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lunes, 18 de junio de 2012

Capítulo 13: Dr. Martens




Capítulo 13: Dr. Martens

El fantasma voló a través de mí, aprisionó a Charity contra la pared y situó sus manos alrededor de su cuello para estrangularla. El rostro de la princesa enrojeció por la falta de aire, ella luchó por respirar.
–¿Así que te acuestas con todos tus amigos? –escuché al espíritu murmurar con voz espectral–. ¿Recuerdas que un día me dijiste lo mismo que a él? "Oh, Chris, no tengamos sexo, hablemos".
Sentí mis tatuajes flamear, la cólera devorando mis adentros.
–Suéltala, maldito fantasma, o te enviaré al peor de los infiernos –le advertí.
Las luces mágicas que iluminaban la habitación de Charity se encendieron y apagaron, una ráfaga de viento sacudió las puertecillas de las ventanas. Me abalancé sobre el hombre, que se evaporó de inmediato, cubrí a la princesa con mi cuerpo, ella tosió y lloró.
–Aléjate de ella –escuché la susurrante voz de Chris.
–Atrévete a tocarla de nuevo y te arrastraré hacia las tinieblas.
Una risa funesta retumbó en mis oídos, Charity chilló y fue enviada al suelo. Su espalda se deslizó por todo el empedrado, ascendió sobre la pared y finalmente se adhirió al techo. Sus cabellos y sus ropas colgaban, el resto de su cuerpo estaba horizontalmente unido al techo, como si la gravedad actuara en forma contraria.
Las armas que Charity escondía en sus cajones o bajo su cama también ascendieron, como impulsadas por una extraña fuerza. Había una espada pequeña y dos cuchillos, los cuchillos se elevaron y atravesaron sus manos igual que clavos, la espada por su parte estaba comenzando a perforar lentamente su abdomen, la sangre que manchaba su camisón goteó sobre mi rostro.
Cubrí mis oídos con mis dos manos. Era demasiado doloroso para mí escuchar los sollozos de pánico de la princesa. Todo mi cuerpo ardió, sentí el fuego azul correr a través de mis tatuajes.
–Déjala en paz, maldito –dije afligido, con mis dientes prensados y mi voz trepidante.
–Me dijiste que me amabas, princesa Morte, me mentiste, me engañaste –decía la voz frígida de Chris–. ¡¿Por qué me traicionaste?! Yo te amaba, pensé que estarías conmigo por siempre, toda la eternidad –su voz de demonio se volvió un poco más humana, trémula.
La sangre de Charity salpicó hasta hacer un pequeño charco que me asediaba.
–Chris, te amé, te amé demasiado, te lo juro... –Charity se interrumpió a sí misma con un sollozo.
–¡Ya basta! ¡Deja de hacerle daño! –grité antes de dejarme caer de rodillas y golpear el suelo manchado con mis manos hechas puños.
Todo mi cuerpo fue posesionado por demonios y dioses, los tatuajes chamuscaron mi piel y destellaron luces azules, mis ojos cambiaron de color, mi cuerpo se sentía envuelto en una llamarada. Este era el otro Jerry. Yo solamente fui capaz de mirar a través de sus ojos cuando se levantó muy despacio para acabar con todo, como usualmente sucedía.
De las puntas de mis dedos brotaron destellos azules encandiladores que alumbraron el suelo de piedra, el cual se separó, abriéndose en dos partes tan pronto como la luz lo penetró.
Allí, en el agujero que se formó, no había otra cosa más que álgidas y nebulosas tinieblas.
–Nunca más te acercarás a ella, nunca –gruñí con una voz muy distante, diferente a la mía. Esta era oscura, tenebrosa–. Si no es mía, no es de nadie.
Mis poderes hicieron que Charity descendiera bruscamente. Desde el techo, fue absorbida hacia el inframundo. Pero antes de que el portal pudiera arrastrarla hacia el infierno, ella se aferró de mi cuello.
–¡Jerry, no lo hagas! ¡Mírame! –me gritó.
Sus ojos estaban enrojecidos y húmedos de lágrimas, su agarre se estaba debilitando, sentí el ardor de sus uñas rasguñándome.
No había nada que pudiera hacer, ella se iría, para siempre.
–No me dejes ir, por favor, Jerry –jadeó.
Elevé mis manos hacia mi nuca y destrabé sus dedos. Ella cayó. Un segundo después, se aferró a mi camiseta, llorando. La tela de mi ropa empezó a desgarrarse.
–Adiós, Jerry, te quiero –se despidió, el trozo de mi camisa terminó de rasgarse y ella fue engullida por la oscuridad.
Desapareció.
Fue entonces cuando ellos dejaron de posesionarme y volví a ser yo mismo: el inútil, el miserable.
Me quedé de rodillas en el borde del abismo, donde el suelo estaba dividido a la mitad. Y esas malditas lágrimas rodaron sobre mi rostro. El odio por mí mismo me asaltó. Necesitaba ir por ella, no podía dejarla ir, no podía dejarla sola.
–¡No, no lo hagas! –farfulló un aliento gélido, fantasmal. Era Chris, que había notado mis intenciones de arrojarme al inframundo–. Tráela de vuelta y yo me iré. ¡Tráela de vuelta!
–No puedo traerla de vuelta –murmuré de forma amarga. Sentí que estaba despedazándome por dentro, no podía respirar debido al dolor en mi pecho–. Princesa... lo siento.
Los hombres no lloran...
Maldita sea, me lastimaba demasiado. Traté de ser fuerte, pero no podía, mis manos estaban llenas de sangre de Charity y de nuevos y coloridos tatuajes, figuras misteriosas.
–No puedo perderte, no puedo perderte, no puedo perderte –repetí, tiritando–, no puedo perderte, princesa, no puedo perderte.
Mis ojos estaban cerrados con fuerza, las marcas sobre mi cuerpo continuaron extendiéndose y quemando mi piel. Había relámpagos azules rodeándome, brotando de mí y desde el fondo de aquel foso abierto.
Los suelos abordaron a cerrarse despacio.
–No... No puedo perderte, Charity, regresa, regresa, regresa...
Sentí llamas dentro de mi pecho, muy ardientes. Bajé la mirada y encontré un nuevo tatuaje enorme formándose sobre la piel de mis pectorales. Este era de muchos colores esplendentes y su forma era la de un dragón, sus bordes tenían una especie de luz purpúrea que me lastimaba. Mi poder fue avasallado por el dragón, su espíritu me poseyó.
De repente, antes de que los suelos se cerraran, algo emergió desde las profundidades del inframundo. Era Charity. Ella se estaba elevando, como tendida sobre el aire, inconsciente, su delicado cuerpo se estacionó en mis brazos, la sujeté con fuerza.
El fantasma de Chris levitó delante de mí, sus manos frígidas rozaron las mejillas sonrosadas de la princesa.
–Perdóname, mi amor. Se feliz –espetó con voz arrepentida.
Su espíritu fue arrastrado hacia la abertura que conducía al infierno, que terminó de sellarse.
Moví mis manos hacia las heridas de Charity, mi fuerza vital las hizo sanar. Por lo tanto, me debilité.
Charity abrió sus ojos despacio, parpadeó, entrelazó sus dedos en la parte de atrás de mi cuello, me atrajo hacia sí y besó mis labios con ternura. Sentí los gentiles roces de su lengua, pero no respondí a ella, el dragón en mi interior no me dejaba.
Cuando se apartó de mi boca, reí.
–Eso fue raro –dije, sin siquiera querer decirlo.
Finalmente recuperé el control de mi cuerpo, el fuego en mi pecho se apaciguó.
Volví a reír, salvo que esta vez era yo quien reía.
–Te tengo, hermosa.
–Me salvaste –masculló.
Negué, enseriándome.
–No lo hice, te envié al infierno.
–Pero luego me salvaste.
–No fui yo, fue él –le enseñé el tatuaje del dragón en mi pecho.
–¿Dónde está... Chris?
–Se fue –murmuré–. Quiere que le perdones y que seas feliz.
Charity se incorporó y me abrazó con fuerza durante largos minutos, sus hombros trepidaban. La alejé para mirar su rostro.
–No llores –besé su mejilla húmeda–. ¿Te encuentras bien?
Examiné sus manos, donde no había rastros de sus heridas. Afirmó con un movimiento de cabeza.
–¿Tú lo estás?
–Sí –respondí, casi mintiendo.
Me sentí desfallecer.
Como dios, mis poderes eran limitados, podía abrir y cerrar portales a cualquier dimensión. Pero, ¿curar personas? Nada de eso, la única manera de hacerlo era entregarle parte de mi energía vital a esa persona, lo cual me dejaba un poco muerto.
Nos pusimos de pie, me tambaleé hasta su cama, me dejé caer boca abajo en sus sábanas.
–¿Guitarrista, te sientes bien? –Charity se escuchó preocupada, apoyó su mano en mi espalda.
–Te tengo conmigo, no puedo estar mejor –me di la vuelta, cogí su mano y la besé–. Ven, abrázame –la acuné en mis brazos, me sentí rodeado por las alas de un ángel–. ¿No me temes? ¿No piensas que soy un monstruo?
–No, Jerry –se apresuró a decir con su voz llorosa–. Sé que no eras tú mismo cuando trataste de enviarme al inframundo.
–Era yo mismo –dije de forma lastimera–, te quería solo para mí. Todavía puedo sentirlo en mi pecho, esa sensación de odio que me rebosa por tan solo imaginar que alguien más te tenga. Cuando descubrí que Ludwig andaba con Morgana, lo golpeé, pero en realidad no me molestó que estuviera con ella, lo que me molestaba era que estuviera jugando contigo. Eres tú quien me obsesiona.
Charity se subió encima de mí, una de sus manos se enterró en mi cabello con arrebato y la otra se afianzó de la parte trasera de mi cuello con desesperación. Su mejilla estaba caliente y húmeda de lágrimas cuando rozó la mía.
–Shh –me silenció, respiró contra mi boca, noté que sus labios temblaban–. No hables más, déjame olvidarme del mundo por unas horas.
Atrapé su labio inferior en una sutil mordida. Diablos, la sensación de gloria que viajaba a través de mí era enloquecedora.
–No sabía que se podían sentir tantas cosas al mismo tiempo –continuó–. Tú no eres un monstruo, Jerry. Eres la persona más benévola y generosa que conozco. Necesito que me hagas sentir algo además de este sufrimiento que llevo dentro, te necesito. ¿Quieres hacerme feliz un momento?
El silencio era fantástico cuando lo único que podía escuchar era su respiración y el latido de su corazón.
–Princesa mía, quisiera hacerte feliz por el resto de tus días.
Me aferré de su cuerpo para empezar a besarla insaciablemente, con urgencia. La ternura con la que besaba la princesa fue remplazada por frenesí, necesidad, sus labios se movieron contra los míos con ímpetu. Los dos empezamos a mordernos, a jadear, gemir, sus manos tironeaban mi ropa, las mías alzaban el camisón de su pijama.

Los primeros destellos del fulgor del amanecer hicieron arder mi piel sudorosa mientras empujaba mi cuerpo contra el de Charity y dejaba escapar gruñidos de satisfacción. Mis músculos dieron sacudidas incontrolables, sentí que ascendía y caía a toda velocidad, mi corazón exaltado, el picor en mis labios lacerados por sus dientes, el placer fluyendo a través de mis venas. Los labios de Charity seguían sutilmente separados, ella aún estaba enmudecida. Saboreé el interior de su boca con mi lengua. Nunca había tenido un sabor tan erótico.
Jadeamos, recuperando el aliento.
–Ah... Hmm –balbuceé, dejándome caer junto a ella en la cama. Nos abrazamos con caudalosa fuerza, como si jamás deseáramos separarnos.
–¡Princesa Charity, ¿por qué está su puerta cerrada?! –escuché gritar a una criada desde el lado de afuera de su habitación.
¡Joder!
Froté mi frente con una mano.
–Oh dioses –la princesa jadeó fatigosamente, atrapando mi rostro con sus dos manos–, tienes que irte. No pueden verte aquí o te harán daño.
–No quiero irme, quiero estar contigo –abracé su cintura y reposé mi cabeza sobre su femenino pecho.
La sentí acariciar mi cabello con dulzura.
–Por favor, no quiero que nada te pase.
–¿Y si algo te pasa a ti? –repuse–. Tengo que estar aquí para cuidarte.
Inmovilicé sus brazos posesivamente, ella logró liberarse de mi agarre y se puso de pie para arrancar a vestirse. Me coloqué parte de mi ropa, alcancé a Charity, la rodeé con mis brazos y reposé mi barbilla sobre su cabeza. Ella me envolvió con sus brazos también, le robé un pequeño beso tierno en la boca.
–¿Vas a volver a verme? –me interrogó en un susurro.
–Te lo prometo, princesita.
Me desplacé hacia la ventana y salté del balcón. Tuve un mal aterrizaje, rodé sobre el césped y me puse en pie para correr cojeando hacia la torre opuesta del castillo, donde se encontraba mi habitación.
Escalé hacia lo alto de la torre y entré por mi ventana. Respiré con agotamiento.
–Eustace de Populonia, Eustace de Populonia, Eustace de Populonia –de pie frente al espejo, repetí su nombre tres veces para invocarlo.
El dios se materializó delante de mí con apariencia de loco. Su mirada era salvaje, como si no tuviera un atisbo de lucidez mental. Vestía una de esas faldas largas para hombres, de color negro, una camiseta negra ajustada que mostraba la forma escultural de su torso y un par de botas Dr. Martens en su versión masculina.
–Odio que cantes esa canción –farfulló con tono desdeñoso.
Le abracé, no me devolvió el gesto, esperó a que me retirara.
–Gracias.
–Hmm... De nada, pero no te acostumbres –dijo de forma jactanciosa–. ¿Qué fue lo que hice por cierto?
–Gracias por traerla de vuelta, por no dejar que la matara.
–No hice nada, no podría tener tanto poder. No soy tú –él abrió mi camisa en dos con una mano, algunos botones salieron disparados. Examinó el gran tatuaje del dragón que ya se estaba desvaneciendo en mi pecho–. ¡Qué guapo me veo! ¿No soy un dragón sexy?
–No sé –dudé–, la imagen de un dragón sexy es un poco abstracta.
–No lo es, tan solo mírame –se mordió un labio y bruscamente la expresión de su rostro cambió–. Me estás cansando muchacho inútil. Habrías dejado morir a la princesa solamente por rehusarte a utilizar tus poderes, porque le temes a lo que eres en realidad. No voy a obligarte nuevamente a sacar tu poder, ni siquiera si estuviera muriendo la persona más importante del universo, o sea yo.
Parpadeé y él ya no estaba.
Oí un golpeteo en mi puerta.
–Adelante –solté.
La puerta se abrió y la reina entró, su rostro tenía el asomo de una sonrisa.
–Lo hiciste muy bien anoche, te felicito –me dijo sosegadamente–. La forma en la que ignoraste a Charity fue maravillosa. Excepto al final, cuando ella decidió que era hora de retirarse y tú no pudiste esperar cinco minutos para "salir a tomar aire". Mientras tú corrías hasta aquí hace un par de minutos, mis guardias registraban el dormitorio de mi hija. Y encontramos una que otra prenda de tu traje, el traje mandé a hacer a tu medida. Pensé que querías hacer feliz a Charity, pensé que querías que fuese una reina, tu reina.
–No fue su culpa, fue mía. Lo siento...
–Niño, hay cosas que no se arreglan con un lo siento. ¿Qué pasaría si alguien se hubiera dado cuenta de tu desliz? Mi plan habría fracasado.
–Pero nadie se dio cuenta, ¿verdad?
–Yo lo hice, no todas las personas son tontas. Quiero que pases tiempo en la picota, ya veremos si te quedan claras cuáles fueron mis órdenes.
Cuatro soldados pusieron cadenas alrededor de mis tobillos y muñecas y me arrastraron hacia la plaza en la que eran castigados los delincuentes. Había algunos hombres crucificados bajo la luz del sol, agonizando, otros colgaban en jaulas, y otros, como yo, eran arrestados en cepos.
Fui apresado con uno de esos instrumentos utilizados en la época medieval que consistía en piezas de madera unidas por bisagras que tenían tres agujeros, uno para mi cabeza, y los siguientes dos, a cada lado, para introducir mis manos.
Castigo por humillación pública, genial.
Pasé los siguientes tres días en el cepo, siendo alimentado escasamente con agua, entumecido al no poder salir de la incómoda posición doblada en la que me encontraba. Mis piernas retemblaban al tratar de mantenerse firmes, cada hueso y músculo de mi cuerpo se sentía desgarrado por el dolor que me proporcionaba continuar de pie.
Cada vez que veía a uno de los guardias venir hacia mí, la fiera esperanza de recibir algo de comer o ser liberado crecía en mi interior. Sabía perfectamente que estar desesperanzado era la mejor estrategia para sobrevivir en estos casos, pero cuando les veía aproximarse era casi imposible apaciguar las imágenes que se formaban en mi mente de libertad, de estar saciado. Es como cuando tienes tanto tiempo sin comer que olvidas lo que se siente tener hambre, pero de pronto alguien pone un tentativo aroma a carne en tus narices y las punzadas de hambre te consumen lacrimosamente.
Posteriormente fui liberado, me derribé sobre la arena, mis labios estaban agrietados y quebradizos, mis músculos agarrotados.
–Camina, siervo, la reina está esperándote –departió el soldado.
Durante las siguientes semanas fui encerrado en mi habitación mientras era educado tal como la reina ordenaba. Tenía prohibido salir, ver la luz, ver el sol, Charity. Lunas y soles transcurrieron, tantos que ni siquiera puedo contarlos.
–¿Cuándo podré salir de aquí? –pregunté a la reina en un gruñido al tiempo que forzaba las esposas que rodeaban mis muñecas.
–Debes ser paciente, debes resistir, por Charity. Todavía no estás lo suficientemente educado para ser un rey. ¿Qué significa un poco de libertad cuando puedes darle tanta felicidad a mi hija?
–Ella no es su hija –repliqué de manera displicente y resentida–, usted desearía ser como ella.
La reina me atizó una bofetada.
–Si vuelves a ofenderme, puedes despedirte de tu linda princesa, para siempre –la mujer me sonrió de forma mezquina–. Mañana te vestirás bien, vendrás al balcón real y anunciaremos tu compromiso.

Me senté en una silla junto al trono, observé a todo el pueblo reunido bajo el balcón real, se veían como una audiencia frenética, tal como las admiradoras que me seguían por todos los bares de New York.
Sin embargo, entre la multitud alguien resaltaba más que cualquiera. Cerca de las primeras filas, Charity me observaba con sus enormes ojos bien abiertos. No podía esperar a ver su rostro cuando su madre le anunciara que sería una reina, que sería mi esposa.
–Gerardo Harrison proviene de tierras lejanas, de una distinguida familia aristocrática. Su sangre es tan azul como el cielo, mejor aún, su sangre es dorada, como el oro –decía la reina a la muchedumbre–. Mírenle, ¿no es encantador?
Hice una reverencia y sonreí al público como estaba acostumbrado a hacerlo.
–Sus modales sobrepasan los límites de la caballerosidad –prosiguió la mujer–, su belleza es inigualable, su educación, fortaleza y masculinidad van más allá de lo natural. Es el perfecto esposo... para mí.
Mis labios se separaron por la impresión, la audiencia largó un unísono ruido de sorpresa. Charity, en medio de las personas, parecía abatida, herida. Se abrió paso entre el gentío para marcharse.
–Les presento a mi prometido, futuro rey de Etruria, Lord Harrison –la reina concluyó.
Palidecí.
Discretamente la sujeté de un brazo.
–¿Qué demonios está haciendo? –refunfuñé entre dientes.
Ella largó una risa, pretendiendo reír de alguno de mis encantadores comentarios.
–¡Oh, Gerardo, no sea tan atrevido! –profirió en voz alta.
Corrí escaleras abajo a toda prisa, tropecé con algunos sujetos ebrios que me felicitaron de forma entusiasta por mi compromiso y de súbito alguien enterró sus uñas en mi brazo, arañándome con fuerza.
Morgana.
Hacía tanto tiempo que no la tenía tan cerca, perdí el aire al reconocerla.
–Ana –largué en una exhalación violenta–, Ana, ¿estás bien? Pensé que no te volvería a ver, pensé que no querrías verme después de...
–Morgana, Jerry, mi nombre es Morgana Harris. ¿Y el tuyo? Porque no puedo reconocerte.
Suspiré con pesadez.
–Es una historia muy larga –expliqué–. Ven conmigo, Morgana, tienes que ayudarme.
–¿Ayudarte a qué?
–A buscar a la princesa, rápido.
Morgana haló mi brazo y me arrastró entre la horda de personas, ambos emprendimos a correr para hallar a la princesa. Creí verla subir a un carruaje en la entrada del castillo, apreté el paso.
–¡Charity, espera, déjame explicarte! ¡Charity!
La princesa estableció contacto visual conmigo, su mirada era dura, parecía lastimada. Me ignoró e hizo una seña al cochero para que apresurara a los caballos. Avancé tan rápido como pude detrás del vehículo, Morgana me seguía.
–Por favor... Charity, escúchame... –jadeé, extenuado.
Ante mi súplica, la princesa ordenó al chofer que se detuviera, los caballos rechinaron, el sonido de su trote se extinguió poco a poco.
–Le escucho, Lord Harrison, futuro esposo de mi madre, futuro rey de Etruria. ¿Debería empezar a llamarle padrastro?
–No es lo que piensas... –me defendí.
–¿No? –interpeló–. Desde hace varios meses que no te veo, ni siquiera recibí una pequeña nota de tu parte. Esperaba que me buscaras después de esa noche, lo prometiste. Pero luego me entero de que te casarás con mi madre... o el intento de madre que tengo.
–Escucha, no sabía...
–Dile la verdad, sí lo sabías –terció la voz de la gitana. Me giré para mirarla con incredulidad–. Dile lo que ella sabe que eres, dile lo que quiere escuchar, que en realidad siempre estuviste a su lado para robarle el trono, que quieres matarla. Que queremos matarla.
Morgana cogió una flecha de la bolsa que colgaba en su espalda, tomó el arco compuesto que pendía de su cintura y disparó con destreza hacia Charity. La princesa eludió la flecha con un movimiento vertiginoso y saltó del carruaje.
No podía creer lo que estaba sucediendo. Cuando la gitana se preparaba para disparar una segunda flecha, algo la derribó al suelo. Todo parecía haberse nublado, había sangre manchado la ropa de la gitana y una flecha de madera sobresaliendo de su espalda. Me tumbé junto a Morgana, la sostuve en mi regazo y acaricié su rostro con mis manos temblorosas, enmudecido.
–Preciosa, ¿qué...? –la agonía me impedía hablar–. Hermanita, no te vayas de nuevo...
Volví mi rostro hacia los lados, Charity había huido, desvaneciéndose entre el tropel de personas. Finalmente divisé una cara conocida, era Ludwig, que nos miraba sin moverse, de pie entre el algarabío. Él sostenía una ballesta que todavía apuntaba hacia Morgana.
Maldito Vanthe de mierda.
–Ana, dime que estás bien, por favor –mi cuerpo entero trepidaba al verla llorar de dolor.
–Me llamo Morga... –la escuché decir a duras penas.
Me preparé para extraer la flecha de su pecho, pero justo entonces la frialdad abarrotó su mirada, volviéndola gélida y remota, como si el alma se le hubiera escapado.
–¡No, maldita sea, no! –vociferé con la voz vacilante–. No te vayas, gitana, prometo llamarte Morgana, prometo amarte como te mereces... Por favor, Ana, escúchame... –mi voz se volvió un susurro–, escúchame.
El mundo se detuvo para mí, permanecí tumbado junto a Morgana hasta que el sol empezaba a ocultarse en el horizonte. El murmullo de los individuos que me rodeaban se escuchaba como algo lejano, como algo ajeno a la realidad, igual que un sueño. El dolor me estaba consumiendo, no me dejaba respirar o moverme, no podía soportar que la sangre de esa que solía ser mi hermanita estuviera manchando mis manos, que su cuerpo yaciera inmóvil entre mis brazos.
La recordé cuando era una niña rubia y hambrienta que era capaz de amar a pesar de haber sido abandonada, aquella que nunca creyó en la bondad porque había sido herida tantas veces. Incluso yo le había hecho daño, la había lastimado más veces de lo que pensaba. Tal vez ella no era la mejor persona del mundo como yo creía, pero razones tenía de sobra para estar peleada con el mundo. El mundo te hace cruel.
Perdóname, hermanita, nunca quise dañarte, pensé para mis adentros. Le acaricié el cabello teñido de negro.
–Perdóname –musité.
–Vamos, Lord Harrison, levántese –me ordenó uno de los guardias y me alzó del suelo a la fuerza–. Su Majestad está esperándole.
–¡No dejaré a Morgana ahí! –vociferé iracundo, dando patadas.
–Prepararemos un funeral para ella –me apaciguó el hombre.
Fui remolcado hasta el castillo, mi cuerpo no tenía fuerzas para continuar batallando, ni siquiera mis piernas para seguir caminando. Oí un griterío seguido de llanto y forcejeo.
A lo lejos, en la estancia contigua del castillo, Charity guerreaba contra unos centinelas.
–¡Déjenme en paz, me iré! ¡Mi madre no podrá estar más feliz! –chillaba.
Dando un codazo, me escapé del agarre del hombre que me aprehendía, me trasladé hacia la princesa, la alcé en mis brazos a la fuerza y me escabullí, eludiendo a cada soldado que nos perseguía.
Perdí a los hombres en una carrera hacia el invernadero. La princesa forcejeaba en mis brazos. No estábamos solos, docenas de invitados del castillo nos estaban rodeando.
–¡Suéltame, salvaje, déjame en paz! –gritaba con histerismo.
La puse en el suelo y le cubrí la boca con una mano. Su rostro estaba húmedo de lágrimas y ruborizado, algunos cabellos se habían soltado de su peinado y su pecho tenía un movimiento alterado.
En este mismo lugar ella había sido mía por primera vez, la fragancia de flores exóticas que impregnaba el ambiente me hacía recordar el aroma de su piel desnuda cuando se frotaba contra la mía.
–Deja de gritar, sabrán que estamos aquí –murmuré en voz baja y tranquila.
Retiré mis dedos de sus labios para dejarle hablar. Ella se limitó a llorar.
–No me importa, maldito desgraciado. ¡Déjame ir! ¡Lo único que quiero es irme y jamás volver a esta maldita ciudad!
–¿Qué pasa con tu trono, tu corona, tu reinado? Pensé que era lo que más querías.
–¿Cuál trono? ¿El que me arrebataste? No seas descarado. ¡Anda, mátame y cásate con mi madre! Eso es lo que tú siempre has querido.
–¡Nada es así! ¡Charity, fui engañado, no es lo que tú piensas!
–¡Cállate! Está todo muy claro, Morgana lo ha dicho, era por eso que insistías tanto en su bondad, no podías dejar que yo estuviera prevenida ante sus ataques. ¿Recuerdas cuando fui envenenada? –resopló–. Claro que lo recuerdas, fuiste parte de eso también. Te dije que lo sabía, sabía quién me había envenado. Aquella noche recibí comida en mi habitación, a la mañana siguiente el potente veneno ya me había derribado como a un papel. ¿Qué clase de poción actúa de esa manera? El veneno de Morgana. Luego de casarte con mi madre, y matarme, ¿qué pensabas hacer? ¿Dividir las riquezas con tu amante gitana? Pensé que eras tan diferente, de verdad te creí cuando pensé que hablabas con sinceridad, creí que no te interesaba el dinero ni el poder. Pero al final eres igual al resto de los hombres. Egoísta, codicioso, sediento de sangre.
Sus palabras me ultrajaron de manera dolorosa, cada una de ellas se sentía como una puñalada.
–Escúchame, princesita –sujeté su rostro con mis dos manos.
Retrocedió y cubrió sus oídos.
–Déjame en paz –sollozó, abatida–. Tan solo déjame ir, te lo suplico –su rostro estaba empapado ahora–. Quédate con mi trono, con mi castillo, con mi madre, con todo lo que es mío. No me importa, solo déjame libre. Quiero irme a New York, con mi hermano, que es el único que alguna vez me ha querido. Aquí no tengo nada, no quiero casarme, no quiero una corona, ni un vestido, no siento nada hacia mi verdadera madre, ni tampoco hacia la falsa, mi padre está muerto. Nada me queda, déjame ir y serás feliz con todo lo que me pertenece.
Mis ojos se humedecieron, parpadeé para apartar las lágrimas. Odiaba verla sufrir. Me quedé callado, apreté mis labios, estiré un brazo para limpiar sus lágrimas con las puntas de mis dedos y ella se hizo hacia atrás, impidiéndome que la tocara.
–¿Buscabas esto, mi amigo? –intervino la voz sanguinaria de un hombre.
Reconocía perfectamente aquella entonación perversa que me había perseguido a lo largo de mi vida como una sombra.
Giré el rostro y hallé a ese tipo, Aita, sosteniendo un pequeño bulto de mantas en sus brazos. Tuve que pestañear varias veces antes de darme cuenta de que lo que el dios sostenía en sus brazos se movía. Era una personita, un pequeño bebé agitando sus delicadas manos y emitiendo sonidos de llanto apagado.
–Escuché diversos testimonios que aseguraban que esta criatura es tu hijo –el hombre dijo.
Maldición.
Esa criatura era Josephine, la hija de Joe y Angie.
–¿Qué has hecho con el resto de los bebés? –rezongué con la mandíbula tensa.
El tipo sonrió más expresivamente.
–Bah, les dejé en casa, tenían un poco de sueño. Pero este, él parecía querer jugar al baseball con su nuevo padre.
Puse mis ojos en blanco.
–Es una nena, no un nene.
–Como sea, todos los bebés son iguales.
–Aita, hazme lo que quieras a mí, pero no te atrevas a hacerle daño a esa pequeña.
Él sacudió su cabeza.
–Todo este tiempo lo he intentado, dañarte. ¿Qué crees? No funciona, nada quita esa sonrisa relajada de tu boca –bajó la vista hacia la bebita, fingió una cara de ternura–. ¿Qué te hace pensar que podría dañar a una criatura tan pequeña, indefensa y hermosa? ¿Qué clase de enfermo sería capaz de eso? ¡Ah, sí, tú lo eres!
Aita situó una mano alrededor del cuello de Josephine y empezó apretarla.
–¡SUÉLTALA, BASTARDO! –grité con fiereza, las personas se dieron vuelta para mirarme mientras reducía la distancia que me separaba de ese hombre.
Algunas partes de mi piel fueron chamuscadas por nuevos tatuajes, los destellos de color añil comenzaron a brotar de mí. Los individuos que me rodeaban enmudecieron, impactados, otros de ellos corrieron despavoridos, los demás se arrodillaron a mis pies, evitando mirar mis ojos.


18 comentarios:

Noelia dijo...

OMG pero sera bruja la tipa esa!! si es que sabia que se tramaba algo la muy...!! ¬¬
Morgana muro O_O ( me da pena pero en el fondo no ( soy mala lo se xD))
Dios esto si que se esta poniendo interesante ahora, ERES GENIAL!!^^
(Por cierto, no sabes lo que llevaba esperando por una maraton)
Muy romantica la escena de Shakespeare, y ese final "¡Quién fuera pijama para rozar ese delicioso cuerpazo!" jajaja bien me reí jaja que manera de acabar con el romanticismo al estilo Jerry =P
Cuando Charity se fue al inframundo me quede en plan ¿Pero que...?! O_o me trastocó toda jaja
Espero con ansias el proximo capitulo!!

Anónimo dijo...

Si el capitulo 12 fue mi favorito por todo el romantisismo y misterio envuelto este me dejo con la boca abierta! Fue un capitulo tan angustiante al principio
Luego "Cuando descubrí que Ludwig andaba con Morgana, lo golpeé, pero en realidad no me molestó que estuviera con ella, lo que me molestaba era que estuviera jugando contigo. Eres tú quien me obsesiona." MORII con esta parte! Fue PERFECTISIMA!

Despues la bastarda de la reina que quiere casarse con nuestro Jerry! hay que desaparecerlaa!, mientras iba leendo las cualidades que la reina decia de Jerry me imagine que dijera algo parecido y BOOM! (aunque lo pense como si fuera una mala broma xD)
Y Morgana murio! O.O No puedo decir que me alegre del todo pues Jerry sufrio :'(

y AHORA ese bastardo tiene a la hijita de Joe&Angie... QUE CAPITULOOOOOOOO!
Massimilenius! O.O

Esto esta que ARDEEEEE!

Esperando el nuevo capitulo desde ya!
Leeré el Maraton otra y otra vez!lo AME!:P

Att: AnyJB

Nce dijo...

Aii dios mioooo que has hechoooo?!?! Como puedes dejarlo asiiiiiii x diooos siguela yaaaa!!!
Me a encantadoo, qe ganas tngo dl siguiente cap.
Bss cuidatee :) !!

MeliiJonasM dijo...

NONOONONNOOOOOOOOOOO
Stephanie Patricia Estela del perpetuo socorro!!!!!
¿Cómo me torturas de esta forma?
DIOS DIOS DIOS
& empieza mi discurso:
Ame AMe AME TODO! No puedo escoger algo favorito...
Jerry es muy directo,... va a lo que va haha
Steph..
Tienes que subir maaaaaaaaas seguidoooo...
ADORO TUS HISTORIAS..
Espero algún día leer un libro tuyo!
Así que yo diga "OMG, recuerdo cuando ella era solo una chica de 17 años que subía novelas sexys al blog" askhdakjsdh+

SIGUE ASI!

Betty dijo...

OO POR DIOS!!!! Que buenos capítulos, como puede ser que cuando no comento siempre llegas a los 40 comentarios, sin duda tengo mala suerte ¬¬
Me encantaron los dos caps, aunque los leí ayer y tenia una lista larga en mi mente para escribir en el comentario de las cosas que me gustaron pero como siempre se me olvido :P
Woow... esas letras rojas!! Se prendieron fuego, me encanto como estaba narrado, lo amee!!
Yo sabia que la "madrastra" era una perra pero no para tanto, es una dkjfajfaskjfa, como puede hacer eso, se fue al carajo!!
El final, por dios Steph, voy a estar toda la semana pensando en vos y el final que nos dejaste, después no te quejes que estas ojeado ?) Okay, sisi, estoy muy mal.
Antes de terminar tengo una pregunta y espero que me la respondas, cuando escribís las novelas te basas en alguna época como la edad media o alguna cultura, tambn si te basas en algunos libros o películas. Ya que estas me recomendas algunos libros para leer porque estoy terminando el ultimo libro de Harry Potter y no se que seguir leyendo. Gracias :)
Besos, Steph ♥

itzel :3 dijo...

woooow lo sabia lo sabia lo sabiaaa!! jerry es ese del que todos hablan que iba a regresar y que iba a acabar con etruria waaa!! que emocion ya quiero saber que va a pasar en el siguiente capítulo.

Esa reina de mierda...como se atreve a hacerle eso a Jerry y a Charity está loca, y obsesionada con el trono o.o

no puedo creer que hayan matado a morgana :S porque ahora si la mataron no? a no ser que sea fingido como la otra vez y vaya a "revivir".

de verdad que ya quiero saber como continua está novela que me tiene así SUPER ATRAPADA, me encanta como escribes steph de verdad que si, me deja atrapada con cada capitulo nuevo que subes al blog.

Bueno me despido espero que estés bien :D

Wilmeliz dijo...

De verdad no me esperaba la jugada de la madrastra es una bruja de lo peor y morganá también lo es y jerry es un idiota. Vio que morganá quería matar a charity y aun así la llora como idiota. Espero que ella este bien muerta y jerry haga las pases con charity. Me alegro que cris deje ser feliz a charity pero ahora todo esta envuelto. Pobre charity. Eustace siempre dice cosas ocurrentes lo amo. El merece un libro solo para el.
Tus capítulos siempre terminan dejandome em shock. La verdad eres experta para dejar a tus lectores mal.

FlooM1 dijo...

(? EXPLOTOOOOOOOOOOOOOOOO Y ME QUEDO EN SHOOOOOOOOOOOOCK!!!!
Todo era hermoso, parecía una novela con magia con fantasía pero nada salvaje, aventurero y terrorífico HASTA AHORAAAAAAAAAAA, no me había dado cuenta de lo mucho que había extrañado esa parte de tus novelas hasta ahora, al principio, todo lo que paso con Charity me dejó con los nervios de punta, Jerry enviandola al mas allá, luego regresandola, el su otra parte, todo jdhfdhfjds
"Eres tú quien me obsesiona" me derretí por dentro en cerio con es aparte <3
EUSTAAAAAAAAAAAAACE <3 Como extrañaba a mi viejo legendario fuma porro <3 Siempre tan sexy y masculino. .
Desde el comienzo al final el capitulo fue como ver una parte de ti que desde ya hace un tiempo no lograba encontrar y no está mal porque con el final de The Violet City y como venía esta nove todo era distinto, pero en este capitulo todo jdfhjsdhfdsjfhsdj eres increible Steph y no me cansaré de decirloooo! eres tu de nuevo, creí en fantasmas, en una pelea nunca en lo que pasó, luego todo el asunto de la Reyna MALDITAAAAAAAAAAAA PERRAAAAAAAAAAAAAAAA LO SABIAAAAAAA, SABIA QUE ALGO MALO VENDRÍA Después MALDITA HDPPPPPPP, A MI RUBIO NO LO COMPARTOOOOOO CON NADIE NADIE NADIE NADIE, CHAR ES SOLO UNA AVENTURA (? luego Morgana, la veia de muchas maneras, llegué a imaginarle un futuro en el que diera vuelta la pagina, en el que fuera capás de enamorarse, pero nunca que muriera ctm, siempre me quedo con un mal sabor de boca cuándo alguien muere, me pasó con el primo de Damien, me paso ahora con Morgana porque son en mi corazón y en mi cabezas, verdaderas personas que encarnan el mundo en el que nos movemos, el mundo en el que vivimos y que todo el tiempo la sociedad se encarga de prejuzgar sin conocer su historia, sin saber realmente porque son lo que son, personas a las que el mundo le quitó las ganas de reir y sabes? creo que merecen una segunda oportunidad, estamos acá para ser felices... desgraciadamente no todo es como lo pintan y asi el blanco se vuelve gris y con el tiempo en negro... Se que lo que digo no tiene sentido, pero solo quería decirte que esos personajes para mi valen mucho, tus novelas no son solo romance, fantasia, suspenso, comedia terror ni tampoco Sexo droga & alcohol. Es la realidad en un universo paralelo y en verdad eso es algo que amo de tus novelas <3 Sencillamente, son inigualables.

Seguiré con la Novela, Jerry me puede me puede en muchisimos sentidos de verdad pero me pone histericaaaaaaaaaaaaaaaa su manera de amar, es demasiado noble aunque no lo parezca, es demasiado fragil aunque lo oculte del mundo y de el mismo, es demasiado hombre también, es demasiado sexy, es demasiado divertido,es demasiado el pero lo amoo asi, solo que me pone histericaa cuándo sale con el cuento de que ama a todo el mundo, aunque ne realidad creo que el sabe bien la respuesta, el sabe a quien ama pero le da miedo aceptarlo por el mismo, supongo que Char puso de cabeza todo lo que el sentía, creía y era.
Luego las falsas acusaciones de Char maldita vieja desgraciaaaaaaaaaaada la reina como pudo!!!!! y luego el desgraciado de

Maldito desgraciaaaaado de Aita, comooooooooooooooooo? lo agarraría y lo despedesaríaaaaaaaa, es la niña de mi vampiro, aunque halla salido algo fallada xd estoy segura que es la encarnación de un angel o una Diosa...
lpm! Es una desgraciado me quedé con los nervios de punta necesito saber que va a pasar con Char, con Josephine con Aita con Etruria algo me dice que mi rubio, el amor y todo acabará con todo (?

Eres increiblemente asombrasaaaaaaa, no bajes los brazos, continua escribiendo ponte las pilas porque dentro de poquito estaremos solicitando premio ;) okya, solo ten fe y cree en ti <3 Te quiereee tu forever fan :3

FlooM1 dijo...

Olvidé comentarlo, cuándo leí tu respuesta para anne, ctm me imagino con un balde y toda la baba desbordandose mirando las peliculas de tus libros!, las quiero así, con ellos con cada personaje que tu elegiste, porque m fasinan y porque en el camino me fui enamorando del personaje y también del artista, de hecho los conozco gracias a ti y son como un tesoro que mantengo secreto (? no se los muestro nadie para que no se hagan falsas ilusiones, me pertenecen okyaaaaaaaaaaa, solo quería comentartelo, leo la novela y en mi cabeza pasa una pelicula y es que tu sueño se ha vuelto en el mio también, de diferente manera pero lo hizo. Es gracioso peor me veo en primera fila observando el estreno saliendo del brazo de Sean jfhdjfhdjgdhf soñaré ahora que por el momento es gratis.

micaღ dijo...

emm..okey creo que me perdi...(yo ya de por si soy despistada pero ahora me supero) em,osea cuando termine de comentar el cap 11 me di cuenta de que me olvide de decirte muchas cosas y ahora se sema a todo lo que me dio este cap para comentar..ahh por donde empiezo?? ,bien primero diciendo que me duele la gargante we,que tenia que ver(?,pero te aviso que este va a ser un comment muy largo,eso sip..aaa veeer primero:el cap anterior buueno la escena de Shakespeare eso si que es importante y la ame despues como es eso de jerry morocho bueh,dejame decirte que me ataco uno de esos escalosfrios placenteros (modo pervert *ON)..peero dios no puedo sacarme la ultima parte del cap 13 de la CABEZA!!! y esque es si el cap 13 fue fuerte con sorpresas,y muertes o.o en cambio,el cap 12 fue mas tiernito y romantico,,,en fin con respecto al cap 13 DI-OS fuue demaciado OMFG! en ttoodo sentido primero quien mierda es esa tal mujer que se hace llamar reina es una fulana que esa exitada con jerry,bueno hay que ir avisandole que hay una laaaarga fila para poder "acceder" a jerry primero estamos ttooodas nosotras que nos lo comemos vivo..que se forme ella tambien y que espere su turno u.u no puede llegar asi salida de la nada,dimencion desconocida, y desposarlo como si fuese cualquier coosa ¡heee! el es mio! loko..pero el enojo de char fue muy merecido,yo me ubiese puesto igual, aunque ella crea ahora cualquier cosa que no es cierta,si hay algo que jerry NO es,es mentiroso y manipulador el la ama y nunca jugaria asi con ella y menos con la vieja de "su-madre" ..yy aaaah Morgana .-. wow pobre ana osea seep,yo la odiaba (todavia la odio),pero me dio penita *creo* y tambien flor de wacha es,o era, ella como le va a decir eso a char mentir asi,bueno si,jerry tiene razon le sobraban razones para estar enojada con el mundo pero envenenar a la princesa y manipular a jerry o.O no da.. y que onda Ludwig? se revelo,la mato(? no era que taanto la amaba..eso si,charity no la ba a perdonar asi de facil a jerry,o por lo menos no hasta que sepa la pura verdad,y en tanto y tanto cap ahh aparecio el loquillo de mi eustace con su ropa loka admirando el dragon de jerry, y por sierto que dargon!, cabe admitir que me hiso acordar un poco a dougie con su sexy tatoo en el brazo..mmm yummy.. y llega el big finale,aita? con la baby de joe y angie? tal vez pude imaginar muchas cosas menos esa! dios que clase se ente sobrehumano podria hacerle eso a una inocente y fragil bebe?..,pero la sorpresa de las demas personas y las actitudes lo superaron que quieren decir con arrdillarse a sus pies y no mirarlo..eso me lleva a pensar en el capitulo 9...humm si es lo que estoy pensando stephany OMG OMG..ahhhw pero necesito q lo confirmes y por eso no puedo esperar a que publiques ahh dios lunes dijiste? acaso no te parece mucho tiempo (pucherito)..

y con respecto a la novela porno okey me gusta,me imagino capitulos enteros describiendo las orgias de 4 adolescentes dentro de una furgoneta..hahah CX ok si que tendrias muchos comments haha seria divertido,pero si fura sierto nos depravarias demaciado, mas de lo que ya estamos..ah y te gustan los sims yo tambien me vicio con eso,la persona que no conoce ese juego y nunca se vicio creando personas y casas enormes nose,tendria que tirarse a un pozo..haha..y WOW O.O esas CANCIONEES ahm si hay una cancion de taylor que amo es esa es simplemente perfecta y nunca pude dejar de facinarme con la letra,nose la forma en la que cuenta una historia dentro de una cancion es increible y de por mas romantica,yo no llore pero si me dieron ganas de vivir algo asiy me emocione,y creep,bueno no te voy a mentir AMO esa cancion desde que la escuche por casualidad un dia,sabes? cada vez que escucho una cancion x casualidad resulta ser increible y siempre la ame lo que dice!,ess nose me encanta :) ..y bueno sin mas me retiro ya me duelen los dedos de tanto apretar teclas aunque hay que decir que es un vicion tambien.. okk,subi pronto seep? besos bye

Anónimo dijo...

Waaaa Steph!! de todo lo que me he perdido! aunque ya me actualice y lei todos los capitulos que has publicado...Me encantan!!! estoy enloquecida por Jerry, tu siempre tienes ese poder de hacerme enamorar de cada protagonista.
Esta historia me a parecido genial, ademas me parece mas adulta,claro las otras historias tambien,pero esta es especial, tal vez por la forma de ser de Jerry, con sus temas tan abiertos y diferentes de lo convencional acerca de la sexualidad; de ahi me surgio uana pregunta, Jerry sabe que esta con chicos o con chicas y no le pone tanto dilema a eso, Steph tu tambien estas de acuerdo con que sabes que te gustan los chicos, pero tendrias algo con chicas? eres abierta con ese tema como Jerry? es que me parece tan curioso y genial el personaje de Jerry en ese aspecto, porque sabes que la gente es muy rigida y no le gusta hablar del tema...tu con esta historia meparece que lo has hecho fenomenal, porque le nos muestras una nueva perspectiva.
No sabes cuanto extraña leer, en clase oc uando estaba haciendo los trabajos pensaba "sera que Steph ya publico?" la curiosidad me estaba matando lentamente, pero bueno ya sali a vacas y por eso me puse muy juiciosa a leer.
Gracias Steph tu me diviertes mucho con tus historias, y las ocurrencias de Eustace, claro que Jerry no se queda atras, y Charity, siempre me a caido bien, solo me siento un poco celosa hahahaha y Morgana, bueno pues ella si no me caia bien al igual que la reina loca, y donde esta Dimitri, deberia estar con Charity! lo extraño, pero el tambien deberia ir...y bueno tengo una intriga tenaz con este ultimo capitulo, espero publiques pronto.
xoxo
Att: MCamiCC

Anónimo dijo...

Me encantaria que Dimitri volviera a aparecer en alguno de los capitulos! Sin dudaaa AMOO a ese otro rubioo!♥

Anónimo dijo...

QUUE CAPITULO QUEDÉ IMPACTAA CON TODO LO QUE PASOOO, MALDITA REINAAAAAA.
POBRE JERRY POBRE CHARITY QUE AITA NO LE HAGA NADA A JOSEPHINE

Anónimo dijo...

Que capitulos mi diooooooooooos, fueron Increibleees, no pueod creer lo que la vieja reina valla a ser que hija de perra, pobre charity. La novela es magica Tienes que seguirla!

Anónimo dijo...

ME HAS HECHO LLORAR HORRIBLEEEEEEEEEEEEEEEEEEEEE.

MALDITO AITA
MALDITA LA REINA
QUE MAL POR MORGANA PERO ELLA HABÍA SIDO MUY CRUEL Y TODO POR AMOR. ASDFGHJKLJHGFD :CCC

EL CAPITULO 12 FUE LO MÁS, AMO LA MANERA EN QUE JERRY AMA A CHARITY. <3


TIENES QUE SEGUIRLA YAAAAAAA POR FAVORRRRR.

ERES UNA GRAN ESCRITORA STEPH, SÉ QUE TENDRÁS MUCHOS EXITOS


Terelú. xx

mayjb dijo...

Tienes un don mágico, para la aventura, para el suspenso para la acción, esos capitulos fueron increibleeeeeeeeeeeeeees! lamento un comentario tan corto, en 20 minutos tengo que salir y aún no me he bañado, jhdjfdh Ere sincreible Stephanie <3 No dejes de escribir nuncaaaaa

Anónimo dijo...

El maratón fue increible, todo lo que pasó, toda la acción, Eres la mejor escritora!

Anónimo dijo...

No puedo creer que perra la reina, a la orca la voy a llevar. Pobre Char, pobre Morgana : c Pobre Jerry, Pobre Aitaaaaaa

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