Capítulo
12: La Venganza de las Siete Brujas
–Porque tengo
muchas cosas que pensar –respondí a Damien.
–¿Qué cosas?
¿Debes decidir si Matthias es mejor que yo? –preguntó adusto.
–¡No!
–vociferé–. ¡Debo decidir si quiero estar con alguien que no confía en mí en absoluto
y que se ha acostado con otra sin pensarlo!
Intenté pasar
junto a él, pero volvió a bloquear mi camino.
–Lo siento. No
he querido decir eso, sucede que aún puedo verte en mi cabeza besando a ese
tipo y... –apretó sus labios antes de seguir–. Había otras maneras de venir
aquí, no tenías que haberlo besado, no tenías que haberme engañado, Ania.
Mírame, estoy aquí y no he tenido que besar a nadie para conseguirlo.
Mi rostro
perdió cierta cantidad de color que había recuperado con el sexo.
–¿Grace también
te ha contado eso? –musité.
–Entonces era
cierto.
–No pensé que
fuera tan fácil llegar aquí, Eustace me ha presionado... –dejé de hablar tan
pronto como me di cuenta de que estaba revelando más información de la que
debería.
–¿Qué tiene
que ver Eustace?
–Nada –bajé la
mirada.
–Estás
mintiendo. Ahora sé que el problema de la confianza no es algo solamente mío.
Qué gracioso, ¿no? –concluyó irónicamente.
Él se dio la
vuelta para dejar la habitación.
–¿A dónde vas?
–Afuera.
Se marchó
rápidamente con paso furioso, lo seguí hasta el gran salón donde tantas
personas y seres sobrenaturales estaban aglomerados.
Damien movió
sus alas y se elevó sobre la multitud, la gran mayoría alzó su mirada para
verlo, sus alas completamente extendidas dejaron al salón entre las penumbras.
¿Qué demonios estaba haciendo?
Descendió en
picada hacia la muchedumbre, abalanzándose directamente sobre... Matthias. Mi
mandíbula se aflojó, miré con perplejidad el modo en que ambos rodaban sobre el
empedrado, derribando todo a su paso. Las personas a su alrededor se abrieron
paso, formando un círculo en torno a ambos. Corrí hacia ellos.
Damien levantó
un puño en lo alto que apuntaba a la cara de Matthias, todos en la sala
guardaron silencio.
–Cálmate,
amigo –gimió Matthias bajo el peso de Damien–. No pienso pelear contigo.
Adusto, Damien
se sentó sobre el torso de Matthias y sujetó el cuello de su camisa con ambos
puños.
–¿Miedo?
–preguntó con una mueca sardónica, me percaté de su respiración interrumpida.
–Suéltame, no
estoy dispuesto a lastimarte.
Los ojos de
Damien lanzaron llamas al oír aquello, adquirieron un tono más rojo.
–¡Bastardo!
–gritó antes de arrojar un fuerte puñetazo a la cara de su oponente.
En seguida me
moví hacia adelante para llegar hasta ellos, pero alguien me atrapó un brazo.
–No vayas,
podrías lastimarte –Grace dijo detrás de mí.
En el centro
del salón, Matthias gimió de dolor y se llevó las manos a su rostro
ensangrentado.
–Suéltame,
perra –le contesté a Grace.
Matthias
embistió a Damien con fuerza, despidiéndolo lejos. Mis ojos se abrieron como
platos. ¿Cómo era posible que un humano pudiera hacerle eso a un Leive?
–¿Por qué me
tratas así? –escuché a Grace hablar–. No he sido yo quien le ha dicho a Damien
lo tuyo con Matthias, ha sido Miranda.
Me volví
bruscamente hacia Grace.
–¿Cómo?
Eso no tenía
sentido, ¿o sí?
Al recordar
aquella discusión que tuve con Damien pude darme cuenta de que él nunca había
mencionado a Grace, él había usado el pronombre "ella". Eso tenía
mucho más sentido, puesto que solamente Miranda había estado en la escena para
presenciar el beso que le di a Matt.
Ouch.
–De todos
modos –dije temblorosamente–, no ha sido ella quien se ha acostado con mi
novio, has sido tú.
Grace no dijo
nada, pero levantó una ceja de ese modo...
Oh Dios mío.
–No te creo
nada –alcé la voz, pero nadie me prestó atención debido al bullicio–. Miranda
no es capaz de...
Si antes me
sentía herida de muerte, ahora me parecía estar muerta. ¿Mi mejor amiga y mi
novio? No era posible, ellos no podían hacerme daño de ese modo.
Tal vez Damien
no me había corregido cuando hablé sobre Grace para no hacerme más daño, tal
vez ellos..
Supe
inmediatamente que había perdido el color de mi cara, un nudo se atrancó en mi
garganta, tuve ganas de huir muy lejos y sollozar.
Pero el sonido
de otro golpe distrajo mis pensamientos. Nuevamente Damien había lanzado a
Matthias al suelo, se puso de pie junto a su cuerpo y lo pateó en la cara.
Un moretón
apareció lentamente sobre la mejilla de Matt, casi cubría la mitad de su
rostro. Mientras miraba la pelea solamente podía imaginar la traición que
Damien y Miranda me habían hecho, tuve ganas de golpear cosas y gritar. ¿Cómo
podían ser capaces de algo así?
–Levántate y
pelea conmigo, cobarde –Damien tiró de su camisa una vez más para alzarlo del
suelo.
–Bien, bien,
pelearé contigo –Matthias jadeó, parecía dolorido.
Todos en la
sala alzaron sus copas y aplaudieron, pude escucharlos haciendo apuestas por lo
bajo.
Matt se
irguió, arremangó su camisa, hizo puños con las manos, se tomó dos segundos
para recuperarse de su aturdimiento y acometió a Damien fuertemente. Este
último salió despedido por los aires y golpeó la pared, agrietándola, inclusive
cuando ésta era de piedra. Al caer al suelo gimió, pero se puso en pie
velozmente para atacar.
–Si no eres
humano, ¿qué eres? –inquirió D, sonriendo de forma mordaz mientras miraba rencorosamente
los ojos de Matt.
–Soy humano,
tú eres un marica. Débil –impugnó Matthias.
La multitud
entera soltó risotadas y se burló con abucheos. Todos los músculos de Damien se
tensaron y expandieron, las venas en sus brazos y cuello se dilataron, su
expresión era amenazadora.
Él se movió a
una velocidad excesiva, nadie lo vio trasladándose hacia Matthias para sujetar
su cuello, sus alas estaban abiertas en posición de ataque.
–¿Soy un
marica? –espetó después de golpear a Matt en el estómago.
Matthias
perdió el aire, su cara se tornó un poco púrpura, sus manos terminaron sobre su
estómago.
–¿Soy débil?
–continuó D.
Una vez más
golpeó a su oponente en el abdomen, éste se dobló de dolor, lo que sirvió a
Damien para patearle la cara. Matt volvió a gemir, intentó golpear las partes
bajas de su rival, pero D consiguió evadir el golpe limpiamente y alzó su
rodilla para golpear al chico en la nariz.
–Sí, esto es
por Ania –vociferó al tiempo que daba otro puñetazo–. Miserable –gruñó con los
dientes apretados y siguió dándole una paliza a Matt–. Infeliz –dio una patada
que dejó a su enemigo tendido sobre las piedras.
Matt se
sostuvo con sus codos, su cara sangraba. Damien le dio la vuelta antes de que
pudiera levantarse, se sentó a horcajadas en su pecho y continuó propinándole
puñetazos, cada vez más fuertes, cada vez más rápidos, cada vez él parecía más
excitado al golpear, como si la furia estuviera consumiéndolo, estaba
irascible.
–¡Detente,
Damien, ya para! –gritó Grace, quien había cruzado la habitación para llegar
hasta donde ellos yacían.
Probablemente
todos en el salón podían jurar que ésa era la chica por la que ambos peleaban. Los
murmullos de las personas me lo confirmaron.
Grace se
colocó detrás de Damien e intentó atrapar sus brazos. Él ni siquiera era
consciente de ella, no era consciente de nada, podía notar la expresión famélica
en su rostro, como si deseara acabar con Matthias en ese mismo instante, con
sus propias manos. Eso me asustó, nunca había conocido a Damien en un estado
parecido.
¿Por qué no
hice nada? Bien, no podía, sentía que mis piernas estaban clavadas al suelo,
había dejado de respirar, estaba demasiado conmocionada.
Alterada,
Grace siguió tratando de hacer entrar en razón a Damien.
–¡Por favor,
deja de golpearlo, vas a matarlo! ¡Ayúdenme, va a matarlo!
Las personas
rieron, no hacían más que disfrutar cada segundo de acción.
Estábamos en
el infierno, todos allí estaban muertos, nadie hubiese creído que Matthias
podría morir apaleado.
"Debía pelear con mis compañeros, u otros
hombres, hasta que uno de los dos quedara inconsciente", recordé a Damien narrando
y fue entonces cuando comprendí que él no se detendría hasta que Matt perdiera
la consciencia.
El rostro de
Matt estaba hecho un ovillo de sangre y moretones, sus ojos casi parecían
desorbitados, ya no podía seguir soltando quejidos de dolor. Pero de repente
sucumbió, su cuerpo entero flaqueó y sus párpados se cerraron.
Damien se
detuvo, todavía iracundo, respirando pesadamente.
Seguidamente,
un estruendo surcó el aire, la muchedumbre asustada gritó, todos retrocedieron
y Damien se derrumbó lentamente.
Mierda.
Matthias
estaba sosteniendo aquella pistola en su mano. Él había disparado. En ese
instante mi visión se volvió roja, sentí el tiempo pasar en cámara lenta
mientras oía las exclamaciones de los invitados. Mi propio pecho dolió
demasiado.
Una de las
alas de Damien comenzó a mancharse de sangre roja que se derramaba sobre su
espalda.
–Eres el tipo
más cobarde que conozco. ¿Una pistola? –rezongó Damien al tiempo que su rostro
se ponía pálido.
Me adentré en
la masa de gente y emprendí a correr hacia Damien.
–¡Tiene sangre
real! ¡Sangre de un vivo! –alguien vociferó por encima del bullicio.
Sin previo
aviso, todos ahí arremetieron contra Damien, me empujaron, me apartaron de su
camino para llegar con desesperación hasta él.
La agonía se
apoderó de mí.
–¡Déjenme
pasar! –me quejé con gritos.
¡Tonta, Ania,
muy tonta!
Sólo entonces
recordé que tenía un par de alas que podía usar, y las agité.
Cuando llegué
hasta Damien todo el mundo estaba sobre él, halando partes de su cuerpo y de
sus escasas prendas de ropa, querían tenerlo como si estuviese hecho con oro.
Apartándolos de mi camino, me situé sobre él mientras las personas me
apisonaban, rasguñaban, y tiraban de mi cabello. Extendí mis alas, formando una
pequeña cúpula debajo de las mismas, que servía para protegernos de aquellos
salvajes demonios.
Bajo la sombra
de mis alas, nuestros cuerpos se tocaban, el calor de su cuerpo me abrasaba, su
contacto me quemaba, cada centímetro de mi piel se estremeció. Dolía la forma
en la que me hacía querer tenerlo cerca tan desesperadamente, todo mi cuerpo
ardía de deseo. Respiré sobre su pecho sin mirarlo, él tocó el borde de mi cara
con sus dedos, provocándome escalofríos profundos.
–Eres tan hermosa
–exhaló, estudiando detenidamente mi rostro.
Una lágrima
resbaló de mi mejilla hasta su pecho.
–Traidor
–musité, golpeando su hombro con un débil puño.
–Perdóname, te
lo ruego. Olvidemos todo –suplicó en un susurro.
–No puedo –mi
voz se escuchaba ahogada.
Las criaturas
del exterior rasgaron mis alas, hiriéndome. Siseé.
Damien cerró
sus dedos sobre mi cintura y rodó con su cuerpo sobre mí, apresándome entre sus
piernas. Tenía una rodilla afirmada en el suelo, su otra pierna medio extendida
y sus alas abiertas sobre nosotros dos. Aferrándose de mí, tomó esa posición
que un depredador toma antes de saltar hacia su presa, y movió sus alas con
prisa, alzándose por los aires conmigo en brazos.
Planeamos
alrededor del salón hasta salir por un ventanal amplio, cuyo cristal se rompió
al ser atravesado por el cuerpo de Damien. Yo no obtuve un solo rasguño, él
consiguió protegerme con el movimiento de sus alas.
Afuera, sobre
un gran puente curvo hecho de piedras que dividía la ciudad a la mitad, más
personas gritaban con furiosa euforia, levantaban antorchas en el aire y ataban
con gruesas cadenas a unas ocho mujeres, algunas jóvenes, otras viejas. Una
gran hoguera se erguía debajo del puente, despidiendo llamas hasta las alturas.
La ciudad entera brillaba en matices naranjas, toda cubierta de fuego, la
atmósfera era tan calurosa que mi piel parecía chamuscarse. Jamás había visto
tanto fuego junto, era como estar en el infierno.
Porque lo
estaba.
Y entre
aquellas ocho mujeres encadenadas se encontraba Miranda, despidiendo alaridos,
sollozando alto y sacudiéndose.
–¡No soy una
bruja, lo juro! ¡No! ¡Yo no soy una bruja, tengo un bebé, estoy embarazada! ¡Se
los ruego, déjenme ir!
–¡La bruja
tendrá un bebé demonio también! ¡Hay que asegurarnos de acabar con él!
Los lugareños
sujetaron a Miranda al tiempo que apuntaban un tridente hacia su abdomen.
–¡Es Miranda!
–grité y me zafé de los brazos de Damien para dirigirme hacia ella.
Atravesé el
cielo hasta ella, podía sentir a Damien detrás de mí, agitando el aire con sus
alas formidables.
–¡Arrojen a
las demás brujas! –vociferó alguien más mientras atrapaban al resto de las
mujeres encadenadas y las empujaban hacia el borde del puente.
Ellas cayeron,
sin gritar, sin inmutarse. Desaparecieron entre las llamas.
Me elevé sobre
la multitud que rodeaba a Miranda, quienes de inmediato alzaron sus jabalinas
para amenazarme.
–¡Los que
defienden a las brujas merecen morir también, atrápenla! –me señalaron.
Una criatura
voladora con piel roja, dos cabezas y pequeñas alas de gárgola, se elevó y me
capturó. Era igual a aquellos demonios bíblicos. Chillé entre sus brazos
calientes al tiempo que daba patadas, colérica.
–¡Tengo
sangre, tengo sangre de un vivo! –escuché gritar a Damien, quien efectivamente
tenía rastros de sangre en su piel para comprobarlo.
Otras cuatro
criaturas aladas lo atraparon en el aire y lo arrastraron hasta el puente,
donde los seres andantes podían ir a por él. Perturbada, clavé mis colmillos
sobre el brazo del individuo que había conseguido aprehenderme. La bestia me
soltó, logré sobrevolar el puente y llegué hasta Miranda mientras la
muchedumbre estaba distraída en Damien.
Escuché las
llamas chamuscando la ciudad, las cenizas negras flotaban a nuestro alrededor
debido a la brisa que batía el aire, Miranda estaba tumbada sobre el empedrado,
había moretones en sus brazos y rostro. Caminé hacia ella sin apresurarme,
había tiempo suficiente mientras todos estaban entretenidos en otros asuntos.
–¿Me ayudas?
–ella tosió.
Sin decir una
palabra, me puse de rodillas en el suelo para liberarla de las cadenas, casi
terminaba cuando mis sentidos agudizados percibieron que alguien se aproximaba
a mis espaldas, con paso lento y calculador.
–Suelta a esa
bruja, niña, o vas a morir –me advirtió ese alguien con un tono de voz que
provocó que todos mis vellos se erizaran.
Un hombre se
aproximaba hacia nosotras vestido de mago con un sombrero de copa y el cabello
largo en color negro.
–Bienvenidas,
condenadas –él dijo, dejando salir un perfecto acento inglés en su
pronunciación. Su tono de voz hipnótico aceleró mi corazón–. Bienvenidas sean a
la antesala del infierno. Permítanme presentarme. Yo soy el hijo de las
tinieblas, nací de la oscuridad y vivo en ella, soy capaz de cumplir todas tus
fantasías –él se quitó su sombrero, del cual brotaron palomas blancas que nos
rodearon–. Mi nombre es Samael, o Sam para algunos. Tengo todo lo que deseas al
alcance de tus manos.
Mis labios se
entreabrieron ligeramente, demostrando estupor.
–Sigue
hablando –rogué quedamente.
Necesitaba oír
nuevamente aquella voz atrayente, necesitaba seguir siendo seducida por el
siseo perturbador de una serpiente maligna. El hombre largó una risa seductora
que casi logra dejarme sin aliento.
–La bruja
–anunció, apuntando un dedo sobre mi hombro.
¡Santo Cristo,
Miranda!
Cuando pensaba
que todo estaba bajo control, este hombre había conseguido distraerme para que
ellos se llevasen a Miranda. La encontré sobre el suelo, sometida por varios
individuos que mantenían su cara unida al pavimento de piedras. Salté hacia
ella, mas no fui lo suficientemente rápida. Ellos la empujaron por la
barandilla del puente.
–¡Mir!
–vociferé.
Ella consiguió
aferrarse del borde antes de caer, gritó por ayuda. Me elevé para ir a
rescatarla, pero una multitud de criaturas me apresó. Ellos retuvieron mis
alas.
De repente,
algo afloró desde la inmensidad del fuego, siete mujeres se elevaron sobre las
llamas con sus brazos abiertos, envueltas en una flamante llamarada mientras
sus vestuarios y cabelleras ardían y se carbonizaban.
Las brujas.
El pueblo
quedó perplejo ante el poder de las brujas, que aún vivían a pesar de haber
sido arrojadas a la infinita hoguera. Las siete mujeres mostraron sus ojos
completamente negros, levitando sobre el aire como los demonios más peligrosos
del inframundo.
Los habitantes
del submundo retrocedieron, aterrorizados. Las brujas se apoderaron de los
cielos e incineraron a todo el que trató de molestarlas. Por todas partes un
grupo de gente saltaba en llamas espontáneamente como por arte de magia.
–¡Mir, toma mi
mano! –le grité luego de alcanzarla en la barandilla del puente.
Con una mano
apretó la mía, tiré de ella hasta ponerla a salvo sobre el puente. Damien
apareció también allí, viniendo desde el cielo. Miranda jadeó, yo no dije una
sola palabra mientras Damien se ponía de cuclillas en el suelo para estar a
nuestra altura.
–¿Cómo es que
han pensado que eras bruja? –soltó Damien, poniendo a Miranda entre sus brazos.
Algo doloroso
recorrió mi pecho e hizo más estrecha mi garganta.
–Les dije que
podía... que podía ver auras –tartamudeó ella.
Damien tenía
horrorosos rasguños lacerando su piel, en su rostro, brazos, abdomen y espalda,
inclusive había varias perforaciones como de colmillos sobre su fuerte cuerpo.
Él apartó amablemente a Miranda y se arrastró adolorido hacia mi lado, su ala
herida por la bala todavía sangraba abundantemente.
–¿Están bien,
ambos? –pregunté.
No pude evitar
apoyar mi mano con delicadeza sobre el rostro de Damien, la necesidad de
tocarlo era más fuerte que yo.
Los dos
asintieron con la cabeza.
–¿Tú? ¿Te
hiciste daño? –me interrogó él. Cuando agarró mi mano, la retiré rápidamente de
su cara.
–¿Están
ustedes juntos? –murmuré entre dientes.
Damien y
Miranda compartieron una mirada de confusión.
–¿Huh?
–replicó Mir–. ¿Te refieres a...? –ella señaló a Damien y luego a sí misma.
Abrió su boca, formando una gran "O" con sus labios, estupefacta–.
¿De dónde sacas algo así?
Me ruboricé
tenuemente.
–Grace...
–Oh, Grace
–continuó Miranda–. ¿Cómo es que crees algo de lo que dice esa víbora?
–Dijo que
ustedes se habían acostado –concluí y me volví hacia Damien–. Dijo que te
habías acostado con Miranda, no con ella –cambié mi mirada hacia mi amiga–.
Dijo que fuiste tú quien le contó a Damien sobre Matthias.
–Es una
pequeña zorra mentirosa –rezongó D–. Grace... te hace creer cosas. Cosas que no
son ciertas.
–No le he
contado a Damien nada –dilucidó mi amiga–. Matthias le contó a Grace y ella ha
corrido a decírselo a Damien, además de inventar otras mentiras –Miranda me
cogió de las manos–. Nena, yo nunca podría estar con Damien, porque nunca
podríamos traicionarlos de esa manera, ni a Cole, ni a ti. Además, no siento
ninguna especie de atracción hacia Damien, y no es que no sea condenadamente
apuesto –ella se rió–. ¿Cómo has podido creer semejante mentira? Nunca se me ha
pasado por la mente estar con Damien, siempre hemos sido amigos. Excepto al
principio, cuando lo odiaba por ser el mejor amigo del chico que odiaba. Tu
hermano por cierto –suspiró–. Me he molestado mucho contigo, siento haberte
llamado perra, lamento mucho las cosas que te dije. Debes entenderme, ¡estoy
embarazada! Y sí, estaba enojada, pero soy tu amiga. No te traicionaría, de
verdad.
–Ya la oíste,
soy condenadamente apuesto –terció Damien.
Le lancé una
taladrante mirada de reojo.
–Aun así
tuviste sexo con Grace, ¿no? –lo enfrenté.
–Ania... –él
aproximó su rostro al mío.
–Sí, ya lo sé.
Perdóname, tú has besado primero a
Matthias, ella me dijo que estuviste con él, le creí, porque ella es buena
mintiendo a todo el mundo –balbuceé en tono constante, como recitando una
oración–. Sé lo que dirás, pero necesito tiempo para olvidarme de esto, de otro
modo no podré perdonarte. Y sé que también yo debo pedir disculpas, porque yo
te he engañado primero, besé a Matthias, y sin importar cuáles eran las
razones, me he arrepentido, no debí hacerlo, soy tonta e impulsiva. Pero si te
hace sentir mejor, besarlo no ha sido nada agradable para mí.
–Bueno, eres
un poco tonta –estuvo de acuerdo él, acercando sus labios hacia un costado de
mi rostro, pero me eché hacia atrás, eludiéndolo.
–Dame tiempo
–insistí–. No puedo estar contigo hasta que esto no deje de dolerme –tomé las
manos de Miranda entre las mías–. Mir, siento mucho no ser tan buena amiga como
tú lo eres. Porque, sabes, tú siempre haces lo correcto y estás ahí para mí, en
realidad eres mi única amiga –me incliné hacia adelante y le di un abrazo
largo–. Gracias.
–Chicos,
quiero verlos juntos –nos aconsejó Miranda–. Somos nosotros tres contra el
infierno, nadie más que nosotros. Lo menos que debemos hacer es separarnos.
–Dile eso a
Ania –bromeó Damien en tono dramático–. Estoy tan solo y herido, y ella me
rechaza, a un pobre chico condenadamente guapo, y ardiente, por cierto.
–Y
egocéntrico, por cierto –dije.
Miranda largó
una risita, yo sonreí, pero por dentro no tenía ganas de reír. Para mí nada de
lo que había pasado era una broma.
–Bien, solo y
herido, levanta tu culo antes de que las verdaderas brujas se molesten con
nosotros. Nunca debí decir que eras guapo, tu ego se dispara –clamó Miranda.
–Prefiero
llamarlo autoestima –refunfuñó él.
–Prefiero que
vayas a un psicólogo, tu autoestima está por encima de los niveles normales –se
burló ella, poniéndose de pie con lentitud–. Ah, ouch –se quejó, poniendo sus
manos sobre su vientre y dejándose caer de rodillas–. Maldita sea, me duele.
De inmediato
Damien y yo nos ubicamos a cada lado de Miranda y la sostuvimos.
–¿Qué tienes,
Mir? –exclamé.
Ella chilló,
doblándose con sus manos en su estómago.
–Duele mucho,
duele.
Lloriqueó,
algunas lágrimas se le escaparon de los ojos.
–¿Qué hacemos?
–dijo Damien preocupado, observándome como si yo tuviera la respuesta.
–Está
perdiendo el bebé –escuché a alguien decir en la cercanía. Era Matthias.
Mi cuerpo
entero se paralizó, los tres nos pusimos pálidos al instante.
–Deja de decir
idioteces –gritó Miranda–. Mi bebé está bien, mi nena es muy fuerte y está
bien.
Volvió a
gritar de dolor, Matthias se ubicó detrás de ella y situó su mano en su
espalda.
–Escucha,
linda. He visto esto antes, estás perdiendo a tu niña, y podría ser peligroso
para ti si no tratamos esto correctamente –él sujetó sus hombros con fuerza–.
Sé qué hacer para sacarla sin que sea muy dañino para ti.
Miranda se
alejó de Matt, empujándose con sus pies a través del suelo.
–No intentes
sacar a mi niña, te mataré si lo haces. Ella está bien, solamente son dolores.
–¿Dolores? No
es normal, no son solamente "dolores". Has tenido una pérdida, tu
bebé está muerta, y necesitas sacarla antes de que te haga daño.
Miranda ya
estaba llorando, con su cara enrojecida.
–¡Ella no está
muerta! ¡No eres doctor, ni siquiera eres sacerdote!
–Escucha, sé
que probablemente ninguno de ustedes confía en mí ahora, soy sospechoso de
muchas cosas, pero sinceramente puedo decir que me preocupo por ti, Miranda,
desde el primer día en que te vi lo hago. Sé algo de medicina, puedo jurarte
que si no sacas a ese bebé muerto de tu cuerpo será peor después, podrías
morir.
–No sabes nada
–sollozó Miranda–. Mi bebé no está muerto, puedo sentirlo.
Pude notar que
ella reprimía un grito, sus párpados se cerraron y se apretaron, definitivamente
seguía teniendo dolores.
Matthias
caminó hacia mí, cojeando por la reciente golpiza.
–Ania, confía
en mí. Miranda tuvo una pérdida brusca, eso muy delicado. No quiero ser quien
saque a su bebé de su cuerpo, porque sé que ustedes no creen en mi palabra.
Pero te aconsejo que hagan algo por ella antes de que sea tarde –los ojos de
Matthias se posaron en Damien–. Lamento haberte disparado.
Damien no dijo
nada, pero pude notar que sus ojos tenían un brillo de odio. Escuché los
quejidos agudos de Miranda y sus ahogados sollozos.
–Hay que hacer
algo –susurré a Damien con la voz quebrantada.
–Mir, si no
quieres que Matthias te toque, está bien, pero necesitamos pedir ayuda a
alguien, no es normal que tengas esos dolores –habló él de manera autoritaria y
condescendiente al mismo tiempo.
–Nadie va a
quitarme a mi bebé, si piensan como Matthias pueden irse a la mierda –arguyó
ella.
Contuvo otro
grito, permaneció en el suelo sin aliento.
–Miranda, por
favor, nadie quiere hacerle daño a tu bebé, es mi sobrina también –convencí a
mi amiga–. Pero necesitamos saber si todo está bien, hay que hacer algo.
Miranda apretó
mi muñeca con sus dedos, fuertemente.
–Ania, no
dejes que le hagan daño a mi bebé. Es mía. Por favor no dejes que la toquen.
Al verla
llorar tan desconsoladamente tuve ganas de llorar también, algunas lágrimas
corrieron por mis mejillas.
–Tranquila,
nada va a pasarle.
De pronto el
aire se volvió más denso, había vibraciones sombrías alrededor de mí, podía
oler el peligro y la maldad cerca. Una de la brujas estaba aproximándose hacia
nosotros, a cada paso que daba mi piel se erizaba un poco más, por primera vez
en mi vida realmente sentí ganas de huir.
Sus ojos eran
solamente negros, sus cabellos largos como alambres plateados caían hasta sus
caderas, su vestido negro con encajes era largo y ajustado.
–Hijo de padre
maldito, nacerá maldito –la bruja dijo con voz de demonio, logrando paralizarme
de miedo–. Hijo de padre sin nombre, nacerá sin nombre.
¿A qué se
refería?
El cabello de
la mujer flotó alrededor de ella.
–Hijo de padre
muerto, nacerá muerto –dijeron la bruja y Matthias al mismo tiempo.
Me volví a ver
a Matthias, atónita.
–Es un viejo
proverbio de los textos etruscos –aclaró Matthias, encogiéndose de hombros.
La bruja
desapareció, dejando un rastro de fuego en el aire.
–¿Necesitan
ayuda? –se escuchó otra vez aquella sensual voz peligrosa, atractiva.
Era otra vez
ese hombre vestido de mago con rasgos gallardos y porte aristocrático.
–Sí, la
necesito –Miranda extendió su mano hacia el hombre, atontada–. Quieren quitarme
a mi bebé.
Cualquiera se
dejaba seducir por la voz armoniosa y perfecta de ese mago, era fácil confiar
en él, era tan fácil dejarse llevar por su tonalidad provocadora. Haría
cualquier cosa que él me pidiera.
–Síganme –él
dijo como una orden, pero se sintió como alguna frase romántica de los
comerciales de perfume.
La ciudad era
igual a una feria de circo, pero más aterradora, y con fuego en los
alrededores. Había mujeres encerradas en jaulas con ruedas, igual que animales
de circo, había lugares para apostar en cada rincón, había peligrosos juegos
con ruletas y cuchillos. Y luces, sobre cada lugar había luces parpadeantes y
cegadoras.
El mago nos
hizo seguirlo hacia una casucha pequeña donde un hombre viejo y calvo leía las
cartas usando un turbante y una larga barba blanca. Al parecer era un
curandero, o doctor, según él. La estancia estaba repleta de humo de tabaco,
intoxicando el ambiente.
Después de que
Miranda viera a solas al doctor, salió del cuartito con su cara hinchada de
tanto llanto.
–La he perdido
–ella susurró, bajando la vista hacia el suelo–. Mi niña está muerta.
Corrí a
sostenerla en un abrazo, sus lágrimas humedecieron mis desnudos hombros.
–No es
posible. ¿Estás segura de eso? ¿Estás segura de que no te han engañado? –el
nudo en mi garganta hacía que mi voz se rasgara.
–Él me lo ha
mostrado, con magia. Su corazón ya no late más. Todos lo han dicho, mi hija ha
muerto.
Damien se unió
a nuestro abrazo y acarició el cabello de Miranda con sus dedos.
–Lo siento
tanto –él musitó contra su cabello.
–Esto es mi
culpa –ella sollozó–. Ni siquiera he podido cuidar a mi bebé, ella era lo único
que me quedaba de Colin, era mi única familia. Estaba hecha de mí, y del hombre
que amo. Él va a estar tan decepcionado –su tono agudo era como el de una
pequeña niña–. Quiero a mi bebita –ella puso sus manos sobre su vientre.
Dejé que
algunas lágrimas corrieran por mis mejillas.
–Esto no es tu
culpa, no puedes pensar eso –la apreté con fuerza–. Mir, linda, mi hermano no
estará decepcionado de ti. Tú has hecho lo posible para cuidar a la bebé, no es
culpa de nadie lo que pasó.
–Es culpa de
esta maldita vida –un gruñido quejumbroso salió de la garganta de Damien.
–Quiero dejar
de perder todo lo que amo –susurró Miranda, acomodando su cabeza en mi hombro.
–También yo
–contuve el tono trémulo en mi voz.
–Quiero darme
por vencida –la voz de Miranda se hizo más baja que un susurro.
–También yo
–confesé desde lo más hondo de mi pecho.
14 comentarios:
Oh my God!
Muero *-*.
Tenías que hacerlo más largo >.<.
He estado esperando como loca este episodio desde que publicaste la entrevista.
Pero bueno, me conformo con este capítulo ^^.
Comprendo totalmente a Ania, es irresistible no querer a Damien, pero es que a veces es tan perro xD.
Pero aún así, no lo cambio por nada.
Ese Matthias nunca me cayó bien D:, siempre supe que él es algo raro.
Pero, ¿qué es él? No es humano claro está...
Cuando le disparó a Damien, creí que moriría y Ania tendría que rescatarlo a él y a Cole del infierno x).
Pero me alegra un montón que esté bien.
Em... escribes genial, gracias por darnos momentos asombrosos leyendo tu historia, haciéndonos sentir parte de ella mientras la leemos.
Take care girl,
kisses! ;*
OMG!!! Maraton ya comienzo a leerlo =S que EMOCIONNNNNNNNNNNNNNNNNNN
ah no puede ser posible...me quede super WTF steph! como pudo perder la bebe dios..
el cap estubo genial la pelea entre damien y matt fue HOT y perturbadora como puede ser tan fuerte si es un humano? no es normal ahm y cuando grase dijo que mir y damien estuvieron jutos AHH dios me re enoje con mir la quise matar pero por suerte se aclaro todo ah esa flor de trola y despues dice "solo quiero ser tu amiga ania" puff amiga las pelo.. ah y las brujas eran aterradoras y ese sam mmm ojala pudiera escuchar esa voz seductoramente hipnotizante(hotter :{) nose xq pero su descripcion me hiso acordar a Brendon Urie de panic! en el video de the ballad of mona lisa ahw haha XD ok sabes que? no aguanto mas quiero seguir leyendo el cap 13!! dios me muero x saber como sigue mir :,/ dios me mori con este final..ok steph me voy al cap 13 bsos :)
sinceramente voy a llorar.... me causa nostalgia el replie que le isiste a mora, es verdad ya los niños de ahora no creen en l magia y menos los adultos, ya no piensan que una vez ellos fueron niños, y se emocionaban tanto a la llegada de Santa clause o niño jesus, o niño Dios como aqui en mi pais, ya se esta perdiendo la magia que alguna vez este mundo tenia la ilucion de cada niño, la sonrisa que tenian al ver sus regalos, y pensar que son afortunados, esta navidad yo la pase sin nada, solo con mi familia y doy gracias por ello, y al dia siquiente veo a los niños presumiendo sus regalos a los que no les dieron nada, desde que tengo memoria mis primos an sido asi, presumidos y arrogantes, mi familia no es rica, y cada navidad vamos a pasarla con mi abuela y obvio tabien mis primos, cuando tenia mas o menos 8 años, a mis primos les trajo el niño dios juegos de mesa de los que estaban de moda en esa epoca, me lo restregaban en la cara para aserme llorar y pues claro lo conseguian, ahora ellos tienen entre 17-20 años, y pues ya no creen en nada de nada, y aun son unos malditos hijos de perra, pero yo soy feliz sin nada y ellos que lo tienen todo no son felices, la navidad esta echa para pasarla bien entre familias, recordando la dicha de vivir y estar bien consigo mismo, yo que no tengo nada soy feliz con lo que tengo por que tengo personas a mi alrededor mi familia, la navidad es para compartir y ciertamente como tu dices se esta perdiendo todo eso, ya nadie cree, mis sobrinitos tienen esa ilucon son como yo que apesar de tener casi ya 19 años creee en lo que no ven los ojos humanos y cree en la magia, en mi calle antes aciemos una lunada cada navidad para comvivir entre vecinos y desde ase 2 años eso ya no lo asemos y creeme que esas tradiciones vecinales se extrañan, mi año fue diferente, vivi las peores experiencias de mi vida y tambien me enamore y eso fue lo unico bueno de mi año, y tambien claro una de las mejores tambien fue descubrir tus libros por que me atrevo a llamarlos asy por que eso son libros con magia en cada palabra que e hacen creer en lo inimaginable personas con la mente cerrada no sabran lo que dices en cada palabra y como a mi con la mente abierta dispuesta a descubrir cosas nuevas cada renglon de tus libros me enseña una nueva cosa, ¡¡jesus!! ves ya me isiste poner sentimentalista odio eso de mi pero todo lo que dije es verdad ¡¡Demnios!! juro que ya no escribire mas asy me identifico mas con la Sherl alocada y pendeja no con esta Sherl sentimentalista asta el nucleo, tengo dos personalidades una Sherl sentimentalista y romantica asta la madre, y una Sherl pervcertida y sin sentido a nadie le eh mostrado mi lado bueno solo a ti ¿como lo lograste?, aunque claro ahora todas las que leen tus comentarios ya lo sabran hahah C; so
me queda decir que gracias por tus palabras escritas que son lo mejor del mundo C;
By: Sherl
PD: GRACYAS DE CORAZÒN Se te quiere mucho
wow steph lograste sacar unas cuantas algrimas de mis ojos como que la bebe de mir esta muerta gran capi aunque un poco triste deverdad, =(
Bueno nena seguire leyendo el cap 13 ojala con ese ya no me agas llorar
FUE MUY GENIAL CONOCERTE STEPH :') Fue una de las cosas que hizo que mi 2011 ROCKEARA TANTO, jamas crei que conoceria alguien que admiro tanto, pero ahi vez el universo conspira a favor de los soñadores yo te conoci y al vez vi a mi IDOLO NICK JONAS! LOVE UUUU IDOLA<3
Hablare del capitulo 12.. OH POR DIOS STEPH, estaba desperada cada vez que lei sobre la pelea y la conversacion de ania y damien me estresaba totalmente como si estuviera ahi presenciando eso... cuando lei lo que dice samuel, me paso como una pelicula el 1er capitulo de seduccion, de verdad MARCO MI VIDA ESA SAGA...Hahha okya! AAAAAAAAAAAHHHH MIIIIIIIR, LAAA BEBEEEE, AAAAAAH es imposible que cuando lea algo que tu escribes no llore o me enoje o me sienta enamorada, causan una gran cosa en mi.. POBRE MIRAAAAAANDA, no no que horrible :( ahora leere el 13.. Hasta unos.. 20 minutos hahahha! Besos.. Valen
NOOOOOOOOOOOOOOOO... :'( lloro ke lloro no puede ser xkeeeeeeeeeeeeeee steph xkeeeeee nooooooo mori de pana pegenme un tiro esto no es posible MIRANDA xke tu bebe xke y Collin hay dios mio...Damien pol dios
Ania ke horror!!!!
chica de verdad kedo O.O
valla golpiza le dieron a Matthias :O
chica el bebe xke????
ya no se ni en kien creer :/
no se puede rendir me muero si se rinde :S
chica este año va a ser grandioso lo presiento xke yo soy bruja ya vais a ver oistes ;)
rogemos ke tu papa no te ponga a trabajar xke me muero sin tus capitulos de pana ke si :$
quisiera ke no se acabara la nove T.T ke triste
y sigo diciendo xke la agarrastes con el bebe xke xke xke.....?
bueno voy a leer el otro cap ;)
chica eres la mejor se te kiere muxo muack :D
PEACE \/
Isabelle*-*
NOOOOOOOOOOOOOOOO... :'( lloro ke lloro no puede ser xkeeeeeeeeeeeeeee steph xkeeeeee nooooooo mori de pana pegenme un tiro esto no es posible MIRANDA xke tu bebe xke y Collin hay dios mio...Damien pol dios
Ania ke horror!!!!
chica de verdad kedo O.O
valla golpiza le dieron a Matthias :O
chica el bebe xke????
ya no se ni en kien creer :/
no se puede rendir me muero si se rinde :S
chica este año va a ser grandioso lo presiento xke yo soy bruja ya vais a ver oistes ;)
rogemos ke tu papa no te ponga a trabajar xke me muero sin tus capitulos de pana ke si :$
quisiera ke no se acabara la nove T.T ke triste
y sigo diciendo xke la agarrastes con el bebe xke xke xke.....?
bueno voy a leer el otro cap ;)
chica eres la mejor se te kiere muxo muack :D
PEACE \/
Isabelle*-*
Hoooola, el otro dia comente, creo que no viste mi comentario.. Igual y siempre leeo esta historia*-* jajaja bien comentandola! MORI x.x
Noo podia creer que la bebé de Miranda y Colin ah muerto. Me llamo mucho la atención eso de padre muerto, bebé muerto! D: pobre nena!:(
y bueno cambiando,IDIOTA MATHIAS! ¬¬ dios como se atreve a dispararle a Damien!♥ casi me da algo cuando leei esa parte! & ademas me dio muchamucha tristeza ver a Cole asi:'C y lo que le pasa en el tren:C pero tengo la esperanza de que Ania lo salve!:')
Bueno aparte, me entristece de que ya es la ultima historia que escribes de Damien♥ y Ania!(: pero bueno, igual y leere una y otra vez las historias que ya estan! jaja(: y bueno una preguntita. ¿No podria haber otra historia sobre Joseph y Angie? jaja ame esa historia♥
Bueno otra vez:$ jaja espero y de nuevo algun dia vuelvas a escribir maratón! ME EMOCIONE TANTO, LEYENDO DOS CAP!*-* jaja quisiera tener a alguien como Eustace!♥ oh dios ese tipo puede aparecer donde quiera, y tambien puede aparecer comida! jajaja me encanta la historia, EN VERDAD!:3*
Bueno, espero de que todo vuelva a ser como antes entre Ania y Damien♥! jaja me enamore de Sean Faris♥ creo que todas! & tambien me encanto la entrevista con Jerry!♥ ajjajaja me reei tanto-tanto! con sus respuestas! jajaja
HAY NO ESTUVO INCREIBLE!
lloré mucho, me dio mucha pena todo.
Sam es el mago de seduccion me acuerdo de el, la parte del circo me hizo recordar mucho más, me encanta que cada historia tengan como relaciones es como si fueron un solo mundo, TU MUNDO! <3
es wao, bueno ahora leeré el capitulo gracias por la maratón ;)
Teevi :)
pobre de miranda perdio a la bebe eso no es justo pobresilla y colin sexo y alcohol?? encerio?? hahahah me ah encantado lo amo a ese niño siguela sube ahora porfavor si??
Siento no haber comentado antes pero el trabajo y la escuela no dejan tiempo para nada hoy es mi dia libre pero ufff cansadisisima en verdad bueno me voy que me ire a dormir C; Cuidate y saludos y que te valla bien en la uni C: bye
Steeeeeeeeph! Primero que nada mil disculpas por no comentar hasta ahorita lo cierto es que lei la maraton el lunes, no habia stado en casa Casi me muero sabiendo que probablemente habias subido Maratón!
No se de que manera decirtelo, es lkslkdlskdlsjdksfljk Lo ame pero no hay palabras que expresen todo lo que me gustó de verdad Amé volver a ver a Damien bromeando, ame verlos con Ania no igual pero muy parecido al comienzo del romance, Ame que estuvieran mas unidos que nunca Senti muchisimo la muerte de la beba de Colin & Mir... Me dió una impotencia leer la situación de Miranda.... Pero mucha rabia me dio la reaccion de Colin, Ame saber que estaba ahí que seguia siendo el & que al menos estaba bien xd & yo pensando que sufria. Me encantó el hermano sobreprotector que salió a flote, pero odie como trató a Miranda Luego su ida quedo congelado luego su alma que se convirtió en demoño ¿Ahora si será imposible recuperarlo, verdad? Es raro yo que fui una de las que mas chille y mas que me quejé por su muerte, ya me hice a la idea de no volver a ver a Colin :l
Sabeeeeees por todos mis comentarios Que son de corazón & sinceros que amo Tus novela, que amo Cementerio para Tramposos & que cada capitulo creo que es mas increible que el anterior, porque lo son, cada día escribes mejor, cada capitulo nuevo es la prueba de tu crecimiento, de tu talento & habilidad, es la prueba de que cada día eres mejor que ayer & que siempre aún cuando creemos que no puedes sorprendernos y darnos mas. Steph hablando de estos capitulos no simplemente me fasinó la historia, las reacciones de los personajes la forma en la que estaba escrito etc. Amé lo que pasaba como hacía mucho que no me gustaba. me gusto muchisimo verlos bromear aunque no haya durado mucho, me gusto que vieran a Colin, a Eustaaaaaaace rodeado de Trolas Perdon por la palabra (? Rodeado de putas el HHHHHDDDDDDDDDDPPPPPPP mira donde pasa su tiempo libre, aunque en realidad para mi que ese hombre mas allá de ser el mas sexy de todos & amarlo completamente. Para mi que se rasca las que te conté todo el día. Pasa acosando a mis chicos u__u
en fiiiii Ame tooooooooodo lo que pasó me enamoré de cada capitulo <3
Hay algo que admiro mucho de tus personajes & es la valentia Al menos esta es una virtud por la que siempre se caracterizan los protagonistas de tus noves, Confesaré que me movió el piso leer la reacción de Ania creo que es la primera vez que se deja vencer, creo que es la primera vez que la veo abatida, rendida... Me tocó mucho pero yo que te lo eh dicho mil veces me siento como los personajes de tus novelas & siento en carne propia lo que pasan ellos ... Yo no soportaria perder todo lo que quiero, no soportaria esa clase de vida, ya sea valentia o mazoquismo es algo que admiro & espero que nunca pierdan tus novelas Para mi Cada personaje tuyo es muco mas que un nombre plasmado entre un monetón de palabras so mucho mas & en mi mente cobran vida Steeeeeeeeeph no hables de que se acava porque me pongo melancolica ctttttm No quiero que acave No, no & no. Pero tambien estoy interezada en conocer todo lo que viene & ya dejaré de hablar porque si sigo haré de este comentario un libro.
Me alegro de corazón de que este año te haya dejado tantas cosas buenas
Felicidades por los dos años publicando tus novelas & un GRACIAS enormeeeeeeeee por darnos la oportunidad de conocer tu talento & porque a travez de el demostrarnos o enseñarnos que la fantasia y la realidad si es la misma cosa que la magia si existe de hecho está en todas partes pasa que el ser humano está algo ciego Mil gracias por todooooooo <3
Te quiero Steph
Estoy disgustada -.- Como que 11 comentarios nada mas??????????????? vfdbcnxsmnbvfdnsmsdb este es un de esos momentos en los que me dan ganas de ahorcar a algunos mortales (?
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