directo hacia mí. Y, de pronto, sentí el filo punzante del mismo atravesando mi piel, hendiendo mi pecho, paralizando mi corazón.
El golpe de su embestida fue extraordinariamente fuerte, salí disparada hacia la lejanía, al igual que Damien, y caí sobre una profunda superficie líquida.
Así es, agua.
Había perdido a Damien de vista, el pecho me dolía arduamente, no podía respirar, me hallaba sumergida en un amplio mar de un líquido poco espeso de color dorado. Moví mis brazos y piernas con la finalidad de nadar, pues me estaba ahogando, deseando estar en la superficie, pero algo tiraba de mis piernas hacia abajo.
Entonces mi instinto por respirar me hizo tomar una bocanada de... ¿Aire?
¡Wow!
A pesar de que estaba sumergida bajo el agua podía respirar, mis pulmones se llenaron de agua dorada completamente respirable. Era simplemente increíble, no podía creer el modo en que mis movimientos producían burbujas y estaba flotando sobre un mar de oro. Desde mi pecho brotaba un líquido rojo vivo que se mezclaba con el agua dorada. Era la sangre que salía desde la laceración hecha por el cuerno.
Braceé con fuerza, ansiando ascender a la superficie que veía lejana y oscura, la única luz que podía distinguir provenía desde la herida abierta en mi piel, de alguna manera insólita ésta manaba rayos de fulgor colorido que atravesaban el agua.
Fui arrastrada nuevamente hacia el fondo, casi como por efecto de la gravedad o el magnetismo. El fondo estaba hecho de huesos, quiero decir, en lugar de arena o algo parecido, había huesos humanos amontonados en los que aterricé.
Seguidamente, una mano humana emergió desde el suelo de huesos y enganchó mi brazo, atrayéndome hacia debajo de la tierra, fui succionada hasta regresar al aire puro. Era como si, al contrario, la superficie estuviese debajo de la tierra en lugar de por encima del agua. O quizás yo estaba tan azorada que había invertido el norte y el sur.
Seguidamente, un par de brazos masculinos me sujetaron antes de que pudiese caer. Al principio había pensado que era Damien el que me había atajado, pero no lo era.
Separé lentamente mis párpados cerrados, la oscuridad estaba cerrando mi visión, aunque de todas formas fui capaz de distinguir ese ondulado cabello dorado-castaño y aquel casi angelical rostro.
–¿Matthias? –musité, mi voz salía dificultosamente de mi boca y se oía rasgada.
Mi cuerpo estaba empapado, mi pecho cubierto de sangre, roja y brillante, no como cualquier sangre brillante, ésta parecía emanar luminosidad propia o rutilar como purpurina. Gemí en los brazos de Matt.
–¿Te encuentras bien? –él dijo, su cabello también goteaba líquido dorado.
–¿Mir? ¿Damien? –balbuceé.
Matthias me recostó delicadamente en el suelo, que era de tierra húmeda, vislumbré el cielo y las estrellas en lo alto. Era de noche y todo parecía gris.
–Estoy bien –Miranda habló, seguí su voz y la encontré sentada a mi lado junto a...
–¿Grace? –escupí con desdén. Miré mi entorno–. ¿Dónde está Damien? ¿Qué hacen ustedes acá?
–Grace y yo estábamos ocultos en el establo. Creo... creo que el caballo nos ha traído juntos a otra dimensión. No estoy seguro –manifestó Matt–. Hemos perdido a Damien de vista.
Me incorporé, lloriqueé, el pecho estaba doliéndome como si hubiera fuego sobre mí.
–Demonios... –hice un mohín–, me duele –puse mis manos sobre la magulladura–. Busquen a Damien. ¿Dónde está él?
–Ania, recuéstate, estás herida, por Dios –decía Miranda.
–No, no. Estoy bien. Damien...
–Lo encontraremos –aseveró Matthias.
Respiré con dificultad, hiperventilando, demasiado nerviosa como para contenerme.
–Hay que buscarlo, y... ¿Cómo es que ustedes llegaron al establo?
–El extraño hombre, Eustace, me ha citado en ese lugar –explicó el chico–. Grace estaba conmigo porque ella... es mi novia –concluyó mientras la tomaba de la mano–. Cuando los vimos tuvimos miedo y curiosidad, por eso nos ocultamos.
Hmm… Entonces la mugrosa zorra de cabellos púrpuras salía con el guapo religioso.
A continuación, la tierra debajo de mí comenzó a vibrar, el suelo parecía estar moviéndose, Matthias me ayudó a levantarme y tiró de mí.
–¡Corre, corre!
En la lejanía pude apreciar la imagen de un montón de siluetas formidables negras con alas inauditamente enormes.
Eran más Pegasos, salvo que éstos no eran blancos como ángeles, sino negros como corceles de las penumbras, con alas de plumas negras, y se dirigían hacia nosotros en manada, posiblemente eran más de trescientos trotando a toda velocidad en dirección a nosotros.
No había tiempo suficiente para...
Matthias puso sus manos en mi cintura, me alzó mientras éramos engullidos por la muchedumbre de corceles negros y me hizo saltar encima de uno de estos caballos, de repente me encontré entre sus grandes alas, delante de Matthias, quien se hallaba apretado a mi espalda, envolviendo mi cuerpo con sus brazos, intentando guiar al animal.
A mi lado, en el corcel contiguo, estaban Grace y Miranda, ambas gritando de pánico. La velocidad hacía que mi cabello me siguiera flotando por los aires y que mi corazón palpitara tan fuerte que creía que brotaría fuera de mi pecho.
–¡Nos están siguiendo! –afirmó Grace dando alaridos.
Me volví hacia atrás para mirar por encima del hombro de Matthias y darme cuenta de que, además de Pegasos, había algo más. Detrás de ellos alcancé a vislumbrar a un grupo de guerreros que nos seguían de cerca.
Claro, cualquiera pensaría que éstos eran guerreros comunes y corrientes, mundanos hombres con espadas y ese tipo de cosas. Pero no, maldita sea, no en mi mundo. Ellos estaban utilizando armadura de plata, llevaban escudos y espadas gruesas, sí. Pero, bajo toda esa indumentaria, ellos no eran personas de carne y hueso, quiero decir, eran básicamente solo de huesos, porque eran jodidos esqueletos con cráneos aterradores y huesos amarillentos.
¡Y eran cientos de ellos! Toda una legión de guerreros muertos.
Sentí un cosquilleo patético e incómodo cuando me percaté de que nuestro Pegaso estaba comenzando a elevarse por los aires, mi columna vertebral se tensó, sentí mi corazón en mi boca. En menos de dos minutos todo el grupo de caballos estaba en las alturas, habíamos dejado el suelo tan abajo que incluso había desaparecido de mi campo visual.
Por otro lado, los guerreros muertos también volaban tras nosotros, sin necesidad de poseer alas, ellos igualmente podían levitar, y estaban siguiéndonos con sus siniestras caras de asesinos que deseaban nuestra sangre.
Entre la neblina del cielo azul nocturno había estrellas brillantes, estrellas del tamaño de una uva que destilaban luz blanca.
Cuando era una niña, solía creer que si ascendía a los cielos las estrellas serían del mismo tamaño que cuando las veía desde la distanciada tierra. Aquí, donde sea que estaba ahora, las estrellas eran exactamente como en mis fantasías de niña, incluso podría poner una en la palma de mi mano si lo deseaba.
Mi boca se había abierto de la impresión, todo parecía estar sucediendo lenta y pausadamente, el tiempo casi parecía congelado.
Alargué mi brazo y cogí una de estas destellantes luces que flotaban en la atmósfera. Siseé cuando la palma de mi mano vibró debido a que una onda de electricidad potente se extendió hasta mi brazo y mis dedos ardieron como si estuviese tocando el fuego vivo. Rápidamente oculté la diminuta estrella dentro de mi abrigo mientras la brisa me golpeaba frenéticamente y enfriaba mi piel.
Entre todas esas estrellas y neblina blanca, mi vista encontró la figura de una casa azul en la oscuridad, una casa que era acogedora y tenebrosa al mismo tiempo, con una pequeña ventana azul al igual que el cielo alrededor de mí.
El color azul, frío, igual que el hielo o la noche, significaba eso, soledad, melancolía, y a su vez, niñez, ternura, inocencia. Eso lo había oído de Miranda, quien todo el tiempo hablaba de la importancia del significado de los colores, considerando su extraña habilidad para ver auras, le gustaba estar al tanto de lo que significaba el color de cada una en cada persona.
La casa azul estaba flotando en medio del espacio, pero a medida que nos aproximábamos hacia ella podía darme cuenta de que mi memoria albergaba a este hogar en mis recuerdos.
En aquel jardín de aspecto misteriosamente sombrío solía jugar a cazar fantasmas con mi hermano mayor desde mis cinco años, debajo de aquellos gnomos de cerámica mamá guardaba la llave de repuesto de la casa, las flores junto a la puerta olían como el color morado. Sí, en un paralelo y diminuto mundo en donde cada color tenía su propio olor. Y bajo a ese gran árbol de manzanas se estacionaba mi bicicleta rosada.
En el pasado era una casa azul celeste, iluminada con el sol de california. El azul, a pesar de estar dentro de los colores más fríos, también suele ser el color más caliente de todos. Me recordaba a los cálidos días de verano, cuando hacía tanto calor que el cielo era tan azul como el mar del Caribe.
Por supuesto, se trababa de mi antigua casa de la infancia, salvo que antes no solía flotar por los aires.
Los corceles alados, como me gustaba llamarlos, aterrizaron con destemplanza sobre el jardín de la casa, aunque eran tantos que no todos lograron entrar en el área, de modo que el resto de los caballos tomaron su propio rumbo y planearon alrededor de la morada.
Mi pecho subía y bajaba en el instante que mi corcel se detuvo y casi salí disparada hacia adelante, claro que Matthias estuvo todo el tiempo detrás de mí, protegiéndome, y en estos momentos se hallaba aferrado a mi abdomen, presionándolo con sus masculinas manos fuertes, sin dejarme respirar si quiera.
Yo me encontraba parcialmente mareada, incluso sentía náuseas, varios corceles volaron sobre mi cabeza a pocos centímetros de distancia, causando que mis cabellos se despeinaran; el estruendo del movimiento de sus alas al agitarse era tan estridente que ni siquiera podía escuchar otra cosa además del sonido que emitían cuando cortaban el viento a la velocidad de los aviones.
–Matt... –escasamente el sonido salió de mis labios, mis manos sujetaron las de él–, suéltame.
Luego de titubear un segundo, su agarre se aflojó y conseguí tomar bocanadas cortas de aire. Miranda y Grace habían aterrizado junto a nosotros y parecían grises debido a la palidez de su piel. Salté a menos dos metros de altura para llegar al suelo cuando desmonté al Pegaso, corrí hacia Miranda, que bajó cuidadosamente del animal también.
–Mir, ¿estás bien? –pese a su altura, logré instalar mis manos sobre su rostro.
Ella a duras penas respiraba.
–Santo cielo, sí –jadeó–. Nena, tu pecho... herido...
Miré la herida sangrante que rasgaba mi camiseta, la cual solamente me ardió después de haberme percatado de que allí estaba.
–No pasa nada... –quise convencerla, pero entonces mis labios se sentían demasiado húmedos como para hablar, pasé mi lengua por encima de ellos y saboreé... sangre.
Puse mis manos sobre mi nariz, de la cual emanaba la sangre.
–Oh, maldición.
–¡Cuidado, Mir! –vociferó Matthias.
Inesperadamente, algo se abalanzó contra mi amiga y la derrumbó en el césped, ella gritaba mientras uno de los guerreros muertos la amenazaba con dispararle una flecha en el pecho. Matthias me apartó del camino, y a Grace, y embistió al sujeto con su cuerpo para quitárselo de encima.
Entretanto, corrí hacia el porche de la casa azul, donde se encontraban dos gnomos de jardín enterrados en el césped. Como recordaba, el de sombrero rojo tenía una llave oculta en su interior. Lo rompí, cogí el juego de llaves, abrí las puertas con mis trémulas manos y grité.
–¡Entren, rápido!
Matthias eludió numerosos ataques de estos hombres de hueso, levantó a Miranda del suelo, la tomó de la mano, al igual que a su novia, y se encaminó hacia el interior de mi antiguo hogar. Cerré la puerta tan pronto estuvieron dentro, desde el lado de afuera se podía auscultar el sonido de los huesos de los guerreros al crepitar cuando colisionaban contra la madera.
Todo se volvió negro y penumbroso, solamente podía escuchar el sonido de nuestras agitadas respiraciones, únicamente había una cosa que alumbraba dentro la sala y ésa era la diminuta estrella que había guardado en mi bolsillo, que estaba enviando rayos de luz blanca incluso a través de la tela de mi chaqueta.
Sujeté la estrella entre mis dedos, ahora estaba tan fría como el hielo, nos iluminé a los cuatro bajo el cegador destello, me aseguré de que Miranda estuviese bien, apoyé mi espalda contra la puerta, haciéndome resbalar lentamente hasta sentarme en el suelo, los demás hicieron lo mismo. Algo golpeó mi espalda a través de la madera de la puerta, empujándome.
–Todos manténganse empujando la puerta para que no lo logren abrirla –nos sugirió Grace.
Me abracé de Miranda.
–¿El bebé está bien?
–Eso creo –me respondió con debilidad, colocando sus manos sobre su abdomen. El ruido de afuera de pronto parecía haber cesado–. Vamos a estar bien, bebé. Estamos buscando a tu padre, no te asustes.
Me sorprendió ver el modo en que ella hablaba con su estómago, mis labios se entreabrieron.
–Es... es increíble que... que mi sobrino esté ahí adentro. Seguramente es tan... pequeño, o pequeña –extendí mi mano hacia ella–. ¿Puedo... tocarlo?
Miranda me sonrió, tomó mi mano entre las suyas y la guió hasta su aplanado vientre.
–Claro que puedes, tonta.
Rodé mis dedos sobre su estómago tan cuidadosamente como pude, casi sentía que el bebé o Miranda estaban hechos de porcelana.
–¿Has pensado en cómo va a llamarse? –Matthias terció.
Dudosa, mi amiga respondió.
–Eh, no, la verdad. Pero, supongo que si fuese un niño podría llamarse como su padre.
–¿Y si es niña? –Grace interrogó.
–Quizás... ¿Ania? –propuse.
Miranda rió.
–Guarda ese nombre para tu propia hija –me dijo.
Claro, como si yo fuese a tener una hija en un futuro cercano…, ¿con Damien?
Maldición, Damien.
Me levanté del suelo.
–Tengo que salir de aquí, necesito encontrar a Damien.
Un mareo casi logra derrumbarme, tuve un fuerte dolor en mi cabeza, noté que mi nariz seguía sangrando, me limpié la cara con el dorso de mi antebrazo, mi estómago estaba revuelto.
–¿Qué demonios me pasa?
–Creo que ha de ser la herida del unicornio. Todavía sigue abierta y parece extrañamente brillante.
La sangre sobre mi camiseta que rodeaba la desgarradura se había convertido en un líquido plateado. ¡Cielos!
–¿Puedo decirte algo? –Grace inesperadamente sujetó mis muñecas.
–¿Tengo otra opción?
–Mira –ella dijo–, yo solamente quería disculparme si pensaste que yo estaba coqueteando con tu novio o buscándolo de algún modo. Ahora estoy con Matthias y quiero acercarme a ti, ser tu amiga.
¿Eh?
Me desconcerté, tenía esa necesidad de querer responderle con un "shkhgjlksjdhjcnbtirsgd". Si tan solo hubiese estado frente al monitor de mi laptop, quizá.
–Vas a asustarla –Matt corroboró.
Me alejé de ella, dándome tiempo para examinar la sala en la que me encontraba, que era tan similar a esa casa donde solía vivir...
Caminé alrededor de la habitación, pasé junto al viejo sofá marrón de diseño antiquísimo, me dirigí hasta la biblioteca, encontré un libro grueso tumbado a mis pies, lo recogí y alumbré sus páginas con mi estrella.
El libro solamente presentaba fotografías, paisajes hoscos y otras escenas, por ejemplo, había una fotografía muy similar a una pintura en la que se mostraba una habitación sombría, vacía, con paredes desnudas, había un sillón de cuero en medio en el que se podía apreciar a un hombre sentado mientras besaba a una especie de hada que se hallaba sobre sus piernas.
–¿Chicos? –llamé silenciosamente al grupo.
Ninguno me respondió, me di vuelta y quedé estupefacta.
La habitación que ahora me rodeaba era la misma que en el libro, incluso los mismos personajes se hallaban allí. El sillón de cuero me daba la espalda, pude reconocer el cabello castaño de un hombre sobresaliendo del espaldar, el hada tenía varios pares de alas enormes refulgentemente deslumbrantes, piel verde como el bosque, cabellera negra y larga. Noté que no era solamente un hada, era algo más demoniaco.
Una Doxy. Era Liptaura.
Una Doxy es algo parecido a un hada, pero, tenía entendido que eran más malvadas, demonios caníbales. Liptaura era una amiga de Eustace que solía comer personas, se había devorado en vida a Ivonne, la chica de la academia que había preferido ser un Vanthe antes que morir y que había tratado de robarse a mi novio, también.
Cuando el sillón giró hacia mí reconocí a un hombre con pantalones ajustados de rayas verticales cuyas manos cubiertas con guantes de seda blancos impecables estaban toqueteando libidinosamente el cuerpo escultórico y casi desnudo de Liptaura.
–Oh Dios mío. ¡Eustace! ¡Engañas a Dasha!
Liptaura y Eustace se separaron el uno del otro dando un gran salto, en un abrir y cerrar de ojos ella estaba oculta en un rincón y Eustace casi encima de mí. Su dedo índice presionó mis labios, con su otra mano sujetó mi nuca.
–¡Silencio, niña, no vuelvas a repetir eso! –sus ojos profundos, verdes y azules, capturaron los míos–. ¿Evangeline? –sus ojos se ensancharon–. Por el amor de Tinia, ¿qué demonios haces aquí, niña? Oh, Evangeline...
–¿Tú qué haces aquí? –impugné, recriminándolo–. ¿Y por qué engañas a tu esposa? Siempre pensé que la amabas.
–Y lo hago –su tono fue nervioso al responder.
Sacudí mi cabeza.
–Uno no engaña a la gente que ama –me sobresalté–. A menos que... ¡Oh! ¿Ella sabe esto?
–Cállate. ¿Damien sabe cada vez que lo engañas?
–¡No!
–¿Ves?
–No, porque no lo engaño. Si amas a alguien eres incapaz de pertenecer a alguien más.
Por primera vez desde que conocía a Eustace lo vi reírse con nerviosismo.
–Suena como si tuvieras cuarenta años. ¿Qué eres, una monja? –dijo–. ¿Pretendes que sea fiel a Dasha? Ania, piensa un poco. Mi esposa es una pantera. ¿Debo esperar cien años para tener sexo? Olvídalo.
Curvé mi boca, indignada.
–Oh, vamos. ¿No puedes tener sexo con una pantera y sí puedes acostarte con esto? –señalé a Liptaura, quien me mostró todos sus afilados colmillos.
Eustace volvió a reír, pero esta vez de forma auténticamente divertida.
–Es diferente. Liptaura tiene tetas y un buen trasero –Eustace hizo un mohín–. Diablos, niña. Suenas celosa.
Mi rostro se mostró horrorizado.
No es que estuviese celosa, es solo que me gustaba pensar en Eustace como un ser asexual, como esos personajes de caricaturas. Y de pronto él no era eso, era un hombre, infiel, viril y enteramente sexual, que decía las palabras tetas y trasero.
–¿Celosa? –repetí–. Tienes razón. ¿Por qué te reclamo? Tú solo eres mi profesor, como mi padre. Y tienes derecho a tener todas las amantes que quieras.
Él levantó mi barbilla con sus dedos, sus guantes de tela rozaron mi piel, su mirada penetrante me hizo estremecer, su sonrisa ladeada se asomaba con malicia.
–Así es –afirmó–. Además, ella no es mi única amante, me acuesto con muchas, incluso tengo hijos, cientos de ellos, de diferentes madres.
Casi me ahogo con mi propia saliva.
–¿Hijos? –después de alzar la voz, resoplé–. Genial, hijos. ¿No sabes que en esta época existen los condones?
–De hecho son más antiguos de lo que piensas –me indicó–. Pero no me gusta el látex.
Guiñó un ojo de manera perversa.

15 comentarios:

Sherl dijo...

Yo Jamas deje de mirar para ver si subiste o no juro que diario me metia no comentaba y pido perdon ;)...
uuuuh! Graciias por subiir
hahahha
el futuro es incierto no sabemos que es lo que pasara
pero por ahora me alegro que porfiin subas ;)
Cuidatee muchoo

& me cure ya no digo palabrerias groceras lo se es muy malo eso jajajajaj oknot...

y me sentiria muy alagada que pusieras mi nombre en uno de tus personajes presumiria a todo el bonito mundo hahaha ;)
by sherl

Sherl dijo...

PD1: nunca es tarde para poneer el posdata :)
PD2: Jesus! condenadamente bueno el cap.. lo siento dije condenadamente y te dije qu me habia curado ¬¬' sabes creo qu eme volvere a "enfermar" no me gusta escribir decente hhahahaha oknot seguire curada ;)
PD3: WOW Dem...! juro que me encanto el cap.. tu fan soy numero 1 ;)

Nce dijo...

Menos maaal, estaba ansiosa por leer uno de tus capitulooos!! Como siempre, increible, me a encantadoo. Sigue pronto pliis. Besos (: !

Gudi-Pop dijo...

Jajajajaa Te pasaste Steph!!!! con el capitulo bueno pero antes de eso quisiera decirte que wooow te extrañamos muchisimo :C nena no habia dia en que no checaba tu blog para ver si ya habias subido pero noseguramente no habias subido por que no D: wa fue mucho tiempo de espera no crees? TT.TT pero bueno me alegra que ya estes aqui de nuevo para deleitarnos con tus dotes literarios no? C: Te adoramos me alegra por mi parte que hayas regesado y lo de el interntet y tu lap pfff que pesimo enserio U.U espero no nos abandones mucho :C te entiendo y eso que es complicado :c pero...por fis no nos abandones tanto shi? n.n y sobre el cap wow o.o espera sobre el concierto! waaaaa me muero de envidia que suerte tuvo la chica de poder conocer a una gran escritora como tu en persona jajaja :3 enserio que si! Eres asombrosa yo quiero un autografo tuyo *-*! y una foto contigo sii? jajajaja seri genial pero bueno entonces ah si sobre las letritas rojas jajaja me dio mucha risa cuando lo lei enserio que si jajajaja fue genial :E espero cuanto compre un libro tuyo poder leer las letras rojas con emocion y aasi! jajaja :3 seria genial y wow ahora si sobre el cap O.O wow enserio que valio la pena la espera.

Gudi-Pop dijo...

Listo ahora si voy a escribir sobre el cap que tal me parecio por que realmente me parecio genial y sobre Eustace U.UWa me decepsiono :( pero bueno vamos por partes kajajaja por ejemplo el principio realmente me sorependio eso de la madre de Ania jajajaja y sobre que Damien 8-) se debia cuidar jajaja eso si me dio mucha risa coffcoff si supiera jajaja y sobre la historia de MArkus y :( charlotee y asi waaa enserio es super genial la verdad no podia dejar de leer, hasta lo lei 3 o 4 veces o.o por que wow osea que capitulo! enserio nos pusiste tantas cosas que valio la pena la espeera jajajaja y sobre el unicornio los guerreros , mathias y grace eso si estuvo algo raro y la verdad no me lo esperaba pero igual es genial poder leer algo nuevo de vez en cuando :3 de mi parte me encanto super por que y wow espera lo de Collin TT.TT waaaaa pobre :C pero igual el ya lo sabia u.u asi que ps.s.pss...:c .< grrr bueno me retiro un beso cuidate :3 espero ya no nos abandones tanto vale? cuidate y graxias por escribir :DD tan genial!

Noelia dijo...

Dios mio!!! gracias a dios todo misericordioso volvistes!! ajajajaja no ya, enserio, tenia muchisimas ganas de que volvieras pronto, visitaba la pagina todos los dias por si habias vuelto, aunque sabia que estaba de vacasiones jajaja me encanta que ya se mensiones la palabra "hijos" de la boca de Evangeline aunque se que falta para eso :P como SIEMPRE me encanto el capitulo! espero que lo sigas pronto. Besos! (L)

ChicaAnonima:) dijo...

Helloo Girl i miis you so much.... extrañaba leerte ;) ...
me gusta lo que estudiaras ;)yo queria literatura inglesa pero no habia de esa aqui en mi ciudad y tenia que viajar pero no quise y mejor me quede en diseño grafico aqui en mi ciudad.... ahora pss voii a la uni y aunque te confesare que no estoy muy agusto con lo que estudio ¬¬' si me gusta no te lo negare pero aun no me convense ;)
okay bueno pues el capitulo te quedo super mega increiblemente asombrosamente maravilloso ;) hahahaha
que malos esos tipos huesudos hahah
ame ame ame el capitulo ;) Cuidatte chica y si desapareses vuelve ;) okay not
TK

♥♥MaNu♥♥ dijo...

Stephhh ke pasooo con Damien escribe pronto nos dejaste con la intriga por mucho tiempo me la pase todos los dias mirando cuando ivas a subir el capitulooooo

Teevi dijo...

HE TERMINADO MUERTA!!!
CARAJO QUE BIEN ESCRIBESSSSSSS!!!!
A PARTE DE QUE ME HE MATADO DE LA RISA, OSEA ME HE MATADO DOS VECES(?
QUE ORGULLO QUE UNICORNIOS SALGAN EN TUS HISTORIA QUE ANIA TAMBIEN ES UNA (? JDFJSDKFJADSKL COLINNNNNN COMO QUE SIEMPRE ESTUVO MUERTO COMO??!! WAO INCREIBLE Y MIR QUE LINDAAA ^^
EUSTACE COMO ES POSIBLE SE MA CAYOO!!! ENGAÑA A DASHAA DDDDDDD: ENSERIO PENSE QUE LA AMABA, BUENO IGUAL LA AMA D: ._.

QUE HA PASADO CON DAMIEN DONDE ESTAAAAA MUEROOOO OTRA VEZ(??? JAJAJAJAAA QUE ESTUPIDA SOY JAJAJAAA

QUE BUENA MUSICA!
---

Y QUE CHEVERE QUE HAYAS CONOCIDO A UNA LECTORA!!!
PARA LAS LECTORAS ERES NUESTRA IDOLAA. <:D


ME DESPIDOO SIGUELA PRONTOOO WASHAAA!! xxxxxxxxxxxx

Atte: Teevi ;3

micaღ dijo...

ahhhhhhhh!! ah steph extrañaba mucho la nove!! sabes pense que el cap se estrenaba hoy (lunes 28) pero era el 26 hummm asi que por eso resien te comento...bueno en fin el cap estuvo AH DIOS GENIAL!! paso de todooo noo pero lo que menos espera es que colin murio xq asi esteba predicho!!?? naah me quede ree :O maal y lo del unicornio me mato osea estaba todo re tranquilo y tierno y de repente faa le atrabiesa el cuerno mato lo de la estrella tambien ahw que lindo tener una estrella en la palma de tu mano :) y los unicornios negros alados y esos guerreros esqueleticos.. matthias con grase? que pareja mas dispareja haha..pero lo ultimo fue mortal como que eustace tiene miles de hijos!? yo tambien me lo imaginaba super fiel a dasha pero amantess y liptaura x favor es cierto es una cosa no una mujer pero lo MAS importante donde esta DAMIEN?? '.' ...
ahh y steph te tengo que pedir una opinion, ¿me podes recomendar libros? esque estoy con ganas de leer libros ahora que empiezan la vacass y la verdad ya no se me ocurren libros que esten buenos..en fin steph che que bajon que no tengas compu ni interner ojala puedas subir proto besos bye! :) <3

Anónimo dijo...

AAAAAHHHHHHH CASI ME MUERO CUANDO VI QUE PUBLICASTE!!! QUE EMOCION! NO SABES CUANTO ME ALEGRA QUE DE NUEVO ESTES PUBLICANDO! EXTRAÑABA MUCHO LA HISTORIA, IBA A ENLOQUECER SI NO SABIA QUE IBA A PASAR HAHAHAHA

OOHHH DIOS! EUSTACE!!! YO TAMBIEN LO VEIA COMO CARICATURA, UN SER...MMM NO TAN HUMANO, PERO YA ME QUEDO CLARO EL HOMBRE QUE ES...DE HECHO ULTIMAMENTE EUSTACE DICE Y HACE COSAS FUERA DE LO COMUN, O QUE NO PENSABA QUE ERAN DE EL.
COLIN...COLIN! COMO LO EXTRAÑO, NO SE QUIERO QUE MIR SE QUEDE SIN COLIN, Y QUE EL NO CONOSCA A SU HERMOS@ BEBE...TIENE QUE VOLVER.
EEHH GRACE Y MATT?! DEJEMOS ESO ASI HAHAHAHA
DAMIEN QUE SE HIZO,PORQUE NO VIAJO CON UANIA Y MIR, PORQ QUE NO ESTA AHI, ESTA HERIDO? LE PASO ALGO MALO?
Y LA MAMA DE ANIA, YA NO ANDA TAN LOCA xD...DE HECHO COMO QUE TENIA RAZONES PARA ANDAR LOCA....DE HECHO QUIEN NO ANDARIA LOCO AL SABER QUE TODOS ESOS SERES IRREALES EN VERDAD SI EXISTEN, OTRO EJEMPLO EUSTACE, TENEN LA TEJA CORRIDA Y CON JUSTA RAZON HAHAHAHA
COMO TE FUE DE CUMPLE? ...ESPERO HAYAS PASADO UUN BUEN MOMENTO, TE DESEO LO MEJOR, Y CON 18, AHORA SI A FIRMAR CONTRATOS PARA PUBLICAR ESOS HERMOSOS LIBROS...YA ME IMAGINO YO COMPRANDO TUS LIBROS! ME EMOCIONO HAHAHHA
ESTADO ACTUAL: ESPERANDO CAPITULO
XOXOXO
ATT: MCAMICC

A dijo...

Maldito marcus hijo de su querida mamita!! ptm no como rayos pudo matar a colin desde bebe practicamente colin era un zombi o algo asi desgraciado marcus que bueno que ania lo mato jum el tipo ese mato al hermano mayor que siempre quise y nunca tendre(por q ajam soy la mayor)waa muy bueno niña me ha gustado y si ya te extrañabamos! mucho!! ahora ya estas viejita niña asi que ve ensayando la firmita pa las editoriales jejeje en fin tengo que hacer tarea(mate)y me voy cuidate y portate mal

Valen Biggestsmile dijo...

primeramente, OH POR DIOOOS! Casi lloro de la emocion :') Gracias por haber escrito eso tan Hermoso, OH SI FUE INOLVIDABLE haberte conocido eres super genial tierna simpatica y divertida a pesar de lo poquito que hablamos fue ULTRA GENIAL,(aparte de haberte hecho la 1era entrevista) esto fue lo MEJOR! Y El concierto de nick ni hablar <3 Gracias de nuevo steph, LOVE U.. y del capitulo haha lo imprimi :p NO HAY PALABRAS, todo el capitulo estuve :O :l :O :l y *-* por damien xd hahaha okya! y lo de colin :'( Eustace ROCKEA DEMASIADO..no puedo esperar para el PROXIMO CAPITULO, es genial que hayas Publicado de nuevo ME ALEGRA MUCHISIMO, Extrañaba mucho la historia y a damien y a ania y a mir haha a todos y a ti grosa! ..con cariño Valen <3 fiel lectora

A. dijo...

De nuevo yo jeje bueno estaves tengo dos preguntitas espero y puedas responder
1-Cual es el programa en el que editas tus portadas?
Lo que pasa que e buscado algunos pero estan muy muy simples jeje
2-Como rayos le haces para escribir escenitas hot!!!??
A mi y a una amiga nos gusta escribir pero cuando llegamos a la parte de querer escribir asi nadamas noo haha bueno eso es todo buen dia.

A. dijo...

Oye oye oye recorde otra pregunta jeje como registras tus historias en copyring?te cobran?cuanto?.
Si ahi fueron mas de una pregunta jeje xD ahora si ya cuidate

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