Capítulo 9: Mi Pequeña Marioneta
–No
hablemos más sobre sexo. No se supone que deba hablar de estos temas contigo.
¡Eres Eustace! –apelé, entrando en una especie de pre-trauma–. Mejor dime. ¿Por
qué estás aquí?
–Trabajo
aquí –reconoció.
–¿Dónde
exactamente? ¿Dónde diablos estamos? ¿Es esto el infierno?
Eustace
largó una carcajada.
–Ni
remotamente. Esto es... –hizo un gesto con las manos–. Bien, es muy cerca del
infierno, pero... –se detuvo para mirarme duramente–. ¿Cómo diablos llegaste
aquí?
–Yo...
no lo sé. Se supone que tú eres quien lo sabe todo, pensé que nunca te
sorprendía nada.
–¿Esperas
que sepa cómo mi alumna más problemática ha llegado a la entrada del
inframundo? –Eustace casi no se molestaba en ocultar la alteración en su voz,
lo cual era probablemente malo. Él nunca se mostraba impresionado.
–¿Entrada...
del inframundo?
Las
manos de Eustace se posaron sobre mis hombros y me condujeron hasta su sillón.
–Toma
asiento, querida –me senté. Eustace se volvió hacia Liptaura–. Y tú, querida,
márchate y déjanos solos.
Liptaura
gruñó, se aproximó hacia Eustace y le acarició el torso, removiéndole el
extravagante abrigo de sus hombros.
–Estábamos
divirtiéndonos mucho antes de que ella llegara.
Él
hizo rodar sus ojos y la apartó groseramente.
–Vete,
cariño, ¿puedes? –rezongó.
Liptaura
le mostró sus dientes filosos en hilera, él se cruzó de brazos y la miró con
aburrimiento.
–No
me asustas. Vete.
Finalmente
la Doxy obedeció, movió sus varios pares de alas y se elevó hasta desaparecer
en el cielo. La habitación tenía paredes y suelo, pero no techo.
–Evangeline
–me intimidé cuando la mirada de Eustace reposó en mi pecho–. Estás herida. Has
sido herida con magia... ¿Cómo es que eso pasó?
Examinó
los restos de polvo plateado que estaban sobre mi blusa.
–Eh...
um... ya sabes, un unicornio me ha...
–Unicornio,
maldita sea. ¿Cómo no se me ha ocurrido? Has utilizado a un unicornio para
trasladarte hasta aquí. ¿Cómo es que sabías que sus cuernos podían
transportarte a otras dimensiones? Tú y yo todavía no llegamos a la clase de
los unicornios y Pegasos.
–Damien...
–Cierto,
ese muchacho descerebrado –él sacudió su cabeza ligeramente–. Lo siento, estoy
un poco desubicado, debe ser por el hecho de que vas a convertirte en una
estatua de plata en poco tiempo.
–¿Qué?
Eustace
tomó mis manos entre las suyas.
–No
es tan grave. La magia se revierte con magia.
–¡Hazlo!
¡Cúrame!
–¿Piensas
que soy mago o algo? No puedo curarte.
–Tú
haces magia.
–Y
tú estás loca.
–No,
Eustace, no juegues conmigo. Te he visto atravesar paredes y hacer cosas
extrañas.
–Nunca
he hecho algo parecido.
–¡Eustace!
¡Deja de molestarme! Damien ha desaparecido, me convertiré en plata, maldición.
Mi
exclamación sonó como un lloriqueo histérico.
–Es
tu culpa, no mía. Resuélvelo.
–¡Ayúdame!
–le rogué, aferrando las solapas de su abrigo.
–Oh,
linda –su boca se curvó en una mueca fingida de desconsuelo, se arrodilló
delante de mí–. Tú sí sabes cuánto amo que me supliquen. Pero, ya deberías
saber cuánto me gusta hacer que las personas sufran.
–Por
favor, tienes que ayudarme. No sé dónde estoy, no sé cómo salir de aquí, no sé
a dónde ir, no sé lo que sucede. ¿Por qué la entrada del inframundo es igual a
mi casa? ¿A dónde se ha ido Damien?
Eustace
se irguió, rodeó su sillón y se paró detrás de mí.
–No
es que este lugar sea igual a tu casa, es que para cada quien es diferente,
cada quien crea su propia ilusión perturbadora para torturarse –él recogió el
libro que yo había dejado en el suelo y lo hojeó–. Bathory está aquí –señaló
una página del libro–. Hmm... parece que está en problemas.
Despavorida,
me puse de pie.
–¿Qué
le sucede a Damien?
Con
hostilidad, Eustace volvió empujarme al sillón.
–Míralo
tú misma –señaló la página del libro.
El
libro mostraba un aposento con pasillos repletos de celdas pequeñas en donde difícilmente
entraba una persona. Y Damien se hallaba dentro de una de aquellas jaulas, con
sus manos encadenadas y grilletes alrededor de sus tobillos. Su expresión de
odio y miedo me atemorizaba.
–Oh
Dios mío –mascullé.
–Él
también ha creado su propia ilusión cruel –me reveló Eustace.
–Damien
teme al encierro, odia sentirse apresado.
Él
nunca me había dicho por qué, pero su rechazo hacia las jaulas y el encierro
iba más allá de lo común. Le temía a la prisión, no era él mismo cuando se
hablaba sobre una cárcel o rejas.
–Me
temo que si Bathory empieza a recordar dejará de ser el mismo chico que ahora
conoces.
–¿Recordar
qué? –averigüé.
–Su
pasado. Él ha tenido un duro pasado, su niñez se le fue arrebatada.
–¿De
qué manera? Damien nunca quiso contarme.
–Tampoco
voy a hacerlo yo, eso no es asunto tuyo.
–¡Lo
es! Es mi novio.
–¡Pobre
chico! –dijo con dramatismo–. ¿No le dejas tener vida privada? –alzó una ceja–.
De cualquier manera no voy a decirte, los hombres tenemos secretos.
Le
dije una palabrota entre dientes.
–¿Qué?
–indagó–. Lavaré tu sucia boca con jabón y un cepillo de alambres hasta que te
sangre la lengua –sonaba horripilantemente honesto y capaz–. No quiero que
vuelvas a decirle malas palabras a tío Eustace, no, no, no –negó con su dedo
índice, pasándolo frente a mis ojos, su catadura era cínica.
Crucé
mis brazos sobre mi pecho.
–Bien,
no me digas nada.
Él
sonrió jubilosamente.
–Está
bien, te diré.
¡Joder,
hombre loco!
–Bathory
te habrá dicho que fue dado en adopción cuando sus padres murieron siendo muy
pequeño, ¿no? –asentí una vez con la cabeza–. No fue exactamente así, Bathory
no fue enviado a un orfanato; sus tíos,
los padres de Adrien, lo vendieron para que fuese esclavizado –Eustace no se
inmutó ni se desligó de su expresión de locura–. Él solía dormir en una celda
con otros niños, era forzado a hacer trabajos pesados, a robar, a dar placer
sexual a mujeres cuando tan solo tenía nueve años, incluso a matar. Era
torturado, golpeado y era obligado a mirar a otros niños morir. Los niños que
enfermaban o no eran lo suficientemente fuertes para el trabajo eran ejecutados
frente a todos, los que se negaban a mirar pagaban con torturas también.
Tan
solo imaginarme algo como eso hacía que mi corazón diera un vuelco.
–¿Por
qué él nunca me lo contó?
–Porque
no quiere recordarlo –continuó–. Cuando Damien tenía unos quince años era un
delincuente que vivía en las calles, no era ni la mitad del joven que es ahora,
era temeroso y agresivo, andaba por ahí cometiendo crímenes, drogándose con su
primo, bebiendo –dejó de hablar durante algunos segundos–. Recuerdo que cuando
lo encontré supe que era un Leive, traté de conversar con él mientras el
muchacho examinaba si podía robar mis joyas, yo había puesto mis manos sobre su
rostro y él cerró sus ojos con fuerza y apretó sus puños como si pensara que
iba a lastimarlo. Le ofrecí darle todo lo que quisiera, le ofrecí venir conmigo
a tomar clases en la academia, le ofrecí un techo y buen trato. Pero se negó,
porque él solamente quería una cosa: quería olvidar. Me rogó que alejara los recuerdos
de su pasado, me pidió paz. Y eso fue lo que le di.
–¿Borraste
su memoria? –persistí.
–¡Deja
de interrumpirme, mocosa! –me gritó, sobresaltándome–. No del todo –contestó pacíficamente
a mi pregunta–. Bathory puede recordar en teoría las cosas que vivió, sabe lo
que le sucedió. Simplemente olvidó cómo se sentían las cadenas contra su
cuello, olvidó la sensación de estar hambriento durante tres o cuatro días,
olvidó las lágrimas que dejaba escapar cada vez que alguno de sus compañeros
fallecía frente a sus ojos, olvidó el dolor de las torturas que lo perseguía
día y noche, incluso en sueños. Luego de nuestro encuentro lo dejé ir, un año
más tarde Bathory fue encontrado por tu hermano Marcus, quien lo llevó a la
academia nuevamente, sólo que esta vez sí aceptó quedarse, y esta vez sí era el
joven que ahora conoces –Eustace suspiró–. Damien sabe que si vuelve a vivir
experiencias similares podría volver a recordar. Sus recuerdos no fueron
extraídos, están ahí, furtivos, enterrados, a él le aterra recuperarlos y
convertirse en el pequeño matón que solía ser.
Antes
de que pudiera hablar, Eustace me cubrió los labios con una mano y continuó.
–Mejor
cambiemos de tema –el hombre volvió a situarse frente a mí, de rodillas–. Has
venido aquí para buscar a tu hermano Elliott –no era una pregunta, él lo sabía.
Mi
garganta se sintió subyugada cuando me dispuse a hablar.
–Tienes
que ayudarme a encontrarlo. Lo necesito. Necesito a mi hermano conmigo, lo
extraño a pesar de todo, él era mi única familia. No descansaré hasta traerlo
de vuelta, o hasta estar junto a él al menos.
–¿Ayudarte?
–soltó una escabrosa risotada–. Tú te has metido en esto, tú misma arréglalo, o
muere en el intento. Las probabilidades de que salgas de aquí son ridículamente
irrisorias de todas maneras. Además de todo, la herida que tienes en el pecho
te hará convertirte en una chica de plata en muy poco tiempo, lo cual la verdad
no me importa. ¡Bon Voyage! Pero mira el lado bueno, quizás encuentres a tu
querido y lindo hermanito.
Dejé
escapar una exhalación.
–¿No
te importo ni siquiera un poco? –pregunté en un murmullo–. Es decir, no sé cómo
puedes ser tan perverso. Si a ti te sucediera algo, cualquier cosa, a mí me
dolería mucho, y haría cualquier cosa por ayudarte.
Los
ojos de Eustace tomaron un brillo inicuo.
–Tú
siempre quieres ser una heroína, quieres salvar a todo el mundo, aunque no te
das cuenta de que no tendrías que salvar a nadie si no te encargaras de ponerlos
a todos en peligro. Sin embargo, tú nunca me has ayudado alguna vez –me
reclamó–, yo en cambio no podría contar todo lo que he hecho por ti –sus
dientes se apretaron al hablar–. ¡Y no! ¿De dónde sacas que podrías importarme
en absoluto? Tú no me importas, nadie me importa, nadie nunca me ha importado.
¿Cuándo vas a entenderlo?
Sentí
la textura de sus guantes de seda sobre sus dedos que oprimían mi garganta
hasta imposibilitarme hablar. Le hice soltarme, removiendo sus dedos poco a
poco. Recuperando la compostura, se separó varios metros de mí, miró
preocupadamente hacia el suelo y caminó de un lado a otro, lo cual me hacía
sentir más incómoda.
–Hay
una forma para revertir la magia en la perforación que ha provocado el cuerno
del unicornio –murmuró–. Debes ser besada por un dios –él hizo un gesto de
disgusto–. No conozco muchos dioses que estén dispuestos a besarte.
Me
levanté con cautela del sillón, di lentas zancadas para aproximarme a Eustace.
–¿Debe
ser en la boca? –investigué.
Eustace
me observó por un instante como si estuviera loca, luego su mirada se iluminó
notoriamente.
–Eso
es, no tiene que ser en la boca.
Repentinamente
sentí que los brazos de Eustace me asediaron, atrayéndome hacia su cuerpo, que
se sintió cálido contra el mío, y entonces algo suave presionó mi cuello. Sus
labios.
Cuando
los delgados y cálidos labios de Eustace rozaron mi piel, el dolor en mi pecho
se aminoró hasta desvanecerse. El beso produjo que mi cuello ardiera, me puse
tan nerviosa que mis pulmones se cerraron. Él se separó de mí vertiginosamente.
Eso
solo significaba una cosa...
–¡Dios
mío, Eustace, eres un dios! –dije de manera escandalosa–. Lo sabía, siempre
supe que eras poderoso. Dijiste que trabajabas aquí, ¿eres el gran dios del
infierno o algo? Dijiste que...
–Me
confundes con Aita –me cortó–. Yo solo soy Eustace, dios de la justicia y
guardián de la entrada al inframundo.
–¿Justicia?
–casi me burlé–. Eso es curioso porque no eres demasiado justo que digamos.
Me
miró de manera fulminante.
–¿Sabes
algo sobre justicia? –refutó, volviendo a perder su momentáneo juicio–. Yo,
señorita Hammond, ofrezco verdadera justicia, yo doy a las personas lo que se
merecen, yo castigo los pecados, todos y cada uno de ellos; y recompenso las
buenas acciones. Si mereces dolor, tendrás dolor. Lo juro –él estrechó sus ojos
en una rencorosa mirada–. ¿No te das cuenta de que no te has comportado bien
últimamente? ¿Crees que te mereces un obsequio?
Sus
ojos estaban tan cerca de los míos que a duras penas podía enfocarlos sin que
se vieran borrosos.
–Me
he equivocado, pero...
–¿Equivocado?
¿Llamas equivocación al asesinato de tu hermano?
–Mamá
dijo que no fue mi culpa...
Él
rió sardónicamente.
–¿Quién?
¿Tu mami? ¡Por favor, despierta! Todos saben que fue tu culpa, lo has matado.
En cambio los padres mienten, lo hacen para proteger a sus niños –su aliento
congelado rozó mi nariz, trepidé–. ¿Alguna vez te he dicho una mentira?
Negué
con la cabeza, incapaz de poder hablar. ¿Era posible que mamá me hubiese
mentido? ¿Yo sí tenía toda la culpa? Técnicamente, Eustace no solía mentirme. Por
un instante me provocó llorar, no dije nada para que mi voz no se quebrara al
hablar.
–No
llores –besó mi frente, nuevamente sus labios hicieron que mi piel se chamuscara
vagamente.
–No
lo he hecho –rebatí, mi voz retemblaba.
–Te
ayudaré a encontrar a tu hermano en el submundo, sólo porque sé que voy a divertirme
como el infierno –se burló con una algazara–. Irónico, ¿no?
Me
petrifiqué, tratando lentamente de asimilar lo que había dicho.
–¿Me
ayudarás? –farfullé.
–No
te adelantes, niña –puso mis deshilachados cabellos tras mis orejas–. Tú y yo
jugaremos un juego, haremos un trato, serás mi pequeña marioneta. ¿Te gusta
cómo suena?
No,
odiaba como eso sonaba, pero me daba lo mismo si se trataba de Colin. Afirmé
con la cabeza.
–¿De
qué se trata?
–Serás
mi títere, actuarás bajo el mando de las cuerdas que manejan mis insensatos
dedos –sus cejas se alzaron, parecía emocionado–. Te daré pistas para que
encuentres a tu hermano, pondré más obstáculos en tu camino de los que
recientemente tendrás, te guiaré a la locura y a la muerte. Y tú deberás
escapar. Pero, querida mía, esto no es tan fácil como piensas, tú y yo sabemos
que morirás en el intento, es un juego peligroso, mortal. Tu único trabajo es
sobrevivir, obedecerme y encontrar a tu hermano. Si logras alcanzar esas tres
metas, ganarás, y dejaré que lleves a tu hermano contigo de vuelta al mundo. De
lo contrario, yo seré el ganador, lo que implica que tú morirás, tus amigos lo
harán, tu novio también, y tu hermano permanecerá en el lugar al que siempre ha
pertenecido. ¿Qué te parece? ¿Sigo hablando, o tienes demasiado miedo para
arriesgarte?
Todo
el mundo sabía que podía ser cualquier cosa menos una cobarde, incluso si
tuviera miedo, no me acobardaría, tomaría el riesgo sin importar las
consecuencias. Porque haría cualquier cosa para ganar este juego, cualquier cosa.
Tragué
saliva.
–Voy
a hacerlo –acepté–, continúa.
–Seamos
honestos, no ganarás. Sobrevivir, obedecerme y encontrar a tu hermano no son
retos fáciles, esto es el infierno. ¿Conoces a alguien que haya regresado del
inframundo? ¿Conoces a alguien vivo en el submundo? Además, yo me encargaré de
hacerte polvo lentamente.
–Lo
tomo, no me importa. Voy a ganar –dije con mis dientes prensados, mostrando
confianza inaudita, a pesar de que ni siquiera creía en lo que yo misma decía.
Él
se mostró confuso.
–¿Estás
escuchándome bien?
–No
sería un juego justo si no hubiera posibilidades de que gane, y tú eres el dios
de la justicia, ¿no? Lo que significa que éste es un juego muy, muy difícil,
mas no imposible de ganar.
Lo
escuché jurar entre dientes para sí mismo, en voz baja.
–Odio
que seas tan inteligente –murmuró.
–¿Qué
es lo primero que tengo que hacer?
–Escúchame
atentamente –me contempló inflexible y despiadadamente–. Existen cinco etapas
del inframundo, o cinco infiernos. Una vez que logres ingresar en uno de ellos
tendrás acceso a los otros cuatro, cada uno es peor que el otro. Tú misma debes
adivinar en cuál de ellos está Elliott, quizás debas visitarlos todos, vivir la
miseria en cada uno de ellos. Pero antes debes dar el primer paso, el cual es:
entrar al infierno, a cualquiera de los cinco, no tiene importancia, lo que realmente
importa es estar dentro, de otro modo nada sucederá. Ahora estarás pensando: "Oh, Magnífico, Excelentísimo y
Guapísimo Gran Eustace. ¿Cómo se supone que entre al infierno?", ¿me
equivoco? –él meditó y se respondió a sí mismo–. No, claro que no, nunca me
equivoco –difirió–. En La Tumba de los Condenados, el tercer infierno, se
celebra La Quema de Brujas, si tan
solo tuvieras una invitación podrías asistir, lo que significa que podrías ingresar
al infierno. Evidentemente nadie va a invitarte, es un festejo exclusivo, no
obstante, hay algo que puedes hacer, podrías encontrar a un amable caballero
que esté invitado y que te convierta en su pareja de baile.
–¿Dónde
puedo hallarlo?
–Oh,
claro. ¿Quieres que te lo presente? Lo había olvidado por completo –refunfuñó
sarcásticamente.
Hice
un gesto de enojo, frunciendo los labios y las cejas.
–Creo...
creo que puedo conseguir la maldita invitación –balbuceé–. ¿En cuál de los
infiernos se encuentra mi hermano? ¿Podrías al menos darme una pista? –Eustace
se largó a reír de manera burlona, por lo que deduje que no diría nada y añadí–.
¿Él está sufriendo mucho?
Su
mirada hastiada penetró mi cerebro después de perforar mis ojos.
–¿Qué
es lo que esperas? Está en el infierno, es malo de cualquier forma. Aunque
podría ser peor, el Cementerio para Tramposos es solamente para personas con
pecados menores sobre lujuria, engaños o egoísmo. Los castigos podrían ser
mucho peores en infiernos superiores, para pecadores reales –sonreí para misma,
orgullosa de haberlo engañado, Eustace apretó mi brazo muy fuerte hasta que me
dolió–. No soy tan tonto como piensas, ¿sabes? La verdad es que nada se me
escapa, ilusa.
¿Eso
qué significaba? ¿Había estado consciente de su desliz al revelarme la
información de que Cole se encontraba en un lugar llamado Cementerio para
Tramposos?
–Casi
lo olvido –prorrumpió–. Si mencionas a alguien algo sobre este juego,
inmediatamente habrás perdido. Éste será nuestro pequeño secreto, solamente lo
sabremos tú y yo. Si no guardas silencio sobre lo nuestro, significará dolor,
sufrimiento y muerte para ti y los tuyos –Eustace levantó la manga de su abrigo
y miró los relojes que cubrían su antebrazo hasta su codo–. ¡Santo cielo! Mira
todo el tiempo que me has hecho perder, debo preparar el funeral de tu hermano.
–¡Espera,
no te vayas! –sujeté fuertemente su camiseta con mis puños.
–Recuerda
usar ropa elegante para la celebración –instó–. Y por cierto, el bebé de
Miranda es una niña. ¿Cerramos el trato?
Me
ofreció su mano derecha, me sentí aturdidamente confusa.
–¿Qué?
¿Una niña? ¿Cómo es que sabes eso?
–¿Cerramos
el trato? –insistió con su palma extendida hacia mí.
Puse
mi mano dentro de la suya y él la besó sutilmente.
–¡Vaya!
–suspiré–. Me has besado tres veces hoy –para mi sorpresa, mi tono fue de
melancólico alivio, por lo que Eustace se mostró desconcertado también.
Nunca
pensé que podría decirle esa frase a él. Jamás.
–En
el infierno, los tratos se sellan con besos –se encogió de hombros–. No te
acostumbres –dijo antes de...
...Desaparecer
en el aire.
–¡Espera!
Pero
era tarde, ahora su mano no estaba sosteniendo la mía y su presencia se había
esfumado. Cuando examiné la habitación me di cuenta de que estaba en problemas.
No había ninguna puerta por la que pudiera irme, demonios.
–¿Eustace?
–dije nerviosamente–. Hombre, no hay puerta en este lugar, necesito salir de
aquí.
Había
una manera de irme, por supuesto, si tan solo tuviera un bonito par de alas.
¿Por qué no podía transformarme en Leive cada vez que quisiera? Así podría
elevarme y salir por arriba.
Inmaculados
dioses del inframundo. ¿Quién construía una habitación sin puertas?
–No
todos pueden ir por ahí desapareciendo y reapareciendo de un lugar a otro –me
quejé.
Un
momento.
En
el sillón de Eustace estaba ese libro misterioso, el mismo que me había traído
aquí. ¿Cómo pude ser tan tonta? Eché un vistazo al libro, que estaba abierto en
una fotografía del antiguo recibidor de mi casa, pasé la página, pero mostraba
la misma fotografía, al igual que en la página siguiente, y en la próxima, la
misma fotografía. Arrojé el libro sobre la alfombra, disgustada.
¿Alfombra?
Antes no había alfombra...
Me
volví y estudié la estancia que me rodeaba mientras una caja de música
comenzaba a tintinear esa melodía familiar.
Ahí
estaba, el recibidor lujoso en el que mamá prohibía que Colin y yo jugáramos.
Era exclusivo para visitas importantes, estaba aterradoramente adornado con
figuras costosas de porcelana y cerámica detrás de las vitrinas de los
estantes, había muebles arcaicos y pequeñas cajas de música que se activaban
por sí mismas. Nuevamente todo estaba iluminado bajo el leve resplandor de la
estrella que salía de mi chaqueta. Acto seguido, dedos frígidos sostuvieron mi
hombro con fuerza, me di la vuelta con el corazón sacudido. Era Miranda, sólo
era ella.
–Estaba
buscándote, pensé que algo te había sucedido –me dijo antes de estrecharme
entre sus brazos–. Debo contarte algo importante.
–También
yo –sonreí–. ¡Es una niña! Mi sobrina, es niña.
Miranda
parecía confundida.
–¿Cómo
lo sabes?
–Me
he encontrado con Eustace, él curó mi herida –palpé centro de mi pecho para
demostrarle que ni siquiera me dolía–, y él ha dicho que tu bebé es una niña.
Los
ojos de Miranda resplandecieron bajo la luz plateada de la estrella, ella
sonrió levemente.
–Podría
creerlo de Eustace, él es un auténtico etrusco.
–¿Y?
–Los
etruscos practican técnicas para adivinar el futuro.
–Es
increíble que sepas más que yo de mi propia cultura.
–¿Eustace
te ha dicho algo sobre esto? ¿Te ha dicho algo sobre dónde estamos, o sobre
Colin?
Vacilé
al recordar las frías palabras de Eustace cuando me pedía que no mencionara
nada sobre nuestro juego. Sacudí la cabeza.
–¿Qué
debías decirme?
–Escucha
–ella bajó la voz–, Matthias me ha besado.
Ensanché
mis ojos. Eso no podía ser bueno.
–¿Matthias?
Mir, él tiene novia.
Ella
sacudió su cabeza de un lado a otro.
–Grace
no es su novia, él me ha contado que ambos han inventado esa historia para no
provocar recelo en ti o en Damien. Ania, me ha besado y fue increíble, creí que
no volvería a sentir mi corazón latiendo tan rápido jamás.
–No
está bien –objeté–. ¿Qué pasa con Colin? Yo voy a encontrarlo...
–Nena,
despierta. No encontraremos a Colin, y si lo hacemos, será después de morir
–Miranda sujetó mis hombros–. Y aunque sucediera, él no va a volver conmigo,
solamente será el padre de esta niña –instaló su mano en su vientre–. Necesito
algo para recuperarme, todo esto de tu hermano me está matando, debes
entenderme, no sabes cuánto me duele, no sabes cuánto quiero llorar en este
mismo instante –su voz vibrante delató su ganas de llorar–. Si Matthias puede
hacerme sentir bien al menos un momento, lo intentaré.
Para
mí era inaceptable, yo conocía a mi hermano, él realmente amaba a Miranda, él
amaba a su hija. Y yo lo traería de vuelta.
–Está
bien –acordé a regañadientes–. Tienes razón...
–Sé
dónde está Damien –soltó ella–. Al final del pasillo, a la izquierda. Él no
está bien.
–¿Qué
le ha sucedido? –me alarmé, mi pecho sintió una punzada de dolencia.
–No
es... no es él mismo.
¿No
era él mismo? ¿Se trataba de lo que Eustace me había comentado?
Me
apresuré a franquear el pasillo y crucé a la izquierda, tal como Miranda me
había indicado. Al fondo de este corredor encontré una puerta cerrada, desde el
otro lado se escuchaban lamentos, quejidos graves.
Empuñé
el pomo de la puerta, lo giré lentamente, me volví hacia atrás para asegurarme
de que Miranda no estuviese detrás de mí (no lo estaba), tiré de la puerta
hacia mí y descubrí aquella habitación sombría y fosca que en mi antigua casa
no solía estar.
Saqué
la estrella de mi bolsillo para alumbrar mi camino, la luz se disparó en
distintas direcciones, mostrándome un suelo crudo de piedra en un alargado
pasillo rodeado de celdas con enrejados de hierro oxidado por la humedad. Oí el
sonido de una gota de agua cayendo desde un agujero en el techo hasta un charco
en el piso, escuché pisadas, de alguien que posiblemente estaba cerca y que
arrastraba sus pies al caminar, el sonido de los chillidos y lamentos se
intensificó, casi estaba dentro de mi cabeza. Mi pecho estaba tan agarrotado que
me costaba respirar, los latidos de mi corazón nuevamente estaban acelerados
considerablemente, mi pulso parecía apremiado, una delgada capa de sudor frío
cubrió mi frente. Tenía miedo, pero este miedo era diferente, era más doloroso,
porque temía por Damien.
Grité
cuando algo me detuvo en la oscuridad, algo había brotado desde las sombras y
había tirado de mí hasta hacerme chocar contra el oxidado hierro de una de las
jaulas.
–¡Hambre,
tenemos hambre! –una voz masculina y terriblemente ronca rumoreó en mi oído.
Este
hombre estaba sujetando mi brazo desde el interior de su celda, manteniéndome
de espaldas contra las barras de metal, su sujeción me lastimaba, chillé. Inesperadamente
sentí que algo punzaba hirientemente en mi hombro, volví a chillar y me sacudí
hasta darme cuenta de que este espécimen estaba mordiéndome. Me agité hasta
zafarme, pero sus poderosos dientes rasgaron el cuero de mi abrigo, dejando mi
hombro desnudo.
–¡Tenemos
hambre! –se quejaron en coro, con voz de hambrientos zombis sanguinarios.
El
individuo de la jaula del frente casi me atrapa también cuando alargó su brazo
fuera de la celda y sujetó mi ropa con sus mugrientas uñas. Aunque no lograba
distinguirlos bien entre las sombras, sabía que tenían aspectos desagradables. Gateé
velozmente, esquivando ataques de hombres hambrientos de carne humana, aferrando
en mi puño la estrella de luz. Me puse en pie
oscilando hasta que encontré a Grace sentada sobre una piedra, recostada
de la pared. Se cubrió los ojos con las manos cuando la alumbré y se levantó.
–Él
está aquí –anunció–. Mejor voy a dejarlos solos...
Pasó
junto a mí apresuradamente para marcharse, sin decirme otra palabra más. No se
escuchaba arrogante, o nerviosa, parecía solamente algo desanimada. Oí sus
pasos alejarse.
¿Por
qué no podía evitar odiarla?
Encontré
a Damien acurrucado en el suelo de una de las celdas, tumbado sin camisa en el
frío, con las manos encadenadas a la pared y argollas gruesas que ataban sus tobillos,
igual que en la fotografía del libro. Él tenía sus párpados apretados con
fuerza, su espalda ancha estaba cubierta de sudor brillante, sus músculos
temblaban ligeramente.
–No
quiero hacerlo, no quiero hacerlo, no quiero hacerlo –balbuceó entre dientes y
en voz baja, apenas logré entenderlo–. No voy a hacerlo, aunque me obliguen.
Me
puse de hinojos en el suelo para estar a su altura, guardé la estrella en mi
bolsillo y me aferré a los tubos de color bronce.
–Damien
–susurré, mi garganta se sentía ceñida y seca, el alma se me cayó a los pies,
mi estómago dio un vuelco.
Él
abrió sus ojos, me miró de soslayo e intentó incorporarse para alcanzarme, pero
las cadenas no permitieron que llegara por completo hasta mí. Su cara parecía
húmeda cuando la vi, sus largas pestañas unidas entre sí, sus mejillas
ruborizadas como si tuviese fiebre, sus labios entreabiertos soltando aire
entre jadeos.
–Ania
–él dijo con brusquedad, tirando de las cadenas, sus muñecas y tobillos
parecían lastimarse cada vez que él jalaba, sus cejas estaban alzadas, su cara
era suplicante–. Necesito salir de aquí, ellos van a matarlos, me obligarán a
mirar y no podré hacer nada para ayudarlos, estaré aquí encerrado, no podré
hacer nada... –sacudió su cabeza–. No quiero mirar, no lo haré –tiró de su cabello
y se cubrió la cara bajo sus brazos.
Metí
mis manos en su celda y las coloqué sobre sus mejillas calientes, tuve ganas de
llorar al notar que su cuerpo tomaba una posición tensa, que sus puños se
apretaban hasta que sus nudillos se volvían blancos y sus párpados se cerraban
fuertemente también, era como si estuviera preparado para que le hicieran daño.
–¿Qué
sucede, Damien? ¿Alguien te ha lastimado? Yo no voy a hacerte daño, lo juro.
–Suéltame
–me pidió exigentemente, con suavidad, pero prensando su mandíbula–. No soporto
estar aquí encerrado, es igual... –su voz se disolvió.
–Está
bien, Eustace me lo ha contado.
Sus
ojos me observaron duramente, sus cejas se fruncieron.
–Dile
a Eustace que no quiero recordar, por favor, tienes que decírselo –habló más alto–.
No quiero recordar nada, nada.
–Yo
te sacaré de aquí, de verdad, confía en mí –soné adusta, pero necesitaba que él
lo entendiera.
–Si
trato de escapar van a atraparme y me cortarán un dedo –me reprimió, colocó sus
manos sobre sus orejas, como si estuviese escuchando voces atormentantes en su
cabeza–. No quiero recordarlo, no quiero seguir oyéndolos.
Jadeé
cuando noté que sus manos temblaban tanto.
–¿Qué
fue lo que pasó? ¿Quién te ha encerrado aquí?
–El
niño de la celda de la derecha murió de hambre –comenzó a relatar con frialdad,
su mirada azul parecía oscura de rencor–, al de la izquierda le cortaron tantos
dedos que resultaba inútil para el trabajo, de modo que un día tomaron un hacha
y cortaron su cabeza. Nicole era la mayor, tenía doce años, abusaron de ella
tantas veces que falleció. Yo resultaba ser su favorito, porque cuando tenía
nueve años era lo suficiente grande y fornido para la carga pesada y para
complacer mujeres, por lo tanto evitaban mutilarme. Debía robar dinero y drogas
para nuestros dueños, y comida, para el grupo, pero si no lo hacía bien me
colgaban varios días bajo el sol hasta que estuviera a punto de morir
deshidratado. Debía pelear con mis compañeros, u otros hombres, hasta que uno
de los dos quedara inconsciente, así ellos conseguían dinero, apostando. Ellos
me pedían que matara, pero nunca pude hacerlo, todavía puedo oírles llamándome
cobarde, puedo sentir las piedras lastimando mi espalda, y yo caía sobre el
cristal roto, mis rodillas y las palmas de mis manos sangraban, sabía que debía
levantarme antes de que me golpearan una y otra vez, o antes de que volvieran a
enviarme a la maldita celda...
–No
sigas, no me gusta escuchar eso –barbullé conteniendo mis lágrimas y tragando
el nudo en mi garganta.
18 comentarios:
AHH steph que buen capitulo!...
me quede tremendamente traumada con la historia de damien como es posible que alla podido sufrir tanto? todos los castigos y trabajos forzados y sus
pobres compañeros,lo obligaban a hacer trabajos forzados, robar y complacer mujeres? lo castigaban si no queria matar y lo obligaban a mira como morian los demas? con solo 9 años..ahhmm pobresito!! dios me lo como tan divino que es! y con una historia de vida como esa quien no quesiera olvidar...ahhhh es una NENA! que lindaaa va a ser hermosa como su papa y hippie como su mama XD che y lo de matthias y grace humm ya me parecia una pareja demaciado dispareja como para ser ciento pero osea dice que ama a ania y besa a mir!!?? WTF?..pero la verdad es que la mejor parte fue la de eustace-ania hahah DIOSS como me hiciste reir nena! hahah no lo puedo creer un dios?? de la justicia?? hahahah justicia eustace? y decime quien fue en que le otorgo ese cargo he? estaba boludo o que? y de las puertas del infierno eso si pro justicia haha estoy igual que ania de incredula no me lo esperaba pero eso de –¡Vaya! –Me has besado tres veces hoy HUMMMM s.s me quede re OMG! con los "besos robados" de seguro eustace debe ser un buen besador(-.-') XD digo..sino no trendria taantas amantes ¿no?..okey es unto es que me encanta como lo haces a eustace es mi personaje favorito con su original ridicules y todo lo amo!♥..y che como es eso de la marioneta y el juego con apuesta?? dios asi que de ahi va el nombre colin esta en el cementerio para tramposos ahhh ahora todo encaja! pero me da como que ese "juego" no va a ser nada facil y muy peligroso..
ahhm grax steph por la recomendacion de el libro!me faltan como vos decis "master piece" por leer :) ah que como decias tambien el el cap anterior la musica nacional es muy buena! aca en argentina hay cada buena banda de rock nacional como los abuelos de la nada con su cancion mil horas o su solista andres calamaro,no se si lo conoces,que tiene cada temon para escuchar..ahh y decime como es eso de que hay intrusos en la pag?? haha y lo de la musica de angeles noctambulos y cementero ni idea..bueno steph respondiendo a tu pregunta OVIOO! que quiero que sigas la nove! pss mal vale xq esta genial asi que subi pronto steph besos bye! :) <3
Hola tocaya si me llamo como tu eaeaea "A" me ha traumado con tus historias son ASOMBROSAMENTE PERVERTIDAS!!y me encantan!! continua el capitulo por favor!! recien he leido tus anteriores libros y me los he acabado en un segundo haha bueno en dos dias necesito mas alimento!! asi que escribe mucho mas alimento haha
bueno ya fin
Primero que nada gracias por contestar mis preguntas preguntosas y si yo soy la de Pretty Little Liars me pagan por escribir mensajitos acosadores hahaha el capitulo de hoy estuvo buenisimo!! ya que conocimos mas detalles de la misteriosa vida de Damien*.* pobresito tipo esta traumado deberia ir al psicologo en fin ya me voy cuidate mucho y Paz.
A.(Ashanti)
Steeeeph tengo tanto que decirte & ya lo eh olvidado a medida que voy leyendo se me ocurren tantas cosas tantas preguntas ¿Como lo haces? ¿Como puedes llevarme asi a otro mundo? al principio quede descolocada, quedar hecha piedra? Eustace eeeeeeeeeres Crueel, "Magnífico, Excelentísimo y Guapísimo Gran Eustace"ese hombre tiene un egooo de lpm xD pero lo amo unque sea terrible HDP Luego cuando mencionó el "Juego" y No, Ania no aceptes, y ella lo aceptó lo quiere todo o nada de verdad admiro su personaje pero shittttttttt En que está pensando? Steph Tu y tu instinto psicopata me dice que acavaremos todos muertos, que ent u historia no habrá final feliz y me desanima no se porque pero aun asi no me perdere nada Amo la Novela eeeeeees increible!! como que si la sigues? si no la sigueeeees No te permitiré ver las fotos de Joe como modelo de Ropa interior... okno Steph Amo tus Novelas te lo eh dicho muchas veces pero te lo seguire diciendo no se como le haces per me llevas muy lejos <3 me fasinan tus novelas No sabes cuanto te extrañé... Por cierto escuchar Cementerio para Tramposos bfdsnjjhd Ahi se dará la novela verdad? Creo que moriremos todos en el intento de encontrar a Cole .... Damien Oh me hiciste derraar lagrimas con su historia, es Algo Real no común & quizás no tan drastico pero es Real e imaginarlo... Steph no dejes de uchar por tus sueños, no dejes de sobrepasar objetivos, no dejes de superarte dia a dia haz crecido mucho <3 no tires tu talento por las criticas o por e poco interes te aseguro que llegara un momento en que tus libros sean un exito <3 Te extrañé Steph Cuidate mucho vale? Besos!
siguelaaaa me encanto el cap ya quiero saber q sigue por fa siguelaa
stepphhh ovbio nadie quiere que cierres la nove....yo soy una super adicta a tus novelas creo ke todos los dias me entro a mirar si has subido un capitulo y siento mucho ke se te hallan eliminado los otros capitulos pero por favorrr siguela y el capitulo estuvo super bueno......espero ke montes el prox capitulo rapido te kiero un monton :3
Dios mio! la historia de Damien es tan traumatica!! es uno de los capitulos mas tristes, porfavor tienes que seguirla SUPER RAPIDO!
NO! Lo puedo creer o.o este cap estuvo supper emocionante S: que mal que no puedas seguir contandonos u.u bien sobre tu vida 8-) realmente me gustaba leer tus locuras jajaja :3 Me alegra que puedas sefuir subiendo la novela por que realmente me encanta mucho C: sobre la cancion woo amo a ese grupo realmente es genial y todas sus canciones *-*!!!!! Es genial y sobre el cap wo maldito Eustace :3 quiero que el me bese $: esque...jajaja es sexy8-) y por cierto me esta encantando aun que no me guto que Damien sufriera tanto :( la verdad me rompio el corazon TT.TT imaginarmelo asi S: y sobre lo que le cnto a Ania la verdad me quede con la boca abierta D: hasta senti escalofrios!! Es horrorooso nada mas de imaginarmelo se me pone la piel chinita S: enserio TT.TT y sobre Miranda...la entiendo ._. realmente tiene razon en buscar un tipo de consuelo en Matthias pero.... u.U aun asi todas sabemos que Collin si la ama :C y la verdad espero que recuperen a Collin la verdad siento que esto se va a poner bueno pues sobre el trato de Eustace...Me dejo boca abierta.
Como es eso de Que tenemos intrusos??.....
Ohh!! Y eso de los comentarios ya Veras que pronto Se arreglara ...!!
Por supuesto Sigue Escribiendo....
ERES GENIAL! :D
Pobresito de Damien........ ¡¡sufrio tanto desde pequeño!!...... ¡¡¡¡¡desgraciados malditos perros hijos de la puta mierda!!!!!!
¿Quien jodidos hace tanto daño? Malditos imbeciles sin sentimientos, perroos hijos de la perra miada.... malditos putrefactos, Demonios, ¿Como chingados pueden hacerle daño a Damien?
Steph... dime donde viven esos imbeciles para ir a acesinarlos eeehhh?????
Dios vez chica que yo no puedo estar sana ;) hahhaa lo siento me pase con el comentario hahah NO eso se merecen y mas Perros del infierno...
y mi niña ¿Seguirla? esoo no se pregunta ¡¡Claro que tienes que seguirla!! yo lo dije soy tu fan number one
aqki me tendras always, siempre niña siempre...
OMG!! no superare el trauma de Damien ... Probe sexy chico, Malditos hijos de la chingada quinta avenida... ahi que yevarlos a el matabus VAH??
STEPH!! chica Siguela hermosa siguela :)
by: Sherl ;)
PD: ¿Intrusos? Ahora quien putiados jode contigo nena dime para ir a acesinarlos yo te apoyo niña yo te apoyo
Steeeph, perdón por no comentar en el anterior capitulo, pero porque no me avisas?) :B Mándame un Ask porque el Twitter como que lo uso cada tanto, casi nunca :|
En fin girl, VOLVISTE ESO ES LO QUE CUENTA! Soy feliz mierda, en el anterior capitulo me quede pensando, WOOO te traumaste con “Narnia”?) Ania es muy unicornia es muy yo, basta. Me voy a sentir ella y voy hacer las cosas que hace ( en cuanto encuentre un Sean Faris argentino cosa que NUNCA va a pasara por que acá son todos rochos :( y feos) shdgfaghfdgafdgh y Eustace? Please, ves? Yo se que el tiene que hacer un trío, por favor. No se si lograre hacer un TT algún día pero quiero Trío con Eustace, proponlo a ver que dicen las fans?) seguro que mas de una quiero una escenita hot de el. Desues de todo, quien no ama a ese hombre? Es tan cínico y sensual.Es mi estilo:|| va mi estilo en mi mente porque salgo con idiotas u.u JAJAJAJA. Va salía porque soy tan Forever Alone ahora que me doy lastima. Muy pronto tendré mi gato 1501. El es el Dios de la Justicia?) no es muy justo engañando a su esposa:B Pero bueno , hombres. Jajajaja. AME ESTE CAPITULO, ES MI NUEVO FAV. ( Cuantas veces habré dicho eso ya?) Pero es que, you know amo mas a Eustace que a Damien :O Pobre mi amor. Que horrible todo lo que le hicieron de chico, me largue a llorar , me daba escalofríos imaginarme todo eso! Son unos forros hijos de mil puta… no se si es bueno que lo olvide, tendría que superarlo de algún modo pero quien podría superar eso no? Muy traumático.
Me gusta la idea de que Ania sea la marioneta de mi novio;) porque claro tiene que hacer todo lo que le pida guiño guiño ;D. creo que de ahora en adelante todos los capítulos me vas a fascinar, me gusta cuando hay hechos inexplicable antes me ponía histérica no encontrar una lógica a la situación pero ahora, i like it baby.
Pasando a otro tema, vos leiste Hush Hush no? Compraste el tercer libro? Me lo regalaron para mi cumple ( NO ME SALUDASTE BITCH¬ fue el 27/11 :P) . ES PERFECTO, amo esa saga amo a Patch♥ Te iba a preguntar, no te parece que Hunter Parrish es perfecto personaje para Scout? :B si hacen algún película el tendría que ser el actor. Sadasfasdasdasd.
UJU! Estoy feliz de que hallas vueltas linda. Seguila o mágicamente te aparecerán amenazas de muerte en tu casa y llamadas telefónicas ;)
JAJAJAJA. Te quiero chica, eres totally awesome.
Besitos. Andy.
PD: Espero que no te hallas enojado conmigo :(
i'm sorry i'm so sorry
soy una mala lectora lamento no haberme pasado ni nada esque an habido problemas en mi home ya ves lo normasl hahaha oooh mi bendito y amado damien qomo qe sufrio tanto aaaaii estan traumatisador traumatisado traumado pobresito chico..........
aaii que lindo cosita no te enamoras
colin tendra una nena es una niña C: happy happy happy ... dejemonos de cosa tristes y pensemos en los tiempos felices Miranda y Colin tendran una nena eso es genial yo siepre eh querido tener una niña
ehemm!! .dentro de muchos años cuando cumpla 40 C: esa es la moda ahora C: asi que me falta muuuuuuuuuuuy poco para cumplir cuarenta tan solo 23 años desde el 19 de dic... C: por sierto cumplo 17 ya en unas semanas C: haha sorry C:
ILOVEYOU GIRlL always with you
OH POR DIOOS, Que capitulo TAN INCREIBLE ASOMBROSAMENTE ESPECTACULAR Hahha.. Pobre Damien, enserio imaginarmelo pasar todo eso WOW! horrible... Ya quiero saber que va a pasar, Esta noche no dormire pensando en eso xd hahahaha el capitulo pasado lo imprmi y se lo he enseñadoo a todo el mundo! Hablamos pronto Steph! Rockeas Idola! Love u <3
Steeph!!!! me encanto el capitulo y me siento muy mal por como es Eustace u_u jajajja no sabia que era tan cruel D: y pobresito de Damien aawwws!D;
oye no crees que algunos no comentan porque no saben como comentar?
me encanta la novela steph sigue asi ;)
NOOOOOOOOOOOOOO PORQUE TERMINO ASI NOOOO DIOS ME HAS HECHO LLORAR Y REIRME TAMBIEN TT-TT POBRE DAMIEN
Y EUSTACE QUE ME DIO RISA ARGH!!! TANTAS EMOCIONES EN UN SOLO CAPITULO
YA QUIERO LEER EL PROXIMO STEPH SIGUELA PRONTO PORFAA
MUY BUENO!!
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Por lo primero me pregunto si tus amigos se habran enterado de tus historias y por eso dijiste que habian intrusos hahaha wao!! me encantaria ser asi, tener una doble vida(??? okno ._. pero es algo interesante xd
siguela steph I LOVE YOUUUUUUU BESOS <;D
Teevi ñ_ñ
Sube capituloo me encantaa la nove siguelaaa
0.O ESTOY EN SHOCK!
DIOS! TODO LO QUE TUVO QUE PASAR DAMIEN, NO LO PUEDO CREER! SUFRIMIO KICHO, NO QUIERO QUE TENGA ESE DOLOR DE NUEVO EN EL!
EUSTACE, QUE SE FUMA?!! ESTA LOCA, ES UN DEMENTE, PARA EL TODO ES UN JUEGO, SE DIVIERTE VIENDO ALOS DEMAS SUFRIR, ES UN EGOCENTTICO, SOLO BUSCA SU BENEFICIO, A VECES ME SACA DE QUICIO A MI! PERO CLARO ES UN DIOS, QUE IRONIA QUE SEA EL DE LA JUSTICIA HAHAHAHA
CEMENTEIRO PARA TRAMPOSOS!!! WAAAA SI HAY VAMOS A VOLVER A VER A COLIN...ESO ESPERO, Y ESPERO QUE ESTE BIEN.
STEPH ME ENCANTA LO CAPITULO, NO HABOIA PODIDO COMENTAR ANTES, PERO SIEMPRE TRATO DE COMENTARTE, PORQUE SE QUE TE TOMA EL TIEPO PARA ESCRIBIR LOS CAPS, ENTONCES YO ME TOMARE EL TIEMPO PARA COMENTARTE ;) ....GRACIAS POR TUS ESCRITOS, YO ME ENTRETENGO Y ME DIVIERTO LEYENDO TUS FABULOSAS HISTORIAS.
INTRUSOS??!!!! JA! COMO SABES QUE HAY INTRUSOS A QUE TE REFIERES? SON MALOS? TE QUIEREN HACER ALGO MALO? YA NO NOS VAMOS A CONTAR LAS COSILLAS QUE TE PASEN? OOHHH
XOXOXO
ATT: MCAMICC
AKI MI CARTA PARA SANTA CLAUS:
querido santa...
lo que quiero para navidad es.
1·ver los libros de steph en un bookshop para comprarmelos todos C:
2· que vendan muñecos a tamaño real de colin y Damien X.X
3· que steph suba capitulo C: y qe cumpla sus sueños pronto...
y muchas otras cosas
att.... Rosa leal
PD: yo jamas esceribo cartas a "Santa" eso no es para mi C: pero por ti lo ago C:
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